Futuro esposo
Aidan se dejó caer en una silla de las mesas del exterior de la cafetería del centro comercial, frente a Julian. Le dolían los pies y estaba cansado, quizás un poco más de lo que debía pero se había divertido como nadie se imaginaba. No recordaba la última vez que había salido de compras con alguien y se hubiera probado decenas de prendas.
A pesar de que su alfa le había dicho que su dinero era suyo también él había insistido en pagar con los ahorros de su cuenta. No era una persona despilfarradora pero se había dado algunos lujos y comprado también las cosas de Julian. Este se había negado al principio pero cedió después que pagara el primer lote a escondidas.
A sus lados había varias bolsas, un buen número. Contenían nuevas mudas de ropa, zapatos adaptados a climas cálidos y tropicales. Una que otra cosa que cada uno le compro a sus respectivos acompañantes y por último y no menos importantes, una bolsa con ciertas prendas. Un juego de dormir de colores de diferentes para cada omega que era más inclinado para el público femenino pero como que por qué no usarlos ellos, el de Julian era menos provocador pero Aidan se había empeñado en que fuera bastante revelador. El omega era pequeño pero sus nalgas y piernas eran su mejor atributo y Aidan estaba seguro que Madox no podría pasar la noche tranquilo sin arrancárselo.
En su caso su conjunto era de más encaje. Nunca se le había pasado por la mente utilizar alguno de ese tipo y menos con su ex novio pero con Dominic sus hormonas estaban tan descolocadas que no sentía vergüenza de imaginarse con eso delante de él. Tal vez era por el lazo pero su parte sexual estaba a flor de piel y era una parte que comenzaba a gustarle. Después de todo el sexo era importante en una relación.
Pero la compra no se había quedado allí solamente. Cada uno tenía dos conjunto de trajes de baño. Uno más escandaloso que otro. El de la playa que no por eso era menos provocador, y el que de seguro utilizarían en las piscinas privadas de cada suite. Madox por suerte le había enviado fotos mientras ellos estaban comprando y habían precavido cualquier incidente supieran donde se hospedarían.
Julian mandó a pedir unos refrigerios así como bebidas para ambos e insistió en pagar. Aidan no se negó, compartir se sentía bien.
-Fue una buena salida, deberíamos repetirla- Aidan le comentó tomando un sorbo de su bebida fría una vez se la trajeron. El sabor ácido de la naranja junto a lo dulce de la manzana le levantó los ánimos.
-Te ves de buen humor- Julian le sonrió- Parece que las cosas están funcionando bien entre tu alfa y tú-
Aidan asintió.
-Quitando la parte del sexo en la que tenemos que trabajar, por lo demás vamos bien. Es bastante sobreprotector pero también atento, no es nada violento ni me fuerza a hacer lo que no quiero. Me da mi independencia. Y aunque no me deja ir a trabajar hasta que no esté recuperado si me acomodó una computadora nueva con todo lo que necesito para realizar mis diseños. Si ves la wacom que me trajo, quería matarlo cuando me dijo el precio, pero no pude evitar besarlo al probarla por primera vez. Daría mi vida si fuera necesario si no la tuviera para obtenerla-
-Me alegro- Julian sonreía abiertamente- Al menos eres un omega con bastantes privilegios-
-¿A que te refieres?- Aidan le gustaba hablar con el chico, siempre aprendía cosas nuevas sobre este mundo tan alejado de la vida de beta que llevaba antes.
-Bueno, a pesar que se ha normalizado las leyes para que los omegas no sean tan explotados, todavía hay muchos alfas que al unirse con su omega lo dejan encerrados en sus casas como jaulas de oro. Los atesoran tanto que eso solo rompe la voluntad de omega y los hacen más sumisos-
-Eso suena terrible- Aidan se estremeció nada más de pensar que perdería toda la independencia que había ganado desde que se había graduado de la universidad, incluso antes.
-No te asombres, es algo muy común, los alfas son muy territoriales y dominantes y les gusta saber dónde está su vínculo en todo momento, por lo que prefieren que estén a salvo en la casa que en cualquier otro lado-
-Eso suena a una novela de amor tóxico y obsesivo-
-Está en su naturaleza-
-Dominic nunca ha sido así conmigo, bueno al menos no de esa forma tan drástica-
Julian frunció los labios.
-Hay muchos factores que influyen. Primero, él se nota que no es un alfa tan dominante como otros a pesar de que es bastante fuerte, además cuando te conoció tú creías que eras un beta con un carácter igual de fuerte, por eso no te debe presionar. En mi caso soy totalmente diferente a ti. Sé que soy omega desde hace mucho y una de naturaleza bastante débil. Si tuviera un alfa que me dijera que tuviera que quedarme de rodillas todo el día, aunque me negara no tendría la voluntad de desobedecerlo- aunque no lo mostraba su voz lo traicionó con algo de angustia.
-Vaya Julian, no me imaginaba que fuera algo difícil para ti-
-Digamos que estoy acostumbrado a sobrellevarlo- se rascó la cicatriz tras una pulsada -Disculpa, no sé porque dije eso, no me hagas caso-
-Acaso, alguien intentó mantenerte confinado, algún alfa- pensó en Madox pero el hombre tenía la mente bastante abierta para eso a pesar de lo arrogante y prepotente. Quizás alguien anterior a él era posible.
Julian se apretó esta vez la cicatriz pero no podía recordar nada.
-Lo siento Aidan, hay algunas lagunas en mi cabeza de un accidente que tuve así que no sabría responderte- le dijo sinceramente y el otra omega no presionó más -Pero me impresionas lo fácil que te has adaptado a tu naturaleza ¿No te molestan las feromonas por todas partes? Al principio puede ser algo sofocador-
-Realmente no- Aidan se limpió la boca- Aunque me decían que era beta podía percibir las feromonas alfas, mínimamente, pero estaban allí, así que no fue un golpe tan fuerte. Ahora solo me estoy acostumbrando aunque alguna me dan náuseas si son muy fuertes. En cuando a las de Dominic no sabría cómo describirlas, es como que rellenan todo el espacio que queda en mí y me reconfortan aún si él no está en la casa. Además, su olor es delicioso, mejor que cualquier bocado-
-Qué suerte- Julian mostró una expresión extraña en su rostro.
-¿Que dices, tú también las puedes percibir?- el comentario le hizo gracias pero después su rostro se congeló al escucharla.
-Digamos que yo puedo percibirlas y saber si son de un alfa u omega, pero no puedo definir su olor. Para mí, todas son iguales-
Aidan no supo que responder por unos segundos. Una forma de diferenciar a los diferentes alfas y omegas era por la fragancia de sus feromonas, él ahora podía sentirlas con más intensidad. Pero en el caso de Julian no entendía bien todavía cómo funcionaba.
-Espera un momento- se quitó el cabello que se había corrido hacia su rostro -Entonces cómo sabes quién es cada individuo-
-No lo sé, si estuviera en una mismo lugar con muchos alfas ni siquiera podría reconocer a nadie-
-¿Y qué pasa entonces con Madox?-
-Sus feromonas me tranquilizan solo porque no son agresivas para mí y son cálidas. Digamos que es algo difícil de explicar, yo aún no lo entiendo del todo-
-Entonces, si por casualidad te encontraras con tu pareja destinada no lo sabrías-
-Digamos que algo así- Julian inclinó su cabeza sonriendo pero no había felicidad en su rostro.
Aidan se sintió mal por aquello y quiso golpear a cierto alfa.
-¿Tu relación con Madox?-
-Nosotros no tenemos lo que se pueda llamar una relación- Julian bajó la mirada -Yo soy su paciente, un caso que a él le interesa bastante y yo le agradeceré hasta el día que desaparezca por permitirme estabilizarme. Entre nosotros no hay esos sentimientos involucrados como para que tome la forma de relación-
-Pero tú estás enamorado de él-
El rostro de Julian se ensombreció.
-El amor no es unilateral. Sé muy bien el tipo de alfa que es Madox, él solo me ayuda cuando estoy en celo y de vez en cuando, tampoco quiero aprovecharse de su confianza. No soy el única con lo que hace eso por lo que nunca me he hecho ilusiones- su voz se iba quebrando aunque parecía hacerse la fuerte. Mis sentimientos no importan después de todo- no supo la razón por la que había dicho aquello.
Aidan quiso pararse de allí e ir corriendo hacia el alfa y patearlo hasta que fuera papilla. Julian era demasiado bueno, inocente, pensaba en otros antes de él mismo y él se aprovechaba de ello. Pero él no era la indicada para hablar, eso era un problema entre ambos que tenían que resolver. Si Julian se mantenía a su lado era por algo, además era sospechosa la forma en que Madox actuaba.
Solo esperaba que el omega no saliera perjudicada de todo aquello. Ese chico no se lo merecía.
Aidan extendió su brazo y agarró su mano.
-Siempre que quieras hablar encontrarás aquí un apoyo, no importa el momento, la hora o el lugar, llámame si lo necesitas, yo te ayudaré en todo lo que pueda-
Julian alzó la mirada impresionado al no estar acostumbrada a ser tratado de esa forma por otro omega y después sonrió aliviado. Salvar a Aidan había sido algo bueno en su tormentosa vida. De pronto su cuerpo se tensó y apretó los dedos de su acompañante en respuesta.
-Hola preciosos, me permiten acompañarlos- alguien alto se detuvo al costado de la mesa donde él estaban sentados.
Aidan al notar la reacción de Julian frunció el ceño y endureció la voz.
-No entiendo por qué te lo permitiríamos- debía tener cuidado, delante de él estaba precisamente un alfa y uno que dejaba salir sus feromonas tan fuertes que le hizo que su espalda se empapara de sudor y las náuseas se aglomeraran en su garganta.
-Oh, disculpe- habló él haciendo una leve reverencia a modo de saludo -No me he presentado, mi nombre es Nolan, el futuro esposo de Julian, un placer-
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro