-¿Qué haces aquí?, no me digas que ahora me vigilas, para ver si desaparezco.-Le pregunto a Connor levantándome del suelo, el muy cabrón me daba la mano como si fuéramos amiguitos.

-Delis, solo hago ejercicios, eres tú la que estas en mi camino.-Porque tengo que ver tu cara, no puedes desaparecer.

-Qué casualidad, en mi vecindario.-Ah nadie le hule como espionaje.

-Pues si no sabes estas bastante lejos de tu casa y yo vivo a dos manzanas de aquí quien está interrumpiendo el espacio del otro.-Despreocúpate que yo no quiero seguirte.

-Lo que me faltaba, ahora vives cerca de mi casa.-Para rematar, miro a mi alrededor y de verdad no reconozco donde estoy.

-Al igual que mi empresa queda relativamente cerca de aquí.-Que mal que no lo supiera antes, estuviera a kilómetros, leguas lejos de ti.

-Gracias por recordármelo, lo sabía.-Miento y con la misma me giro.-Me voy.

-Vale nos vemos mañana en el trabajo.-Tan apresurado.

Corro por donde mismo vine pero ahora no trotaba, corría como si mi alma dependiera de ello. En apenas dos manzanas tuve que pararme a descansar no le puedo pedir tanto a mi cuerpo, prácticamente lo he explotado. Camino a casa, veo muchas personas felices, como es la vida cuando estas triste ves personas felices lo mismo ocurre con las parejas, a mí no me gusta la psicología inversa.

Llego a casa tomo un baño, preparo la ropa de mañana realmente quiero algo simple pero elegante, creo que un mini-top blanco con un traje azul marino que consta de chaqueta y pantalón largo acampanado apretado a mi cuerpo en los lugares importantes y unos zapatos de tacón de diez centímetros de color negro, recuerden mi fobia a los tacones altos.

Oigo abrir la puerta, sé que ser Rush pues no creo que Jess aun tenga el coraje de darle la cara a lo que siente, tengo que llamarla. Corro por todo el pasillo, lo veo en la sala, salto sobre el para que me cargue, provocando la caída de las bolsas que tenía en las manos.

-¿Que pasa conejita?-Lo abrazo fuerte.

-De todo, no sé si el calma me está haciendo pagar mis pecados de mis vidas anteriores.-Lo digo con mi nariz en su cuello.

-Conejita cuéntame.-No le replico por decirme conejita por segunda vez solo comienzo a hablar.

-Hoy salí a hacer ejercicios Rush, ¿sabes a quien me encontré?-No hay que adivinar.

-A Jess.-Venga si no lo había dicho esta calado y si no olvídenlo.

-No, siento romperte la esperanza, ella volverá solo tienes que darle tiempo, fue a Connor.-Sus ojos se agrandan.

-Pero...ese cara de chimba.-Me dice con acento Colombiano, sorprendida le pregunto.

-Ehh y esas palabras.-Me baja de sus brazos y me deposita en el suelo.

-Nada ayer me quede viendo La reina del Flow, se me pego lo de Charlie, pero no me salgas del tema que quería.-Recoge las bolsas y la lleva a la cocina.

-Según él, dice que vive cerca del parque, prácticamente casi vivimos en el mismo vecindario.-Lo digo más para mí que para él.

-No mi vida de seguro vive en la parte de los ricos, viste que detrás del parque está cerrado.-Asiento, veo como guarda el queso y el jamón, pero mi estómago está cerrado.

-A partir de allí, comienza el condominio de los ricachones. A ver no te dijo ni te hizo nada verdad.-Ahora me mira preocupado.

-No, salí corriendo como alma que busca el diablo, no estoy prepara y eso que mañana empieza mi tortura.-Caigo derrotada en la silla de la isleta.

-Bien por hoy relajemos, comamos, vemos peli y dormiremos.-Todo mejora cada vez que Rush me ayuda. Viendo la peli me acorde de algo que él me iba a contar. Él estaba casi dormido en el sofá, se ve tan adorable pero tengo curiosidad.

-Rush.-Lo comienzo a zarandear.

-Hmm-Pero no abre los ojos.

-Recuerdas en la cárcel, cuando hablamos de las caras bonitas, de no juzgaras por la portada. Recuerdas.

-No pensé que te acordarás.-Veo que se pone tenso y se desempereza rápido.

-Realmente fue viendo la peli, me lo recordó, si no quieres hablar ni decir nada, entiendo ¿vale?, solo lo dije por curiosidad.-UN amigo siempre se inmiscuye en la vida del otro.

-Es una historia larga así que preparemos café.-Dijo y se levanta rumbo a la cocina, sé que le afecta, lo sigo para decirle que no me cuente. Pero...

-Cuando tenía apenas quince, ya era un chico guapo, no tan popular pero aun así estaba con los populares. El capitán del equipo de Futbol en ese entonces era muy amigo mío, íbamos juntos a las fiestas, veía como se follaba a las chicas, yo no estaba preparado para eso.-N me mira solo prepara el café.

-Un día estábamos juntos en su casa no había nadie y nos pusimos a conversar, realmente no sé cómo fue, si confundimos cariño o amistad pero nos besamos.-Jadee, no pensé que la historia tomara ese camino.

-No sabía qué hacer ni decir, nunca me había sentido atraído por un chico pero me gusto su beso. El me conto que en su familia eran muy tradicionales así que él tenía que esconder lo que era. Te imaginas el amigo que siempre ligaba con las mujeres ser gay y que yo le gustaba termine en su cama.-No me lo creo así empezó Rush su vida sexual, el no supo escoger y alguien escogió por él.

-Pero apenas eras un niño, ¿cuántos años tenía él?-Sorpresa es poco ara describir lo que pasa.

-Dieciocho, ese no es el maldito problema Deli, sino que no exploré mi sexualidad gracias a él, no sé si me gustan las chicas como ahora me di cuenta, o los dos. Me he besado con diversos chicos y me gusta no se siente mal pero nunca he sentido esa atracción para volver a la cama con uno.-Quiere decir que lleva años sin ir a la cama sin nadie.

-Rush eso pasa yo me sentí atraída por una muchacha de la escuela, todos nos confundimos o sencillamente esa persona es muy afín a ti y te llama, entonces no has estado con nadie más.-Tengo que preguntar.

-No, salí de mi casa porque esa misma persona le dijo a todos que era gay, acordamos ser pareja y contarle a nuestras familias, pero al último momento se acojono. Así que me fui, tengo dinero que me dejo mi abuelo y desde los dieciocho lo administro bien. Hasta ahora no he pensado en eso, pero he sentido esa atracción con Jess, si te soy sincero estoy confundido, toda la vida pensando que soy algo y puede que no lo sea.-Confundido... no sé ni cómo llamarle a lo que escucho.

-No te culpes, de la manera en la que ocurrieron los hechos y como eras solo un niño, tomaste esa sexualidad, puede que seas bisexual, joder Rush es hora de que te conozcas a ti mismo, que le den a ese cabrón, tú fuiste valiente y más sincero contigo mismo de lo que él será en toda su vida.-Estoy enojada, voy y hago que me mire.

-Sabes lo volví a ver. Ya está casado y tiene un hijo, no sentí nada cuando lo vi, creo que nunca tuve sentimientos sencillamente confundí la situación.-Una lagrima le corre por la mejilla.

-Eso fue un abuso, él ya era mayor de edad y tú no, apenas un adolescente con las hormonas arrebatadas, yo tengo amigos gay los quiero los amo, pero todos se tomaron su tiempo para conocer y explorar, ellos tomaron sus propias decisiones pero fueron ellos, tu no lo hiciste.-Me abraza, me duele el corazón, las personas a veces son tan estúpidas como par ano escuchar a sus hijos.

-Gracias nunca pensé que hablaría esto con alguien.-Tenia que ser con la loca de delis.

-Claro que no, porque yo no soy alguien, para mi eres un buen amigo, más que eso un hermano, porque has estado en mis malos momentos, sin moverte de mi lado y fíjate que he tenido malos momentos. Te quiero pero a partir de ahora quiero que seas tú, que hagas lo que te apetece, que te descubras y salgas de ese caparazón.-Me mira, tomo la taza de café necesito calma.

-Te quiero conejita.-Y yo ratón. De nuevo conejita.

-Esta te la dejo pasar, porque estoy sensible pero la próxima te castro.

-Uyy que ruda, vamos a dormir mañana tienes que ir a tu infierno en la tierra.

-Vale vas a dormir aquí.

-Me encantaría dormir en tu cama.

-No, no, el sofá te espera.

-Pero mi espalda.

-Oh la cama de Jess, no te sientes mal ella no te dirá nada.

Nos marchamos, me acuesto en mi cama, creo que esta semana ya he sobrepasado mi cuota de malos momentos, a partir de mañana haré de mi infierno el paraíso, si eso es, a las fieras hay que domarlas.