¿Qué lo saque de mi vida?, no han pasado ni seis horas desde que lo vi y ya ha hecho de mi vida un infierno. Les cuento.

Salimos del local, ya saben Rush y yo. Volvimos a caminar hacia la casa, el muchacho que me acompañaba se llamaba Andrés era realmente divertido. No es aquel que casi me viola, no, es uno que conoció Rush. No paraban de mirarse, cada vez apresuraban el paso y yo iba entre los dos parecía la hamburguesa entre dos panes. Por lo que no intentaba mirar hacia mis costados.

Llegamos al edificio habían policías, corrimos a ver qué pasaba, espero que no fuera Jess la había visto esta mañana y estaba completamente feliz.

-¿Qué pasa oficial?-Le pregunto al más cercano de nuestra posición.

-Buscamos a Delis Días.-A la mierda, me buscan a mí.

-Soy yo, ¿qué pasa?-Yo no levante ninguna demanda contra aquel chico.

-Queda usted arrestada, tiene una demanda en su contra.-A pues que me demandaron a mí, a quien carajo se le ocurrió esta broma.

-No puede ser verdad oficial, yo no he hecho nada mal.-A pesar de intentar hablar el oficial me coge el antebrazo y me lleva al coche.

-Eso se lo explicáremos en la comisaria.-Fue lo único que escuche de su parte.

-No te preocupes Delis ya estoy llamando a mi abogado.-Me dice Rush y lo veo con su teléfono en mano mientras el chico a su lado huía.

-Rush esto no me puede estar pasando.-Le digo porque está detrás de mí mientras me llevan al coche. Nunca pensé que vería esposas en mi vida. Estando dentro del coche pensaba en porque me demandaría, mi contrato estaba en orden, al igual que mis papeles pero que demonio pasaba alguien me lo explica.

Me llevaron hasta la comisaria y por todo el pasillo, en serio es una pesadillas que la gente te vea con una criminal ya entiendo más a las personas que son inocentes y las apresan. Entro en la celda, el oficial me pide algo.

-Entre y saque las manos para quitarte las esposas.-Lo hago con gusto. Han pasados veinte minutos y me duelen las manos.

-Oficiales, algo debe estar mal yo apenas acabo de llegar a este país.-Les dije mientras me quitaban las esposas.

-Eso ya lo veremos, muchos dicen eso cuando está detrás de las rejas.-MI alcohol después de este episodio ya no existe, solo me queda una pregunta ¿qué está pasando con mi vida?, no que vine a este país a estar mejor. Pase toda la noche en la celda, no pude dormir, no hice mi única llamada porque no sabía a quién llamar.

-Delis,-Oigo que me llaman levanto la cabeza y ahí está el oficial- tiene visita.-Me levanto y salgo de la celda, me llevan por otro pasillo distinto hasta una habitación. Abren la puerta.

-Delis.-Veo a mi Rush, estoy enfadada quiero saber el porqué de mi mala noche.

-¿Qué pasa?, explícame.-Es lo primero que hago antes de sentarme.

-Richard te explicará.-Veo su cara sé que no es buena. Miro hacia su izquierda. No me había dado cuenta de que había otro hombre en la habitación.

-Hola, su situación es complicada. Mire tiene una demanda por robo de información e espionaje industrial.-Pero...

-¿Cómo? En qué momento abogado, yo no he trabajado aún para ninguna empresa.-Grito, esto no puede ser cierto.

-Sí escuche, al parecer en una empresa usted realizo un pequeño trabajo, allí se infiltro una información, a pesar de que usted firmo un contrato, no tenía ninguna clausura de que no podía hablar sobre esa información, sin embargo en una semana toda la industria informática se enterró de que fue usted la que ayudó a la empresa. Por lo que el demandante puso la demanda y tiene esos hechos como pruebas.-Ok quien carajo es el demandante.

-Si vale pero eso no es verdad.-Como pueden creer en algo que se sustenta en solo hipótesis.

-Bien escuche eso no es lo peor, pues solo son pruebas circunstanciales y esa demanda se la puedo quitar, la cosa está en su visa de trabajo, si tiene una demanda en un lugar en donde trabajo, inmigración podría quitarle la visa y deportarla, por lo que este sería el problema. Tenemos que llegar a una solución con el demandante para quitar la demanda sino ocurrirá lo peor.-No había pensado en eso, a veces la vida es injusta.

-Podría casarme con ella y resuelvo lo de sus papeles.-Hay mi cabalero que haría sin ti.

-En que tiempo Rush, ella no saldrá de aquí y si sale será directo a migración, los papeles que se necesitan para el casamiento llevan tiempo, hay que pedirlos en la embajada de su país y eso lleva un proceso, la mejor solución es la que dije.-Sentencio el abogado.

-Vale, le entiendo, gracias por la ayuda de ambos, quien es el demandante.-Veo su indecisión.

-Aún no sabemos quiénes, al parecer no ha querido decir su nombre.-Vale.

El tiempo había terminado, vuelvo a la celda, se me de memoria los huecos de las paredes de tanto mirarlas. Los pequeños imperfectos del piso y de la pintura del local, desde que me trajeron aquí no hago más que caminar y pensar, en serio me equivoque tanto con una persona.

Comienzo a maquinar después de la información que me dieron solo había trabajado en una empresa sin embargo habían muchas que sacarían provecho de esto para que yo trabajara con ellos. No creo que fuera Connor, lo veía prepotente, machista pero llegar a ser tan injusto y cruel no lo creo, él sabe perfectamente que no fui yo la que expuso esa información. A pesar de lo que me explico el abogado no entiendo quién puede ser apenas y conozco a alguien de esa industria,

Ojalá estuviera libre le caería a palos a quien me puso tras la rejas. Necesito pensar en cómo salgo de aquí. Si esto prosigue y la mentira se hace verdad, migración no me quería en su país. Realmente no sé si es verdad, quien me manda a no estudiarme las leyes de este país.

Me siento en la esquina de la celda me acurruco contra la paredes, me hago bolita llevando mis piernas hasta mi frente, tengo ganas desaparecer y como no lo puedo hacer mejor me escondo un poco del mundo, por lo menos de los policías que me miran fijamente.

-Señorita Delis, despierte.-Parpadeo, quiero creer que es una pesadilla, si eso es, un sueño provocado por todo el alcohol de la otra noche levanto mi cara hacia la persona que me llama. Pero no, vuelvo caer en la realidad. Es el mismo policía regordete que me puso las esposas.

-Por fin despierta, vamos tiene visita.-Soy mala despertando y más en una celda.

-¿Y ahora quién?-No me pueden dar unas horas de tranquilidad.

-Eso debe comprobarlo usted, mueva ese culo.-Que policía más cochino.

De nuevo soy trasladada hacia la habitación abren la puerta, no puedo mover ni un pie, no sé si por la ira o la tristeza. Que hace este mal nacido aquí.

-¿Tú?