026
Jungkook:
Después de la discusión que tuve con Taehyung le pedí a Seo ha que venga a mi casa. No tengo ni idea de cuando comenzamos a ser amigos.
El caso es que soy de esas personas que cuando pasan por una ruptura quieren tener la mente alejada de eso, algunas personas lo logran haciendo los oficios de la casa, bailando, viendo alguna serie o película, leyendo. Pero en mi caso, lo logro haciendo ejercicio. Hago ejercicio hasta que siento que ya no puedo más y al instante que toco la cama quedo dormido del cansancio. Y de verdad que es muy agotador.
Había llamado a Seo ha porque quería que alguien me haga compañía y ambos nos pusimos a ejercitarnos. Cuando Taehyung llamo ya llevábamos dos horas ejercitándonos como locos, por lo que nuestras voces sonaron débiles y ambos soltábamos quejidos a más no poder. Pero al parecer Taehyung lo había malinterpretado y no se lo aclare porque él muy bien dijo que me alejara de su vida, y eso es lo que estoy haciendo.
Pero es que de verdad no lo entiendo. Me aleje como lo pido, pero me reclama por hacerlo, y aún más importante me insulto. Se atrevió a ofenderme diciéndome un montón de cosas cuando ni siquiera sabia el contexto de la situación. Y desafortunadamente cuando estaba discutiendo con él, Seo ha estaba mirando la conversación.
Así pasaron los días. Cada que Seo ha podía venía a mi casa y nos ejercitábamos juntos o si venía con Hanna veíamos algunas series o películas. Todo iba de maravilla: me había conseguido otro trabajo donde la paga era muy buena, Hanna y Seo ha habían confesado sus sentimientos y estaban conociéndose más para ser novios. Y no había rastro de Taehyung.
Eso era… maravilloso. No voy a negar que lo extraño, pero no extraño este Taehyung de ahora; yo extraño el Taehyung de hace meses, el Taehyung detallista, cariñoso, atento, romántico, simpático. A ese Taehyung extraño. No al grosero, intocable, creído e insensible.
Dejando de lado ese tema hoy viene Seo ha para que entrenemos. Mientras lo espero me voy a limpiar la casa. Cuando me encontraba desempolvando mis libros escucho el timbre de la casa y voy a abrirle.
—Hola —saluda Seo ha cuando abro la puerta. Me hago a un lado dejándolo pasar.
—Hola. Esta vez no trajiste a Hanna.
—No, ella se fue a visitar a sus papás ¿no te lo dijo? —preguntó confundido.
—No, no me dijo nada. Ves como ya me está cambiando por ti —bromee. Seo ha rio y se sentó en mi cama dejando escapar un suspiro.
—¿Pasa algo? —pregunté preocupado al verlo así.
—Es que donde viven sus papás, al lado de ellos vive su ex y… —no lo deje terminar.
—¿Desconfías de Hanna?
—No, claro que no —se apresuro a negar—. Es solo que me da miedo que él le haga algo. Sabes muy bien que lo de ellos no termino de buena manera.
—Estoy seguro que no se atreverá a hacerle algo a Hanna, y menos teniendo a sus papás al lado —intente tranquilizarlo.
—¿Eso crees?
Asentí.
—Hanna no tiene ningún noviazgo que le haya terminado bien —me burle—. Y espero que lo de ustedes dure para siempre o te quemare vivo.
—Que miedo —se burló—. Con esos bracitos de pollo no me harás ningún rasguño.
Lo miré ofendido.
—¿Ves esto? —alce mi brazo y toque mi musculo—. Hacer ejercicio ya esta dando sus frutos, y si sigo así por dos meses más estaré como la roca.
—Ni soñando.
Reímos y comenzamos con nuestra rutina. Después de tres horas decidimos parar. Le ofrecí la ducha a Seo ha mientras yo trataba de calmar mi respiración.
Estaba que me quedaba dormido cuando escuche el timbre. No estoy esperando a nadie, y Hanna no esta en la ciudad. ¿Quién putas es?
Fui abrir la puerta y la persona que me encontré fue la que no quería ver.
—¿Qué quieres, Taehyung? —pregunté de mala gana. Vi como examino mi cuerpo de pies a cabeza y como tenso su mandíbula y me miró con una ceja alzada. Iba a decirle que se vaya, pero Seo ha nos interrumpió.
—¿Estás seguro que pagaste los servicios? No hay agua —dijo mientras solo traía puesta una toalla en la cintura, mi toalla. ¿Por qué no usa la de él?
Mire a ambos sin saber que hacer.
—Vete, Taehyung —lo empuje y estaba listo para cerrar la puerta cuando su pie me lo impidió.
—¿Qué quieres? —me queje ya harto de que no diga nada.
—¿Ese es Taehyung? —preguntó Seo ha. Asentí.
Taehyung entro al apartamento y hablo.
—¿Ese es el tipo con el que te acuestas? —me miró con una sonrisa burlona.
—No me acuesto con él —me limite a responder.
—¿Si no es así porque están sudados y él desnudo? —porque pregunta, debería irse ya.
—No tengo porque darte explicaciones de mi vida personal.
—Entonces si te acuestas con él.
Seo ha avanzo hacia Taehyung y lo agarro de la camisa.
—Deja de buscarlo. Jungkook y yo no nos acostamos, pero si así lo fuera no sería de tu incumbencia —considerando que Seo ha era más alto que Taehyung y tenía músculos, eso sí dio miedo.
—Suéltame, imbécil —Taehyung trato de soltarse, pero Seo ha no lo permitió.
—¿Y si no lo hago qué? ¿Vas a ir llorando donde tus amiguitos?
Y sin esperarlo Taehyung le lanzo un golpe a Seo ha que no lo hizo caer pero que si logro que lo soltara. A partir de ahí todo fue un mierdero, porque ambos se agarraron a puños EN MI APARTAMENTO.
No quería meterme porque tenía miedo que me lanzaran uno a mí también.
—Seo ha, Taehyung ya vasta —intente tomar el orden. No me hicieron caso. Al ver como Taehyung se encontraba encima de Seo ha propinándole golpes lo agarre del cabello y lo separe de él.
Cuando ambos cuerpos quedaron lejos me atreví a hablar, o mejor dicho a gritar.
—¡¡COMO SE LES OCURRE PELEAR EN MI CASA!! TÚ SEO HA, NUNCA TE PEDÍ QUE ME DEFENDIERAS —lo señale con mi dedo—. ¡¡Y TÚ TAEHYUNG, VETE DE MI CASA Y NO VUELAS NUNCA!!
Taehyung se fue de inmediato y Seo ha se fue después de ponerse ropa y disculparse.
Taehyung cada vez más pendejo, ¿verdad? Pero calma, ya nomás llegamos al final, y les aseguro que termina bien. Besos. Espero que les haya gustado el capítulo.
Capítulo ya corregido.
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