No les deja descubrir, conocer, destruir y hasta amar. Eso no paso comigo, descubrí hasta mis demonios. Cierro la puerta tras de mí mientras el teléfono vibra.

-Ha roto su record de tiempo.
-Me preparo para tomar la llamada. Esto es una lucha diaria con mi mamá. Gracias a dios por primera vez no me despierta ella sino el despertador.

-Hola Ma, milagro que no me despertaste. Espere en la cama tu llamada.-La broma me sale casi natural.

-No te burles de mí. Sabes que lo hago por tu bien. Hoy me cogió tarde por cocinar tu postre favorito.-por esos pequeños detalles la adoro.

-¡Adivino!-exclamo-Ración para una semana.-¿Por qué soy tan mala?

-No adivinaste, esta vez es para un mes.-Bota la risa de mi garganta, me ha ganado.

-Mamá, en el vuelo no permiten comidas.

-Ah. No lo sabía. No importa te lo comes en el aeropuerto.-Hago una mueca. Esta mujer a veces desespera.

-¡Todo! No puedo. Mira te prometo una parte pero mamá quieres engordarme. El avión me dejará por exceso de peso y no presisamente por las maletas.-Imagino su cara y sus palabras.

-Mi vida, sí estás en los huesos. Como quieras. Te dejo, estamos llegando al aeropuerto. ¿Estás ahí?-En los huesos.

Una sonrisa alumbra mi cara, nunca va a cambiar. Siempre estoy en los huesos para ella. Recuerdo la última vez que le hice caso, termine en un gimnasio con dieta estricta. Creo que le gusta torturarme con la cantidad de dulces q me prepara. No soy flaca aunque los kilos de más me dan una hermosa figura. Después de tanto gimnasio tenía que sacar algo.
Unas hermosas caderas en unas piernas estilizadas me hacían femenina. Mi cabello hasta los hombros, resaltaban mi mirada de color avellana.
Mi pelo a pasado por diversos colores actualmente es negro. En fin mi cuerpo no es perfecto ni quiero que los sea sin embargo tiene carne en los lugares correcto;excepto en los senos, su desarrollo quedó en la pubertad.

-Todavía no he salido gracias a la llamada de una personita.-Extrañaré mis peleas matutinas.

-¿Cómo que no has salido? Cuelga y corre. ¿Te pasamos a buscar?-pregunta.

-Ya salgo, los veo ahí.-Sí viene a buscarme me hará comerme el...prefiero el taxi.

Bajo las escaleras. Encuentro a mi vecina Salia en la puerta del taxi hablando con el dios rubio. ¿No estaba enferma?

-Hey, anoche me dijiste que ibas al médico ¿Qué haces aquí?-¿Porqué la trato así? Es una metiche.

-¡Y dejarte solita, de camino al aeropuerto con semejante semental!-Dios, por su culpa no podré mirar más al rubio. Mi vecina no es mala, solo cree tener veinte sin embargo pasa los sesenta. Peor aún, intenta coquetear con todos mis pretendientes. ¿No se dará cuenta que se le cae la dentadura, sus senos parecen ir en cascada y sus pies parecen cactus? Vieja zorra.

-Oh Dios. No cambias. Lo siento pero no tengo espacio.-Esa técnica nunca falla.Subo al coche.

-Por Dios arranca el coche, es capaz de subirse por una ventana.-Digo y el muchacho parece creerme.

Comienzo a reír, mi vida era una aventura con esa señora en el piso de abajo.

-La señora es un poco inquietante.-Dice el rubio. Al parecer es otro traumatizado.

-Aún no sabes nada.-Esa loca era capaz de mirar por el hueco de la puerta hasta la madrugada vigilándome; según ella, buscaba acción. Veía una pareja besándose y los felicitaba, es decir rompía le momento. El pobre de su marido, dicen que murió de un infarto.

Llegamos al aeropuerto, despido al taxista agradeciéndole el viaje y disculpándome por las molestias. Mis padres ¿Qué puedo decir de ellos? Me saludan como sí fuera el fin del mundo, mi hermano sigue conectado en su juego y mi hermana con una llamada del hospital. Algo normal en mi familia.

"Pasajeros de vuelo 360 por favor preséntense en la puerta 3, por favor"

-Llegas a la hora exacta. Están llamando tu vuelo.-Me entrega un plato de dulce- Come, es flan de coco. Puede no lo vuelvas a comer en un largo tiempo-¿Qué manera de darme ánimos a comer?Pero ella es así.

Termino de comer. Dicen que la comida no mueve sentimientos sin embargo en este momento estoy triste. ¡Maldita sea!

-Mi niña se va, Carlos.-La veo buscar el abrazo de mi padre.

-Deja a la niña. No se va para siempre. Cuídate hija mía.-Papá siempre fue serio, creo que para compensar las locuras de mamá.

-Me voy sino no embargo. Los quiero, a todos-Grito. Mi hermano y hermana ni siquiera levantan la cabeza del móvil.-Los llamo cuando puedas.

El teléfono me fue robado con mis aretes favoritos y cartera en la fiesta de despedida. A alguien le hizo falta. Así que no tengo móvil y el dinero escasea.

Caminar mientras intento recordar algo que me desligue de la despedida. En verdad las odio.

Me dirijo a la puerta de embargue, entrego mi pasaporte y mi pasaje, miro hacia atrás y les mando un te quiero mudo. Ya no hay marcha atrás así.