—Bien, como son dos bebés en camino... —musitó Soobin —. Compramos toda ropa de niña y niño, los más hermosos juguetes, y si ven a un niño con un mejor juguete, sobórnenlo con algo. ¿Entendido?

—¡Entendido! —dijeron en unísono los demás para después adentrarse al enorme centro comercial con rapidez.

TaeHyung comiendo un hot-dog junto a Seokjin, ingresaron a paso lentos debido a la pancita cada vez más grande del castañito. YoonGi venía ayudando a su Omega, de paso también comprando ciertos antojos extraños que deseaba.

—Espero que sobornar al niño sea mentira —TaeHyung dijo, dando seguidas caricias a su vientre y mirando preocupado a Seokjin y YoonGi quienes sabían perfectamente que los chicos no eran de decir mentiras—. Agh... —soltó un quejido, alarmando a ambos mayores. Respiró hondo.

—¿Cariño? ¿Son los bebés? ¿Quieres descansar? Si me das permiso, puedo alzarte. No me cuesta.

—Llamo a los chicos para que nos vayamos al hospital de inmediato —informó Seokjin preocupado—. ¿Taehyungiee?

—... E-estoy bien —pudo decir, respirando entrecortado—. Solo que... Mis bebés, los siento intranquilos. Patean mucho y-y... Y-YoonGi, ¿puedo-puedo sentir tu aroma más cerca? Lo necesito.

—Ven, cariño —dejó su comida a medio comer en manos de Park, llevando a YoonGi a los baños más cerca que visualizó. Ingresaron a paso lento debido a la situación del castañito. TaeHyung miró su Alfa despojarse el saco de trabajo, sus mejillas calientes cuando YoonGi se quitó la camisa y dejó su cuerpo a vista del Omega—. Ven aquí, te sacaré esto.

TaeHyung dejó que el mayor lo despojara de sus enormes buzos, dejando su pecho libremente expuesto a ojos de YoonGi quien vio los pezones hinchados del enanito, sabía que TaeHyung se avergonzaba de ello, aunque fuese la lactancia para los bebés.

YoonGi agarró su camisa impregnada de su fuerte aroma, poniéndolo en el cuerpo de su Omega para que TaeHyung con sus cachorritos se sintieran protegidos, aunque la camisa fuese ancha, prefirió poner por encima de la camisa uno de los buzos oscuros que amaba su pareja.

Y él solo se quedó con el buzo más fino que TaeHyung tenía puesto, le entraba a la medida y se puso su chaqueta de trabajo, suspirando al sostener la carita cálida de TaeHyung en sus manos.

—¿Mejor, cariño?

—Sí, Hyung. Nuestros bebés ya no patean tan fuerte...

Siete meses hacían que la pancita de TaeHyung se viera grande debido a los gemelos, YoonGi juntó a su Omega en su pecho y al salieron del baño. Vieron a Seokjin con los chicos, parecían discutir o las expresiones de sus rostros decían eso.

—¿Chicos? —pronunció TaeHyung.

Inmediatamente los demás le prestaron atención, revisando que no tuviera ninguna herida y las preguntas llovieron para el peliazul. YoonGi se vio asimismo a controlar sus celos.

—Se preocupan mucho por él... —mencionó Seokjin alzando una ceja, viendo como JungKook estaba igual que el resto—. Me pongo celoso también.

—¿Por JungKook? — Seokjin asintió—. Desde niños...

—Sé que TaeHyung es el crush de JungKook—soltó Park, acariciando su vientre un poco hinchado. YoonGi frunció sus labios a una mueca, recordando las peleas que tuvo con Jeon debido a su Omega—. Encontré un viejo diario en la casa de JungKook cuando nos estábamos por mudar juntos, no debí leerlo... Pero me ganó la curiosidad.

—Me di cuenta de eso, Seokjin —suspiró—. JungKook no es de ocultar bien sus emociones, sus expresiones... Su comportamiento.

—Es muy evidente. Él te ayudó mucho a unirte con TaeHyung igual que los demás chicos...

—Eso es lo que me hace confiar en ellos, aunque los celos me ciegan a veces.

—¿Crees que JungKook tenga preocupación por mí? —Park preguntó—. Me gustaría que él se comportará así conmigo.

—¿Acaso no lo hace? —YoonGi frunció sus cejas.

—Sí, es decir, él tiene esa impulsividad con TaeHyung quien es tu Omega, pero a veces conmigo... Siento que es diferente —trató de expresarse correctamente, sintiendo un malestar en su pecho—. Que fuese más atento. ¿Pido mucho, Yoon?

—Seokjin...

—¿Amor? —llamó JungKook acercándose a su Omega, sintiendo en su lazo de unión un dolor de rechazo, preocupándolo. Seokjin dejó que lo abrazara—. ¿Qué pasa, cariño?

—Creo que... Es momento de ir a casa —Su voz flaqueó un poco—. Quiero irme a casa.

YoonGi frunció su ceño, viendo como JungKook se despedía de todos y alejándose con Seokjin, solo espero que ambos solucionaran las cosas.

—¡Yonnie, mira! —TaeHyung llegó a su lado, tirando de sus brazos para acercarlo a los chicos— . Compraron muchas cosas para nuestros bebés.

YoonGi está vez miró a los chicos, abriendo sus ojos, bastante incrédulo al ver semejantes bolsas en cada mano de sus amigos y supuso que eso no cabría en el vehículo.

—¿E-es todo?

—Aún falta más, imbécil —aclararon todos, viendo como YoonGi parecía desfallecer.

TaeHyung solo sentía las pataditas de sus bebés suaves. Serán muy consentidos, mis cachorritos, pensó contento.