Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 3 Buscando casa

El edificio es inmenso. La salita y  pasillos tenían plantas hermosas, paredes azules con piso de color negro, de un tipo de piedra brillante. Las grandes ventanales aumentaban la iluminación. Atravesamos el segundo dirigiéndonos a una puerta de madera hermosa  puerta.
Un apartamento precioso igual q ir el edificio.
La sala es súper espaciosa con  muebles en las esquinas. Televisor pantalla plana en la pared, pequeñas mesitas cuadradas con preciosas adornos sobre una alfombra circular de un guepardo en blanco y negro.
La señora y mi compañera me mostraron el apartamento. El baño completamente nuevo, no había jacuzzi pero estaba hermoso.
La cocina en perfectas condiciones , una isleta en el medio de ella, tenía los utensilios suficientes para cocinar.

–¿Te ha gustado? Tu cara dice que si ¿o me equivoco?—Dice la señora entusiasmada. Un apartamento encantador, personas serias y sinceras. Creo que me quedo.

–Me ha encantado sin embargo espero q me puedan dejar hasta mañana para pensarlo.—Digo mirando a Jess, que me sonreía.

–Entonces me retiro, puede mudarse desde el momento en que firme.—Se despidió.

–Es un lugar barato para dos persona porque para una es un infierno. Tenía pensado irme si no encontraba una compañera o novio.—Me giña un ojo. Una carcajada se me escapa.

–Ya veo.—es divertida—Me voy, te llamo.

–Vale, cerca de esta hora esperé tu respuesta.—Nos despedimos.

Llego al hotel después de largas caminatas en el barrio. Me dio la curiosidad y miré cinco apartamentos a pesar de los precios.  Ninguno estaba en buenas condiciones, las personas no eran agradables y en otros, la limpieza no era su fuerte.

En fin, me quedo con Jess y la señora Marta. Termino en la cama y me duermo al instante. Me levanto con mucho frío, el aire estaba encendido. Corro al baño, luego preparo la mudanza. Tocan a la puerta¿Qué Preza a esta hora de la mañana?

–Cinco minutos—Grito. Demoro un poco en abrir porque no encontraba la bata. Y desnuda no abro la puerta. Un pequeño camarero comienza a hablarle.

–Buenos tardes, Señorita Delis. ¿Usted pedirá algo de almorzar?—Mi celebro hace corto circuito ¿almorzar?

–¿Cómo?—pregunto sarcásticamente.—Disculpe comer que...

–Es hora de almuerzo.— ¿y está loca de donde salió? Expresa su cara.—No se en su país pero aquí, a las doce es hora de almuerzo.

No me lo puedo creer es tarde. Cierro la puerta por dios,  la cerré en su cara. Vuelvo a abrir, me disculpo y cierro nuevamente. Corro a vestirme, busco mi agenda y salgo de la habitación poniéndome las botas. Giro a la derecha chocando con alguien cayendo al suelo de culo.

Un líquido me cae encima, ahora estoy tarde y empapada. La persona con quién choque también etsa en el piso. Dios perdóneme, pobre de este hombre.

–Lo siento.—Digo al pobre camarero que le xerré la puerta en la cara. Está enojado lo sé, pero a la mierda; voy tarde. Miro al piso en busqueda de mi libreta ¿Dónde está mi rejodida agenda?

–Me cago en la puta.—A cinco pasos está ella, toda empapada. Busco rápidamente el número de Jess pero no lo encuentro, algunas de sus páginas están completamente mojadas y la tinta, corrida.

–Jodida mierda—No tengo otra opción que correr.

De un salto me levanto, entro a la habitación para recoger la cartera de la mesita de noche y salgo al pasillo como si la muerte se quisiera llevar mi alma. No miré si el hombre todavía estaba allí, el pobre, tenía que recoger el reguero de comida en el pasillo.

Baje por las escaleras porque el ascensor casi siempre estaba lleno a esta hora; los ricachones del último piso o los empleados. Tenía que volar, literal; sino me quedaría sin casa. Corrí todo el camino hacia la salida,  parezco una loca.
Casi quedó atrapada en la puerta automática, tumbo a una persona de camino al taxi.

–Por favor apresúrese, llego tarde a este lugar–Digo tomando una pequeña tarjeta de mi bolso. En apenas media hora llegué. Jess hablaba con un hombre en la entrada ¿no puede ser? El alma se me caía a los pies.

–Jess—Grito desde el taxi aún en movimiento–Pare aquí por favor.—El auto no terminaba de aparquear y salté. Jess me miraba con una sonrisa. No puede ser tan hija de perra que me sonríe cuando me iba a cambiar. Oigo la voz del conductor gritando, uff se me olvido pagar ¿En que momento esto se volvió un infierno?

–Jess ¿no es tarde?¿verdad?. Please. Sí supieras el día de mierda que he tenido. Primero, le cerré la puerta en la cara a un camarero; segundo, tu número lo perdí tuve que correr para tomar ese taxi; tercero y no menos importante...—continuaba hablando.

–Delis... no te entiendo nada–Dice.

–Ok, ¿Quieres firmar el contrato conmigo?—Su sonrisa era enorme.

–Claro ¿Por qué no quería? Solo déjame despedir a Tyler, mi hermano.

Quedo muda, ¿Qué mala cabeza la mía? Por cierto no esta nada mal.¡Cabeza!Mi mano derecha es agarrada, los nerviosismo del día me llevan a defenderme. Aplico una llave de karate, al girarme lo suelto de inmediato¡Joder!

–Lo siento, no pensé que fuera usted.—Le digo al pobre chófer.

–Págame para desaparecer. Ojalá nunca más te encuentre en mi día de trabajo.—Se va nada más de entregarle su dinero. Le escucho decir.—Mira que hay locos en esta ciudad.

Lo siento, no aguante la risa y con ella se va todo mi nerviosismo. Jess me hace una señal, quiere que la siga a la oficina de Marta.  Al parecer no está,  pero le dejamos el contrato firmado y el dinero de la renta.

–¿Me ayudas con las maletas? Las tengo recogidas, solo tengo que buscarlas.—pregunto.

–Más tarde trabajo. No te preocupes, llamaré a nuestro vecino para que te ayude, es muy majo.—Me lo dice con una alegría que hasta a mí me contagia.

–Jess, no quiero un novio—Esta feliz—Por si me lo presentas con esa intención.—Digo seria.

–No, para nada, entre tú y yo, ven acércate un poquito más, creo que es gay y lo más fastidioso es que esta bueno como la nutella.—Reviento de la risa, dios ¿dónde me he metido?

Me despido y salgo a buscar un taxi con rumbo al hotel. Otra meta cumplida solo me falta encontrar trabajo para completar mi lista. Gracias al dinero de mis padres tengo el suficiente para pagar cuatro meses de renta. No me di cuenta cuando embargué pero ellos dejaron un sobre en un bolsillo de la maleta. Les había dicho que no lo hicieran pero no me hicieron caso. A veces soy testaruda, muy testaruda.

Gracias a que no me hicieron caso sobreviviré aunque sí no consigo trabajo puede que no pueda pagar ni un mes más... Mejor no pienso en eso. Mente positiva. Estoy loca.

Camina hasta el hotel contemplando las grandes calles, la multitud, los niños, el paisaje.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro