Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

13.

Inocente trampa.



“Centro policial de Japón se ve atacado por peligrosa organización criminal llamada Bonten.”.

“—Policías no saben como sucedió, revisaron las cámaras pero no encontraron nada sospechoso, estaba muy oscuro.”

“—¿Será esto un ataque por haber revelado su identidad?, Bonten tiene fama de ser muy violento, su reacción no se hizo esperar.”

“—Policía recibe ataque terrorista por organización criminal. ¿Qué será lo próximo?, ¿podrán detenerlos?”.

“—No hubo ningún herido o muerte, pero el terror ha puesto un poco en pánico a todos. La gente teme que la ley no sea capaz de protegemos de estos monstruos.”.

Y muchas cosas más. Japón, otra vez, fue infectado por las agravantes noticias, la explosión en el estacionamiento policial trajo terror a los oficiales, obligándolos a tomar medidas drásticas, teniendo en cuenta que tal vez hayan policías corruptos, aumentando la búsqueda de estos criminales. Sin duda alguna todo empezaba a derrumbarse, todo gracias al plan de Takemichi, sin embargo, esto no acabaría ahí.

Kaneda, con ayuda de dos policías corruptos más, se las arreglaron para implantar bombas en algunos autos, lo hicieron de forma estratégica para que no se dieran cuenta, a una hora exacta y en pequeños puntos ciegos de las cámaras de seguridad. Todo estaba yendo como Takemichi quería, Bonten se veía un poco conmocionado, no esperaban este tipo de movimiento, pero Takemichi tiene a Mochizuki, quien posee contactos con la prensa, Bonten a intentando dar con él pero se ha sabido esconder y evadir de esos delincuentes sedientos de venganza.

Bonten tomó esto como una declaración de guerra, los ciudadanos sólo lo vieron de dos formas: Bonten respondiendo a su exposición de hace pocos días, o sólo lo vieron como una amenaza, otro pensaban que era sólo un ataque terrorista y por último algunos no les daban importancia a nada de eso.

Pero ese mismo día en las oficinas de la policía ocurrió una pequeña anomalía, un suceso diminuto que le abriría camino tanto Tianqí para andar libremente en sus movimientos menores y estratégicos, mientas que a Bonten le terminaría arrebatando otro de sus fuertes: el control sobre una gran cantidad de policías corruptos. Y, ¿cómo Takemichi Hanagaki lograría poner a toda la policía japonesa enfocada en una misma cosa?, sólo había una manera, una idea descabellada y algo inocente.

A las oficinas de el jefe de policía de Japón, llegó una carta que sería el comienzo de todo un caos en la sociedad japonesa, una carta anónima que redactaba lo siguiente:

“Queridos, y no tan queridos, oficiales. Soy el responsable de hacer estallar su estacionamiento donde ponía sus horribles autos. No tengo mucho que decir, solo que advertirles sobre mi próximo movimiento. Sin embargo, sería aburrido dejárselos tan fácil, así que solo dejaré esta frase: los caramelos hacen daño. Estoy hablando de algún dulce en específico, pero claro, no se los diré. Si ustedes no son tan imbéciles, se darán cuenta que esto no es una broma, y si lo creen así, entonces los inocentes que caigan serán tanto su culpa, como la mía.”.

Está carta la escribío Sanzu Haruchiyo. Obviamente, no dejó su nombre ni ninguna firma, la carta es totalmente anónima.

Confundidos por el contenido de esta carta, la policía se no sabía si creer o dudar, pero el tiempo avanzaba y en cualquier momento podría ocurrir lo que sea. No tardaron mucho para enviar una gran cantidad de patrullas a todas las tiendas y mercado o lugares donde venda dulces de fabrica, especialmente caramelos de marca que son muy conocidos. Mientras esto ocurriría, en un laboratorio analizaban la carta para saber si el creador había dejado alguna pista, huella digital o lo que sea, que los guíe hacía el fondo de esto.

Pero, quien sea que haya escrito esta carta, era alguien muy cuidadoso, tanto en su forma de escribir como en asegurarse de no dejar ninguna pista.

No tardo mucho para que el comportamiento extraño de la policía japonesa despertará la curiosidad en los ciudadanos, lo que hacían era una competa revisión de los ya mencionados caramelos. Por más que buscarán, durando horas que parecían interminables para encontrar lo que sea que estuviese apuntó de perturbar la paz en Japón, no encontraron nada.

Todos los dulces de marca y famosos, hasta los nuevos de este año, fueron revisados con extrema cautela y no encontraron nada raro. Ahí se dieron cuenta de la terrible realidad, les acababan de hacer una broma.

Pero está era la idea principal.











Dos días atrás, horas después de la explosión de la tienda de Taiju Shiba, él peliazul buscaba una forma de sobrevivir a sus graves heridas, sentía su piel quemarse desde el torso hasta parte de su pecho, fragmentos de vidrio se clavaron en su pierna izquierda inhabilitandole la posibilidad de caminar bien. Pero Taiju Shiba no es el tipo de ser humano que se caiga ante estas “pequeñeces”, con su fuerza de voluntad, y también física, se encaminó al único lugar que parecía ser seguro por ahora, un sitio que nunca pensó visitar una vez más.

El trabajo de Mitsuya Takashi.

Fue en medio de la madrugada, Taiju tocó la puerta con fuerza y cuando el futuro diseñador fue a abrirla se quedó pasmado al ver el estado de ese hombre. Muchas emociones surgieron en ese segundo, sorpresa, preocupación, miedo, un nudo en su garganta se formó.

—¿T-Taiju...?

Pronunció con su cara pálida. El más grande jadeaba y agarraba con fuerza su torso, dolía demasiado, había mugre en su rostro con expresión de demonio. Mitsuya lo socorrio, llevándolo dentro para que pudiera descansar, pero su cuerpo era demasiado pesado, Mitsuya apenas logró llevarlo hasta los muebles, cayó al suelo de la sala de estar, se recupero de pronto.

—¿Te hiciste daño?—preguntó un poco nervioso.

—Maldición, Mitsuya...—gruño, un poco fastidiado por la pregunta que le hizo.

—N-no, espera aquí,—se paró.—¡llamaré a una ambulancia!

—¡Detente!—vocifero. Tomó una bocanada de aire, le dolía respirar.—... No lo hagas.

Taiju trato de sentarse, se le dificultó, Mitsuya fue y lo ayudo de inmediato.

—Cuidado.—al tocar su cuerpo, sus manos se mancharon con la sangre de sus heridas, empezó a temblar, pero controlo sus emociones.—Estás sangrando mucho... Debo de llamar a un médico o algo.

Taiju agarro de repente el brazo de Mitsuya, jalandolo con fuerza para obtener por completo su atención.

—Escucha, Mitsuya... Esto no es algo que debas confiarle a cualquiera.—jadeo.—V-vine aquí porque era el lugar más seguro, p-por ahora.

—Pero... ¿Quién te hizo esto?, ¡dime, Taiju!

El peliazul se guardo unos segundos de silencio para tener el aire suficiente en sus adoloridos pulmones.

—... Takemichi...—mascullo.

—¿Qué?—se acercó un poco más Mitsuya para oírlo bien.

—Takemichi Hanagaki.

El muchacho de cabello morado no sabía cómo reaccionar, estaba impresionado, nunca pensó que escucharía ese nombre en este tipo de contexto, mucho menos situación.

—¿T-Takemichi?—tartamudeo.

Taiju lo miró a los ojos, y con toda sinceridad asintió.

Mitsuya necesitaba una explicación lo más rápido posible, pero primero que nada debía de buscar ayuda para Taiju, sus heridas no se veían para nada bien y no sabía a quien acudir en ese momento. Pero se calmo, dejó de pensar en buscar a alguien y pensó en algo, dentro del conocimiento que tiene debe de saber algo. Recordó todas las experiencias que pasó cuidando a sus hermanas menores, algo de ahí debía de tener provecho en esta situación. Hasta que le llegó algo en mente.

—Taiju, con permiso, te quitaré tu ropa.

—¡Solo haz lo que tengas que hacer!

Mitsuya se estremeció un poco al oír la voz ronca de Taiju. Le quito la ropa al peliazul, miró sus heridas, su torso estaba casi negro, había sangre y la piel quemada, busco una botella de agua fría que tenía en la pequeña nevera, la sacó y la virtio sobre la herida, tomó algunas prendas, material para hacer las prendas, debía de tener algo de alcohol en alguna parte, tomo algodón y virtio un poco de alcohol en este, lo paso por la herida, Taiju se quejo por lo bajo, después amarró el material suave sobre su torso.

Miró su pierna izquierda, observó los fragmentos de vidrio enterrados en su carne, los sacó con cuidado, con álgidos y alcohol pasó estas por las heridas para desinfectarlas, limpiando la sangre también. Busco hilo y unas agujas para suturar las más profundas.

—Quédate quieto. Esto debe de doler, sin anestesia.

Y así fue. Mitsuya hizo lo posible, combinando su ingenio, experiencias tanto en la escuela como con sus hermanas logró idear algo provisional para que Taiju Shiba sobreviva está noche. Había que tener en cuenta que fue algo que por lo menos pudo manejar, sino, quien sabe lo que hubiese ocurrido.

Luego de unas horas llenas de concentración para suturar las heridas de Taiju, Mitsuya se sentó y bufo cansado, una pequeña sonrisa se postró en sus labios.

—Wow, esto fue una noche agitada.

Taiju trago saliva, miró sus heridas y las manos de Mitsuya manchadas de su sangre.

—... Gracias.—exclamo.

—No hay de que.—se le escapó una risilla nerviosa.—El gran Taiju Shiba agradeciendome.—comentó sarcástico.

Taiju sólo arrugó su entrecejo, eso le pareció irritante.

—... Dime, ¿Takemichi te hizo esto realmente?

—Si, te estoy diciendo la verdad.—replicó.—Tuvimos un negocio... Me tendió una trampa.

—... Takemichi, eh.—suspiro.—Se siente raro pensar que él haya hecho algo así.

—Pero así fue.—inquirió.—Él es el líder de una organización criminal... Está teniendo un conflicto con Bonten.

—Ya veo.—susurro.—Tú dijiste que por ahora este es un lugar seguro.

—Esos tipos en cualquier momento pueden aparecerse.—chasqueo sus labios.—Tarde o temprano... Vendrán por mí.

—¿Porqué viniste aquí entonces?

—¿Crees que quería involucrar a un tipo como tu?—reclamo.—Fuiste mi última opción.

Mitsuya se acordó que una vez, Taiju, antes de él irse por su cuenta, visitó este lugar, de hecho, Mitsuya fue quien le hizo una camisa a la medida una vez.

—... ¿Y porqué me ayudaste?—el contrario lo miró.—Solo te pondrás en peligro. Pudiste haberme echado o lo que sea.

—Hakkai y Yuzuha no me perdonarian eso.

La respuesta de Mitsuya sorprendió a Taiju, ha pasado un tiempo desde que escucha esos nombres, aún así no se a olvidado de sus rostros. De sus hermanos.

—Hakkai se convirtió en un modelo muy famoso, Yuzuha es su manager. Ahora mismo debe de estar en Francia.—contó.—Por si quieres saber.

—... Lo sé.—declaro.—Lo vi. En la televisión. Y a Yuzuha también.

Mitsuya suspiro. Cuando Taiju habló de sus hermanos, por un instante, su mirada llena de rabia y violencia se lleno de melancolía. Solo por un instante.

—... Necesito irme.—dijo Taiju.—Tengo que conseguir algún transporte o algo. Debo salir de la ciudad.

—¿A dónde iras?

—Lejos.

—Espera un momento, no puedes irte así. T-

—Mitsuya, deja de preocuparte por cosas insignificantes.—interrumpió.—Esto no es nada... Gracias a tí.—dijo sincero.—Tengo la fuerza suficiente para conducir hasta una moto y irme de aquí. No me subestimes.

Ahí cuando a Mitsuya se le ocurrió una buena idea.

—... Con que una moto.—mencionó.—Tal vez sea peligroso pero...—pensó.—Puedo conseguirte una.

—¿Dónde?

—Draken tiene una tienda de motocicletas. Si puedo traerte una, podrás irte.

Taiju lo pensó por un momento.

—Vamos mañana.

—¡¿Ir?!—se sobresalto.—¡Es una locura!—exclamó.—No puedes irte así para haya, te podrán ver.

—Iremos mañana para esa tienda. Entonces me iré desde ahí.

—P-per-

—Mitsuya, es Takemichi que va tras de mí. Cuando él sepa que no estoy muerto, ¿crees que se le pasará por la cabeza venir para acá?

—B-bueno.

—Él te conoce. Nos conoce. Tiene un pasado nosotros después de todo. Créeme cuando te digo que sus instintos son muy agudos.—dejó en claro.—Por eso te dije que por ahora es un lugar seguro.

A Mitsuya le seguía pareciendo una mala idea, en parte pensaba que Taiju estaba siendo paranoico, pero sabe muy bien que él no bromearia con algo así. No tuvo más remedio que aceptar, pero agregó una condición.

—Esperemos hasta pasado mañana.

Taiju se molesto.

—¡Maldición, Mitsuya...!—su propio dolor lo detuvo.

—¿Lo ves?, estas muy herido.—dijo.—No te preocupes, dudo que Takemichi venga por tí ahora.

—¿C-cómo puedes saber eso?—exclamó.

—No lo sé, llámalo presentimiento o lo que sea. Si él está enfrentándose a Bonten, eso significa que está muy ocupado. No creo que te ponga más prioridad a tí.

Taiju judo y rodó los ojos.

—Como quieras.

Mitsuya sonrió, triunfante. A Taiju le pareció irritante pero no dijo nada al respecto.












Esa misma madrugada.

Sanzu Haruchiyo estaba molesto, no paraba de patear la tierra del suelo, enojado por lo que le acababan de decir.

—¡¿Ese tipo está vivo?!—vocifero a todo pulmón.—¡Me tienes que estar jodiendo, Koko!

Kokonoi suspiro, irritado por el comportamiento de su amigo y compañero.

—Por última vez, te dije que si. Uno de los policías que trabaja para nosotros me contacto eso, que no encontraron el cuerpo de Taiju.

—¡Carajo!, ¡¿cómo mierda alguien sobrevive a una jodida explosión?!

—No lo sé, tal vez tuvo suerte.—se encogió de hombros.—Como sea, tú mismo fuiste a revisar y lo viste por ti mismo, ¿no?

—Ay, voy a matar a ese descarado cuando lo vea.—mascullo.—¡Iré ahora mismo!

—¡Estúpido, cálmate!, no es momento de tus locuras.—exclamó harto.—Espera hasta a mañana, es muy tarde. Que no se te olvide que estamos siendo cazados, no actúes tan a la ligera para que no te maten.

Sanzu chasqueo sus labios.

—Si, lo que tú digas.—puso los ojos en blanco.—Entonces, fue aquí donde encontraron el cuerpo de Shion.

Koko asintió.

Shion Madarame fue asesinado brutalmente por Bonten, se supone que Mikey dio la orden de deshacerse del cuerpo, lo único que hicieron fue quemarlo y picarlo, dejándolo dentro de una bolsas sus partes. Ese fue el destino de Shion Madarame, quien permaneció leal a Takemichi hasta el final.

Unos hombres de Tianqí abrían las bolsas, la expresión en sus rostros y la reacción que tuvieron lo decía todo, el olor putrefacto salió inundando el ambiente, la mayoría se vieron afectados por este, tapándose la nariz, sin embargo Takemichi permanecía quieto, mirando y no había movido ni un musculo.

¡¿Qué carajo le hicieron esos monstruos?!—pensó Mochizuki.

Takemichi, que no había hecho nada hasta ahora, se acercó de imprevisto a las bolsas, sin ningún tipo de expresión o reacción ante el olor podrido, miró el interior de una de la bolsas, con sus vacíos y observando fijamente su interior, el jefe de Tianqí introdujo sus manos y sacó la cabeza de Shion. La mayoría quedó atónitos, podían ser criminales y tal vez crucen la línea un par de veces, pero eso significa que sean ese tipo de enfermos mentales que no tengan ningún tipo de reacción ante estas cosas.

Estaban asombrados, pasaban de eso a tener miedo y del miedo a la rabia, la impotencia, algunos casi lloraron, otros sólo lo veían como otro honorable servidor caído. Takemichi, hizo algo un poco inesperado, debajo de un rayo de luz de luna llena que atravesaba la ventanilla del almacén, se arrodilló y abrazo entre sus brazos la cabeza, casi irreconocible, de Shion. Para los presentes, ese momento parecía casi, y extrañamente, mítico. No sabían sí era por la luz de luna llena que iluminaba a Takemichi, o porque podían empatizar con sus emociones.

¡Shion, mi amigo!—pensó Kanji. Apretó los dientes, furioso e impotente.—¡Te merecías algo mejor, amigo mío!—empezó a llorar.

Takemichi no derramó lagrima, solo volvió a poner la cabeza en la bolsa y dio la orden de que las dején donde estaban. Koko y Sanzu miraban desde la distancia, estaban afuera haciendo guardia.

—Pobre Shion, no hablábamos mucho pero no puedo decir que me caía mal.—dijo Sanzu.

Koko miraba a Takemichi, se acercaba con una cara sombría, no había algún tipo de emoción transmitiendose en está. Los ojos de Takemichi miraban al vacío.

—Vámonos.








__---___________________----_______----___

Como dije tal vez solo publicaría uno. Pero aquí esta el último que publicaré hoy.

En este capítulo podemos ver un indicio del plan de Takemichi para quitar a toda policía, que no esté de su bando, del medio.

También, lo que ocurrió dos días antes de esto, Taiju está vivo y esa misma madrugada fueron a ver lo que quedó de Shion Madarame. Encontraron su cuerpo.

Mitsuya tenía razón, Takemichi no le iba a dar tanta preoridad a lo de Taiju, porque estaba más enfocado en este plan principal que entró en su primera fase.

En el capítulo anterior. Draken recibió una llamada de Mitsuya, creo que ya es obvio para que es.

Les explico esto para que no tengan ninguna complicación en el orden de los eventos.

Los capítulos están más largos porque quiero agregar más contenido en estos.

Gracias por su apoyo.

Adiu.






Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro