Capítulo 3
La música ambientaba el lugar junto el chocar de copas y el cántico de algunos borrachos que parecían trapo viejo sin poder mantenerse en pie siquiera, otros tantos llorando a amores pasados o haciendo nuevas conquistas, y luego está Taehyung, que, aunque no muy resistente al alcohol, tomaba de su vaso como si de agua se tratase haciendo muecas raras por el sabor amargo que provocaban risas en sus acompañantes.
—¡De qué se ríen, idiotas! —vociferó de manera atropellada hacia sus amigos.
—Creo que será mejor que dejes tranquilo un momento el vaso, Tae —dijo Namjoon divertido, arrebatándole de las manos dicho objeto. El menor vio el cristal reluciente contra la luz como si ahí se fuera su vida.
—Noo~ mi vasito —canturreo en tono triste, formando un pronunciado puchero y extendiendo su brazo para alcanzar el objeto, pero terminando por darse por vencido y recostandose sobre la mesa sin mucho interés —Primero Hoseok me quita mi preciada noche de sexo y ahora tú me quitas mi vasito. La vida de no es justa para mí —chillo falsamente.
Una de las chicas del grupo carcajeo y se acercó a él, recorriendo uno de sus brazos con sus largos y delicados dedos de manera provocativa, mordiendo su labio inferior.
—Te ofrecí mí casa, pero tú no quisiste —murmuró, acariciando con su mano libre los cabellos platinados de Taehyung.
Se enderezó en su sitio y negó varias veces con la cabeza.
—Nop. Gracias, pero no. Prefiero estar aquí y beber hasta no saber cómo me llamo.
—Mi compañera de cuarto no está si es lo que te preocupa —siguió insistente, pero el menor volvió a negar —O podríamos ir a un motel si es más cómodo así —susurro en su oído de manera sugerente.
—No, gracias, pero no, gracias —respondió con desagrado. El solo hecho de pensar en ir a uno de esos lugares le causaba asco y lo hacía estremecer, él no quería mantener relaciones donde quién sabe hace cuánto o quién sabe cómo ya estuvieron otras dos personas ahí, o más, quién sabe. Por eso siempre llevaba a sus acompañantes a su departamento. Era más seguro e higiénico porque él mismo se encargaba de lavar muy bien aquellas sabanas al día siguiente, pero en un motel u hostal nadie le aseguraría aquello. Y es que, a pesar de su reputación fuckboy y así, era muy cuidadoso al momento de tener intimidad con alguien, siempre usando protección y haciéndolo en un lugar limpio. Lo que menos quería era contraer algún tipo de enfermedad. No, no, no, eso si que no, su pene era una de sus cualidades más preciadas. Hizo una mueca como si acabase de recordar algo, girándose hacia su noona —Además, tú eres chica —agregó, como si fuera el más grande descubrimiento —Y yo soy 100% gay. Lo siento, amiga, pero no me va el pescado, prefiero la carne.
La mesa quedó un momento en silencio antes de que todos los presentes atentos a la conversación partieran a reírse en carcajadas sonoras por las ocurrencias de Taehyung, y otros, simplemente, porque eran más alcohol que persona. Namjoon sostuvo su estómago y le dedicó una mirada burlesca a la chica, pasando uno de sus brazos por encima de los hombros del peliplata.
—Lo siento, noona, será para la próxima —el moreno sonrió socarrón haciendo que se marquen los hoyitos en sus mejillas, sacuendiendo al chico entre sus brazos —Taehyung sigue siendo de los míos —el nombrado asintió, dándole la razón.
La chica bufo divertida por la faceta ebria del peliplata y se alejó, murmurando por lo bajo un: —Algún día caerá, Kim. No cantes victoria.
Y es que para nadie era una sorpresa que Minyi se insinue de esa manera al chico de sonrisa cuadrada, ya que desde el primer momento en que lo vio le había tenido ganas, pero el chico siempre la rechazaba dejándole en claro que era, totalmente, homosexual y no quería experimentar estar con una mujer. Pero ella era tan terca que seguía insistiendo cada vez que tenía oportunidad, siendo siempre el mismo resultado. A veces resultaba agotador, pero qué se le iba a hacer.
Taehyung, quien se había vuelto a tumbar sobre la mesa mirando con atención las copas de sus amigos, que en algún punto se habían duplicado hasta que su atención fue captada por cierto chico que muy bien conocía.
Jung Hoseok ingresaba al local pavoneandose con una sonrisa coqueta y vistiendo con camiseta blanca, una chaqueta negra y pantalones algo ajustados del mismo color mientras a su lado un chico rubio de baja estatura hablaba de quien sabe qué.
¿Qué hacía su pesadilla andante en aquel lugar? ¿Acaso no le bastaba con quitarle su preciada noche de diversión al acusarlo con el dueño del edificio quien le reclamó aquello, que ahora también iba a arruinar la salida con sus amigos?
—Hey, Taehyung ¿te sucede algo?
El nombrado dejó de ver al "intruso" para después negar. Namjoon quizo insistir por la actitud extraña del menor, más no le dio más vueltas y se lo atribuyó al alcohol.
Taehyung solo veía con rabia y rencor al chico pelirrojo que no se percataba de su presencia mientras llevaba uno de los vasos que había en la mesa hasta sus labios y beber todo de golpe, mascullando entre dientes un: "Me las pagarás, Jung Hoseok".
La noche transcurría con total normalidad, personas saliendo y entrando del bar, algunas risas estruendosas de vez en cuando, el vidrio de los vasos rechinando y el olor a alcohol persistente era lo que había en el local, siendo no solo las horas que aumentaban sino también los tragos de cierto chico.
—Deberíamos haber traído a Jin Hyung —se quejó Hoseok quien ya estaba comenzando a sentir los efectos de las bebidas en su sistema. Y aunque intentara engañarse, estaba consciente de su poca resistencia al alcohol, muy contrario a Yoongi que parecía fresco como lechuga apesar de tener la misma cantidad de copas encima.
—Oye, me ofendes ¿acaso no te gusta pasar tiempo conmigo? —bromeó, divirtiéndose al ver a su amigo perdido en su mundo y con los labios estirados hacia abajo en una mueca triste.
—No es eso, solo que no quiero oír tus quejas acerca de qué te tuviste que hacer cargo de mí porque Hobi se pone triste —respondió sin verlo, luchando para que sus párpados no se cierren.
Yoongi sonrió ladino, ver a Hoseok borracho era un show de sinceridad demasiado cómica a veces. Pero su sonrisa se debilitó al ver la silueta de alguien que se acercaba.
—Hoseok, Oye, despierta ¿ese no es tu-
—¡Jung Hoseok!
Antes de que el pálido tan siquiera pudiera terminar su frase un enfurruñado peliplata se había parado frente a ellos con los manos en su cadera y una mirada para nada amigable.
Hoseok dio un salto en su sitio espantado por el inoportuno grito que lo despertó, pasando de una mueca asustada a un ceño fruncido al notar a su vecino ahí ¿Qué hacía el ninfomano ahí? Y ¿por qué habían dos Kim idiota Taehyung?
—¡Shh! Cállate, asqueroso, quiero dormir —renegó, volviendo a acomodarse en el sillón en el que estaba, Yoongi tenía buenos trucos al momento de conseguir un lugar cómodo.
Taehyung lo miró ofendido por el adjetivo que había usado para referirse a él.
—¿Asqueroso yo? Deberás ser un cerdo descarado para decirme eso a mí —respondió con rabia y casi gritando, llamando la atención de los otros comensales —¿Qué haces aquí? ¿Acaso me estás siguiendo? Vaya, al parecer ya no eres solo un chismoso, sino que también un acosador —dijo con tono burlesco.
—Taehyung, creo que sería mejor que-
—¡¿Acosador yo?! ¡Já! Ni que tuviera tanto tiempo para desperdiciar —gruño enfurruñado, a duras penas poniéndose de pie.
—¿Qué insinuas, cabeza de semáforo?
—Lo que escuchaste, idiota ruidoso que ronca como tractor viejo.
—Viejo tu abuela.
—Con mi familia no te metas, ¡cara de salamanqueja!
Y, sin que nadie pudiera evitarlo o predecirlo tan siquiera, ambos hombres ya estaban rodando por el piso dando golpes no muy certeros debido a las luces destellantes y ebriedad.
Lo siguiente fue ver a Hoseok y Taehyung caminando en una línea no muy recta a cada lado de la carretera con los brazos cruzados e ignorandose mutuamente rumbo a sus departamentos.
Efectivamente, los habían echado del club por hacer escándalo e incomodar al resto de personas que se encontraban ahí, siendo que justo Yoongi recibió una llamada importante, y Namjoon tuvo que cuidar de Minyi quien en cuestión de segundos se había bebido casi una botella entera de soju de un solo golpe.
—¿Qué me sigues, máquina de coser? —dijo Hoseok con enojo palpable en sus palabras, rompiendo el silencio que los rodeaba.
—Por si no lo sabías, vivimos en el mismo edificio, cabeza de menstruación —contestó de igual forma.
Taehyung retuvo una risa que se quiso escapar de sus labios cuando vio a Hoseok queriendo refutar ofendido, pero que detuvo sus palabras en medio camino al dar un traspiés que casi lo mandan al suelo.
Jimin tenía ganas de llorar, otro de sus planes había resultado en un fracaso ¿él era muy torpe o acaso ellos demasiados problemáticos como para hablar sin gritos ni insultos? Definitivamente, eran ellos.
—Lo siento mucho, pero este trabajo se extendió la suficiente, es hora de recurrir a los métodos prohibidos —dijo para si mismo, pues no soportaba un minuto más tener que lidiar con el Hoseok y Taehyung de ese universo.
Y es que no hay mucho que hacer cuando Cupido se enoja.
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Siento que el ritmo de la historia es muy lenta para ser una historia corta, idk
¿Sugerencias? ¿Ideas?
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