capitulo 16
Darya Kuznetsov
Moscú, Andrea miraba la ciudad melancólica, los pequeños recuerdos se apoderaban de su mente y estallaban mostrándole sensaciones olvidadas, Hwanwoong a su lado le sonreía con emoción.
El lugar era muy hermoso, con Hwanwoong a su lado, visitaron diversos lugares y tiendas, con la emoción en su rostro se dejaron llevar por su libertad -Hwanwoong- susurro -Este lugar me llena de vida.
Hwanwoong en la otra cama de la habitación sonrió complacido -Lo se, y eso es suficiente para que me hagas feliz.
Andrea se levanto de la comodidad de su cama, camino hasta la cama de Hwanwoong y con toda la confianza que poseía hasta el momento se acostó a su lado, pegando su rostro al pecho de su esposo, Hwanwoong completamente sonrojado acaricio la cintura de la joven -Descansa- se despidió Andrea para finalmente quedar dormida.
Hwanwoong susurro un lo mismo inaudible, porque aunque le costara admitir, Andrea se sentía bien en el pecho de Hwanwoong, se sentía protegida por sus brazos, ella ya no estaba sola, así lo creía en ese momento.
Pasados los tres días en Moscú, una caminata negra apareció, Hwanwoong supo que el momento había llegado, convenciendo a su esposa para ir por carretera ambos emprendieron su nuevo viaje esta vez en compañía de un chofer.
su siguiente parada, Surgut.
El viaje duro Dos días, haciendo unas cuantas paradas llegaron a Surgut al tercer día, la camioneta los llevo directamente a una mansión, Andrea miro a Hwanwoon con extrañes, ese lugar le era vagamente familiar, bajándose del coche fueron escoltados por diez hombres, Hwanwoong abrazo a su esposa y los siguió hasta el interior de la mansión.
bajando las escaleras de dicho lugar, dos personas los esperaban, la mujer al borde de las lagrimas -Andrea, ellos son la familia Kuznetsov- informo -son t-
-Mis padres- Andrea se vio a si misma llorando por la reciente felicidad, sin dudarlo, se separo de Hwanwoon y corrió a abrazar a sus padres, ambos la recibieron con los brazos abiertos.
-Bienvenida a casa Darlya.
Las lagrimas de la familia contagiaron a Hwanwoong -¿Quieres que lo asesine?- pregunto el señor Kuznetsov a su hija, señalando sin discreción al esposo de esta, Andrea se giro momentáneamente, las armas de los que la escoltaros minutos antes, apuntaban a Hwanwoong quien por inercia y supervivencia apuntaba a su padre.
-No- respondió separándose de los cálidos brazos de su madre -El es mío- expuso abrazando a su esposo quien lentamente bajo el arma.
El señor de la casa sonrió, su pequeña había crecido y aunque no le agradaba la idea de que estuviera casada, le dio ternura verla defender discretamente a su esposo -Bajen las armas, mi Yerno asistirá a la cena de esta noche.
Obedeciendo, los guardias finalmente se retiraron -Hwanwoong, hijo de un Kim ¿eh? Debo admitir que al menos hiciste un buen trabajo en Corea.
Andrea sonrío admitiendo con ello su buen trabajo tomando como única baja la muerte de Xion -Solo falle en algo- confeso tristemente.
Su madre negó risueña -Sabemos que no fue suicidio pero no creo que no hayas podido protegerlo.
-De cualquier forma, los invitados esperan, habrá que ver la habilidad de tu esposo para la siguiente misión.
Andrea asintió seria -¿A donde iremos?
-Canadá- anuncio su padre -Es mejor mandar a dormir a los que no están sirviendo- dando media vuelta camino junto a su esposa, Andi y Hwanwoong los siguieron -Preparare el entrenamiento, y el equipo, no quiero que desaparezcas, ya tuve suficiente con los diez años de retiro.
Andi soltó una carcajada digna de dioses, Hwanwoong quedo embelesado mirándola, era la primera vez que la escuchaba reír de verdad, era casi majestuoso.
El tiempo pasa, es irritante ver como envejece tu piel y tu cuerpo, Andi ya no era la misma, Hwanwoong había cambiado, ambos se volvieron peligrosos, muy peligrosos.
-¿Por que no vienes conmigo princesa?- un irlandés coqueteaba con descaro con la hermosa mujer que se encontraba sentada en el mejor sitio del lugar -Te divertirás.
Andrea había aprendido dos cosas, uno, el amor solía ser extrañamente loco, dos, jamás dejaría que alguien además de él la tocara -Conejito, arrástrate por el suelo- pidió ella.
el hombre con disgusto quiso golpearla, unos segundos bastaron para que una bala atravesara el cráneo de dicho sujeto -No toquen a mi esposa- rugió Hwanwoong sonriente.
El negocio era bueno, sus meses en Rusia reforzaron el conocimiento de la pareja, el largo y agotador proceso de sus huesos siendo quebrador por la verdadera tortura les dio una nueva perspectiva de su vida.
-Amor- chillo Andi -Has arruinado mi ropa.
en medio del antro sus guardias levantan el cuerpo sin vida del individuo, las personas a su alrededor solo observan el espectáculo -Lo siento, te daré uno mas hermoso- acercándose mas a su esposa, la beso con afecto.
Andrea suspiro enamorada, mirando con desprecio a los chismosos gruño -¿Tengo micos en la cara o que?
El rostro de Andrea se teñía de rojo, su vestido había sido salpicado por la sangre y eso le daba un aspecto terrorífico, la música subió de volumen y cada quien se marcho, verlos a ellos era aterrador pero al mismo tiempo fascinante, como si la perfección de la mafia los rodeara, era sumamente deleitante.
El señor y la señora Kuznetsov se encontraban satisfechos con el regreso de su hija, el trono estaba siendo disputado pero la reina estaba por tomarlo finalmente, las bombas estaban lista y solo necesitaban un poco de su piel, donde escondido esta el secreto de sus armas.
Ya había sido suficiente espera, era hora de su grandioso regreso.
Bueno lo que viene a continuación se pondrá bueno, espero lo disfrutes.
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