Capitulo 23 Respeto...
Buenos días mundo, es lo que me viene primero a la mente luego de despertar, le doy un manotazo al despertador, odio los despertadores, mi pesadilla acaba de comenzar, corro a bañarme, ayer casi no pude dormir, mi cabeza daba vueltas, gracias a ello, tengo grandes ojeras bajo mis ojos, intento cubrirlas con maquillaje, sino terminaré siendo el hazme reír de la empresa el primer día.
Me gusta lo que veo en el espejo, me sonrió y me lanzo un beso, lo mejor que aprendí de todas mis consultas al psicólogo fue amarme a mí misma, aunque tenga el rímel corrido, o esté llena de barro, porque al final debajo de todo eso estoy yo.
Me hago un café y opto por unas galletas integrales, creo que si como algo más acabare vomitando, mi estómago se encuentra inquieto, tomo mi cartera y miro hacia la puerta de la casa. Tengo miedo pero nunca he sido una cobarde así que saldré allí y acabaré con el mundo. A veces es importante darse ánimo.
Cojo las llaves del búcaro de la mesa de la sala cierro la puerta, oigo pasos en el pasillo y se dirigen hacia mí.
-No creerías qué te dejaría ir sola al inferno el primer día.-Mi ratón.
-Oh Rush de verdad te amo, pero tenemos que irnos rápido, quiero llegar temprano.-Lo abrazo y le doy un beso, lo cojo de la mano y lo llevo hacia el garaje.
-Vale conejita.-Le miro, pero ya no le digo nada porque también le puse un sobrenombre, ratón.
-¿Qué?, en serio me gusta llamarte conejita, es que eres tan pequeñita.-Me dice mientras mi de mi altura contra su hombro.
-Ufff vamos, ratón-Ni siquiera espero ver su cara comienzo a caminar y auto seguido el me sigue.
-NI se te ocurra volver a llamarme así Delis.-Pues creo que es muy tarde.-Bajamos las escaleras, su hermoso auto nos esperaba.
-Te dije que si seguías con eso, no me harás cambiar de idea, ven acá te levantaste temprano hoy.-Veo que asiente, me subo al carro y el después de mí.
-Lo tuve que saber cuándo no te vi en el apartamento hoy, ni tus gofres con mantequilla de maní.-En serio no quería comer nada pero sus gofres le dan deseo de comer a cualquiera.
-Me vas conociendo.-Arranca el coche y en apenas media hora estamos frente a las puertas del edificio que me ha cambiado la vida, me despido de Rush, quedando con él para que me recoja a las cuatro.
Camino hacia la puertas, estas se abren por mi peso, son puertas impresionantes casi el doble de mi tamaño, no puedo dejar de decir que es impresionante el edificio por dentro. Tomo el ascensor hacia el décimo piso donde se encuentra mi verdugo.
Al salir del elevador veo a la secretaria de Connor caminando de un lado para el otro. Cuando me ve corre hacia mí.
-¿Delis Díaz?-Bueno al parecer ya está informada.
-Soy yo, ¿qué pasa?-Le pregunto.
-Oh gracias a dios, el director tiene un pésimo ánimo, está esperándote e la oficina.-No mes ninguna sorpresa nunca tiene buena cara.
-Vale muchas gracias.-Camino con paso firme hacia la oficina, aunque sé que me estoy muriendo por dentro, estoy segura de no querer que el vea miedo en mí. La puerta está abierta aun así la toco, está hacia los ventanales, tiene un traje gris, no tiene que girarse sé que esta espectacular, pero como hace mucho que dios no me ayuda él se gira ante mi toque a la puerta.
-Que bien que llego, pensé que huiría y tendría que poner de nuevo la demanda.-SI es una broma es de pésimo gusto.
-Que gracioso estamos hoy, a no disculpe es que se le olvida que estamos en el trabajo, si eso debe ser.-AL parecer alguien se levantó con el pie izquierdo.
-No me gusta que me falten el respeto Deli y mien...-Comienzo a hablar, que facultad tiene él para pedir respeto.
-Ah, en algo concordamos a mí tampoco, si quiere que lo respete entonces hágalo usted también. En esta vida se da para recibir y de usted aun no lo he recibido.-Se calla por unos segundos y yo celebro, he callado a la fiera.
-Con usted no se puede, tenga mucho cuidado con lo que habla con los empleados.-Ups alguien tiene miedo que sus cochinadas salgan a la luz.
-No me gusta que me amenacen, sé muy bien lo que hablo y lo que no.-Soy una persona mayor no un niño que hay que regañarlo.
-Bien sígame le presentare a su nuevo personal.-Por fin habla algo que me interesa. A pesar de no querer trabajar para él se siente bien por fin conseguir el trabajo.
Salimos de su oficina me lleva por un pasillo, recuerdo esta habitación fue donde ayude a disminuir los megas del juego. Veo a Ken sentado en su mesita, pero al sentir que habla el jefe se para. Me mira con ojos sorprendidos y no es el único, todos el departamento están atentos a mi presencia en el lugar.
-Atención partir de hoy la Ingeniera Díaz estará frente del departamento de informática y tecnologías, con ella comenzarán a producir un nuevo proyecto el cual saldrá al mercado en un año.-Y pensar que los murmullos eran altos cuando dijo que sería la jefa del departamento, pero en este momento parece un gallinero.
-Quiero silencio y respeto, el jefe está hablando.-Pongo control, todos me miran desafiante, venga tengo un aguerra doble con el jefe y con los empleados.
-Gracias Delis, me se defender solo y aquí todos saben lo que significa la falta de respeto. Bien sigamos y espero no escuchar ninguna queja al menos que la ingeniera no realice correctamente su trabajo, y creo que aún no ha comenzado a trabajar. Prosigo, el proyecto deberá estar listo en un año, no se permite que trabajen horas extras fuera del edificio excepto aquellas personas que tengan permiso, este proyecto es confidencial así que recuerden la cláusula de su contrato donde se habla de la confidencialidad y lo que representa romperlo.-Se gira hacia mí y me dice.-La dejo con su equipo, ahora le toca a usted hacer que la respeten.-Todos comienzan a reír, que ganas de sacarme el zapato y lanzárselo por esa cabeza hueca que tiene.
Lo veo caminar lejos hasta que desaparece por detrás de la puerta del departamento y el pasillo de ventanas de vidrio. Me giro hacia mi personal todos están conmocionados, imagínense una aguja en un pajar, quiero decir una mujer de jefa de tantos hombres machistas.
-Los quiero todos en media hora en la sala de reuniones, no deben traer más nada que su celebro y sus sentidos.-Claro si es que lo tienen.-Me voy, dios no esperaba esta situación, necesito un café.
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