capitulo 5
Peor que un cervatillo recién nacido se sentía el esbelto hombre de cabello castaño y de un aspecto muy bien parecido, varonil. Tras esos anteojos se esconden unos bellos ojos rasgados, de color miel mezclados con verde eso es al extraordinario.
‹¿Por qué no dice nada? Si se queda en silencio eso demasiada presión para mí, no puedo adivina en que está pensando o lo que quiere. Llevo tanto tiempo trabajando para él pero estoy seguro que nunca lo he terminado de conocer y es complicado de leer también.› El motivó por el cual ese asistente se siente nervioso es por el afilado silencio de su jefe, el director ejecutivo del grupo electronic.
Ese vicepresidente está ahí sentando con sus largas piernas cruzadas, una sobre la otra, con sus fuertes brazos apoyados en cada lado de la silla. El es un hombre de cabello azul negro el cual está peinado muy pulcro hacia atrás, también posee unos notaria musculatura super marcada, tan marcados como esa camisa manga larga casual, pegada fuertemente a su pronunciando pectorales que resaltan a un mas con ese arnés haciendo presión y pasando bajo de sus pectorales.
Tiene mucha presencia al igual que desprenden belleza e intimidación más si lo miras directamente, sientes que esos ojos, morados y alargados como los de un dragón, en cualquier momento te van apuñalar la iris de tus ojos por tener la osadía de mirarlo.
—¿Me estás diciendo que ese psicópata resultó siendo un impostor?—Por fin había hablado y su voz es entre aguda-grave variaba según el estado de ánimo en el que encuentre.
Ese hombre de rasgos fáciles masculinos y pómulos marcados así como un pequeño lunar bajo su ojo derecho, y uno cerca de sus rojos, carnosos labios, es nada menos que Davet Salomé, protagonista masculino. Hermano mayor de Arun por 8 años.
—Así es.—Su voz se podrá escuchar monótona pero la presión que está ejerciendo con esa expresión sería es sofocante.
—¿Y que murió en prisión justamente el mismo día en que el esmoquin blanco de Arun fue manchado de sangre?—El bolígrafo en su mano creo un pequeño ruido al igual que una rama al romperse, sus guantes negros no tardaron en mancharse de tinta.
—Sí, vicepresidente.—Traga grueso.—Lo encontraron muerto con una nota, "mi trabajo está hecho."
No es para menos que se encuentre molesto si se supone que él ya había encerrado tras las rejas a ese loco acosador, dándole Paz al joven maestro Arun. Sin embargo resulta y resalta que al sujeto que atrapamos no era el correcto. ¿Qué pasará con el acuerdo entre mi jefe y el señor Dalyn? Se supone que renunció a todo lo dejado por su difunto esposo, todo para que enviaran lejos al loco que no dejaba ser feliz al joven maestro Arun.
—Los cuidadores comentaron que alguien debió darle una cuchilla cuando estuvo en el comedor.—Aunque dudo que su muerte haya sido suicidó, alguien debió de encubrirlo de esa manera. ¿Cuánto poder tiene ese loco como para ocultarse de esa forma?
—No les había ordenado estrictamente que no lo sacarán de la celta, tenía que estar aislado.—Sus dedos dan pequeños golpecitos en el escritorio.—Quiero que envíes por eso todos los involucrados y los lleve a es lugar.
Tenia pensado hacerles pagar por desobedecer sus órdenes, si les está pagando y trabajan para él entonces, se suponen que deben de obedecer mas cuando ya estaban enterados de lo que sucedía si desobedecen sus órdenes.
—Ya les envié un mensaje a los de la limpieza, estarán con la basura en el almacén en unos veinte minutos.—Comunicó.—...Por lo poco que pude investigar sobre la condición del joven maestro Arun, el se está recuperando bien. Despertó del coma hace unos días atrás.—Al no escuchar ninguna queja por parte de Davet, siguió informando.— También pude averiguar que el padre del difunto Bodhi...—Calló al ver que Davet levantó su mano.
—Deja de seguir informando cosas inútiles como esas.—Lo ve fijamente.—Sí estoy buscando al psicópata es únicamente para que el contrato con Daryl no se vea afectado.—Aclaró.
—Me disculpo.—Baja su cabeza.
—Aunque pensándolo bien si ese acosador sigue ahí afuera es un peligro para dicho contrato.—Sigue dando pequeños golpecitos con sus dedos sobre el escritorio.—Da la orden que vayan por Arun y lo lleven a un mejor hospital, con mayor seguridad.
—Como diga.—Hay veces en las que siento que le importa su hermano menor, sin embargo ese pensamiento es desechado al mismo instante.
Mientras ellos mandan por Arun el ya mencionado yacía suspirando con molestia, se está hartando de estar las 24/7 acostado haciendo nada.
Ya ha pasado una semana desde que Arun despertó en otro cuerpo diferente y muy joven a lo que era antes, pasó de un hombre adulto de unos veinte tantos a un joven de tan solo veinte años. Aunque con su llegada y toma de posesión de esa nueva identidad hubieron unos cuantos nuevos cambios; un desarrolló tanto en estatura como musculatura e inclusive sus ojos se volvieron rojo escarlata o rojo sangre.
Ese cambio se debía únicamente a la llegada de Arun de otro mundo, al despertar entre la vida y la muerte se obligó mejor dicho, llevó su cuerpo aún más al límite, y así hubo un momento en que su corazón se detuvo por menos de un segundo.
Al latir una vez mas despertó y manifestó su casta durmiente, (por eso el cambio de ojos, también sucedía en los alfas de sangre pura y por último los dominantes a esos les lleva más tiempo) una casta que el anterior Arun no logró despertar, no porque no haya podido mas bien no sabía y el hecho de que toda su vida le dijeran que es un monstruo mutante tampoco le era de ayuda, eso solo lograba que su inferioridad, autoestima, amor propio de cayera al punto en que el mismo llegó a pensar que se merecía eso.
Pasó tantas cosas solo porque el médico especialista no supo dar la información correcta, de que Arun podría pertenecer a una nueva casta, una que tal vez se ha olvidado con el tiempo o se descubrió con el nacimiento de Arun. Tenían que haber realizado otra prueba de género pero no, simplemente lo catalogaron como un especie extraño sin pertenecer a ninguna casta. También cabía la posibilidad que alguien deliberadamente le pago al hospital para que diera tal información.
—Estoy tan aburrido de estar solo acostado en esta camilla, los médicos siguen sin querer darme el alta y mi papá sigue estando a su favor, tiene miedo a que empeore estando ya en la casa.—Suspira frustrado.
Arun es alguien que en su vida ha estado quieto por tanto tiempo, no tenia tal privilegio en su vida anterior al punto en que tenía que entrar a mazmorras así se sintiera a morir, no podía descansar porque cada cierto día tenían que entregar unas cuantas piedras de mana al gobierno, (obligatorio) todo despertado tenía que hacer eso porque se suponía que era para poder ayudar a las personas de bajos recursos que apenas podían someterse con lo poco que se ganaba en sus trabajos.
‹En serio estoy empezando a extrañar esas criaturas infernales, en ocasiones eran mis pelotas de antiestres en los días difíciles para mi.› Pensó, recordó que no puede hablar en voz alta de algunas cosas por ese acosador podría haber dejado algún micrófono en su habitación.
Discretamente busco por cada rincón pero no encontró nada, sin embargo hace dos días atrás, dos niños le preguntaron si tenía algún hermano mayor o pareja muerta como para ser visitado por un fantasma en el tiempo que estuvo en coma. Eso le causo repudio a Arun de solo imaginar a ese psicópata mirándolo dormir y hacer quién sabe que cosa.
Arun se dió cuenta al instante de quien se trataba a lo que preguntó; "¿Lograron verlo? ¿Como es su cara o complexión?" Los dos niños negaron ver mas allá de solo una figura detrás de las cortinas, que era alto si. Eso no fue de mucha ayuda para Arun, habían demasiadas personas altas en el mundo pero desde entonces se ha quedado despierto esperando que aparezca e invada su habitación, sin embargo no pasa tal cosa.
—Mi papá no tardará en llegar.—Baj de la camilla, acto seguido procede a quitarse la bata y quedar únicamente con ese pantalón que es ropa de hospital.
Las heridas de balas están sanando correctamente, Arun al percatarse de eso detuvo sus movimiento que eran hacer flexiones olvidando que le habían disparado, por el momento no podía hacer nada brusco ni ejercer presión de por sí ya fue regañado la primera vez.
Cuando los doctores se enteraron que Arun estuvo en una pelea, se volvieron histéricos llevándolo a la camilla y revisando minuciosamente cada parte de su cuerpo, suspirando aliviados a ver que todo estaba yendo bien.
‹Estos últimos me han servido para meditar unas cuantas cosas; Leí minuciosamente hasta las letras pequeñas del testamento dejado por Bodhi, ese joven de 27 años en serio era un ser de luz por lo visto, el ángel guardián del anterior Arun.
En cada clausula o deseo todo lo hizo pensando únicamente en el bien de su amado, él conocía muy bien a su familia, sabía que su familia no iba a permitir que ese dinero fuera tomado por alguien más, (si moriría por culpa de Arun) que no iban a dárselo a Arun ya que lo estarían culpando de todo lo que le pasará a Bodhi, por lo que el mismo Bodhi dejó estrictamente prohibido que esos activos y propiedades fueran tomadas por su familia así mismo por ninguna otra persona que no fuera su amado Arun.
Si nada de eso terminaba en manos de Arun entonces, quién sea tendría que pagar una multa de tres millones de dólar e incluso ir a prisión porque lo estarían robando, y así Arun no aceptara esos activos entonces pasarían estar guardados en el banco hasta que Arun se decidiera a tomarlo, era lo mismo con las regalías de su trabajo, con los anuncios, vídeos musicales, todo.
Es por ello que estoy en un dilema, puesto que yo, no soy ese Arun cómo para tomar posesión de esa fortuna. Sin embargo, tengo pensado en aceptarlo únicamente para dárselo al Daryl, ese hombre merece lo mejor, dejar de trabajar y empezar a cuidar de su salud.
Es lo menos que puedo ser luego de tomar posesión de este cuerpo, también se lo merece porque por el bien de su hijo renunció a mucho con tal que su hijo pudiera vivir tranquilamente. Por ellos pienso comunícame con ese Deon no mas tardar hoy por la tarde, solo estoy esperando a Daryl es el único con celular.› Arun salió de sus pensamientos para llevar su mirada a la puerta.
Los pasos que escuchaba allá afuera eran los de su papá y unos dos doctores, se ha memorizado cada uno para descartar cualquier e impedir que lo alcance cualquier peligro. Esperanzado que por fin le venga a informar que le darán el alta.
—Papá, ¿podemos salir ya de este hos...pital?—Un abrigo cayó sobre su cuerpo, cubriendo su piel expuesta y a la vista de todos.
‹Esto es...¿Cuando llegó y por qué no escuché ninguna otra pisada diferente de las ya conocidas?› Ligeramente levantado su mirada solo para encontrarse con esos ojos dorados, unos que son imperturbables.
—En sus condiciones no debería de andar desabrigado, por lo menos espere que se recupere.
—¿Me está diciendo exhibicionista?—Una medio sonrisa fría se adueñó sus labios ante el silencio inminente de ese hombre e imponente.
‹No soy de las personas que suelen irritarse por algo o cosa que digan, pero en serio ese tal Deon con solo su presencia me hace hervir la sangre, muy molesto.› Arun se volvió a poner la bata.
—Si tiene la intención de cubrirme por lo menos que no sea con ropa apestosa como está—Le entrega nuevamente el abrigo.—Esa loción que usa si que es fuerte.
‹Ese abrigo está impregnado de una loción muy escandalosa, hecha principalmente con la flore ciclamen; posee un olor dulce con matices herbales. Mi nariz arde un poco de solo olerle tal olor, me desagrada y me revuelve el estómago pero al mismo tiempo no es del todo malo olerlo, es muy raro.›
Arun al tener su mirada bajo el cuello de Deon, no se percató de la extraña mirada de Deon. Fue menos de un segundo pero hubo perturbación en esos ojos dorados.
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