Taehyung no me había vuelto a contactar por ningún medio y eso me ponía inquieto. Preguntas como: ¿será que la cague?, ¿ya se aburrió de mí? No dejaban de rondar por mi mente.

Sin aguantarlo más tome mi teléfono entre mis manos y le mande unos mensajes.

Taehyung

Buenos días, amor

¿Cómo estás, mi vida?

Espere pacientemente, pero no hubo respuesta.

No aguantaba más, tenía que solucionarlo. Rápidamente me vestí como mujer y cuando estaba por abrir la puerta del apartamento y salir, alguien toco la puerta.

Extrañado abrí la puerta y gracias a Dios que estaba vestido como Hari, porque el que estaba al frente mio era Taehyung.

—¿Qué haces aquí? —pregunté mientras sentía que el corazón se me iba a salir por los nervios.

—Ten —detrás de su espalda saco un ramo de flores rosadas. Lo mire sorprendido.

—Gracias, Tae —acepte las rosas y las mire con detenimiento —. ¿Por...? —Taehyung no me dejo terminar la pregunta y hablo.

—Perdón por lo de ayer —inclino su cabeza hacia abajo.

—No tienes por que disculparte. La que se tiene que disculpar soy yo —me acerque y deje un beso en su mejilla —. ¿Quieres pasar? —me hice a un lado para que pasara. Él asintió y paso a mi apartamento.

—Perdón por el desorden. Justo cuando llegaste iba a comenzar a ordenarlo todo —mentí, porque casi nunca aseo el apartamento. Admito que es un poco cochino de mi parte pero siempre que voy a hacer aseo me llama Hanna, tengo tareas o estoy muy cansado para arreglar el apartamento.

—No importa —contestó él.

—¿Quieres agua o gaseosa? Es lo único que tengo.

Taehyung se sentó en el sillón de la sala y miro todo a su alrededor.

—Agua —respondió. Asentí y fui a la cocina, tome un vaso, abrí el grifo y lo llene de agua.

—Aquí tienes —dije cuando volví a la sala encontrando a Taehyung en su teléfono.

—Gracias —tomo el vaso con agua y le dio un sorbo.

—¿Solo viniste para traerme las rosas o hay algo más? —pregunté y me senté en un sillón al frente de él.

—Por las rosas y porque quería verte —asentí y como no respondí nada se creo un ambiente un tanto incómodo.

—¿Vemos una película? —pregunté. Taehyung asintió. Prendí el televisor y entre a Netflix.

—¿Qué te gustaría ver? —dirigí mi vista hacia él.

—Lo que tú quieras —contestó con una voz calmada. Asentí y puse Vincenzo.

—¿Te gustan mucho los dramas, no? —me preguntó con una sonrisa en su rostro. Asentí con una sonrisa tímida por compartir mis gustos con alguien más que no sea Hanna.

—¿Y a ti? —pregunté con curiosidad.

—Algunos —asentí y continuamos viendo Vincenzo.

Todo estaba yendo tan bien hasta que alguien llego. Y justamente ese alguien no debería estar aquí.

Cuando abrí la puerta de mi apartamento y mire a Hanna sonriente afuera, mi corazón latió desefrenado por lo que eso indicaba.

—Hanna, vete —suplique en voz baja para que Taehyung no me escuche.

—¿Por qué? —preguntó ella sin comprender.

—¿Quién es, amor? —Taehyung se asomó por el pasillo y efectivamente miro a Hanna porque se quedo congelado en su lugar.

Mire a Hanna y a Taehyung como dos veces seguidas. Taehyung estaba congelado en su lugar sin ninguna expresión, en cambio Hanna se la veía incómoda y sin saber que hacer.

—Hanna me estaba pidiendo una camisa que se le quedó aquí —dije tratando de alivianar la tensión.

Taehyung asintió y carraspeo.

—Espérame aquí —sé que esperar al frente de Taehyung la pondría muy incómoda pero iba a volver rápido.

Corrí a mi cuarto y saque un camisa negra como la del montón y me devolví corriendo.

—Ten —le extendí la camisa a Hanna que no demoro en cogerla entre sus manos y murmurar un rápido “gracias” para irse a paso apresurado.

—Tu amiga parecía incómoda —dijo Taehyung al mismo tiempo que me tomaba de la cintura y me acercaba a su cuerpo.

—No es muy sociable —mentí. Para lo que Hanna era muy buena era para conseguir amigos, ya que siempre fue muy amable y nunca los juzgaba o criticaba

Taehyung acerco sus labios a los míos y correspondí aunque no quisiera.

Ese beso era lento, pero rápidamente se convirtió en uno apasionado y desefrenado. Me separe cuando ya me faltaba la respiración y Taehyung ataco mi cuello mordiéndolo, besándolo y chupándolo.

Sentía mi cara roja y mi respiración más agitada. Taehyung me acorraló contra la pared y sobo su entrepierna en mi cadera. Lo sentí jadear contra mi oído provocando que mi cuerpo temblé levemente.

Lo aparte con nerviosismo cuando sentí su pene duro presionándose contra mi cadera.

—Paremos —hable con la respiración agitada.

Taehyung se encontraba con un leve sonrojo y unos ojos depredadores.

—¿Y entonces que voy hacer con esto? —señalo su entrepierna con una sonrisa lasciva en su rostro.

—Yo... puedo solucionarlo —ni loco me acostaría con él porque: uno, me desagrada. Dos, descubriría que en realidad no soy mujer sino un hombre.

—¿Cómo? —preguntó mientras se sentaba en un sillón.

No le respondí y camine hacia él. Me arrodille en el piso y mis manos temblorosas fueron a la entrepierna de Taehyung.

—¿La vas a mamar? —preguntó con descaro. Asentí y baje su pantalón hasta sus muslos. Mire la gran erección que estaba escondida en su boxer. La apreté suavemente sintiendo su dureza. Taehyung reprimió un gemido y mordió su labio inferior.

Baje su boxer y su pene salió de un solo como si hubiera estado esperando a ser liberado.

Lo miré con nerviosismo. Siempre imagine que al que le chuparían el pene sería a mí, no que yo chupara penes. Oficialmente este es mi momento más humilde y homosexual de mi vida.

Hoy aplicare todos mis conocimientos. Tratare de recordar cuales fueron esos movimientos que hizo esa chica cuando me lo chupo. A ver, primero lo masturbo con sus manos unos segundos, luego movió sus labios rozando la cabeza de mi pene, lamió unos segundos la punta, después comenzó a chuparlo como paleta y finalmente se lo metió a la boca, lo tengo. Hora de aplicarlo.

Actualicé de noche por lo que de seguro tengo algunas faltas de ortografía, ya saben, si ven alguna me avisan. Cuídense 💗.

Capítulo ya corregido.