8: La chica de las gradas que babeaba por él
—Mis padres no han venido ¿Puedo quedarme contigo? —preguntó Ester apenas abrí la puerta.
Llevaba un conjunto gris deportivo y esos ojos azules estaban hinchados de llorar.
—Claro, pasa...
Le abrí más la puerta y me fijé en que llevaba una maleta ¿cuánto tiempo se pensaba quedar?
Los padres de Ester estaban separados, ella no lo pasó bien con la separación de sus padres, terminaba llorando cuando ambos se iban, su madre se mudó a Londres, su padre a Madrid y muchas veces viajaba a por negocios, y ella se quedaba con su nana.
Ester podía ser una villana, pero también era una persona que necesitaba ayuda.
Sus padres venían a verla de vez en cuando, unas veces si llegaban, otras veces le daban una barata excusa y le mandaban un costoso regalo. Todas esas veces que no venía, ella huía de su casa, siempre iba con Martina y Val, pero dadas las circunstancias vino conmigo.
—Podemos invitar a Pau y hacer una pijamada.
No esperé mi respuesta y ya se encontraba mensajeando con la pelirroja. No me molestaba, aunque sí era un tanto incómodo. No hemos hablado de lo del baño.
Me vibró el móvil, me llegaron mensajes de metralleta.
El champiñón que
se robó a mi mejor amiga:
Carla
Carla
Carla
Carla
Carla
Carla
Carla
Contesta
Carla
Carla
Carla
Contesta
Me:
¿Qué quieres?
El champiñón que se
robó a mi mejor amiga:
Estoy afuera de tu casa
Sal 😁
No le contesté. Salí de la casa y caminé por la entrada hasta salir de la propiedad.
Me encontré con Pedri y Gavi, ambos llevaban ropa deportiva y se veían algo sudados. Mi mirada siempre se la ganaba Pedri, noté que se había afeitado, eso lo hacía parecer más joven, pero yo prefería esa barba sexy.
—Hola.
Mirada encantada en Pedri.
Y la mirada toda incómoda de Gavi.
Él siempre arruinaba los momentos. Odioso.
—Deja de mirarlo.
El mundo me ardió de vergüenza.
—No lo estaba mirando.
Alguien que me entierre por favor.
—Pero si...
Le di un pellizco.
—Cállate.
Mi cambio de humor fue de un ogro y uno angelical al mirar otra vez a Pedri.
—A que han venido.
Gavi puso sus manos en mi rostro y de una manera para nada suave me hizo voltearme para mirarlo solo a él y no a su amigo.
—A esto.
Me entregó dos pases "Vip".
—Me dijiste que te gustaba el fútbol y te conseguí un pase para que veas el partido desde cerca —Escuché la voz de Pedri y yo me quedé pedrificada
—Que lindo, gracias.
Gavi se rio y yo le di otro pellizcó.
—Y el otro es para Val, me dijo que iría. Se lo das.
—Allá estaremos, suerte.
—¡Carla, tía ¿Quién te ha venido a buscar?! —La voz de Ester, junto a sus pasos, se escucharon.
—Corre tío, que medusa ya viene —murmuró Gavi a Pedri, pedri lo miro confuso y champiñón lo agarro del brazo para jalarlo y salir corriendo.
Ester salió y sonrió coqueta al ver a Gavi.
—Hola, Pablo —Se acercó a Gavi y le dio esos dos sexys besos en sus mofletes.
Champiñón se quedó tieso, no le devolvió el saludo y de una manera cortante le dijo:
—No me llames Pablo, es Gavi.
Incómodo.
—Vale —La voz de Ester salía tan coqueta y era tan descarada que le guiñó.
Estaba incómoda y a la vez risa por como champiñón la miraba, pero me dio rabia y una amargura, cuando Pedri me tocó el brazo, me morí por su tacto, pero lo quise matar cuando empezó a hacerme gestos con los ojos.
"¿Qué?"
Siguió con sus gestos y lo entendí, señalaba a Ester. Quería que lo presentará.
Fue un puñetazo a mi corazón.
Él ya no me miró a mí, la miró a ella.
¿Alguna vez han sentido ese dolor en la garganta, que si abren la boca para hablar les dan unas inmensas ganas de llorar? Pues me sentía así, el dolor era mínimo y pude controlarlo, aunque seguía doliendo.
—Ester, él es Pedri. Pedri ella es Ester.
Pasaba el miedo de que cuando presentabas a tus amigos, te dejaban de lado y pues sospechaba que eso pasaría.
Gavi y yo nos miramos, miramos la escena. Pedri y Ester hablando, coqueteando y ella haciendo esa cosa tan sexy con los ojos y los labios.
Y estaba yo con un pijama de Taylor Swift. La gloria pura.
Gavi se acercó a mi lado.
—Supongo que nos vemos mañana.
—Te veré.
—Te ves muy guapa, Carla —Acarició mi mejilla y me dio esa sonrisa que derretía a cualquiera.
Pero él era de Valeria.
Yo quería a alguien como él.
Atento. Saber que decir. Saber como tratar a una chica, hacerla sentir la reina de su corazón.
Gavi se llevó a Pedri y entre jalando a Ester conmigo.
—¿Crees que le guste?
—No lo sé.
—Vamos tía, que le he gustado. Esta pilladisimo.
Agarró mi laptop y empezó a buscarlo desde mis redes sociales.
—Se siguen en insta ¡Debes de hablarle de mí!
Rodé los ojos.
—Carla hazlo, por favor.
—Es gay —hablé sin pensar.
—Mientes.
—Le gusta Gavi, por eso siempre lo lleva a todos lados —mentí.
—Pero... sigue a muchas tías.
—Para quitar sospechas.
Me iré al infierno.
—¡Pero es guapísimo!
No se me pudo ocurrir otra cosa, ¿Por qué diablos dije que era gay? El problema en el que me meteré si Pedri o Ester se enteran que les mentí.
—Bueno, no importa si es gay. Yo le puedo dar a probar y...
—Por favor, no me hables de eso. Que me da asco.
—Carla, follar es algo natural.
—Aja, pero no quiero saberlo.
Imaginármelos enrrollándose era asqueroso.
Pau llegó unos minutos después, pedimos pizza y ellas dos stalkearon a Pedri.
—No creo que sea Gay, la verdad.
—Él me lo dijo.
—Seguro te lo dijo para que lo dejes en paz, es que a veces eres muy pesada —Me dio una mirada despectiva y volvió a la pantalla, mi rostro estaba comprimido en una mueca y me creí lo que dijo Ester.
—Yo sé como me miró, sé cuando un tío quiere follar y él me follo con los ojos. Es obvio que no es gay.
—Vale, supongamos que no es gay, pero es futbolista y pone los cuernos —dijo Pau—. Mira que hasta Gavi que era todo tonto, se folló a todas esas chicas.
Celos, Pau estaba celosa.
Esperen un momento. Me fijé en su mirada, en como miraba a Ester ¿Acaso ella...?
—Que me dé fama y me hago la ciega —dijo Ester con una sonrisa y era esa sonrisa de querer obtener todo lo que se proponía con los chicos.
—Es mejor que lo olvides —Pau le quito el portátil.
Ester no refutó y sentada empezó a bailar en la cama, hizo unos movimientos con sus caderas que tiraba para adelante y para atrás.
Cantó:
—Yo quiero un pelotero que tenga dinero
Me lleve de shopping por el mundo entero
Viajes, lujos, joyas, pero, pero
Que me deje coja si no next
Coja, coja, coja, coja, coja, coja, coja, coja, coja, coja
Por la diosa Taylor Swift, librame de este mal.
Amén.
3 de abril, 2022
Miré a Ester, dormía en mi cama. Era tan perfecta, hasta cuando dormía. No tenía los ojos abiertos, no babeaba, hasta se veía tierna. Yo dormía y era como Ana de Frozen.
Pedri no se fijaría en mí, no teniendo a Ester.
Basta. Basta. Basta. Nada de pensamientos negativos. Yo también era guapa y divertida, Ester era la puta perfección, pero yo era graciosa y muy bonita. Lo era, yo también podía hacer que se fijará en mí.
Además ya tenía ventaja, yo lo conocía, él me conocía, no al 100%, pero íbamos en camino. Él me ha invitado a su partido, en asientos importantes, a ella no. Yo iría y mañana le invitaría a cenar, sin miedo.
Iría al partido.
Por la santísima Taylor Swift, no sabía nada de fútbol.
¿Qué haría?
Se darían cuenta que le mentí ¿y si no le gustan las mentirosas?
No me quedó más opción de que informarme en Internet, pero no dio resultado.
Me levante de mi cama, agarre mi cartera y me vestí por algo normal y lindo. Llame a Gavi un montón de veces, no contestaba, seguí insistiendo hasta que contestó.
—Es media noche ¿Qué quieres?
—¿Puedo ir a verte?
—Estás loca, voy a colgar.
—¡Espera!
—Me estoy quedando dormido
—Tomate un café.
—Odio el café —farfullo malhumorado.
—Gavi, por favor. Déjame ir, es importante, necesito tu ayuda.
Lo escuché balbucear.
—Vale. Ven y espero que sea importante.
—Te quiero, llego pronto. Besos, champiñón.
Gruñó.
Pedí un taxi y llegué a la parte trasera de La Masía, donde un para nada agradable Gavi me espera.
—Buen día —canturreé.
—Aún es de madrugada —masculló malhumorado.
Creo que a alguien no le gusta que lo levanten de sus dulces sueños.
Caminamos por las instalaciones, dirigiéndonos a los dormitorios.
—Espero que lo que sea que quieras sea importante.
—Quiero que me enseñes fútbol.
Se detuvo y toda cara de culo desapareció para mirarme burlón.
—¿Bromeas?
—No.
—Es por lo que le dijiste a Pedri.
—No.
—Mientes.
—Bueno sí, no quiero que piense que soy una mentirosa.
—Pero, lo eres. Le mentiste.
—Ni siquiera sé por qué se lo dije —confesé.
Entramos a su habitación.
—Porque te gusta.
—No.
Empezó a darme calor, especialmente en mi cara. Estaba roja, me había sonrojado como una cereza.
—¡Oh te gusta Pedri!
—No.
—¡Te gusta, te gusta, te gusta!
Le tiré un puñetazo al hombro.
—¡Cállate! Y ayúdame porque yo te ayudo con Val.
—Pero me ayudas porque sabes que me gusta, es más la amo.
—Ay Cállate, primero ten los huevos para decírselo en la cara.
—Y tú ten los huevos para admitir que te gusta Pedri.
—No me gusta.
—Aja y yo soy novio de Taylor Swift.
—Vale, admito que un poquito.
—Lo sabía. Se lo diré a Val.
Agarró su móvil e hizo una mueca.
—No te contesta, está leyendo —dije por qué yo la llamé primero, pero no contesto y mi segunda opción fue champiñón.
—Sí... está leyendo —Tiro el móvil a la cama, noté tristeza en su voz y la oculto al decirme—. Te ayudaré, pero que sea rápido. Mañana tengo partido.
Estuvimos dos horas despiertos, Gavi me enseñó lo básico. Las posiciones, las tarjetas, lo de las faltas, los fuera de juegos, entendí poco y al final él se dio por vencido y me dijo:
—Vale, mejor has esto. Cuando el estadio grité, tú también Gritas. Y si Pedri te dice algo le sonríes y le dices: estuviste genial.
—Vale, vale. Pero me salvas, no quiero quedar como una tonta.
—Lo haré.
—Vale, pediré un taxi.
Di media vuelta para irme. Gavi me interrumpió al chillar mi nombre.
—¿Mañana podemos cenar juntos?
—¿Juntos?
¿Nosotros dos? ¿Solos?
—Yo llevo a Pedri y tú a Val.
—Claro, pero tú invitas la cena, Galán.
Di tres pasos, mi mano tocó la perilla. Gavi volvió a llamarme.
—Carla...
—¿Qué?
Me volteé.
—Ya es muy tarde para que te vayas en un taxi. Te puedes quedar, si quieres.
—¿No te molesta?
—No. Pero no hables dormida.
—Yo no hablo dormida, idiota.
—Como digas, quédate y mañana pido un Uber temprano.
No fue necesario pensar en si quedarme o no. Era tarde, no había traído mi gas pimienta y me moría de sueño, además no era nada malo. Él era un amigo y anteriormente ya habíamos dormido juntos en una pijamada con Valeria.
—Vale.
—Val se deja pijamas, eres su talla creo.
Fue a su armario y de un cajón saco prendas. Me asomé y vi que tenía un apartado de la ropa de Val. Eran tan monos, porque mi amiga también tenía ropa de Gavi en su apartado.
—Gracias, iré al baño.
—Claro, siéntate en tu habitación.
Deje mi bolso en la cama y fui al baño. Me dio más ternura que en su baño, también tenía cosas de Val, repito ellos son end game. Solo les falta un empujón.
Peine mi corto cabello con mis dedos, me cambie y al estar lista salí del baño. Miré a Gavi con rareza, pasó tan rápido, pero vi con claridad que echo algo a mi bolso.
—¿Qué has hecho?
—Nada.
¿Por qué sospechaba que había agarrado mi móvil?
—Finjamos que te creo —Lo miré esperando a que soltara la sopa, pero él puso cara de idiota ¿Qué has hecho champiñón?—. Dormirás en el suelo ¿verdad?
—Mañana tengo partido, debo de estar al cien. Tu dormirás en el suelo.
—Sé un caballero.
—Ay venga. Como si nuca hubieses dormido con un tío.
En realidad no, bueno con él, pero no cuenta por qué estábamos en la cama de Val, y ellos durmieron abrazados y yo en el rincón.
—Pobre que me abraces.
—Calla.
Me acosté en la cama y agarré almohadas para separar mi espacio del suyo. No era que no confiaba, pero era mejor evitar malentendidos, además que asco.
Miré el techo y recordé a las dos chicas que dejé en mi cama. Ester dormía pesado, podía ocurrir un terremoto y ella moriría durmiendo, en cambio Pau, ¿ella se habrá dado cuenta que me fui?
Lo más importante ¿Qué pasó entre las dos?
¿Besos para fortalecer vínculos de la amistad?
Estaba 100% de que la quería, pero de forma amistosa. Como amiga, lo que pasó fue una especie de experimento, como esos besos que nos dábamos para practicar.
Aun así me quede con la duda de lo que hubiese pasado si Bruno no interrumpía.
—Gavi ¿Sigues despierto?
—Intento dormir.
—¿Podemos hablar?
—Dispara.
—¿Cómo tienes sexo con una mujer?
—Duérmete.
—Lo quiero saber.
—Pues... no sé como decírtelo sin sonar como un cochino.
Hice una mueca de asco.
—Mejor ya no digas nada. Buenas noches.
Me incliné a besar su mejilla.
—Buenas noches, tonta.
—Capullo.
Le tiré un patadon y el gritó tan fuerte que dejó un eco en mis oídos.
—Joder, tía que te quedaras sin sobrinos.
—Sigue soñando, cabezón.
Good morning it's time to get up. Have a great day.
Abrí los ojos al escuchar mi magnífica alarma con la voz de Taylor Swift junto al instrumental de Styles.
And I should just tell you to leave, 'cause I
Know exactly where it leads, but I
Watch us go 'round and 'round each time
—¡You got that James Dean daydream look in your eye
And I got that red lip, classic thing that you like
And when we go crashing down, we come back every time
'Cause we never go out of style
We never go out of style!
Canté haciendo el bailecito de Harry Styles, Valeria me lo enseñó.
Mi alarma dejó de sonar y volteé a ver a la cara de culo de Gavi que me veía con cara de dormido.
—Siéntete bendecido, has escuchado a la doctora Taylor Alisson Swift, tendrán un gran día.
Levantarme con música de Taylor era mi rutina mañanera, a eso yo le llamaba iniciar el día con el pie derecho.
Gavi me prestó su baño y yo aproveché para darme una ducha. El agua caliente relajo mi cuerpo y al terminar me envolví en una toalla.
—¡Oye, Gavi! —grité, no escuche su voz—. ¿Me prestas algo de ropa de Valeria, por favor?
No escuche su respuesta, impaciente lo espere y cuando empezó a darme frío, agarre fuerte la toalla y salí del baño.
Supe por qué no me contesto, Gavi se estaba quedando dormido sentado en la orilla de la cama, se había quitado el pijama y solo estaba en bóxer. Supuse que se daría un baño.
—¡Gavi!
Dio un brinco y me reí. Champiñón me miró sin entender y al ver que no paraba de reírme me miró mal.
—Buenos días, bello durmiente. No soy de repetir outfit, ¿Puedo coger ropa de Val?
—Vale, agarra algo.
Me acerqué a él para darle un empujón. Llegué a su altura e hice lo que tenía que hacer, Gavi rodó los ojos adormilados y yo aproveche para jalarle los mofletes. Estábamos cerca, él con solo un bóxer y yo desnuda con una toalla cubriéndome, pero solo éramos amigos y ninguno de los dos se veía de otra forma. Era demasiado asqueroso.
—Chaval, ya llegué —Escuché la puerta siendo abierta al igual que la voz de Pedri.
Volteé y me puse nerviosa al verlo. Él me dio una mirada completa ¡Estaba solo en toalla!
Su mirada pasó de mí a Gavi. Nos miró a ambos, retrocedió y cerró la puerta saliendo de la habitación
No le tomé importancia y supuse que nos dio privacidad para que nos cambiemos. Me metí corriendo al baño para cambiarme y Gavi me pasó la ropa.
Termine de vestirme y champiñón se metió al baño, lo estuve esperando a afuera mientras chismeaba mis redes sociales.
Me creía influencer con mis cinco mil seguidores en Instagram y tiktok, era para matar el tiempo la verdad, insta para mi carrete de fotos y tiktok para hacer trends de Taylor Swift o Grwm de cualquier tontería que se me ocurriera. Vi mi última publicación, una foto mía aburrida en clases, tenía 521 likes y lo que me llamó la atención fue un comentario de una chica que no conocía.
"¿Por qué Gavi y Pedri te siguen?"
Quise responderle con un sarcástico "No sé, pregúntaselos a ellos" pero mejor dejé quietos mis dedos y me quedé pensando en que era el primer comentario que recibía sobre ellos, ya se habían dado cuenta y me pregunté si debía de poner mis redes sociales en privadas para que no me llenarán de esos comentarios, a Valeria le paso lo mismo, las fans de Gavi se dieron cuenta de que Gavi y sus amigos la seguían, no tardaron en especular acerca de que eran novios y le dejaban comentarios con hate lo que hicieron que mi amiga decidiera poner su cuenta privada.
Baje por mi feed y llegue en una publicación de hace unos meses donde Gavi me comentaba. Elimine su comentario.
Al estar listos salimos de su habitación a hurtadillas.
—¿Me estás escondiendo como uno de tus ligues?
—Ya quisieras.
Me agarró del antebrazo y jalo de mí. Era un bruto al hacerlo, pero no me hacía daño de tal manera que me detuviera a zafarme. Llegamos al coche de Pedri en el estacionamiento y Gavi por fin me soltó, él se subió en la parte del copiloto y yo en la parte trasera.
—Hola, bon dia
Sonreí esperando la sonrisita y el "buenos días" de Pedri, lo único que recibí fue un silencio que fue interrumpido por el motor del coche. Lo miré confusa ¿Qué le pasaba? ¿Por qué esa cara de culo? ¿Pasar tanto tiempo con Gavi lo hizo una cara de culo 2.0?
Llegaron a mi casa y yo me baje, me agache a la altura de la ventana para despedirme, pero antes de abrir mi boca, Pedri arrancó el auto a una velocidad que me dejó tragándome las palabras y el cabello que se me metió a la boca por el fuerte ventarrón.
—Adiós. —El coche se vio a lo lejos.
Llegue a mi casa, mis padres no notaron que no pase la noche. Pero mis amigas si lo hicieron y en la hora del desayuno me interrogaron acerca de donde había estado.
Mentir era mi especialidad o bueno era muy parlanchina y tenía la facilidad de jugar con las palabras y decir tonteras que los hacía olvidarse de donde estaban.
Ester me ignoró, pasamos el rato tomando el sol en la piscina. Yo descansaba con unos pepinos en los ojos, tratando de dormir, pero era imposible por las voces de Ester y Pau.
—Hoy juegan, tenemos que ir.
«De seguro se trataba de una fiesta» pensé, pero no era una fiesta. Era el mismo partido al cual iría yo, Ester se enteró de mis boletos vips y estuvo insistiendo con que le del otro boleto. Obviamente me negué, un boleto era para mí y el otro de Valeria, no podía llevar a Ester por más que quisiera.
—Quédate con tus boletos, me compraré uno mejor.
—Vaaaale.
Tome mi jugo verde y me limité a fingir que leí una revista, mientras veía por el rabillo de mi ojo como Ester estaba emocionada por comprar boletos para el partido.
Consiguió boletos, pero en tribuna.
Me aguanté las ganas de reírme y fui a alistarme.
Mi clásico maquillaje donde el boom eran mis labios rojos, me coloque el jersey que me regaló Pedri con su dorsal, unos vaqueros que me hacían un culo y unos tenis. Llevo un bolso mono, peiné mis ondas y le pedí a mi chófer que me llevara a casa de Valeria, al llegar mi amigo entró rápido y cerró la puerta igual o más rápido. Sospecho que alguien está emocionada por ir y ver a su Romeo Champiñón.
—Podemos pasar a recoger a mi amigo.
¿Amigo? ¿Bruno?
—Claro.
No era Bruno, era mi otro crush.
Raúl sonrió al entrar al coche, dejo dos besos en las mejillas de Val y me saludo a mí con un movimiento de manos.
—Hola.
No era necesario hacerle ojitos porque él solo miraba a Val. Estuvo charlando con Valeria acerca de fútbol. Vi que Val llevaba el dorsal de Gavi y también el brazalete que le regalo su amado.
—Raúl, me olvidé decírtelo y es que Pablo... Gavi como lo conoces nos ha dado boletos de mejores asientos —Le dijo Val a su amigo enamorado.
Era cierto que Gavi nos había dado boletos, pero solo eran dos. ¡Dos boletos! Uno para mí, otro para Val y ninguno para Raúl.
Al llegar había una gran cantidad de gente y me jalé a Valeria para llevarla a otro lado.
—¿Qué sucede?
Saque mi gloss y le di colorcito a sus secos labios.
—Gavi, me dio entradas, pero solo dos.
—Pero él me dijo, él me dijo que... —Se quedó callada y lo entendió en su mente—. Es un puto celoso.
Se dio media vuelta, molesta. Agarré su brazo.
—No te molestes con champiñón, seguro se le olvidó.
Se le olvidó en su ataque de celos.
—No estoy molesta, pero no tomaré su entrada.
—¿Qué? ¿Por qué?
—Porque Raúl me invitó primero y no es correcto aceptar el boleto de Gavi.
—Es Pablo, lo llamas Pablo.
—Como sea, le agradeceré por el boleto. Pero no lo voy a aceptar.
—Pero Val —Mi voz salió como una queja—. Pero después te vienes a cenar conmigo ¿vale?
La cita. Si llevaba a Val, Gavi llevaría a Pedri.
—Vale.
Se acercó a Raúl, le dijo algo y se fueron. Supuse que tomarían las otras entradas.
Para mi mala suerte antes de entrar me encontré a Ester y a Pau.
—Así que te sobra un boleto.
—Si
—¿Me la das?
—Pero solo tengo uno y ustedes son dos.
—A Pau no le importa ¿verdad Pau?
La pelirroja la miro complaciéndola, nunca se le negaba y a diferencia de Val, Ester si dejo a su amiga.
Le di el boleto para que no se perdiera, estuvimos en la zona vip. Toda la cancha se veía, había mucha gente y en la zona donde estaba empezaban a llegar personas.
Reconocí a Sira y me acerqué a saludarla. Tomamos asiento juntas y charlamos, Ester se metió a la conversación, mi amiga tenía el don de la palabra, era encantadora y divertida.
Me fijé que también llego Fer, él me vio y me reconoció. Me hizo un movimiento de cabeza y me saludo con la mano, también noté que a su lado iba una mujer y un hombre. Se sentaron al frente mío, los saludé educadamente y miré hacia la cancha al ver que los jugadores ya estaban saliendo.
Reconocí a Pedri y todo el estadio grito su nombre ¿tan famoso era?
Seguí el concejo de Gavi y grité lo que gritaban. Busqué con la mirada a champiñón, pero no lo encontré, creo que no estaba jugando y lo agradecí, así no se cabreaba al ver que Ester estaba en el asiento de Val.
El partido inicio y yo me limitaba a seguir el balón, cuando el estadio cantaba a gritos, yo los remedaba. Ester se estuvo tomando fotos y no decía nada al respecto.
Minuto 72, me mareaba de tanto perseguir a la pelota. La tribuna gritó, vi quien tenía la pelota y como todos los demás me levante. Boquiabierta me quedé al mirar como Pedri manejaba el balón, pateo en dirección al arco y estadio estalló eufórico.
—¡GOOOL!
Grité y salté.
Pedri corrió celebrando y se detuvo al frente de donde me encontraba, hizo algo con las manos y miraba hacia mi dirección.
El corazón se me aceleró. Gavi siempre le dedicaba goles a Val.
¿Acaso bananin me lo estaba dedicando a mí?
Ese pensamiento se esfumó al entrar razón, al frente mío estaba su familia, para ellos era el gol. Para mí no.
De igual formas aplaudí y célebre como Taylor en el video de you belong with me.
Al minuto 73, champiñón salió a jugar, miró hacia donde yo estaba, buscando a Val e hizo una mueca al ver a Ester. Me hice la que no lo miré, volteé hacia el otro lado y mis ojos chocaron con los de Pedri. Le saludé con la mano, sonreí y una punzada me dolió en el pecho cuando él me torció la cara.
«No es nada. De seguro está concentrado en el partido» me dije a mi misma.
En el camp nou todo eran gritos eufóricos por la victoria. La gente celebraba, acompañando a su equipo. Con Sira fuimos a ver a los jugadores, ella se metió a ver a su novio y yo me quedé escondida en un rincón, escribiéndole a Valeria.
Me:
recuerda que
Cenamos juntas
Vaaal
Ven a los vestidores 🥺
Alcé la mirada Pedri venía quitándose la camiseta, me interpuse en su camino.
—Hola, enhorabuena por la victoria —Alcé mi puño dando golpecitos al aire.
—Gracias.
Abrí mi boca para hacerle conversación y alimentar más mi enamoramiento, pero él pasó de mí y se fue a los vestidores.
—Tía, está para comérselo enterito.
Ester daba esa mirada de haber elegido a su presa. Se mordía el labio y miraba engatusada hacia donde se había ido Pedri.
Iba a poner los ojos en blanco, pero por el rabillo de mis ojos vi como Gavi se me acercaba. Era momento de salir corriendo.
Tarde ya me encontraba siendo jalada por él. Me metió a los vestidores y tuve que cerrar los ojos al ver a tíos semidesnudos. Gavi siguió jalándome, escuché el sonido de un pestillo.
—Puedes abrir los ojos.
—¿Qué te pasa?
—¿Qué te pasa a ti? Teníamos un trato.
—Valeria va a ir a cenar con nosotros, estoy cumpliendo mi parte del trato.
—Pero y el partido. Le diste la entrada a Ester.
—Valeria no quiso el boleto.
—¿Por qué?
—Porque ella ya tenía una cita con Raúl.
—¡¿cita?! ¿Quién mierda es Raúl?
Ardió en celos.
Creo que no debí de decir la palabra "cita"
—Pues... pues un colega.
—Los colegas no van a citas.
—Vale, no debí decir citas...
En realidad lo dije porque en la mirada de Raúl vi ese enamoramiento. Puede que Val lo viera como un colega, pero Raúl la veía como una amiga que quería que se volviera más que una amiga.
En ese silencio, Gavi apretaba la mandíbula y las venas de sus brazos se le marcaban.
—Pero lo has dicho.
—Sí, porque, porque... es... —Su intensa mirada, su cara llena de celos, lo muy marcada que tenía la mandíbula y las venas de los brazos y cuello, me puso nerviosa y solté toda la sopa—. Vale, te diré la verdad.
Tome aire, Gavi movía el pie impaciente.
—He estado con ellos el tiempo suficiente para darme cuenta que Raúl está pillado de ella...
—Lo voy a matar
Con cara de Toro quiso rodearme para salir del baño. Lo detuve, agarándolo del hombro. Gavi pateo la pared del baño.
—Déjame terminar, gorila.
—Pero, Valeria lo ve como un amigo. Son compañeros de trabajo, pasan todas las tardes juntos y ya sabemos que Valeria está con Manu y que pasa las noches con él...
Em vez de calmarlo, más le estaba dando ánimos para ir a matar a alguien.
—Así que no creo que pase algo con Raúl o no hasta que ella termine con Manú, pero sabemos que Val esta enamorada de ti, pero configo hay contacto cero y solo se hablan por cartas, estará confundida y verá a Raúl como su getaway Car, no es nada serio, pero se liara con él.
Y todo lo que dije, me lo había inventado en suposiciones mías.
Gavi ya estaba rojo de la furia.
—Pero relajate, no es que se estén dando duro contra el muro en estos momentos —Di golpes a la pared para aligerar el ambiente.
No aligero la tensión en su mandíbula, ni la fuerza en sus puños.
—Recuerda que iremos a cenar, tú con ella, tendrán una cita y ya queda en ti ser Romeo y robarle unos cuantos besos.
Aligero la tensión. Su semblante cambió a uno ilusionado.
—Robarle unos besos —Sonrió de oreja a oreja y me abrazó—. Joder, tía, es que eres la mejor.
Besó mi frente y dio palmaditas en mi hombro. Todo lo rojo de furia, cambió a un semblante de alegría.
Salimos del cubículo del baño y quise despedirme de Gavi con dos besos en la mejilla, pero antes de hacerlo le vi todo sudado, retrocedí y agité mi mano, di media vuelta para irme.
—Te espero en el estacionamiento.
—Vale, enano gruñón.
De espaldas le alcé el pulgar y salí corriendo del vestuario. Fui al estacionamiento y de camino a ahí, Ester se me quedó como un chicle. Le pedí que pidiera un Uber, pero ella insistía en que no se iría sin mí. Pelear con Ester, era pelear con una niña pequeña y mimada.
Saqué mi móvil y le escribí a Val diciéndole que estaba en el estacionamiento subterráneo. Leyó el mensaje y leí el "escribiendo". Su mensaje me llegó y supe que las cosas no irían bien.
Valeria mi dorothea:
Raúl me invitó a ir a McDonald's
Cenamos mañana ¿Vale?
Alcé la mirada y entré en pánico al ver a Gavi y a Pedri. Mis ojos chocaron con los de champiñón, iba sonriente y la curva de sus labios se esfumó al ver que Ester estaba en lugar de Valeria.
Sonreí inocente y fue hacia él, saludé a Pedri con un movimiento de cabeza. Agarré de la mano a champiñón y lo jalé hacia atrás del auto para tener más privacidad.
—¿Qué cojones Carla?
—No es mi culpa.
—¿Ella vendrá?
—Pueees... pues... pueeees...
—Está con él ¿verdad?
—Sí, pero no te enciendas. Que solo han ido por McDonald's
—¿McDonald's?
Su mandíbula se marcó más y sus labios se juntaron en una fina línea.
—No es nada romántico, estarán rodeados de críos y es algo grasoso y asqueroso, nada romántico.
—No lo entiendes —dijo malhumorado.
—Pero...
—¡Podrían dejar de besarse e irnos!
El grito de Ester me dejó callada.
—Yo no pienso ir a ningún lado con Ester.
—Relajate, voy a pedir un Uber.
—¿Y la cita?
—Para otro día —Le di palmaditas en su hombro y caminé hacia donde minutos antes estaba.
Ester me miró fijo y sonrió de una forma que entendí, por otro lado, Pedri me miraba con seriedad. Ni una tierna sonrisa se le escapaba.
—¿Nos vamos? —Le pregunté a Ester mientras veía mi móvil para pedir un Uber.
—Oye, Pedri —Alcé la mirada al escuchar el tono seductor de Ester—. No hay buena señal para pedir un Taxi ¿nos podrías llevar?
Ester le hizo ojitos y a mi me dolía el pecho de presenciar la escena.
—Claro.
—Genial —farfulló Gavi por lo bajo.
Pedri sonrió gentil por primera vez en el día, algo en mí dolió al ver que a la que le sonreía era a Ester. No a mí.
Me quedé en mi lugar, no me moví, solo lo hicieron mis ojos, siguiendo cada movimiento del pelinegro. Abrió la puerta del copiloto y Gavi iba para sentarse em el lugar donde siempre él iba, pero, Pedri se lo impidió y le hizo un ademán para que Ester tomara el asiento.
Me dieron ganas de llorar.
Mi amiga sonreía orgullosa y toda divina.
Mantuve la compostura y junto a Gavi nos sentamos en los asientos de atrás.
No sé como le hizo Ester, pero consiguió que los cuatro vayamos a cenar. Era un restaurante lujoso, Ester y Pedri hablaban animadamente, Gavi estaba cruzado de brazos con una cara de culo, parecía un niño berrinchudo y yo fingía no estar incómoda. También me aguantaba las ganas de llorar al ver a Ester y Pedri, en una "cita".
Un mesero llegó a tomar nuestros pedidos. Ester y Pedri pidieron lo suyo, y cuando le preguntaron a Gavi, él muy seco dijo:
—Nada, yo me largo.
Se fue haciendo berrinche.
—Perdónelo, está en sus días. Juro que no es así.
Sonreí avergonzada y lo seguí, dejando a mi mejor amiga y a mi crush en una cita.
Dolió.
Acostada en mi cama, me quede pensado en el día a día.
Me enfoqué en Pedri.
Las veces que le vi.
Como todos coreaban, él sonreía y chicas en las gradas gritaban su nombre.
Lo vi. Sonreí, grité su nombre.
Era la chica de las gradas que babeaba por él.
Taylor tiene una canción para esto.
This is wrong, but I can't help but feel like
There ain't nothing more right, baby
Misty morning comes again and I can't help
But wish I could see your face
And I knew from the first note played
I'd be breaking all my rules to see you
And you smile, that beautiful smile
And all the girls in the front row scream your name
So dim that spotlight
Tell me things like
I can't keep my eyes off of you
I am no one special
Just another wide-eyed girl
Who's desperately in love with you
Give me a photograph to hang on my wall
Superstar
Xoxo. Me extrañaron?
Después de mil lunas me aparezco por aquí 🫠
Comenten que les pareció el capitulo, si les gustó no olviden de votar.
Recomienden la historia para que llegue a más personas
Nos leemos mil lunas después 😁
Ig: ancovi12
Tiktok: ancovi12
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© a n c o v i 1 2
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