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Estando a medio amanecer, un dormilón peliazul soltaba ronroneos al sentir ciertos labios tibios morder y succionar la piel de su cuello con vehemencia. Su aroma se expandió y sus fosas nasales se llenaron al momento que se mezclaba con el aroma del pelinegro.
YoonGi lo tenía en sus brazos en modo cucharita, abrazándolo a su pecho y procurando dejar besitos por doquier.
—Yoon... ¿qué haces?
—Mimar a mi bebé, ¿por qué?
YoonGi mordió ligeramente la palida piel del Omega escuchando encantado aquellos suspiros de satisfacción. Había pasado tres días luego del suceso y el celo del peliazulado ya no era tan intenso como antes.
Protección y mimos, es lo que TaeHyung buscaba.
YoonGi cumpliría cada capricho del menor, la sensación más hermosa era tener en brazos a quien pensó que sería su imposible amor. Sin saber que TaeHyung no evitó tener rubor por lo dulce que él estaba siendo, tan caballeroso y atento.
Nunca imaginé estar así... TaeHyung pensó, acurrucándose en el cuerpo más grande que el suyo. YoonGi soltó una risa muy cerca de su oído, estremeciéndolo.
YoonGi tenía la risa más preciosa.
—Y-YoonGi...
—¿Mh?
—¿Tu papá sabe que estas aquí conmigo?
Y con esa simple pregunta, YoonGi se tensó; tragó grueso, quedándose inmóvil. El peliazul, se giró para verlo, vio la expresión del mayor, con ello, tuvo su respuesta.
—Hyung, ¿no...?
Un estruendo sobresaltó a ambos y un grito que realmente dio escalofríos de miedo a cierta pareja.
—¿¡Donde estás?!
—¡Chanyeol, n-no vayas! ¡Alfa idiota, ven aquí!
Estando envueltos en una cama desastrosa debido a ciertas escenas anteriores, TaeHyung se metió bajo las prendas al igual que su temeroso mayor, ambos tratando de ocultarse para no recibir uno o varios regaños.
Pero sus aromas yacían impregnados en toda la mansión y más en la habitación del peliazul.
—¡Kim Chanyeol, no...!
La puerta de la habitación fue abierta de golpe y TaeHyung temió, abrazando con fuerza al pelinegro. YoonGi quería reír, pero a la vez temía, ¿qué era esa adrenalina de pronto?
Chanyeol intentó acercarse, gruñendo furioso al sentir ciertos aromas en la habitación de su hijo. No podía creer la desobediencia del menor.
No podía creer que su cachorro estuviera en brazos de otro Alfa, que no se malentienda, el Alfa Kim no odiaba a YoonGi, el hijo de su amigo, pero tampoco podía ignorar cierta desilusión y celos por saber que algún día, su cachorrito menor fuera alejado de sus brazos.
Yeonjun, su hijo más grande, ya estaba iniciando su vida independiente y fue realmente doloroso para él aceptarlo, porque sus bebés crecían con el paso del tiempo, pero dolía saber que tarde o temprano lo dejarían de lado por su pareja.
Dolía demasiado.
Intentó acercarse, pero unos brazos que seguían en sus piernas se lo negaron. Tenía a BaekHyun arrastrándolo desde que ingresaron a su casa, el Alfa Min no quería que interrumpieran a la parejita darse tiernos mimos y más al saber que era el celo de TaeHyung...
—¡Suéltame, Min!
—¡No!
—¡Min BaekHyun, suéltame!
—¡Oblígame, Kim Chanyeol!
Esta vez, el Alfa Kim miró a su hijo.
—Cachorro, sal ahora de allí.
TaeHyung se tensó, miró a su Hyung y se sorprendió al ver a YoonGi con ganas de reírse, pero a la vez mantenía una expresión asustadiza.
—Hyung...
—Shh. Tal vez piensen que estamos...
—Los estoy escuchando, salgan ahora —dijo Chanyeol un poco más calmado, cruzándose de brazos y estando de pie. Gruñó cuando el señor Min lo abrazó por la cintura.
BaekHyun no evitó reírse un poco por actitud del Alfa Kim. Tu ternura no cambia, Alfa bonito, pensó divertido, ejerciendo más presión en sus brazos y posando su mentón en el hombro. Escuchó un gruñido de este.
—¿Otra vez gruñón? ¿Mh?
—Cállate si no quieres que me desquite contigo. —Lo miró, obviamente supo que BaekHyun le lanzó aquella mirada diciéndole "Oblígame, Kim". Mofó, volviendo a mirar a los menores—. TaeHyung, no me hagas repetirlo otra vez.
El peliazul no tuvo opción, salió del amontonamiento de prendas al igual que YoonGi. TaeHyung avergonzado tironeó su camisón para tapar más de sus piernas, y YoonGi, bueno, solo suspiró quedándose en un nuevo bóxer (prestado por el bajito).
—... P-papá...
—¿Lo hicieron? —fue directo.
TaeHyung frunció las cejas confuso, ¿Qué tenían que hacer?
—¿Hacer qué?
—¿Tuvieron... eso?
BaekHyun compartió mirada con su hijo, YoonGi no sabía si reír o morir de ternura al ver confusión en la carita del Omega bajito.
Chanyeol estrechó sus ojos, mirando a su hijo con duda, pero TaeHyung ladeó su cabecita con duda expresando a su progenitor. ¿De qué hablas, papá?
La mirada del Señor Kim se dirigió a YoonGi quién estaba por estallar en carcajadas, pero al sentir la mirada del Alfa Kim, borró todo tipo de expresión.
—¿Qué te hizo YoonGi, bebé?
—O-oh, b-bueno... —balbuceó, torpemente—. Mh, Hyung, él... e-él metió su len...
TaeHyung no puedo continuar con su relato al ser callado bruscamente por el oji-azul quien cubrió su boca. YoonGi lo acurrucó en su pecho mientras sus mejillas se pintaban de un fuerte color durazno y susurró en el oído del bajito, shh, bebé, no abras la boquita, ¿sí? Deja que un experto lo haga, amor...
BaekHyun alarmado, forzó el agarré en la cintura del Alfa Kim tirando de él para no alejarlo de su pecho, sabía que Chanyeol mataría a su hijo por haber tocado a TaeHyung. Rodó los ojos, Kim era un Alfa demasiado protector con sus hijos.
Miró con advertencia a su hijo, YoonGi le sonrío con inocencia.
—E-eh, se-señor Kim. Solo me preocupé demasiado por las faltas de TaeHyung y-y quise venir a cuidarlo.
—¿Tres días?
—Uhm, ¿sí? ¡Le juro que no hicimos nada malo!... solo cuide a TaeHyung. Pero nada más.
—¿Y por qué estás en bóxer? ¿Y esas marcas que tiene mi hijo en su cuello?
TaeHyung soltó un gruñido al querer hablar, pero la mano del mayor cubriendo su boca se lo impedía. Fácilmente, mordió la palma y escuchó un jadeo adolorido de YoonGi. Ya libre miró a su papá.
—¡Papá! ¡No quiero que pegues a YoonGi!
—¡Cachorro! —No podía creer las palabras de su hijo. Apretó sus puños, queriendo zafarse se los brazos del Alfa Min—. ¿Le diste tu consentimiento a YoonGi... en tu celo?
TaeHyung asintió, enfrentando a su padre.
—Hyung es mi novio —soltó, dejando atónito a su mayor. Los Min guardaron silencio, sin embargo, TaeHyung prefirió seguir—... Y nunca me has dicho que YoonGi era el niño que cuidó de mí en mi infancia, papá. Lo traté mal e incluso, llegué a lastimarlo... ¿Sabes... sabes cómo me siento? Lastimé a Hyung, p-porque pensé que era como los demás... como esas crueles personas.
Chanyeol quiso hablar, pero las palabras se quedaron atoradas por el nudo en su garganta, quería justificarse.
Él solo quería cuidar de sus hijos, no pensó en nada más que aquello.
—... No estoy molesto, s-sé que querías cuidarme... —TaeHyung bajó de la cama, agradecía tener su pijama puesto y se acercó al mayor. El Alfa Min aflojó sus brazos y Chanyeol aún sin decir nada, pero con su vista borrosa, se sintió envuelto por los brazos del peliazul, inhalando su aroma—. Papá, sé que no quieres que nadie me lastime.
—... No soportaría verte destrozado...
TaeHyung suspiró un poco más tranquilo cuando su padre lo abrazó, esos cálidos abrazos cuando estaba triste.
—Lamento haber causado esto, cachorro. Discúlpame, lo único que quería... era dejar de verte triste.
—... ¿Por qué tratabas a YoonGi como alguien extraño?
—Creímos que, si te decía sobre los Min, no ibas a creerlo...
—¿C-creímos? —murmuró, apartándose un poco.
—TaeHyung —mencionó esta vez YoonGi—. Hace un tiempo nosotros nos encontramos, hablé con tu padre... y tu hermano, aunque debo admitir que él sigue como antes, odiándome. Bien, lo siento, me estoy desviando del tema.
—El punto es... —habló esta vez el Alfa Min, interrumpiendo a su hijo—, es que no podíamos soltarlo todo de golpe. Sé que nunca has dejado que nadie se acerque a ti, TaeHyung-ah. Menos creer en las palabras de mi hijo, sabiendo tu situación.
—Y mayormente la culpa es mía, por alejarte de todos, cariño —finalizó Chanyeol, dando leves caricias en las mejillas de TaeHyung—. Quería tenerte en una cajita de cristal sin que nadie te lastimara, cometí tantos errores.
YoonGi aún en bóxer, miró a su Omega acercarse a él y abrazarlo. TaeHyung sollozó en su pecho, sorprendiendo a los Alfas de allí.
—¿Amor, estas molesto?
—¿Nos odias, hijo?
A las preguntas alarmadas de los demás, TaeHyung negó sin dejar de sollozar, preocupando más a los presentes. YoonGi sostuvo el mentón del menor y lo miró fijamente.
—¿Qué pasa, bonito?
—... T-te lastimé, Hyung... Te golpeé muchas veces... Y-y lo peor e-es que me g-gustaba... —TaeHyung volvió a ocultar su carita en su cuello, abrazándolo. YoonGi formó una mueca. Suspiró y besó la cabellera del Omega—... S-soy un Omega m-malo...
—No, bebé. No eres malo.
Y mientras la pareja menor seguía en su burbuja, BaekHyun miró a su amigo con la mirada nostálgica en los cachorros. Se acercó, Chanyeol lo miró y no protestó al momento que él se tomó el tiempo de secar sus lágrimas secas de sus mejillas.
—¿Y por qué esa cara?
Chanyeol suspiró, negando y sintiéndose cómodo a los brazos del Alfa Min en él.
—Se que tú también me odias por ignorarte estos años... Siento que todo es mi culpa —confesó con pesar—. Eso me decepciona a mí mismo.
—Te perdono.
—¿En serio?
El Alfa BaekHyun asintió, sonriendo con una ceja alzada y estirando sus labios hacia él. Chanyeol rodó los ojos, bufando.
—Te perdono con besos, bonito.
—... Iré a preparar un poco de té.
El señor Min puchereó, y fue detrás del Alfa Kim con suspiros en desgano.
TaeHyung soltó unas risitas al ser acostado en la cama, YoonGi encima no dejaba de morder sus cachetitos rosas y lo marcó con su aroma.
—Uhm, Hyung... No.
—Es increíble como mi amor por ti sigue intacto, incluso aumenta de solo verte, TaeHyung. —Ambos cruzaron miradas un largo rato, YoonGi aprovechó para acariciar los labios esponjosos del contrario, bastante hipnotizado—... Podré besarte sin contenerme.
—Bésame.
TaeHyung cierra los ojos al sentir lo labios del pelinegro unirse con los suyos, sus manos se pierden en las hebras del mayor y YoonGi lo alza de sus muslos, ambos besándose con lentitud que son caricias para el otro.
—¡Ojo con tocar de más!
Ambos se sobresaltan a la voz de Yeonjun en la puerta, mirando con furia misma las manos de YoonGi que antes estaban en los muslos de su hermanito. TaeHyung había caído de espaldas a la cama y YoonGi aún de pie, mirando con expresión de odio al otro Alfa.
—Imbécil.
—Imbécil, pero bien posesivo con TaeHyung. —Cruzó de brazos—. Papá preparó galletas y té, bajen a desayunar.
YoonGi miró a TaeHyung, esperando que su noviecito aún no oficial se negara, pero TaeHyung ya estaba cambiándose. Puchereó e hizo lo mismo.
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