Holis a todos este capitulo esta dedicado a una de esas personitas que creen en mi historia.Gracias por leer y votar.

-Escucha.-Escuchar yo resé porque no fuera este hombre, lo resé y mira aquí esta.

-No quiero escuchar, no quiero esta visita, por favor devuélveme a la celda, prefiero estar en la celda que con este.-La madre que me pario que mala suerte tengo.

-Bueno, no puede el tienes sus minutos.-Me empujaron nuevamente a la habitación y cerraron las puertas, me siento en la mesa, para mí que la adrenalina de mi cuerpo está un poco descontrolada. Si ahorita soy peligrosa.

-Dime rápido que quieres, solo con verte tengo ganas de vomitar.-Digo sin mirarlo.

-Deja de mentirme sé que te atraigo como tú a mí.-Hasta donde llega su egocentrismo.

-Si en serio, a veces lo que parece no es.-Digo más para mí que para él.

-Y lo que es no lo parece. Escucha hay un amanera de que salgas de aquí sin ningún problema.-Venga cuenta de ti ya no espero nada bueno.

-En serio, ilumíname, dime ¿Cuál?-Porque a mi cabeza solo tiene una asesinarte.

-¿Qué yo detenga la demanda?-Este que se trae, primero la pone y ahora la quiere quitar como si nada.

-Si la ibas a quitar para que la pusiste, guanajo.-Es lo primero que me viene a la mente.

-No me insultes y...-Insultarlo a él.

-Despreocúpate que no te insulté, el insulto se lo lleva el pobre animal. Qué es comparado contigo.-Por dios debería tranzar pero ni una mierda. Ya me metió aquí.

-Me escuchas o te deportan, tú decides.-Respiro profundo.

-Soy todo oídos.-Le digo con cara de pocos amigos, claramente no quiero ni oír lo que me dice pero si puedo salir de esta quiero saber cómo.

-Mira quiero de ti dos cosas, a las buenas no las conseguí entonces a las malas serán.-Eso es lo que quiere decir, que equivocado.

-No tienes miedo de que alguien te escuche. Porque eso es una amenaza.-Lo miro pero se rie.

-No pueden, esta habitación no tiene cámaras.-Que conveniente.

-Vale, te puedes sentar me estás dando dolor de cabeza, entonces prosigue que quieres de mí.-Rezo porque no sea nada que no pueda dar, vender mi cuerpo no lo haré y lo siento por mi sueño.

-Que comiences a trabajar en el departamento de informática de mi empresa.-Me quedo con la boca abierta. Será idiota.

-Para eso no tenías que formar todo esto, solo pedirlo, pero como el hijo de papi no puede pedirlo. No sabe solo que es pedir por favor-Como se ve que aún no lo conozco.

-Cállate-Me dijo pegándome un buen susto, acaba de darle un buen golpe a la mesa.-Tú no sabes nada de mi familia.-A pesar del susto le respondí, este no me iba a intimidar.

-Tampoco me interesa saber por qué de ti no quiero nada si alguna vez quise algo ya murió. Mi tiempo se acaba, ¿cuál es la segundo cosa?-Vuelvo a recostarme en la silla, ya nada me sorprende.

-Tú y mi ca...Disculpa, lo que quiero es que produzcas tu proyecto en mi empresa.

-Eso sería fantástico, siempre ha sido mi sueño.-No tengo ningún problema.

-A ver linda no estas entendiendo, tu crearas el proyecto tu nombre estará, pero será un proyecto de mi empresa.-Muelo la información en mi celebro.

-Vale no entiendo, a mí y...cabrón.-Me paro de golpe.-No eso no, tú no te lo mereces.

-¿Puede ser?-Que puede ser no te lo entregaré. Hace minutos lo quería dar tono menos mi cuerpo pero el sueño de toda mi vida no.

-¿Porque haces esto?, ¿estás enamorado de mí?-En serio es que no entiendo.

-Nunca hable de amor, solo quiero tu trabajo, así me muestras como de buena eres- No sé de dónde vino esa pregunta pero tenía que hacérsela.

-Esto...esto...no sé ni cómo llamarle, me has dejado sin palabras, creo que me equivoqué no eres el tipo de hombre que me imagine, para que lo vayas sabiendo no lo acepto.

Caminó hacia mi lado de la mesa, en donde me encontraba parada y mirándolo.

-Salir de aquí solo depende de ti, si decides cambiar de opinión dile al guardia que me llame, pero te aviso, no serán solo palabras necesitaré que firmes algo.

-Hijo de tu madre...

-Lo soy.

Vi tristeza en su cara pero qué más da, quería darle un buena galleta, que sonará de aquí a Hong Kong cuando la idea me parecía interesante entraron dos guardias, mientras el salía de la habitación. Joder tiene suerte.

-Recuerda Delis, depende de ti.

No sé qué hacer, ni sé qué pensar, trabajar en su empresa lo entiendo pero darle mi proyecto, mi sueño, mi trabajo no se compara con el estar aquí, en este país. Pero ciertamente no quiero mirar atrás, me encanta mis nuevos amigos, mi familia se beneficia de lo que gano y aquí tengo lo que necesito para brillar en esta industria.

Estoy muy confundida. Bien, tengo que tomar una decisión, pudo crear otro proyecto, puedo trabajar en una buena empresa o regresar a casa y no ser más que una desempleada aventurera y tener que hacer algo más que informática.

Sé que voy a hacer, pero no se la dejaré tan fácil. Chifló para que el oficial a cargo me escuche.

-Tengo derecho a una llamada cierto, pues la quiero ahora.-Si ya se acabó la mujercita desesperada es necesario que vuelva la mujer fuerte que vive en mí.

El oficial viene hacía mí, me saca de la celda rumbo a una habitación que parece una oficina, hay muchos papeles pero a pesar de eso una buena organización, una mesa en el medio del lugar y encima de ella, un teléfono.

-Tienes diez minutos.-No se preocupe que voy a aprovecharlo.

Pensé que iba a salir, que tonta. Lo veo cerrar la puerta y pararse delante de ella, joder me tratan como una criminal. Esta me las pagas Connor no sabes con quién te metiste. Marco el número de mi casa.

-Hola-Responde Rush, gracias al cielo.

-Hola mi vida necesito un favor grande.

-Delis...estas bien, porfa no me digas que te escapaste.-Como siempre me alegran sus frases inoportunas.

-Ojalá pudiera, hace rato no estaría aquí.-Pero hay otra forma de salir.

-Entonces que necesitas.-Lo oigo abrir una puerta.

-Tu abogado, necesito que me ayude a crear un contrato.-Rezo para que diga que sí.

-Un contrato, no entiendo.-Y por aquí no te lo puedo explicar.

-Lo entenderás cuando vengan, vamos quiero que sea hoy, necesito salir de este inferno y dormir en mi cama.-Serio estoy desesperada.

-Ya lo estoy llamando, ¿vale?, lo más rápido que pueda estoy allí.-suspiro lentamente por primera vez en el día y me relajo.

-Gracias Rush.-No tengo palabras para agradecerle.

-No debes agradecer, le prometí a tu mami que te cuidaría, por cierto tienes que llamarla, no pude inventarle nada solo que estabas ocupada pero está en un increíble regocijo emocional.

-Regocijo emocional.-me quede botada.

-Si es algo así como que se sube por las paredes.-ahí entendí.

-SI, me lo imagino, la palabra es histérica, cuando salga de aquí arreglo eso.-El oficial se acera.

-Termina la llamada, el tiempo se acabó.-Si vuelvo a mi pesadilla.

-¿Y ese qui...? No le pude contestar, sabía cómo sería la pregunta, Rush se pondría a decir una cantidad de idioteces sobre quién era ese para mandarme a colgar y todo eso. Pero antes de explicarle la situación el poli me arrebato el teléfono y colgó. De nuevo soy conducida hacia mi celda, mi castigo.

Horas después llegó Rush con su abogado, y nos trasladaron a la habitación de siempre.

-Te escuchamos conejita.-Me da un beso y me pasa una manzana, gracias adiós, tengo hambre pero ahora eso no es importante.

-¿Cuantas veces te he dicho que no me llames así?-creo que ya perdí la cuenta.

-Es que extrañaba tu furia por casi todo, en serio la casa sin ti pierde su color.

-Te quiero pero ahora tengo problemas que resolver.

Le cuento la historia, cada vez lo veo más libido, si él no se lo creé que diré yo. El abogado entendió lo que quiero y se pone de inmediato a escribir en su laptop. Nos llevó dos horas lograr lo que quería pero lo conseguimos. Hace unos minutos mandé llamar al susodicho y el abogado salió a imprimir el contrato dejándome en la habitación con Rush.

-¿Quién lo diría mi amor?, que ese dios griego sería una serpiente de dos cabezas.-Me rio, el sus idioteces.

-Por eso es que siempre te digo que no juzgues por la portada, las caras bonitas la mayoría de las veces solo son eso.-La vida me enseña cada día cosa nuevas.

-Si me doy cuenta...-Me dice bajando la mirada, está perdido en sus pensamientos y tiene un aura triste. Tendré que preguntarle siempre que hablamos de algo se pone triste.

-¿Qué pasa Rush? ¿Qué tienes?-Levanta la cara, me mira.

-En algún momento te lo contaré solo que este no es el lugar.-Opto por cambiar el tema. Iba a hablar pero una voz interrumpió nuestra conversación.

-Qué bueno verla en compañía señorita Delis, espero no estorbar.-Me giro para mirarlo, en la puerta se encuentra el hombre de los sueños de muchas pero ahora es el de mis pesadillas.

-Estorbar, molestar e incomodar no paras de hacerlo, es más creo que te gusta, pero a pesar de que a mí no, mi vida quiere castigarme teniéndote que ver la cara.-Llegó la hora de la batalla.

-A veces es muy dramática.-Camina por la habitación como un gatito enjaulado frente a dos leones que pelean por su territorio, Rush y yo.

-Es cosa de familia, Connor.-Me las pagaras cuando llegue el momento.

-Delis salgo para que arregles esto, también para no partirte la cara.-Le dice Rush mientras lo señala.

-Rush.-LE grito no quiero que él tenga problemas.

-¿Qué?...alguien debe ponerlo en su lugar.-Y esa seré yo.

Me da un beso en la frente y se va, su abogado y el mío, este último está un poco extraño pero aun así no creo que sea nada malo.

-Y bien espero su respuesta.-Tomo una respiración profunda, aquí vamos.

-Acepto... pero según mis condiciones, sino la puerta esta ahí para usted y para mí un avión.