El reloj de madera de pared tenía un toque especial en su cuarto. Estaba hecho de roble, tal vez fue eso que la hizo sentir especial de ran solo verlo. Encajaba a la perfección con la pared lisa de color blanco opaco. Perfecto, como normalmente lo definiría.

Se sacudió en el medio mantel que tenía puesto, el cual se lo había regalado su madre porque supuestamente manchaba mucho su ropa al cocinar, solo porque algunas veces tenía unas pequeñas más bien diminutas manchas de guiso. Se dirigió a la cocina y destapó la olla, el cual la comida ya estaba hirviendo. Caldo de pollo con verduras acompañado con una ensalada de tomate y pepino. Apagó la estufa, agarró el cucharón de metal que tenía a su lado y probó si estaba bien de sabor.

Hacer las labores de la casa lo tenía agotado, pero estaba bien. Ese era el trato.

—Ya llegué amor—se escuchó el sonido de la puerta abrirse junto con el sonido de la llave, el cual lo dejo en la mesita alta que estaba a lado de la puerta.—Mi día hoy fue de lo más agotador. El jefe me envió a una entrevista con una persona famosa, en el cual yo estaba muy emocionada, ya sabes, vidas privadas—se quitó las zapitllas altas negras y las dejó cerca del sillón de la sala— pero wow, esa chica si que estaba alterada. No hacía otra cosa que hablar de si misma, por lo cual me recordó a mí, de cierta forma de hecho— posó una de sus manos en la cadera—pero... Lo bueno es que supe lidiar con ella.— se sentó en el comedor.

—Que bien amor, llegaste a tiempo para la comida—puso dos manteles en la mesa cuadrada junto con un juego de cubiertos— hice pollo con verduras, a parte una ensalada.

—No sabes cuanto te agradezco que hagas los labores de la casa, sabes que aun me da repugnancia la suciedad.

—Ni que lo digas, haz combinado lo necesario y eso es importante.— inclinó su cabeza para darle una beso como saludo.

—¿Hoy a que horas entras a tu trabajo?.

—Según mi jefe a las ocho, pero trataré de llegar un poco más temprano.— sirvió el caldo para ambos mientras se acomodaba en la mesa.— eso fue lo bueno de estar a tu lado. Antes era todo un completo impuntual.

—Lo sé, soy genial. No hay necesidad de decirlo.—sopló el caldo y de lo bebió.

—Chloé realmente no sé ni cómo terminé aquí a tu lado. Y imaginar que pensaba que ibas a ser una gran modelo, y al final terminaste siendo una reportera.

—Y tú, mi amadisimo Luka, eres un gran músico. Que toca en bares de noche pero un gran músico.

—Ya verás que pronto voy a ser el mejor rockero del mundo— inclinó su bebida de limón en dirección a ella. Su ego muy difícil de le bajaba, pero con ella a su lado que más se le podría hacer.

Ya tenían dos años de casados. Aún no tenía hijos, hasta que tengan un salario bueno los tendrían.
Chloé trabajaba en una empresa como reportera, y nada mal que hacía su trabajo, los argumentos que empleaban eran fuera de este mundo. Nunca perdía una entrevista, pero... Si era buena haciendo su trabajo, ¿Porque le pagaban poco?. En una sola palabra ella lo resumiría. Mujer. Ser mujer a veces era de lo peor, sólo por ser mujer te pagaban menos y eso la sacaba de casillas en ciertas ocasiones. Pero al final se tranquilizaba al saber que tenía un plan en mente. Su jefe era de lo más machista, eso que ni refutar con la idea. Podría ahorita mismo ir por un abogado y hacer que le arrestaran, pero no tenía las suficientes evidencias para llevar a cabo el plan. Así que dejaría pasar un poco el tiempo para que el siguiera haciendo de las suyas y al final reunir la evidencia necesaria.

Todo en su vida era perfecto. Con el hombre a su lado juraría que podría romper barreras.

Luka era un hombre muy tranquilo, con unos gustos a veces raros. Él siempre la tranquiliza y le da los mejores momentos. A veces le componía una canción por tanto estrés del trebajo. Su alma descansaba en sus brazos y eso la llevaba a lo alto de las nubes.

—Bueno amor, me retiro. Tengo trabajo que hacer. Más al rato platicamos. —y de nueva cuenta le dió un beso, pero está vez más profundo.

Que lástima que sólo fue otro sueño que no se podía hacer más realidad. Ese fue su último beso con Luka. Su última conversación. Su última tranquilidad.

Después de eso Luka sufrió un accidente automovilístico, en el cual iba a su trabajo. Sólo había desviado la mirada por un segundo y fue su total perdición.

Se levantó de la cama, y con pasos sin alma fue a la cocina por un vaso con agua. Era la única cosa que tenía. Su refrigerador estaba vacío, en el sólo habían litros y litros de agua simple.

¿De qué serviría tener comida u otra cosa?, al final nada tenía sabor. Ni la pizza, las sopas, la hamburguesa. Nada absolutamente nada tenía sabor.

Al terminar de beber el agua sus manos empezaron a templar, su mandíbula no tenía control. Las piernas le dejaron de responder por un segundo. Su cuerpo se había quedado sin alma desde que él de fue de su lado.

No más platicas sobre su día con él. No más de su deliciosa comida. No más besos. No más caricias. No más un te amo antes de dormir. No más su precencia. ¿Cuánto más tenía que soportar ese dolor?. ¿CUÁNTO?.

La vida se la cobró, por ser una persona muy egoísta y grosera. Por ser tan caprichosa.
Pero cambió, cambió gracias a él. Y tenía razón le había entregado su alma y con él se fue su alma. Deseaba con todas sus fuerzas morir para estar a su lado. Pero se lo prometió que nunca haría una tontería. Se lo prometió y se lo iba a complir.
También que no le debía que culpar a la vida y que seguía siendo ella misma.

Lágrimas y más lágrimas caían de su rostro. Debía ser fuerte y superarlo. Como el lo deseaba. Pero esa tarea le era de lo más imposible.
Ya no quería soñar, no quería dormir, no quería nada. Ya ni sabe si llamarle sueño o pesadilla. Pero tenía que superarlo y segur adelante tanto como el deseaba, así que, harta de su comportamiento, tomó la foto de Luka que estaba en el altar y la guardó en una caja para así poner otra y cambiarla, Dónde estaba él con ella a su lado. Ambos sonrientes y felices de la vida, encendió las velas y se fue otra vez a dormir, esta vez un sueño que duraría para siempre y en el cuál nunca despertaría.

Nos vemos pronto mi amor.

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Número de palabras: 1165

Historia para el concurso de unicorniosalpoder21 @Annie_Schade

#LACD

Pareja que me tocó: Luka x Chloé