A cada personita que le da amor a mi novela le dedico un capitulo de mi novela.Este es el tuyo.Gracias por el apoyo.Bstss

Vuelvo mi cara hacia mi reflejo en el espejo de mi cuarto, tengo el rímel corrido, no tanto pero se ve realmente feo, mi pelo parece un nido de pájaro o de ratas, no sé cuál de los dos es peor. Mi ropa tiene visos de color blanco, seguro del polvo de la celda en la que dormí, pobre de mí vestido negro tengo que hacer un milagro con él. Mis pies me duelen, por suerte mis tacones son lo único que esta ileso.

En serio estuve todo este tiempo así, que pena, en serio soy un completo desastre, si Connor se hubiese reído de mi lo entendería porque soy un asco.

-No quería quitar tu coraje, realmente lo necesitabas.-Gracias que no me lo dijiste, de seguro por eso sigo aquí.

-A veces te odio pero esta vez te amo-Le digo lanzándole una almohada de la cama.-Pero no podías ni siquiera decirme péinate o échate agua en la cara después de salir.

-Hubiera retrasado la situación y tu querías estar en casa.-Dios comienzo a recordar las caras que me miraron por todo el camino, si es que parezco un monstruo.

-Tengo hambre, Rush puedes hacer algo por mí.-Le hago ojitos.

-Eso me suena a que no tendré salida.-Le sonrió.

-Se ve que me conoces puedes pedir pizza en serio pensé que no comería mi comida favorita por un buen rato.

-Jajaj tu no cambias dale que yo la pido.

Me quito el desastre de ropa y corro al baño con mi toalla, mis pantalones cortos, mi pulóver súper XL. Me desmaquillo, bueno lo intento, al parecer este rímel no quiere salir de mi cara, estoy como veinte minutos en eso cuando oigo que suena la puerta ¡Pizza! Se me hace la boca agua me quito mi ropa interior y entro a la ducha. Maldita sea que delicia, en serio bañarse con agua caliente es otro de los placeres de la vida, más cuando tus músculos están adoloridos y tu piel pegajosa.

-Delis, vamos tu pizza doble de queso con pepearon está aquí.-Ese es mi mejor iniciativa para salir de esta delicia de ducha.

-Voy no demoro.-Juro que para levantarme de la cama o sacarme del baño rápido, solo tienen que hablar de comida. Me lavo el cabello en un santiamén, cojo el gel, joder esto me recuerda la escena del libro "El chico de la ventana del baño", esa escena donde deja claro el dicho de toda la vida. Si la vida te quita el gel, pues te duchas con champú, creo que le tomaré la palabra, mi gel ha expirado, no me di cuenta.

Corro a secarme, me pongo mis braguitas y la ropa que traje no quiero que Rush se la coma. En serio es muy capaz.

-Ya salí, voy en busca de lo que me pertenece.-Se ríe a carcajadas.

-¿Quién te escuchará pensaría que asaltaras a alguien?-Soy capaz por comida.

-Si voy a asaltar el refrigerador, mi estómago ruge y no como león, existe otro animal más grande que ruge.-Mis bromas son malas lo sé.

-¿Creo que no?

-A vale entones canta como la ballena.

-Jajá te extrañe perezosa.-Me dice dándome un abrazo, se siente tan cómodo, tan bueno, no quiero llorar ni pensar en lo que pasó así que bromeo, creo que si no fuera gay sería mi pareja ideal, ¿espera?

-Rush, ¿qué paso con Jess?-Le cambia la cara.

-Sabía que tocarías ese tema, primero come, es realmente larga la historia.-Por dios, pasó algo malo.

-No te preocupes por mí, tu cuenta mientras yo ataco.-Tomo dos piezas, las uno prosigo a dar la primera mordida.

-Pues la besé.-Ya se imaginan por donde se fue mi pizza, tuve que tomarme una jarra completa para dejar de toser. El pobre de Rush tiene cara de conejo asustado.

-Ya estoy bien, pero como se te ocurre soltar esa información de ese modo.

-Prefiero ser sincero.-Vale ahí va la pregunta dura.

-Y ¿te gustó?-Se lo piensa antes de responder.

-Ahí está el problema, ¡sí!-Me cago en mi madre, mentira lo siento pero debería ser adivina.

-Me alegro por ti.-Eso es lo único que se me ocurre decir.

-No te alegres mucho-Hasta aquí llego mi felicidad, su cara no parecía alegre- Jess se conmociono, recogió sus cosas y se fue. Me dijo que seguiría pagando la renta contigo pero por un tiempo no viviría aquí.-La madre que el pario.

-A veces no sé cuál de los dos es más tonto. Se gustan y no son capaces de decir la verdad.-En serio que necesitan a su madrina del amor, yo. Idearé un plan, cuando sepa donde se metió Jess.

-No creo que le guste, sin embargo ahora si estoy confundido y a punto de creer que ella me gusta.-Solo a creerlo, pero si lo veo, aunque entiendo siempre pensó que era gay.

-Rush, te brillan los ojitos solo de hablar de ella, siempre discuten, la mayoría de las parejas de enamorados discuten para atraer la atención del otro, como ustedes.-Estas colado.

-Déjalo así, ahora vamos a ver una peli, te embullas a ver Avatar.-No creas que lo hemos dejado aquí. Por ahora te dejo en paz.

-Me encanta esa peli, sí plis.-Nos recostamos en el sofá y comenzamos a ver la película, como a la media hora me dormí. Tengo que ser sincera me comí mi pizza, la mitad de la de Rush y dos vasos de batido de arándanos. Mañana tenía que hacer ejercicios. Gracias a dios Rush me hizo olvidar por unos minutos lo que me espera, mi último pensamiento fue el maldito de Connor Rice.

Despierto sobresaltada, soñé que estaba en ese lugar nuevamente con las ratas a mí alrededor, Connor reía mientras hablaba de mandarme a mi país de nuevo con el contrato firmado en la mano, fue horrible. Lagrimas silenciosas corren por mis mejillas, estoy afectada y lo entiendo no han pasado ni veinticuatro horas desde que volví. No recuerdo haber llegado a mi cama, seguro fue Rush.

Los malos pensamientos rondan mi cabeza, no soportaría de nuevo una desgracia como la que ocurrió hace años en mi familia. Mis padres no lo aguantarían. A pesar de no ser mis verdaderos padres sufrieron tanto como yo, me adoptaron en su núcleo, realmente son mis tíos.

Mi madre, la hermana de mi tía, murió asesinada, mi padre la mato principalmente por su embriaguez, mi hermana y yo fuimos adoptadas por nuestra tía materna, sufrimos muchos momentos de decaídas, ella no tenía casi nada con que cuidarnos pero asumió el papel de mamá, a pesar de que se acababa de graduar de médico. Gracias a dios en nuestras vidas apareció mi tío la persona más noble que hay, agradezco mucho que está con nosotros.

Nos ayudó en todo y más que nada le devolvió la felicidad y el amor a nuestro hogar, después vino mi hermano es un poco insoportable, tiene una adicción a las computadoras y juegos, pero es un buen chico.

Así pasaron los años, me gradué, después mi hermana. Ella amó la medicina y fue tras sus sueños. Gracias a dios que nuestros padres nos dejaron escoger porque en serio yo no podría seguir la tradición de la familia, odio la sangre, los hospitales, es en serio, no dudaría nunca en ayudar a alguien en apuros pero no es lo mismo salvar vidas. Maldita sea olvide llamar a mi madre. Cojo mi teléfono está en la mesita de noche. Contesta en apenas segundos.

-Mi vida porque no llamabas.-Odio mentirle, esta veces es mejor ocultar un poco la verdad.

-Es que andaba un poco ocupada.-SI supiera como me hace feliz escucharla.

-Eso me había dicho Rush, pero mi niña tu trabajo no es todo en la vida, aunque fuiste allí a trabajar.-Cierto, por ustedes voy a salir de esta.

-Perdóname no se me olvida más llamarte.-Hay situaciones que me lo hacen casi imposible.

-Casi nos subimos al avión para ir a buscarte.-Así es mi familia hacemos cualquier cosa por un miembro de ella.

-No sería mala idea.-Los extraño mucho, los necesito.

-Todos tenemos nuestras vidas, tu siempre has sido la aventurera, por eso te dejamos marchar lo que quiere decir que no te comuniques, me escuchaste jovencita.-MI gruñona como te extraño.

-Sí, te escuché, oye ahora si te dejo, que es mi día libre, voy a salir de compras.-Necesito despejar.

-Vale corazón tu hermana dice que te escribe por whatsapp, anda atareada con el trabajo.-Siempre.

-Sí, los amo.-Le digo y cuelgo, si no empieza a preguntar de todo, no se confundan la amo pero a veces es un poco metiche.

Corro al baño, me arreglo, voy a salir a correr, después de lo de anoche y el estrés necesito tomar aire. Tomo las escaleras, es un buen ejercicio de pierna, salgo a la acera, hago mis estiramientos. Comienzo a correr con rumbo al parque del vecindario.

Antes me daba pena salir a ejercitarme, muchos no lo creerán pero sí, pase una dura crisis existencial, me llevaron al psicólogo por mi estima, no mejoro mucho. Nunca intente suicidarme ni nada, pero si era una de esas chicas que se escondía tras ropa ancha, un poco distante de las personas y siempre tenía cara de pocos amigos, bueno, aun la tengo pero ya me relacionó, he cambiado y bastante, en este momento no hay que acabe con mi autoestima.

Los novios nunca fueron un problema, pues no tuve, tenía enamorados a pesar de mi forma de ser, ni yo sé cómo les llegue a gustar. Sigo corriendo me siento un poco agitada pero no lo necesario para detener mi carrera. Un caro a mi costado comienza a pitar, son jóvenes de seguro que con las hormonas resueltas.

-SI quieres te llevamos a hacer ejercicios nena, pero esos serán más divertidos.-Pensé que lo jóvenes aquí serían más maduros.

-Mejor porque no van ustedes a un gimnasio, creo que ustedes si lo necesitan, para hacer esos tipo de ejercicios hace falta resistencia, ustedes a su edad no la tiene, no me hagan perder el tiempo.-Detuvieron el caro por completo y oigo que me responden.

-Qué mala eres solo queríamos hacerte un favor.-Ahora así me enojé.

-Hazle ese favor a tu abue...-Quería terminar mi frase, choco con un cuerpo quitándome el equilibrio, una jodida pared. Caigo de culo contra el concreto, me saldrá un hematoma o me habré partido el culo. Miro hacia arriba, sé que fue mi culpa en parte, pero ya saben cómo soy, ahí iba a decirle un puñado de cosas a la pared. Me quedo con las palabras en la boca.

LA VIDA ME ODIA. Ahora estoy segura.