"Bonita casualidad"

___ POV

Sábado 12 de agosto, 12:45 pm

Salgo del local después de pagar y los veo a lo lejos en una banca sentados.

—¿Y Mangel? —pregunté ya que estaba frente a ellos.

—Se tuvo que ir con una amiga —explicó Rubius.

Tome asiento entre él y Kylie, la parejita esta tan distraída platicando que de seguro ni se han dado cuenta de que he llegado.

—¿Qué tanto haces? —cuestioné al verlo concentrado en su celular.

Me miró con una expresión seria —Comprando la suscripción anual.

Solté una carcajada —¿En serio? A ver.

Volteó la pantalla de su celular y efectivamente, eso esta haciendo. Hace rato lo decía de broma, este estúpido si lo va a comprar.

—Hace rato lo había dicho de broma —aclaré.

Su expresión sigue igual de seria, creo que me he pasado con mis malditas carcajadas. ¿Lastime sus sentimientos? No quería hacer eso.

—¿P-por qué te enojas? —levante un poco mis cejas—. En serio no creía que lo fueras a hacer —sus ojos están en la brillante pantalla como si me ignorara—, lo siento ¿sí?

Volteó a la izquierda guardando su celular, soltó un suspiro y finalmente esos ojos verdes me miran cambiando su expresión a una pequeña sonrisa amistosa.

—Me encanta que dejes tu orgullo de lado —se rió un poco a lo que agache la cabeza—, por mí.

No siempre dejare mi orgullo de lado por ti, no siempre me disculpare así sea mi culpa.

Le golpeé el brazo dándole una rápida mirada —Estúpido, también lo hago con Kylie y Alex y...

Me interrumpió —Bueno, estoy en esa pequeña minoría que aprecias a pesar de tu orgullo —le miré agrandando los ojos con una pequeña sonrisa.

—¿En serio crees que te aprecio? Por favor, eres curada y toda la cosa, pero no te aprecio así que digas ¡Uy como te aprecio! —sacudí las manos dramáticamente—. Nomás me caes bien.

¿Acabo de decirle al chico que me gusta que solo me cae bien? Grandioso, con este tipo de comentarios no lograre nada con él.

—¿Curada? —bajo un poco sus cejas desentendido, pero no borró su sonrisa.

—Ya te he explicado —exhalé—, o sea que eres buena onda, divertido y así.

Asintió lentamente relamiendo sus labios; no sabe como me pone cuando hace eso.

—Bueno chicos —exclamó Alex llamando nuestra atención—, nosotros nos vamos a cazar pokemones.

Él y Kylie se levantaron de la banca, sus miradas se cruzaron a lo que soltaron una risa tímida y se fueron sin despedirse.

¿Qué les pasa?

Veo como se alejan, ignorando mi indignación, lucen como una pareja. Y ni hablar de como se tratan, porque son muy cariñosos uno con el otro.

La farola se levantó —De acuerdo —alcé la vista—, ¿qué quieres hacer?

—¿Qué quiero hacer de qué?

—La otra vez fui a un restaurante que estaba —llevó su mano derecha juntando todos sus dedos y fingiendo que los besa—, vamos diez de diez.

Me reí por su gesto —¿De qué es?

—Comida italiana.

Salté de la banca asustándolo —Perfecto mi amigo ya sabes mis gustos, vamos ya —caminé dejándolo atrás.

[...]

01:23 pm

—¿Es ese de allá? —le pregunté señalando el gran local rojo.

—Sí, pero hay mazo de gente —se ve un poco preocupado.

Por favor que no le vea ninguna fan loca, solo quiero pasarla a gusto con él y reírnos de sus chistes malos.

—¿Ese no es Rubius? —una chica gritó detrás de nosotros.

—¡Sí es Rubius!

Gracias destino por escuchar mis plegarias.

—Oh shit —susurró revolviendo su cabello.

Finalmente se volteó dándoles una buena cara a las quien sabe cuántas chicas de ahí. En cambio yo, incomoda me voy a esperarlo a lado de la puerta de entrada justo en una sombra.

—Problemas de tener amigos famosos —me cruce de brazos—, le hubiera dicho que conservara el bigote.

Después de unos diez minutos él llegó demasiado feliz. Se que sus criaturitas le alegran el día entero, pero no puedo evitar sentirme celosa de que esos ojos iluminados no sean por mí.

Si algún día me llego a enamorar de este hombre, que alguien me salve porque moriré de celos y estrés.

—Hostia, lo siento mucho —confesó.

—Las disculpas no se hacen con una sonrisa —deje caer mis brazos y entre por la puerta dejándolo afuera.

Un lindo mesero me ofreció una mesa alado de la ventana, recalco que esta lindo, porque si lo está.

—¿Espera a alguien más? —su tierna sonrisa enamoraría a cualquiera.

—Eh, sí —pausé—. ¡Una persona! Gracias por preguntar.

Colocó dos menús frente a mí y se marchó dejando un agradable aroma a perfume masculino. Abro el pequeño librito pasando las paginas mientras observo las imágenes de los platillos, admito que se me antoja probar de todo aquí y ahora.

De reojo veo como Rubius se sienta alado mío agarrando un menú ojeándolo como yo.

—¿Qué vas a pedir?

—Lasaña —respondí.

Mi celular emitió el sonido de un mensaje, lo saqué desbloqueándolo sin preocuparme de que el chico a mi izquierda viera mi contraseña.

—Como le gusta ayudar —murmuré.

—¿Qué has dicho?

—No nada.

[...]

02:21 pm

—Y por eso acepte besar a Mangel —terminó de contar.

—¿Es neta? —solté una carcajada—. Lo bueno fue que lo hiciste, aumentaste las esperanzas de su shipp en millones de corazones.

El mesero de hace un rato llego para retirarnos los platos y traernos la cuenta.

—Deja te doy mi parte —comenté—. No mames —busco en las bolsas de mi pantalón, pero están vacías—, no mames mi cartera —maldecí llevando mis manos a mi rostro.

—¿Qué sucede?

—Kylie tiene mi cartera.

Como no acostumbro a cargar con una bolsa, ella guarda todas mis cosas en la suya, excepto el celular. Por lo que también ella tiene las llaves del departamento.

—No te preocupes yo invito —dijo sacando su cartera.

—Fueron diez euros míos Rubius, no te pases —le miré sin expresión alguna.

—Eso no es nada para mí —sacó los billetes poniéndolos en la bandejita con el ticket—. Además, me la pase de puta madre contigo, vale la pena.

No me merezco a esta persona en mi vida, en serio, es demasiado amable y yo solo soy una tipa que no sabe cuando callarse la boca. Quizá por eso me fije en él, mas allá de que antes le tenía un amor fanático, he tenido la posibilidad de observarlo en su vida diaria y vaya que es mucho mas agradable que la cara famosa que todos conocen.

—Gracias —bajé mis manos—, desde que te conocí parece que has estado ahí para ayudarme.

—Soy tu ángel guardián —comentó gracioso.

Le golpeé el brazo —Obvio no, solo eres una bonita casualidad.

—¿Bonita casualidad? —una gran sonrisa se formó en su rostro—. ¿Soy bonito?

Yo aquí intentando ser sincera expresando como me siento y nomás para que este imbécil me haga burla.

—No, no eres bonito —dije indiferente.

Eres más que bonito.

Levantándome de la silla camino por las mesas y atravieso las puertas de cristal para ser iluminada por los rayos del sol.

—¿Ya cada uno por su lado? —inquirió posicionándose a mi lado.

Suspiré —Kylie tiene las llaves del depa —levanté un poco mis manos y golpeé mis piernas en señal de frustración—, solo déjame llamarla.

Saco el celular buscando su número y le marco.

—El número que usted marco esta fuera de servicio —dijo la contestadora con su irritante voz.

—¿Para eso quieres un teléfono? —murmuré colgando la llamada.

Me giré con él dándole una falsa sonrisa —No contesta.

—Entonces, vamos al mío igual y hay una cosilla que quiero enseñarte.

De acuerdo, no tengo que entrar en pánico, solo iré a su casa como suelo hacer todos los días. Nada del otro mundo, ¿verdad?

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05/Abril/18: Me gusto mucho este capítulo, creo que mi redacción ha mejorado mucho. Además de que, pasaron todo el día juntos 7u7