No duden en avisarme si algún capítulo tiene faltas de ortografía o nombres mal ♥︎

Between talks and sweet

Los días de exámenes podrían ser un castigo para algunos; una felicidad para otros y, raramente unos cuantos los tomaban como un día igual que el anterior. Al no tener una vida llena de interrupción, el pelirrosa omega prefiere organizarse; estudiar, repasar, memorizar y darse unas horas de descanso para continuar. Fácil según los consejos de papá. Finalizó el examen de ese día, ahora mismo, debe esperar en su pupitre mientras hace garabatos en su cuadro, con un chupetín en la boca, endulzando su palar.

Hay destellos de diversión en sus bonitos ojos, veía el sufrimiento atravesar los rostros de sus compañeros, lo sintió como una venganza bien jugosa. Hace poco meses, unas omegas se sobrepasaron con él, es una "bromita" le habían dicho, ese día sufrió bastante, sollozo bastante y su corazón ardía, ser embarrado de pintura frente a todo el instituto no es un lindo recuerdo.

Un sentimiento amargó floreció en lo profundo de su pecho, las lágrimas rebalsó de sus orbes y se sintió muy humillado, mientras que esa noche el picazón crecía a lo largo de toda su blanquecina piel que adquirió un color rojizo, odió a sus compañeros. Sin embargo, al verse todo perdido, hubo alfas que lo protegieron, esos futbolistas habían sido amables y muy dulces con él, ayudándolo en ese momento.

Recordar esa sensación en todo su cuerpo, aquel picazón insoportable y fue llevado al hospital, siendo consentido por su papá y hermano. Aunque nunca sabría que los alfas esperaban afuera por alguna noticia suya...

── Joven Park ──llamó el profesor, sobresaltándolo. Presto su atención al mayor── Puede salir ──aceptó, alzando sus comisuras a una sonrisa mientras veía a todo alumno y espetó── Déjeme con estos holgazanes.

No hubo arrepentimiento alguno cuando junto a su mochila, abandonó el salón con envidiosas y molestas miradas a sus espaldas, Jimin aún con el chupetín en su paladar, se tomó el tiempo de concurrir por los aislados pasillos, a veces tener el cariño de los superiores tenía una ventaja en grande.

Caminó en pequeños saltos por todo lugar; visitó los salones de música, los de arte, los de teatro (que ocupaban el nuevo escenario arreglado) Sé sintió un poco intimidado al chocarse con el antiguo salón de teatro, no habitaba nadie allí, menos los de limpieza, seguramente había polvo y mucho amontonamiento de sillas, mesas y materiales destrozados espaciados en montón.

Y finalmente, llegó a la enorme campus de deportes. Visualizó a los corredores, a los grupos de omegas porristas y... futbolistas. Sé ruborizo, aguantando una carcajada que el pelirrosita se esmero en detener.

En las típicas novelas que Jimin veía siempre; los populares alfas de un atractivo indiscutible son; arrogantes, misteriosos, presumiendo lo mujeriego que podían llegar a ser, humillando siempre al bobo iluso enamorado que tenían como perrito faldero detrás de uno. ¡Vamos! Un clásico que muchos han de leer o han leído alguna vez.

Pues el panorama que tenía en frente no era a comparación a lo que imaginó. Esos alfas de músculos fuertes y firmes, esos alfas que desprendían sus aromas que gustaban en marcar territorio, todo lo que uno puede llegar a pensar como alfa, el macho.

Esos mismos futbolistas, en vez de ejercitarse, jugaban en pistolitas de agua, mojando al otro. En lugar de presumir sus músculos, jugaban a fingir un casamiento entre ellos como alfa y omega, usando sus propias remeras como el velo de la novia. En vez de ser arrogante y misteriosos, ellos reían a carcajadas mientras otros alfas ponían el balón de fútbol en sus panzas fingiendo un embarazo y jugar entre sí.

«...tuve una idea errónea de ellos, al parecer» pensó, riéndose un poquito al ver la infantil pelea que se armó al beso entre dos alfas que hacían mueca de asco pero, acompañadas de risas. De inmediato recordó la invitación.

«── Esperaremos por ti en la cafetería.» el pelirrojo fue muy amable y agradable con él, desprendiendo un suave tono en la voz, buscando que entrará en confianza. «── Nos haría feliz que estés allí» ese timbre de esperanza en ambos alfas por él, hacia que estúpidamente su corazón se descontrolara y quisiera chillar por lo lindo y caballeroso que fueron con él.

Sé sintió muy... cohibido.

Mordió su belfo inferior, miró el campus y no halló ciertos alfas con los otros, ladeó su cabeza perdido y cuando pensó pisar el césped, se detuvo a un bajo quejido. Se tensó, agudizó sus oídos mirando a ambos lados para saber de donde provenía. Con cautela, caminó lentamente hasta los baños donde después después del entrenamiento, los alfas como omegas iban a ducharse. Sé apoyó en la puerta, y definitivamente se escucho un quejido más. ¿Habían golpeado a alguien?

O... ¿Alguien estaba siendo golpeado?

Pasó saliva, y aún con el miedo en la sangre, empujó la puerta lo suficiente para que esta impactará en la pared al brusco empujón. Lo que encontró lo dejó estupefacto.

A unos pasos, HoSeok y Taehyung soltaron a los alfas heridos que cayeron al suelo; que eran YuGyeom y MinGyu, estos retrocedieron en aullidos de dolor. El alfa pelirrojo lanzó una mirada de pánico a su compañero, Tae humedecido sus labios sin saber que mierdas decir en la situación. Y sin saber que su Capitán suspiraba apoyado en los casilleros, mirando en adoración palpable al pelirrosita enojado.

── Jimin-Ssi ──llamó, HoSeok.

Fue completamente ignorado. El pelirrosita se hincó a los alfas lastimeros, intentó ayudarlos pero estos le lanzaron una mirada de enojo, causando que Jimin impidiera acercarse más, poniéndose triste.

── Jimin-Ssi. Estos imbéciles no valen la pena...──refutó, acercándose al bonito omega y ponerlo de pie. Tae no podía creer lo dulce que era el bajito chico aún siendo que esos tipos lo habían lastimado, definitivamente era un angelito── Déjalos, merecían una paliza.

── ¿Por qué?

── Se metieron con nuestras novias. ──mintió, lanzando una mira al pelirrojo que lo captó inmediatamente, asintiendo al par── Solo le dimos su merecido.

── No fue porque queríamos, Jimin-Ssi. Siempre va a haber una razón de nuestras acciones, umh, aunque el enojó pueda más.

Dentro de la institución, era algo muy normal las peleas entre los alfas territoriales con sus omegas que eran molestados por otros sin respetar la unión de una pareja. El propio director dio la advertencia a esos alumnos que no mantenían el respeto en la relación, siendo expulsado o castigado. YuGyeom y MinGyu abandonaron el lugar a penas los chicos se habían entretenido con el Omega, huyeron en maldiciones y puro insultos mentalmente.

── Yo....umh, yo los estaba buscando. ──confesó, Jimin bajando la mirada sonrojado, sus manitos sudaban. Inhalo hondo. Exhalo con calma── Sobre su... sobre su invitación.

La felicidad fue notable en esos rostros, también la sorpresa haciendo que los ojos de los chicos se agrandaran, causando una risita en el omega.

Al querer responder, el par de amigos recordaron al olvidadizo del Alfa enamorado, que tenía un notable rubor con esos orbes puestos en el chico que no había notado aún su presencia. Tae volteó los ojos, Yoongi tenía la oportunidad de hablar por primera vez con el pelirrosita y no la estaba aprovechando.

── ¡Hey! ──mandó una palmada en la nuca del pálido. Yoongi salió inmediatamente de su trance, molestandose al golpe innecesario. Kim, no se dejó intimidar por la fulminante ojos de Min── ¿Estas aquí? O ¿en Jim-

── Taehyung-ah es momento de irnos ¿no crees? Hay cosas por hacer ──HoSeok forzadamente salió de allí, despidiéndose del bajito omega con una sonrisa y tirar de Kim, aún tapándole la boca── Nos vemos, Yoongi. ¡Nos vemos en el almuerzo Jimin-Ssi

Jimin los vió irse, sé despidió curioso de ellos a ese drástico cambio de ambiente. Y notó a ese alfa que antes no pudo captar, su cuerpo se tenso, no era muy bueno socializando y hoy se esforzó demasiado, merecía un descanso dignó. La rasposa y gruesa voz del alfa lo intimido un poco, ¿sería mejor irse?

── Umh, Jim-

──E-es mejor que me vaya ──interrumpió el omega, buscando huir de aquel ambiente incómodo, y con esos nervios se quiso acercar a la puerta, sin embargo, no pudo dar más de dos pasos al ser detenido de forma inesperada, una diestra sujetó el largo de su muñeca, el agarre era firme pero, no causando daño alguno. Volteó el rostro, sus mejillas tornándose rojitas a ver ese alfa seguro de sí mismo pero a la vez, esa mirada nerviosa── ¿Ocurre... ocurre algo?

── Jimin-Ssi, tu... ──estaba actuando de manera estúpida, su mente quedó en blanco, su corazón latiendo fuertemente en su pecho y suspiró. Se sentía abatido, muy nervioso. Adoró en silencio a su bonito y platónico amor. ¡Lo tenía ahí de cerca! Esos  bellos ojos, esa nariz, esos lunares, esos cachecitos rojizos. ¡La ternura en vida! «Soy Min Yoongi, ¿qué carajos me está pasando! ¡Practiqué mucho para este momento!» ── ¿Quieres salir conmigo? Yo... tengo unos bombones que me gustaría compartir contigo.

Yoongi juró ver un lindo brillo en esos hermosos ojos que expresaban el universo entero, esos belfos que se veían jugosos a vista se alzaron a una bonita expresión de sorpresa. Había dado en la debilidad de Jimin; la comida y dulces.

No obstante, lo que Yoongi no sabía era que en la cabecita de Chim había una duda; salir. Lo comparó con la invitación de HoSeok y Taehyung, se convenció que eran invitaciones iguales, un poco diferente pero igual, al fin y al cabo.

── Me gustaría mucho.

El corazón de Yoongi se ilusionó y, el de Jimin se no supo que sentir.

Yoongi agarró su mochila, sacando de estas mimas una caja muy bonita de bombón y, en su impresión, en una par de cerrar y abrir los ojos, esa caja ya no era sostenida por sus propias manos. Sino por las ajenas.

«──Todo saben que para obtener la atención del gordito Park es con comida, sin ella, serás nadie a sus ojos, Min»

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El día se mostraba nublado, más no pareciera que iba a llover. Espléndido para los chicos que estaban sentados disfrutando cierto chocolate. Yoongi no mostró queja alguna, disfrutando el momento de estar un poco cerca del Omega Park  y verlo relajado a su lado.

── Paso más tiempo en casa. No me gusta salir seguido y podría desmayarme de sólo imaginar estar rodeado de mucha gente... ──riéndose, Jimin terminó de hablar. Mirando de soslayo al Alfa, había sabido su nombre. Más bien, lo reconoció. El popular y famoso Capitán de fútbol, Min Yoongi. Jimin no había día que no escuchara hablar a sus compañeros del Alfa Min── Yoongi-Ssi, ¿y a ti? ¿Qué es lo que más haces?

── Mh... Dormir. A veces... soy de leer en mis tiempos aburridos. Es más como un hobby, desde niño me gustaba aprender cosas nuevas ──recordó con nostalgia, limpiando la comisuras de sus labios manchados. Suspiró── Jugar al fútbol, también es un hobby. Todos piensan que mi futuro es ser un jugador profesional ──soltó una risa, teniendo al castañito mirarlo con atención, atento a él. Yoongi lo miró directo a esos bonitos ojos── Prefiero... ignorar todo y hacer lo que sigo haciendo. Es más fácil.

── Wow ──
Jimin no encontró palabras para expresarse. Había pensado que la vocación del famoso Min, sería el fútbol. Pocas veces había visto su manera de jugar, la pasión que le ponía a cada entrenamiento y enfrentamiento con otros grupos, colegios. Pero él tenía un diferente pensamiento debido a su futuro, le sorprendió── Admito que me sorprendes, Yoongi-Ssi ──captó la atención del contrario inmediatamente, Jimin miró al frente con un suave carmesí al sentir la intensa mirada de aquellos ojos── Es decir... Mh, esto para ti pareciera como un pasatiempo en tu adolescencia. Es... lindo. Un bonito recuerdo.

── ¿Sabes? Hay cosas que me gustaría que no fuera sólo un pasatiempo... ──sin romper la mirada, Yoongi se atrevió delicadamente a limpiar con su pulgar el labio inferior manchado en chocolate del castañito. Jimin al simple roce, parpadeó en shock, el fuerte latido de su corazón golpeó más contra su pecho a la bonita sonrisa de encías del Alfa. La distancia acabó ante la cercanía de Yoongi, quien trago un poco nervioso── Jimin-Ssi...

── Queda un último chocolate... ──torpemente, Jimin sostuvo la caja. Podía sentir su cara arder debido a la extraña intranquilidad de su Omega, el aroma del pálido estaba cegándolo, algo muy raro para él── ¿Tu vas...?

── Ten el honor del último dulce ──riéndose un poco, Yoongi realmente quiso morder esos cachetitos apetecibles, ¡el castañito era tan tierno y más de cerca! ¡Una ternura total! ── Es lindo complacer un hermoso Omega gordito del-

Sólo había una cosa que a Jimin le disgustaba, la palabra 'gordito' no le traía buenos recuerdos y menos saber que nadie podía entender (a parte de su familia) que le molestaba y enfurecía mucho de soló escuchar esa insignificante e irritante palabra. Prefería mil veces algo distinto, no tan inusual o gran cambio, sólo más tierno y bonito como él era.

Y Yoongi aún sin saber el drástico cambió, no pensó en recibir una bofetada en su mejilla. Parpadeó incrédulo, en completo shock miró al castañito. Jimin se alejó sin decir palabras alguna, mantenía sus puños apretados mientras más se alejaba.

── ¡O-oye, espera! ¡Jimin-Ssi!

Jimin gruñó al ser detenido por su brazo, volteó a ver al Alfa quien pareciera confuso sin entender su comportamiento. Alzó una ceja, suspiró y miró a otro lado.

── Suéltame.

── Pero... yo.

── Odio que me llamen de esa forma. Me disgusta, Min. Y si me permites... quiero irme. Gracias.

Sin poder pronunciar una palabra o siquiera un perdón, Yoongi sólo pudo mirar como su lindo e imposible Omega estaba alejándose cada vez, empujando a cualquiera que pasaba por su camino. Sin mirarlo. Puchereo en desgano.

──... perdón... ──susurró. Pero ya era tarde.