Los días de exámenes podrían ser un castigo para algunos, una felicidad para otros y raramente unos cuantos los tomaban como un día igual que el anterior. TaeHyung era uno de ellos, estudiar, memorizar y copiar lo estudiado, fácil según él.

Había finalizado el examen. Sólo debía esperar... O bueno, esperar mientras disfrutaba de hacer garabatos con un chupetín en la boca, endulzando su paladar.

Sería mentir si TaeHyung no disfrutaba de ver los rostros de sus compañeros, lo sentía como una venganza. Y es que, meses atrás unas Omegas quisieron hacerle una "bromita" habían dicho, TaeHyung no espero ser embarrado de pintura frente a estudiantes.

Un sentimiento amargó en lo profundo de su pecho, las lágrimas habían cubierto su vista, mientras aún podía sentir el deslizar del líquido espeso por su piel. Odio. Era lo único que había sentido. Mantuvo sus puños blanquecinos, temblando por la fuerza involucrada. Agradeció ese día de no haber estado en problemas, estuvo a salvo gracias a los jugadores de fútbol.

Recordó la sensación de raspaduras en la piel, la seca pintura lo lastimó y ese mismo día tuvo que ir al hospital por el picazón en sus brazos y cuerpo, no supo cuantas veces sollozo ese día. No quería volver a sentirlo jamás. Lo odiaba.

- Joven Kim - La voz del profesor invadió el silencio, TaeHyung lo miró inmediatamente al salir de su pequeño trance, escuchó - Puede salir, si usted gusta. Dejé a estos holgazanes terminar el examen.

El profesor mostró una sonrisa a la emoción calcada en el rostro de su alumno, los profesores tenían empatía con el pequeño peliazul Kim, lo veían como un indefenso ante los demás estudiantes que eran crueles con él. Intentaban acercarse al Omega, lo cual era imposible. TaeHyung no lo hacía fácil por el nerviosismo y timidez.

Más tarde, TaeHyung caminó por los silenciosos pasillos del lugar. No había casi nadie recorriendo o haciendo bullicio, le sorprendió.

Inesperadamente, recordó la invitación de los chicos. ¿Sería buena idea ir? No lo pensó dos veces, girando sobre sus talones partiendo al campus de entretenimiento. Tenía que dar una buena impresión.

"¡No tengo que ser grosero! ¡Sé dulce y bonito! ¡Yo puedo!" Intentó animarse. Algo es algo.

Mientras más se acercaba, más sentía el pulsó acelerar y corazón latir de forma veloz. Sus nervios lo empezaban a envolver y su mente trayendo preguntas innecesarias, inseguridad.

Sé detuvo. Frunció las cejas, confuso. Recostó su oído en la puerta que daba a la entrada del mencionado, se podía escuchar unos lamentos entre murmullos. Sintió un estremecimiento en todo el cuerpo, trago.

- ¿Será...? - Susurró, inseguro de entrar o no. Respiró hondo, y empujó las puertas. No importaba lo que sucedía, TaeHyung no era muy amante de la violencia. De pronto, todo se silenció de golpe. Y miró la escena frente a él, allí estaba los Alfas que lo invitaron y un moreno que lo miraba en shock - MinGyu... YuGyeom... ¿¡Qué creen que están haciendo?! ¡Déjenlos!

HoSeok y JungKook soltaron inmediatamente a los mencionados, estos cayeron de culo al suelo entre quejidos. TaeHyung en serio intento ayudarlos, más estos le gruñeron a penas. JungKook , mostró su desagradó al ver el comportamiento de los chicos a la atenta ayuda del peliazul, gruñó y Jung no se quedó atrás.

- TaeHyung - Llamó, el blanquecino. Ganó la mirada inmediata del bajito - Estos idiotas merecían nuestros golpes... Se metieron con nuestras novias - Mintió, codeando disimuladamente a HoSeok, quién captó sus palabras. Asintió junto con él.

TaeHyung abrió sus rositas labios en "O" sorprendido. Ahora entendía, entonces prefirió guardar silencio.

MinGyu y YuGyeom abandonaron el lugar a penas los chicos se habían entretenido con el Omega, huyeron en maldiciones y puro insultos mentalmente.

JungKook no dejó pasar esta oportunidad, tenían al bonito Omega frente a ellos y su Capitán, estaba apreciándolo con una mirada. Yoongi no disimulaba ni un poco y TaeHyung parecía no darse cuenta de la presencia del peliazul.

- ¡Hey! - Mandó una palmada en la nuca al azabache, quién salió inmediatamente de su trance y mirarlo molesto. JungKook , no se dejó intimidar por la fulminante ojos de Min - ¿Estas aquí o en Tael-

- JungKook-Ah, es momento de irnos ¿No crees? Hay cosas por hacer - HoSeok forzadamente salió de allí, despidiéndose del peliazul con una sonrisa y tirar del blanquecino, aún tapándole la boca - Nos vemos, YoonGi. ¡Nos vemos en el almuerzo TaeHyung-Ssi!

El azabache miró sin decir nada a los Alfas, queriendo reírse a sus comportamientos infantiles. Sintió su cuerpo tensarse un poco a la voz rasposa del Alfa que estaba allí con él, lo miró un poco avergonzado. ¿Sería mejor irse?

- Yo...

- E-es mejor que me vaya - Intentó irse primero. TaeHyung con los nervios, caminó hasta la puerta. Pero no estuvo en sus planes que una diestra enorme, sujetará su muñeca. Volteó a ver al sonrojado pelinegro , igual que él, nervioso. El agarré era firme, más no lastimándolo - ¿Ocurre-

- TaeHyung-Ssi, tu... - Cobarde, se repetía.

YoonGi no podía creer que estaba actuando como un tonto frente a su bonito y lindo crush, ¡Lo tenía ahí! ¡De frente y lo miraba con esos cachetitos rojos! ¡Una ternura que lo estaba haciendo tartamudear, imposible. "Soy Min YoonGi, ¿Qué carajos me está pasando! ¡Practiqué mucho para este momento!"

- ¿Quieres salir conmigo? Yo... Tengo unos bombones que me gustaría compartir contigo.

YoonGi juró ver un lindo brillo en esos hermosos ojitos de bambi.

TaeHyung cambió su curiosidad a una de sorpresa y segundos después, mostrar una diminuta sonrisa. Su debilidad era notable. Había una duda en él, el chico frente a él mencionó "¿Salir?" significaba qué era una invitación como la de HoSeok y JungKook ¿No? Sé convenció asimismo que podía ser eso.

- Me gustaría mucho.

La emoción fue increíble, YoonGi debilitó el agarré para caminar a su casillero del lugar, allí guardaba su bolso de entretenimiento y unas cosas más, entre ellos una caja de bombón. No espero que en un par de cerrar y abrir los ojos, el pelirosa ya tenía en sus manos. Lo dejó pasar. Según los rumores, YoonGi había tenido en cuenta que la debilidad del 'rellenito Omega' era los dulces... Complacer sus caprichos. Él lo haría.

TaeHyung no espero al Alfa, siguiendo su camino hasta las enormes gradas de la cancha. YoonGi corrió para alcanzarlo.

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El día se mostraba nublado, más no pareciera que iba a llover. Espléndido para los chicos que estaban sentados disfrutando cierto chocolate. YoonGi no mostró queja alguna, disfrutando el momento de estar un poco cerca del Omega Kim y verlo relajado a su lado.

- Paso más tiempo en casa. No me gusta salir seguido y podría desmayarme de sólo imaginar estar rodeado de mucha gente - Riéndose, TaeHyung terminó de hablar. Mirando de soslayo al Alfa, había sabido su nombre. Más bien, lo reconoció. El popular y famoso Capitán de fútbol,
Min YoonGi. TaeHyung no había día que no escuchara hablar a sus compañeros del Alfa Min - YoonGi-Ssi, ¿Y a ti? ¿Qué es lo que más haces?

- Mh... Dormir. A veces... Soy de leer en mis tiempos aburridos. Es más como un hobby, desde niño me gustaba aprender cosas nuevas - Recordó con nostalgia, limpiando la comisuras de sus labios manchados. Suspiró - Jugar al fútbol, también es un hobby. Todos piensan que mi futuro es ser un jugador profesional - Soltó una risa, teniendo al pelirosa mirarlo con atención, atento a él. YoonGi lo miró directo a esos bonitos ojos - Prefiero... Ignorar todo y hacer lo que sigo haciendo. Es más fácil.

- Wow - TaeHyung no encontró palabras para expresarse. Había pensado que la vocación del famoso Min, sería el fútbol. Pocas veces había visto su manera de jugar, la pasión que le ponía a cada entrenamiento y enfrentamiento con otros grupos, colegios. Pero él tenía un diferente pensamiento debido a su futuro, le sorprendió - Admito que me sorprendes, YoonGi-Ssi - Captó la atención del contrario inmediatamente, TaeHyung miró al frente con un suave carmesí al sentir la intensa mirada de aquellos ojos - Es decir... Mh, esto para ti pareciera como un pasatiempo en tu adolescencia. Es... Lindo. Un bonito recuerdo.

- ¿Sabes? Hay cosas que me gustaría que no fuera sólo un pasatiempo - Sin romper la mirada, YoonGi se atrevió delicadamente a limpiar con su pulgar el labio inferior manchado en chocolate del peliazul. TaeHyung al simple roce, parpadeó en shock, el fuerte latido de su corazón golpeó más contra su pecho a la aconejada sonrisa del Alfa. La distancia acabó ante la cercanía de YoonGi, quien trago un poco nervioso - TaeHyung-Ssi...

- Queda un último chocolate - Torpemente, TaeHyung sostuvo la caja. Podía sentir su cara arder debido a la extraña intranquilidad de su Omega, el aroma del azabache estaba cegándolo, algo muy raro para él - ¿Tu vas...?

- Ten el honor del último dulce - Riéndose un poco, YoonGi realmente quiso morder esos cachetitos apetecibles, ¡El peliazul era tan tierno y más de cerca! ¡Una ternura total! - Es lindo complacer un hermoso Omega gordito del-

Sólo había una cosa que a TaeHyung le disgustaba, la palabra 'gordito' no le traía buenos recuerdos y menos saber que nadie podía entender - a parte de su familia - que le molestaba y enfurecía mucho de soló escuchar esa insignificante e irritante palabra. Prefería mil veces algo distinto, no tan inusual o gran cambio, sólo más tierno y bonito como él era.

Y YoonGi aún sin saber el drástico cambió, no pensó en recibir una bofetada en su mejilla. Parpadeó incrédulo, en completo shock miró al pequeño pelirosa. TaeHyung se alejó sin decir palabras alguna, mantenía sus puños apretados mientras más se alejaba.

- ¡O-oye, espera! ¡TaeHyung-Ssi!

TaeHyung gruñó al ser detenido por su brazo, volteó a ver al Alfa quien pareciera confuso sin entender su comportamiento. Alzó una ceja, suspiró y miró a otro lado.

- Suéltame.

- Pero... yo.

- Odio que me llamen de esa forma. Me disgusta, Min. Y si me permites... Quiero irme. Gracias.

Sin poder pronunciar una palabra o siquiera un perdón, YoonGi sólo pudo mirar como su lindo e imposible Omega estaba alejándose cada vez, empujando a cualquiera que pasaba por su camino. Sin mirarlo. Puchereo en desgano.

- Perdón... - Susurró. Pero ya era tarde.