Seferina no podía resistir más ver el estado de su nieta.
Intentó de mil maneras animarla, pero nada de lo que hacía servía. Le pidió más bien le exigió que se diera una ducha. El agua la relajaría y a ella le daría tiempo de llamar a Lucas, Dulce y Lili. Dulce se encontraba trabajando, Lucas y Lili prometieron en ir.
Nada más salir del baño y ponerse el pijama sus amigos estaban sentados tomando un café con pastas hablando con Seferina. Los dos dejaron todo para ir abrazar a Nayet. Sus ojos marcaban el rojizo del sufrimiento y su rostro verificaba lo desolada y desalentada que se encontraba.

-Amiga, cuéntanos. ¿Porqué estas así?

-Lili, no hago nada a derechas. Soy una incompetente que sólo sabe estropear todo.

-¿Tú? Nayet amiga, siempre te dicho que nadie somos perfectos. Pero por desgracia las cosas hay que aprenderlas en ocasiones a base de golpes. Debemos saber convivir con las demás personas. Cada uno tiene su carácter. Debes pensar que las palabras son dañinas y una persona como nosotras que todo se lo toma a pecho acaba hundiéndose. Nosotros tus amigos estamos aquí para apoyarte.

-Nayet, Lili quiere decir, que debes de ser fuerte no dejarte llevar por las acciones y palabras que te digan. La gente puede ser buena y mala. Debemos estar preparados para lo malo. Eres muy sensible y eso te afecta demasiado, acabando dándole vueltas a la cosas. Todos cometemos errores, hay que saber repararlos y buscar soluciones.

-Venga amiga, ánimate. Tú abuela nos ha contado que irás al congreso de medicina. Te das cuenta Nayet, no siempre se pierde. Venga ahora sonríe, ánimate que nos vamos a cenar a un restaurante de comida italiana que vamos te hacen unas pizzas...¡¡mama mía como está el camarero!! Ese si me lo como yo untado de mozzarela.

Después de lo mal que lo pasó, se arregló y se fue con sus amigos a cenar. Después quedarían en pasarse por el garito para ver de actuar a su abuela. La noche era perfecta, todo marchaba bien hasta que vió en el aparcamiento a Gael con una chica morena besándose muy acaramelados. Se paró unos minutos observándolo hasta que la voz de Lili hizo que dejara de mirarlo. Durante el concierto el cuerpo de Nayet estaba hay, pero su mente no dejaba de pensar en Gael. No encontraba la lógica del por qué la fastidiaba en el hospital y fuera hacia como si no la conociera. Tras ver que no encontraba la lógica, decidió seguir de fiesta con sus amigos. Se fueron a otra discoteca después de estar con su abuela.
Nayet junto con Lili se divertía mucho. Lucas se marchó antes a casa.
En la discoteca no dejaban de bailar, a veces varios hombres se arrimaban a ellas invitándolas a copas con segundas intenciones. Ellas divertidas decían que eran pareja de echo. (Lesbianas). Al ver el jeto que ponían los hombres ellas se echaban a reír disfrutando del momento. Agotadas por el bailoteo, con dolor de pies decidieron que era hora de marcharse. Iban algo bebidas para manejar. Llamaron a un taxi. Todo ocupado. ¿Se podría tener más mala suerte? Comenzaron a caminar hasta que Lili eufórica comenzó a gritar dando pequeños saltos alzando su mano.

-Lili, por dios... ¿qué haces?

-Calla mujer, que acabo de ver al inglés que me enrollé el otro día.
Ven que te lo voy a presentar y de paso avesi me lleva a casa y me limpia el potorro.

-Descarada.

-Harvey. Que tal hermoso. Pensar yo que tú volar hacia tu país.

-Lili, ni que parecieses que hablas con un indio. El muchacho se le entiende el castellano.

-Ya, pero por si acaso. Miralo que carita tiene este de cabroncete. Pero es tan mono.

Lili le presenta a Harvey y a Nick su amigo. Al parecer Harvey ya conocía a Nayet. Ésta algo confusa con cara de tonta mira hacia Lili que se enconge de hombros susurrándole algo al oído. Sus mejillas se ponen rojas, agachando sus ojos hacia el suelo. Lili le da un codazo en sus costillas para que vuelva en si. Se toman unos refrescos charlan durante un rato hasta que Lili le pide a Harvey que las lleve a casa. En el trayecto Lili no deja de meterle mano a Harvey, Nayet desde atrás abriendo sus ojos como platos se pregunta como lo hace Lili para ser tan descarada. Ella se gira guiñándole un ojo. Al llegar a casa de Nayet, las dos amigas se despiden. Nayet le agradece lo que Lili hace por ella. Lili con su sonrisa contagiosa le quita importancia mirando a ese hombre que la está esperando deseosa de llevárselo a su casa.

-¿Estás bien, Nayet?

-Sí, gracias por todo y ahora ve que te espera tú maromo. Ya me contarás como te ha ido.

-Ummm, ya te digo es un máquina, me hace llegar a la Luna y volver en cinco minutos. Te dejo, vendré a ayudarte a preparar tu maleta y despedirme. Chao amiga.

Al fin sola. Exhala varias veces, está feliz sí. Pero dentro de ella hay algo que le dice que debe hablar con Camilo, no quiere que piense de ella lo que no es.

La jornada en el hospital había transcurrido con normalidad, salvo las indirectas que le lanzaba Gael. Siguiendo el consejo de sus amigos, Nayet prefirió ignorarlo. Tenía algo mejor que hacer, como ir aclarar las cosas con Camilo. Furioso por sentirse desechado por Nayet sale detrás de ella. Sus puños se cierran muy fuertes llegando a tensanse sus músculos de ver como pasa a la habitación de Camilo. Su enemigo.

-Hola Camilo. ¿Cómo estás?

-Perfectamente. -Le responde en un tono molesto.

-Camilo, vengo a disculparme contigo. Sé que Gael me fastidia y molesta mucho. También sé que tuve que darle una cachetada, pero no puedo.

-Normal, estas enamorada, ciega y tonta.

-Camilo, no puedo porque me juego mi plaza en el hospital, me hace mucha falta para terminar mi carrera y ser médico. Sabes, por pegarle un bofetón a Gael me echaron. Si no hubiera sido por ti, yo no estaría aquí. Gael es buen médico y aprendo mucho con él. Al principio no te lo voy a negar que no me sentía atraída por él. Pero los hechos son lo que cuentan. Me marcho mañana para Houston, y no quiero llevarme este mal sabor de boca conmigo. Quiero arreglar las cosas.

-¿Te vas? ¿Me vas a dejar?

-Solo serán cinco días. Volveré y si me lo permites seguiré siendo tu doctora.

-Nayet, pérdoname tú a mí por haberte hablado así. Yo...estaba furioso...Lo siento, nunca querría lastimarte. No me lo podría perdonar. Eres tan preciosa y dulce... aunque no lo veas en ti misma yo lo puedo sentir.

-Gracias Camilo. Eres tan bueno y gentil, que pena que....seas mi paciente. Sin apartar sus ojos de él le da un apretón en su mano. Con la otra mano Camilo roza sus mejillas acaloradas, ella cierra sus ojos para percibir más su contacto. Al abrir los ojos sus miradas se clavan con tanta ternura y afecto. Cuànto deseaba Nayet probar esos labios. Saborearlos y deleitarse con sus besos y caricias. Pero no podía, ni debía hacerse esas ilusiones.

Con su cabeza apoyada en la pared, Gael ha escuchado y visto todo. Al salir Nayet, la agarra del brazo llevándosela hacia el cuarto de la ropa sucia. Echa el pestillo a la puerta por dentro, acorralándola la besa con desazón, necesita esos besos, le urge que lo toque, celoso se pega más a ella, envidioso intenta que ella le de cavidad para saborear sus besos. Cuidadoso pasea sus manos por debajo de su camiseta palpando la suavidad de su piel, ardoso se acerca más a ella para que sospeche lo que siente hacia ella demostrándole que la quiere.
El cuerpo de Nayet arde de deseo por él, pero no está dispuesta a que le pierda el respeto. Con todas sus fuerzas lo empuja. Con sus ojos cargados de agua le habla muy despacio pero con voz temblorosa y enfadada.

-No vuelvas más Gael. Yo soy una mujer gordita, tengo mis sentimientos y tú guapito de cara no vas a venir a lastimarme. Si quieres un revolcón, Gina estará dispuesta a ofrecértelo. Ahora déjame en paz.

-Nayet, te quiero.

-No me hagas de reír. Gael para querer a una persona debes conocerla y pasar momentos bonitos con ella. Y tú y yo...me parece que no. Pienso que esa palabra no sabes lo que significa. ¿A caso has buscado su significado? Si lo supieras no harías lo que haces. Si me disculpas tengo que irme.

Nayet se va y Gael apoya sus manos en la pared con su cabeza gacha en forma de derrota. Una pequeña lágrima se asoma descendiendo por su rostro. Decepcionado consigo mismo, desilusionado por no haber obtenido la respuesta de Nayet se siente frustrado por no lograr su propósito. Que Nayet se vaya enamorando de él. La quiere. ¿Pero cómo hará para demostrárselo?

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