El descanso llegó y TaeHyungsuspiró de alivio.

Saliendo del salón, aún traía en manos aquellos bombones. No cruzó por su mente rechazar un hecho tan bonito, de solo recordarlo; su carita se pintaba de rojo.

Caminando por los pasillos, sentía las miradas sobre él, los susurros llegando a sus oídos pero eran confusos y unos murmullos que le resultaban incómodos.

Siguió al lugar que siempre estaba solo; el patio.

Nadie iba a comer allí y TaeHyung no se perdería de semejante vista al nublado cielo. El viento lo recibió apenas llegó y su cuerpo se estremecío. Sé recostó bajo un árbol, el árbol más enorme del lugar y dejó los bonitos regalos en sus piernas.

Primero, abrió su leche de plátano y dando sorbo, tras sorbo, miró fijamente la caja, la agarro entre sus manos y alzó sus cejas al ver una nota pegada.

Al leerla, pensó que YoonGi era un tonto... Un tonto bastante cursi.

¡Pequeño hermoso!
Sé que esto es un poco cursi♡

Pero, ¿me darías una oportunidad?
¡prometo cumplir tus caprichos!
<33

Pdt: Espero tu respuesta.

Pdt²: déjame un bombón c:

El cosquilleo extraño nuevamente apareció, Taehyung trago. Su corazón latiendo de forma desenfrenada, releyó nuevamente la nota, incrédulo.

¿Min gustaba...?

Cubrió su rostro con sus manos, quería chillar pero a la vez, no. El beso llegó a su mente y sin darse cuenta, una sonrisa ya estaba en su cara.

Sin embargo, es imposible. ¿Y sí se había equivocado? TaeHyung mordió sus labios inseguro, está situación parecía irreal e incluso tonta. Su Omega estaba emocionado, pero él no.

Mirando sus manitos, pensó. ¿Él? ¿En serio alguien gustaba de él? No lo creía, menos si se tratase del mismísimo Min YoonGi, el Alfa que pondría a cualquiera feliz por un mínimo saludo, aquel que el mundo suspira... Aquel atractivo hombre.

TaeHyung no era de considerarse feo. Aunque la gente a su alrededor dijera millones de cosas a sus espaldas, criticaran su físico, pocas fueron las veces que llegó a la conclusión de no ser una persona que tuviera en su vida a alguien que lo amará como era.

Llegar a pensar que alguien gustaba de él y que ese alguien sea Min, lo hacía dudar.

── ¿Y... s-si le hablo ahora?

Ya estaba de pie sin pensarlo. Tal vez, invitar a YoonGi a comer... Sería un avance de intercambiar algunas palabras, quizá conocerse.

Muy poco creativo, pero era un avance.

Menos de lo que pensó, ya estaba en las puertas que cruzaba por los vestuarios y dar directamente al campus, donde seguramente estarían los jugadores de fútbol. Cerro los ojos un momento, contando hasta cinco y dar varios pasos hasta ingresar al lugar.

... Pero se arrepintió.

Allí estaban todos los chicos semi-desnudos. Si antes estaba carmín, ahora ardía en fuego mismo.

HoSeok al levantar la mirada, se sorprendió al ver a él peliazul en la entrada.

── Oh, ¡TaeHyung! ¿Qué haces, bonito?

Ante el nombre salir de los labios de HoSeok, todos dirigieron la mirada a las puertas. TaeHyung bastante avergonzado y tímido, se giro... Apesar de tener ser un chico, él tenía su privacidad y nadie, jamás había visto el cuerpo de otros hombres y nadie veía su cuerpo. Ahora, ver la desnudez de los jugadores de fútbol... Le causó bastante vergüenza, ya que su cabecita le había jugado una mala pasada...

¿YoonGi tendría...? Sacudió su cabeza.

¡Papá me castigará si se entera que estoy pensando esas cosas... Raras!

TaeHyung tenía un debate en su mente, sin saber que ciertos Alfas habían lanzado una pequeña mirada aquel culito del Omega y apartarse, seguramente Min los mataría.

── TaeHyung, ¿buscabas algo?

──... A YoonGi.

── Esta por el pasillo cerca del conserje ──informo WonHo.

TaeHyung asintió frenéticamente antes de abandonar a pasos rápidos el vestuario. No queriendo incomodar más la situación. Los chicos se miraron entre ellos, como si olvidaran de algún detalle. Hasta que HoSeok cayó en cuenta de algo.

Oh, carajo.

── ¡Mierda! ¡YoonGi esta hablando con HeeSo!

── ¡TaeHyung! ──gritaron los demás alarmados.

Hoy YoonGi había aprovechado para dejar cierta molestia atrás.

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Alzando una ceja en completa desinterés, YoonGi suspiró. Mirando a su alrededor y no a la irritante Omega, Cho HaaSo.

Cho HaaSo era una de sus mayores acosadoras, apesar de rechazarla, ella insistía y era un poco incómodo tenerla encima, ya que... YoonGi sentía la mirada de la fémina todo el día.

No quería meter a su padre, ya que en un chasquear de dedos, él se encargaba de los problemas con tanta facilidad.

── ¡Oppa, tengamos una cita!

── HaaSo.

YoonGi gruño, estaba en su límite de seguir escuchando el palabrerío de la contraria. Admitía haber aceptado aquella salida solo para darle un fin. Pero HaaSo no quería una salida, quería una cita. Dos cosas completamente diferentes.

── ¡Oppa!

Respira, no la mates. Respira, no la mates.

── ¡Por favor, Yoon-Oppa! ¡Tengamos una cita!

... solo sería una cita. Solo eso

── ¡Oppa!

Agh. Maldita sea, solo cállate

── ¡Yoon-Op

── ¡Bien! ¡ya! Tengamos esa estúpida cita, HaaSo ──sin embargo, él siguió. Para después, borrar esa sonrisa de la chica── Mantén esto en tu cabeza, que tengamos esa puta cita, no cambia nada. Acuérdate donde estas metiéndote, Cho HaaSo.

──...

YoonGi maldijo en su interior, solo esperaba y rogaba que estaba vez, la fémina lo dejara en paz. O sino, tendría que poner ciertos cargos para que su padre alejara a la mujer de faz de la tierra.

Solo aguanta un poco más

... Mientras en uno de los rincones, TaeHyung se alejó de allí, tirando aquellos bombones a la basura.

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