09
Un mal presentimiento me invadió de inmediato. Sin perder tiempo comencé a vestirme como Hari y me puse la peluca.
Cuando termine de ponerme los zapatos salí hacia la calle. Tome mi celular y le mande un mensaje a Taehyung.
Taehyung
Holaa Tata. Voy para tu casa.
No espere su respuesta y corrí hacia su casa. Las calles de la ciudad a estas horas no eran muy transitadas por lo que no había taxis, y si había no te llevaban porque ya se iban a sus casas a descansar.
Me detuve cuando me comenzó a doler un lado del estómago. Me había dado flato.
Apoye mis manos en mis rodillas mientras estaba encorvado, jadeando por el cansancio.
Tome una gran bocanada de aire y volví a correr. Cuando llegue al apartamento de Taehyung me detuve para tomar aire y recomponer mi postura.
Justo en ese momento vi como una figura en la oscuridad, muy parecida a Hanna salía corriendo. Me quería acercar pero ya iba muy lejos.
Mis sospechas se habían hecho verdad. Taehyung le había hecho algo a Hanna. Y espero que no sea lo que me estoy imaginando, porque si lo es soy capaz de partirle la jeta.
Entre al ascensor y presione el piso de Taehyung. En tan solo unos segundos ya estaba al frente de su puerta. Me acerque a paso lento y toque la puerta.
Oí unos pasos y vi como la puerta se abrió, dejándome ver a un Taehyung con el ceño fruncido; al parecer estaba de malhumor.
Sonreí y antes de que pudiera hablar se me adelanto Taehyung.
—¿Para qué estás aquí? —por estar corriendo no se había ocurrido una excusa. Trate de pensar una lo más rápido posible hasta que di con una.
—Yo estoy muy agradecida por todo lo que hiciste así que me gustaría pagártelo de alguna manera —tal vez no era la excusa perfecta pero servía.
—¿Y por eso viniste a esta hora? —está muy claro que no está de muy buen humor.
Asentí apenado.
—Vuelve mañana. Tengo sueño —asentí y me devolví por donde vine.
Mañana le preguntaría a Hanna que fue lo que había pasado en la casa de Taehyung. Aunque estaba preocupado pude dormir mejor sabiendo que había salvado a Hanna.
Cuando me desperté no perdí el tiempo y llame a Hanna.
Tardo unos minutos en contestarme pero al final lo hizo.
—¿Qué pasó? —su voz se escuchaba baja y ronca como si hubiera llorado o no hubiera podido dormir.
—Quería saber si podía ir a tu casa ya que es sábado —mientras le decía eso estaba guardando una ropa que tenía en la cama y no había querido guardarla porque estaba ocupado y porque me daba pereza.
—Está bien. ¿Qué película vamos a ver?
—Allá vemos —la escuche murmurar un “mmn” y después colgó.
Nunca, pero nunca habíamos tenido una conversación tan corta; en persona ni por teléfono.
Me apresure a guardar todo y me cambie para ir a la casa de Hanna.
Después de subirme a un autobús y llegar a su casa la note un poco rara. Pero no quería incomodarla con preguntas, así que me las trague y me dedique a ver My Name con ella.
La serie donde a una chica le matan al papá y ella decide vengarse por lo que comienza a trabajar para un narcotraficante llamado Mujin.
Cuando pasamos al capítulo dos decidí darle un pequeño spoiler.
—El chico llamado Pildo va morir.
Me sorprendió que no haya recibido ningún golpe de su parte. LE ACABABA DE DAR UN SPOILER, DEBERÍA HABERME MATADO.
Es obvio que Hanna no se encontraba bien.
—¿Hanna, estas bien? —toque su hombro con mi dedo y espere una respuesta.
—Estoy bien —respondió tajante.
—Pues no parece —gire mis ojos y trate de concentrarme en la serie.
—Un chico del gimnasio va tratar de abusar de ella —volví a darle un spoiler. Pero esta vez si recibí un golpe.
Pero ese golpe lo hubiera preferido mil veces en el estómago que en mis testículos.
—¡TE VOY A GOLPEAR UNA TETA! —grité mientras mis manos apretaban mis testículos.
—Si no quieres que te vuelva a pegar ahí entonces no me des spoilers —la mire mal y seguí lamentándome.
—Es tu culpa por tratarme mal —me excuse.
—Y yo cuando te trate mal —vi como bajo la guardia y aproveche para pegarle en la cabeza. Creo que el sonido de la palma de mi mano estrellándose con la cabeza de Hanna es el sonido más satisfactorio que he escuchado.
Vi como levanto su cabeza y me miro con unos ojos fulminantes.
—¡AHORA SI TE MATO! —me pare de un salto y antes que Hanna lograra pararse la inmovilice sujetándola de los brazos y tirándola a la cama de nuevo.
—Dime que paso ayer —la mire con la expresión más seria que tenía.
—¿Ayer? No sé de qué hablas, Jeon Jungkook —me di cuenta que evito mi mirada. Obviamente me está escondiendo algo.
—No te hagas la tonta —continúe manteniendo la misma expresión seria.
—¿Si te digo me sueltas? —intento negociar. Lo pensé por unos segundos y después asentí. La solté y ella se sentó en la cama.
—Dímelo —exigí con un tono demandante.
—Él quería que nos viéramos pero no fui capaz de tocar su puerta —ese hijo de puta, que bueno que Hanna no fue.
Nunca más vuelvo a desconfiar de mi instinto.
—Tranquila Hanna. Mañana iré a su casa y cuando este distraído revisare su teléfono y laptop. Si encuentro el video lo eliminare y nunca más volveremos a relacionarnos con ese tipo —la anime con una sonrisa mientras la abrazaba.
Al ver que no funcionaba agregue algo más.
—Nos iremos a otra ciudad y tendremos cinco hijos —dije tratando de aguantar una risa burlona.
—Dios, pero que dices. Jungkook, eres gay —Hanna rio.
Tartamudee pero al final respondí.
—¡Yo no soy gay! —proteste.
—Sí, claro.
Todo el día lo pasamos viendo My Name y lloramos como nunca. PILDO NO MERECÍA MORIR.
Capítulo ya corregido.
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