"Si me necesitas yo estaré ahí"

—Vamos Annie mas rápido, corre mas rápido. –gritaba Amanda.

Pero yo ya estaba exhausta, no podía seguir corriendo.

—Amanda. —se escucho la voz de un chico llamándola pero estaba tan concentrada en seguir corriendo y romper mi récord de no desmayarme que ni siquiera voltee.

Seguí corriendo y para mi sorpresa no había caído ni desmayado y eso ya era un gran avance para mi.

—Annie.

Me voltee al escuchar la voz de Amanda y es donde veo a Sonia y Nicolás. Ambos están sonriendo y parecen tener algo en mente, ni siquiera había notado su presencia.

—Hola chicos. –Sonreí.

Tenia tiempo que no los veía además de algunas salidas que teníamos solo los cuatro, pero últimamente no nos habíamos juntado.

—Hola muñeca. –mascullo Nicolás coqueto a lo que Sonreí.

Nicolás eran un chico increíble, divertido, alegre, juguetón que sabía levantarte el ánimos y sacarte una sonrisa.

—Hola muñeco. –dije guiñando un ojo.

Sonia soltó una pequeña risa igual que Amanda.

—Pero si tememos a toda una casanova aquí. —Nicolás soltó una risa mientras me abrazaba por los hombros.

—Lo he aprendido del mejor.

—Vamos par de  coquetos que hoy es viernes, eso quiere decir noche de amigos. —chillo Sonia con su típica alegría de siempre contagiando a los demás.

—Lo siento chicos pero estoy demasiado cansada. – hice un puchero. Los reclamos no se hicieron esperar. —oigan esto es culpa de Amanda. Ella es la que me tiene como loca corriendo por toda la pista.

Amanda volteo los ojos y negó con la cabeza.

—Eres tan exagerada, solo fueron quince vueltas Annie.

—Pude haber muerto. – le recrimine  indignada.

—No seas dramática, además hemos terminado, la competencia es el lunes y con lo que hemos practicado estoy segura de que lo haremos bien. –dijo satisfecha.

—De eso estoy seguro, Amanda es muy buena para la competencia. – ánimo Nicolás a lo que Amanda sonrió.

—Vale, pero sigo cansada.

—Nadie te pregunto cariño. –dijo Sonia y me tomo del brazo para salir de la pista. — aun así iras con nosotros.

—Esto es tan injusto.

(...)

Amanda y yo tuvimos que ducharnos y cambiarnos para salir, lo cual hicimos en mi casa ya que Amanda tenia un cambio en mi casa, ni siquiera yo sabia que lo tenia, pero Amanda decía que es mejor estar precavida. Esa chica era realmente extraña. Ella tenia puesto un sencillo pero bonito vestido azul que gracias a Dios era decente y unas sandalias, por el contrario a mi traía unos vaqueros oscuros y una blusa de tirantes negra pero encima me puse mi suéter gris ya que la noche era fresca y unos converse, me coloque mis lentes y lista... Oh bueno solo faltaba peinarme. Lo se nada que ver mi atuendo para una salida a un bar pero en mi defensa estaba cansada y prefería estar cómoda si iba a salir. Mientras nosotras terminábamos de arreglarnos Nicolás y Sonia saqueaban mi cocina en busca de comida, lo cual no creo que hallan batallado en encontrar ya que mamá había dejado receptarios con la cena lista para calentar, ya que ella hoy tenia turno extra y Tyler estaba trabajando en el bar.

Una vez listas le avise a mamá que ya me iría y que no llegaría tarde a lo que mamá me dijo que me cuidara mucho y que tuviera precaución y mas con los extraños, después de nuestra charla Amanda tomo mi brazo y me llevo a la planta de abajo donde Nicolás y Sonia nos esperaban.

—Oh esperen chicos, no les he dicho algo.–dijo Amanda recordando algo, y sonriendo nerviosamente.

En ese instante el timbre de la puerta sonó a lo que fui a abrir la puerta, gran sorpresa que me lleve al mirar frente a mi a Allen, me quede con los ojos abiertos y muy sorprendida ¿Que hacia él aquí? Su cabello despeinado cubriendo ligeramente sus hermosos ojos negros y pestañas largas le daban un aire misterioso y sensual, tenia puesto unos vaqueros oscuros y una camisa gris que se pegaba a su cuerpo dejando ver que tenia un cuerpo trabajado y.... Annie concentrate. De hecho con ese atuendo parecía que teníamos ropa de pareja, solo ese pensamiento hizo que mis mejillas se encendieran.

Regrese a la realidad cuando Amanda llego a la puerta y jalo de Allen haciendo que este entrara a la casa.

—Esta vez nos acompañara Allen.

Por alguna razón las manos empezaron a su darme y tuve que limpiarlas en mis vaqueros. Lo admito estaba nerviosa y eso pasaba siempre es estaba cerca de Allen, el tenía esa reacción en mi.

—Eso es genial, no estaré solo con este trio de desquiciadas. –Soltó Nicolás a lo que Sonia soltó una risa y Amanda un bufido.

(...)

En todo el trascurso del viaje estuve distraída y distante, los chicos parecían divertirse y reírse mientras buscábamos un buen lugar para divertirnos. Allen conducía el auto mientras Amanda iba de copiloto y yo estaba pegada a la ventana, a mi lado tenia a Nicolás y Sonia que jugaban entre ellos, y por mas que trataba de concentrarme en la plática que ellos tenían no podía, mi cabeza estaba hecha un lío y solo podía pensar en Alex, lo que había dicho en la cafetería frente a todos ... Frente a todos. Levante mi vista y para mi sorpresa Allen me miraba por el retrovisor, su mirada era tan intensa y profunda como sus ojos negros. Allen había escuchado la tontería que había dicho Alex en la cafetería, pero de que me preocupaba después de todo Allen tenía a Sasha. No podía seguir enamorada de un chico que no sentía lo mismo por mi, Allen solo eran un amor platónico y como el había dicho todo lo que hizo fue por Amanda. Quite mi vista y me concentre en el pasar de los coches.

—¿Annie me estas escuchando?

Me voltee al escuchar la voz de Amanda que se asomaba por encima del asiento. Amanda noto mi cara de confusión y resoplo.

—Lo siento, ¿Que decías?

—Estamos hablando de la competencia.- dijo Sonia .—¿Te ocurre algo? Has estado distraída desde que salimos de tu casa.

Trate de sonreír algo apenada y asenti.—Estoy bien... Sólo algo cansada por las practicas.

—Llegamos. –dijo Nicolás.

Allen estacionó el auto y bajamos para entrar al pub.

Tarde mas de lo que debía en salir del auto pero una presión en mi pecho me hacia detenerme y quedarme unos segundos mas sentada en el asiento con una pierna afuera del auto y los chicos entrando al bar, Alex paso por mi mente y la opresión en mi pecho se hacia mas grande y no entendía el por que, el corazón empezó a dolerme y la preocupación era evidente pero no lograba entender que era ese sentimiento tan extraño, tome mi móvil y sin saber muy bien que estaba haciendo llame al número de Alex pero este no respondió, algo dentro de mi me decía que tenia que ir a verlo una alarma en mi cabeza como si algo malo estuviera pasando y no había sentido esta horrible sensación desde la muerte de papá lo cual me alertaba aun más.

Por fin salí del auto e intente llamar a Alex una vez mas pero siguió Mandándome a buzón, no contestaba su teléfono y eso me alarmaba aun más, y ahora que lo pensaba no lo había visto desde esa ocasión en la cafetería, solo unas ocasiones y casi ni lo veía, habían pasado dos días desde ese día y hoy no lo había visto en todo el día, ¿pero por qué justo ahora sentía esto?

Entre al bar para buscar a Amanda e inventarle una escusa para salir a buscar a Alex, lo sabía era una locura pero necesitaba asegurarme de que él estaba bien. Por desgracia no logre encontrarla y solo quería salir de ahí así que lo deje por la paz y salí casi corriendo de ahí y antes de marcharme del bar le mande un mensaje a Amanda de que me había ido a casa, que no se preocupara y que mañana hablaríamos, en ese momento no se me ocurría una escusa buena para decirle. Corrí calle abajo y camine unas cuantas calles hasta llegar a la parada de taxis, tome uno y le di la dirección de Alex. En todo el camino no dejaba de dolerme el pecho y llegue a decirle al Taxista que fuera mas rápido, intente llamar a Alex una vez mas pero esta vez su celular ni siquiera sonó me mando directo a buzón. Posiblemente estaba exagerando o era una tontería mía pero algo dentro de mi me decía que no era así.

Al llegar a su departamento me baje de prisa y le pague al taxista, respire profundo y antes de entrar al edificio marque su número una vez más pero este me mando directo a buzón. Sin  esperar mas corrí a las escaleras estaba demasiado nerviosa para tomar el ascensor, solo quería llegar al departamento de Alex. Una vez ahí toque la puerta pero nadie atendía y mas aumentaba mi preocupación, volví a golpearla ahora con más fuerza y grite su nombre pero nadie salia.

Me quede parado frente a la puerta como por diez minutos sin saber que hacer o que estaba haciendo, sólo recargando mi cabeza contra la puerta, tal vez esta exagerando pero si así era, entonces ¿Que era este presentimiento que me oprimía el pecho? Además sabia que algo no andaba bien, Alex podía estar en problemas. Un recuerdo llego a mi mente, ese día cuando fui a buscar a Alex a su departamento. Había tratado de no tomarle importancia a ese día y lo olvide, pero se que no debí hacerlo,posiblemente esos hombres tenían que ver con aquellos que nos persiguieron esa vez que me encontré a Alex por casualidad, él estaba en problemas lo sabia, ¿Pero en qué estaba metido? Unos fuertes ruidos y gritos que no se podían entender bien me hicieron despegar la frente de la puerta y posar ni vista en la puerta, los ruidos se hacían cada vez mas fuertes, me quede en silencio sintiendo mi cuerpo temblar hasta que un estruendoso disparo retumbo por toda la planta. Grite el nombre de Alex con desesperación y aporte la puerta con fuerza sintiendo como mis puños se ponían rojos, en un intento desesperado patee la puerta pero esta simplemente no se abría, corrí a las escaleras con lágrimas en los ojos, baje de prisa y busque con desesperación al portero del edificio en cuanto el hombre salio me miro preocupado y espantado y le dije que tenia que abrir la habitación de Alex, que había escuchado un disparo, el hombre busco la llave del departamento y ambos corrimos hacia su departamento, estaba demasiado asustada para evitar dejar de llorar o exaltarme, estaba en pánico, la sola idea de pensar que algo pudo haberle ocurrido a Alex me hacia sentir un dolor horrible en el pecho. El hombre abrió la puerta y sin esperar un segundo entre y lo primero que mis ojos vieron fue el cuerpo de Alex tirado en la sala con una mancha roja de sangre que empapaba su camisa oscura, Alex estaba herido. No, no esto no podía ser. Corrí hacia él  y me agache para observarlo con lágrimas en los ojos, lo llamaba pero Alex tenia sus ojos cerrados, la sangre me lleno las manos en cuanto toque su herida, alguien le había disparado en el costado derecho.

—Corra abajo y llame a una ambulancia.–grite al hombre que seguía afuera mirando horrorizado la escena.

En cuanto el hombre salio volví a llamar a Alex que pareció abrir sus ojos lentamente, me miro a los ojos y pude sentir como dejaba de respirar.

—Tranquilo, estarás bien.—dije tratando de transmitirle tranquilidad pero mi voz se quebró y no pude aguantar las lágrimas que salían de mis ojos.— Por favor Alex solo resiste hasta que llegue la ambulancia.

Tome su mano con fuerza y la apreté, Alex abrió su boca y con una débil sonrisa me dijo.

—Estas aquí.

Gracias a la escasa luz que había no podía verlo bien pero la luz de la luna que lograba filtrarse por la ventana ilumino su rostro pálido. Un fuerte dolor en el pecho me impedía respirar.

—Si me necesitas yo estaré ahí. —dije sintiendo un una sensación cálida en mi pecho, y un dolor insoportable.

Alex cerro sus ojos de nuevo y deje de sentir el pequeño apretón que este me daba en nuestras manos entrelazadas. No, no, no, él no podía hacerme esto.

—¡Alex!.–chille, pero el no volvió a abrir sus ojos.

Unos ruidos extraños provenientes de la habitación de Alex me hicieron saber que el departamento no estaba solo, aquellos hombres podían seguí aun ahí, el miedo se apodero de mi cuerpo pero tampoco podía permitir que aquellos hombres escaparan. No quería dejar a Alex pero en cuanto una figura salio de entre las sombras del departamento oscuro, me obligue a levantar la vista para ver a un hombre que no se le reconocía el rostro por la escasa luz. Me quede observándolo y sin saber muy bien que estaba haciendo me levante del suelo sin despegar mi vista de él, estaba completamente seria, no tenia miedo, mas bien era coraje. El hombre pareció sonreír y saco un arma apuntándome con ella con solo una mano mientras que en la otra sostenía una carpeta. El corazón me empezó a latir con fuerza y no había nadie mas, estábamos completamente solos, a excepción del cuerpo de Alex, el portero no había vuelto y ninguna persona había salido de sus departamentos.

—Muevete de la puerta.–ordenó con una voz gruesa y fuerte.

Me quede aún parada obstruyendole el paso, pero estaba en shock aunque quisiera no podía moverme.

El hombre se acerco mas a mi.— ¿Qué no me has oído chica estúpida?

Este se acerco a mi y me soltó un golpe con su arma directo en el rostro lo cual me hizo caer al suelo y que empezará a sangrar de la boca, el hombre se giro rápido para salir del departamento pero sin esperar lo galería con fuerza del pie haciendo que este cayera soltando el arma me arrastre lo mas rápido que pude y Tole el arma entre mis manos temblorosas apuntando al hombre. Realmente no sabia lo que estaba haciendo, estaba asustada pero también tenia mucho coraje.

De pronto se escucho la sirena de la ambulancia y mi vista se fijo en Alex que seguía tirado en el suelo, apreté con mas fuerza el arma y mire a aquel hombre que me observaba sin decir nada. El hombre se levantó del suelo.

—No te muevas o te dispararé. –dije segura pero el hombre ignoro mis palabras y se agacho a tomar la carpeta.—Sueltala.

El hombre siguió ignorando lo que decía así que moví el arma ya exasperada. Dispare hacia el suelo cerca de sus pies—Te he dicho que la sueltes, dejala en esa mesa.—señale con el arma una mesa de vidrio.

No sabia que estaba haciendo yo nunca había tenido un arma en mis manos y mucho menos habría tenido el valor de hacer algo como aquello. El hombre dejo el sobre con los documentos en la mesa mirándome desafiante. Me acerca a la mesa sin dejar de apuntarle y tome el sobre amarillento.

—Deja de jugar niña y dame esa el arma antes de que termines lastimandote.

El portero apareció por la puerta y al vernos abrió los ojos, en un descuido el hombre salió golpeando al portero y empujándolo hacia mi. Aquel hombre corrió por los pasillos y no hice mas que tirar el arma al suelo y correr al cuerpo de Alex justo cuando los para-médicos habían llegado para llevárselo. Lo pusieron en una camilla y se lo llevaron, antes de bajar me quede mirando el lugar, era un completo desastre, mire mis manos llenas de sangre y el sobre que tenia en mis manos, ¿Acaso esto había sido por lo que había adentro? Tome con fuerza el sobre y lo escondí en mi chaqueta gris, no pude evitar llorar, tome el celular de Alex y corrí hacia abajo donde ya lo estaban subiendo a la ambulancia, los para médicos hacían todo lo posible por estabilizarlo y yo no paraba de llorar mientras íbamos al hospital. ¿Que hubiera pasado si yo no iba a su departamento? Tan sólo pensarlo me hacia erizar la piel no quería ni pensar en lo que hubiera sucedido.
En todo el transcurso al hospital no solté la mano de Alex. Cuando llegamos lo bajaron y llevaron a urgencias donde no pide pasar y tuve que esperar en la sala de espera.

Una enfermera se me hacerlo y me pregunto que si yo era familiar de Alex a lo que le dije que yo solo era una amiga y me dijo que necesitaba comunicarse con los padre de él, recordé que tenia el celular de Alex justo lo había tomado para avisarles lo que había ocurrido, así que después de hablar con la enfermera le dije que llamaría a sus familiares. Con el celular en mis manos temblorosas busque el contacto de su madre, no sabia que se supone que le diría. Apreté el aparato contra mi pecho y respire profundo.

Le marque a su madre y también le llame a la mía Contándole lo que había sucedido, no fue fácil hacerlo cuando se me quebraba la voz y no dejaba de llorar, incluso llame a Amanda la cual me dijo que vendría enseguida, le dije que no era necesario pero ella insistió en que no quería dejarme sola y menos en este estado. Mi madre no podía venir ya que salia hasta las seis de la madrugada pero me dijo que en cuanto saliera vendría ya que le dije que me quedaría toda la noche en urgencias, no quería dejarlo solo. Alex estaba en la sala de operaciones,  los doctores estaban tratando de salvarle la vida ya que había perdido mucha sangre.
En cuanto los padres de Alex llegaron preguntaron por la salud de su hijo pero les dijeron lo mismo que a mi, que estaba en operación y no sabias su estado hasta que el medico informara. Su madre estaba devastada, no paraba de llorar al igual que yo, todo lo fuerte e imponente que era se había ido al desagüe cuando quien estaba debatiéndose entre la vida y la muerte era su hijo. A los pocos minutos llego Amanda junto con los chicos, Nicolás, Sonia y Allen. En cuanto Amanda me vio corrió a abrazarme y no pude contener los sollozos que salieron de mi boca y las lágrimas que empapaban por completo mi rostro. Me miro preocupada al notar mi rostro y manos  me dijo que si no estaba herida, pero ni siquiera sentía el dolor, me dolía mas lo que estaba pasando con Alex le dije que estaba bien y que no tenia ánimos de hablar de lo que había pasado, ella entendió, acarició mi cabello y me dijo que todo estaría bien. Nicolás también me abrazo, me dio un beso en la frente para tranquilizarle.

—Tranquila nena, veras que el estará bien y cuando menos lo esperes ya estará molestándose de nuevo.–dijo acariciando mi cabello a lo que Sonreí al recordar todos las bromas y que siempre me molestaba, los apodos y juegos.

Asentí y Sonia se unió a nuestro abrazo, cuando por fin me soltaron. Me quede sentada mirando a la nada con los ojos hinchados el cabello revuelto, el labio partido y una marca rojiza en mi pómulo izquierdo, con las manos llenas de la sangre seca de Alex. Sentí la mirada de alguien así que levante la vista y me encontré con los ojos oscuros de Allen que no quitaba su vista de mi, estaba parado recargado en la pared con los brazos cruzados, su rostro parecía serio pero podía ver un brillo de tristeza en sus ojos y realmente no sabia por que, si Allen no conocía bien a Alex, no eran cercanos, pero tal vez Allen no estaba así por Alex, sino por mi, tal vez me tenia lástima. Aparte la vida de él y me levante de la banca Amanda me miro ya que se encontraba a un lado de mi.

—¿A donde vas?

—Necesito ir al  baño a limpiarme. –Murmuré desanimada.

—¿Quieres que te acompañe?

Negué con la cabeza.—Quiero estar sola un momento.

Amanda asintió dándome una sonrisa triste. Me aleje hacia el baño y limpie mis manos con el agua fría mientras seguía pensando en todo lo que había pasado, mi mente estaba hecha un lío, me dolía mucho la cabeza y empezaba a molestarme el dolor de la mejilla, pero aún eso no me distraía del fuerte dolor que sentía en mi pecho ese era mucho mas fuerte que el físico, las imágenes del momento en donde me encuentro a Alex tirado y con toda esa sangre a su alrededor, su rostro pálido y la última frase que me dijo antes de perder la conciencia, sorbo mi nariz y limpio todo rastro de lágrimas y me dirijo a la capilla que hay en el hospital, lo primero que hago es pedirle a Dios por Alex, yo se que el me escucho, por que después de todo Alex debía estar bien y yo sabia que Dios escucharía mis plegarias y lo mantendría a salvó. Solo tenia que tener fe.

Nota de la autora:
Bien como lo prometí aquí esta el capítulo, lo cabo de terminar , pero es mejor tarde que nunca. En fin me tarde en subirlo por que se me borro la mitad del capitulo -.-' no saben que estrés me dio tener que escribir todo de nuevo, pero siento que quedo mejor. Tomen en cuenta que como lo acabo de escribir puede que tenga faltas de ortografía ya que no lo he revisado y así lo estoy subiendo media hora antes de que den las 12 (por lo menos en la hora de Mexico) así que cumplí y lo subí en lunes xd en fin espero que lo disfruten y de me en los comentarios que les pareció y no olviden darle Like a la página, "Historias de Blueehdz-17" de verdad me harían muy feliz y si lo hacen como les prometí haré otro especial. Nos leemos luego y muchas gracias por aquellos lectores que me leen, los hamoneo<3