Es hora de ascender

Rusia, mi país natal, donde me encontré con mis padres y me prepare para la siguiente misión, ciertamente en medio del entrenamiento recordé cosas de mi infancia, mi primer asesinato, el implanté y lo que me convertía en noble, mi sangre.

Los intentos por matarme fueron inútiles, gracias a mis padres, me convertí en la pesadilla de todos los militares, la mafia rusa tenia el control, siendo la siguiente heredera, debía cumplir mi trabajo, enviarme a Ecuador fue el primer paso, destruyendo algunas organizaciones, con algunas me refiero a la mas grande que había en dicho país, establecimos nuestro campo en la frontera que conecta con Colombia, formamos nuestro nuevo conector, seguidos de España e Italia, donde nos aseguramos de la mercancía.

Mi objetivo en Corea siempre fue concreto, una alianza con los Kim y la destrucción de los rojos, la organización del dragón, aunque no fue previsto el hecho de que perdiera la memoria, ese acontecimiento esta muy alejado de todo.

Hwanwoong al ser mi esposo, ahora se convierte en un heredero legitimo que pertenece a la organización Rusa, su sangre solo debe ser derramada por los nuestros, ha trabajado duro, se podría decir que es muy perspicaz y atento en su oficio.

últimamente siento que el es parte de mi -Andrea, ¿Quieres chocolate caliente?

-Si, por favor.

En las noches suelo acostarme a su lado, su pecho es cálido, el latido de su corazón es como una canción suave que me permite dormir -Mañana partimos- susurro -¿En verdad quieres ir? si no lo deseas, puedes quedarte aquí, yo iré por ti.

negué de inmediato -Quiero ir, lo necesito.

Hwanwoong me sonrió y sin aviso alguno me dio un beso, sus labios son delicados cuando se encuentran con los míos, sentí en ese momento, con la nieve a mi alrededor y el aroma del chocolate luchando contra el aroma de la pólvora, su amor, un amor que me asustaba pero a su vez me encantaba.

Canadá, la ciudad de la bandera roja, el objetivo Vito Rizzuto, un gran jefe de la mafia, ese era nuestro objetivo, decir que no sentía nervios era mentira, tenia la piel de gallina, las dudas y el miedo a fallar me hacían temblar todo el cuerpo.

-Todo saldrá bien- me anime Hwanwoong tomando mi mano y dejando un beso en esta.

relajándome con su tacto y dulzura suspire -Vamos- susurre, el asintió y la señal fue dada.

la base mas protegida estaba ubicada en Montreal, con el escuadrón rodeando el lugar y listos para crear una distracción, Hwawoong y Andrea se infiltraron en esta como simples empleados, cubriendo las armas en las bolsas negras de la basura, pasaron por seguridad.

En una habitación poco conocida ambos se cambiaron de prendas y se mezclaron con los demás guardias, finalmente llegaron al lugar de oro, en una silla con cuatro sujetos a su lado -¿Que diablos...

-Objetivo localizado- informo Andrea a través del dispositivo- Fuego-

Hwanwoong saco sus armas, los sujetos rápidamente se alejaron, Vito miro a Andrea, una risa llena de odio se apodero de el -Adelante, estuve esperando por mucho tiempo.

Los disparos en la zona oeste tenían a la seguridad alterada, cuando fueron por el jefe descubrieron su cadáver rodeado de los cuatro lideres de los otros clanes, la mafia había perdido a sus mas grandes lideres.

La noticia se esparcía por el mundo, las bases militares que cubrían a los mafiosos grandes y pequeños eran destruidas por una pareja de la misma calaña. La rebelión y las disputas por el poder no dejaron de atormentar a todos los que serian los siguientes, según el orden de asesinato la lista de los rusos estaba siendo terminada pronto llegarían a china donde se completaría el trabajo con una alianza si lograban hacer que la pareja los escuchara.

Hwanwoong no lo resistió mas, quería con su corazón tenerla, había comprado rosas y un anillo, tenia un objetivo claro, el se sentía mas vivo que nunca, ahora era respetado y amado por una mujer maravillosa, el deseaba esto mas que nada, tal vez lo deseo con demasiada fuerza cuando la vio por primera vez.

-Hwanwoong- chillo Andrea feliz -Ya tengo los trajes para el próximo ataque.

Andrea tenia sus recuerdos, las muertes que provoco en Corea aun le eran difusas pero sabia que su misión era proteger a Leedo, KeonHee y Xion, cosa en la que ella misma afirma haber fallado, debido a que su mejor amigo ahora estaba muerta.

-Mira lo que...- sorprendida alejo el teléfono -¿Y esas rosas?

Hwanwoong se sonrojo, como de costumbre sintió su piel arder -Andrea- hablo con cierto temor -Yo deseo estar contigo, tu me has liberado de mi familia pero quisiera ser tu prisionero hasta la muerte- Andrea miraba a su esposo con asombro -Todos estos meses a tu lado me hacen estremecerme, se que debo protegerte, eres la mujer mas valiosa de este mundo, pero eres aun mas valiosa para mi corazón.

Andrea se lanzo a los brazos de su amado, tambaleándose por el repentino choque abrazo con fuerza el cuerpo de su esposa, con gusto recibió cada uno de sus besos, sin poder evitarlo, Hwanwoong saboreo el dulce sabor de la piel ajena, contemplo sus piernas y penetro sus carnes, en medio de la noche ambos cuerpos se unían, los gemidos de ambos se mezclaban con el silencio del apartamento, sus voces se hacían una sola y el clímax no los abandono sino hasta la mañana siguiente.

La reina había llegado a la sima, sus enemigos temblaban y sus aliados disputaban, las armas fueron liberadas gracias a su inmenso poder, con constantes ataques fue destruido uno de sus mayores enemigos, honduras, ese maldito lugar la sacaba de quicio.

-¿Que tal la luna de miel?

Hwanwoong sonrió a su suegro -Ella es fenomenal.

-Lo es, es mi hija- alardeo con orgullo -Se que esto será duro pero, es muy probable que deban asesinar a tu padre por traición ¿estarás bien con eso?

Hwanwoong miro a Andrea que preparaba Pelmeni un platillo tradicional ruso en compañía de su madre -Estoy bien con lo que ella decida, solo me importa verla feliz.

-Неро, добро пожаловать в семью.

-¡La comida esta servida!

Alejados de la tormenta la familia disfrutaba de su deliciosa comida. Andrea se sentía en casa, tenia todo lo que amaba, un hombre amoroso y maniático, unos padres a otro nivel y su inmenso poder y conocimiento, ella lo tenia todo y estaba dispuesta a defenderlo a como diera lugar.

La tormenta no me tocara

Estamos muy cerca del final, espero os guste.