Capítulo Catorce
Estuve fuera de su puerta durante horas, tocando una y otra vez pero no obtuve ninguna respuesta.
Con la situación que se presento en la ciudad, tuvieron que salir para averiguar lo que paso, así que olvidaron su plática.
Cuando regresaron pude saber que sus averiguaciones no iban del todo bien, ya que ninguna de las personas que lograron ver algo, podía identificar a la persona que provoco el desastre, por lo cual Mason estaba fuera totalmente del panorama, y quitaron, hasta cierto punto, sus miradas acusatorias hacia mi persona, ya que aunque mostraron mi foto como "sospechoso", todas esas personas dijeron que yo no estuve presente.
Pero en esos momentos eso era lo que menos me importaba.
Había una persona mas importante que sus absurdos comentarios.
Pasaron tres días, tres tortuosos días en los que no pude quitar ojo de su puerta, no importaba el tiempo que fuera necesario, esperaría a que saliera y esta vez no lo dejaría pasar las cosas, esta vez no.
Y después de tanta espera...la puerta fue abierta
Pero era diferente.
Antes solo me enfocaba en esos ojos vacíos y en las muecas que nunca hacía, no me había fijado bien en su semblante, o el como en realidad actúa cuando no esta siendo presionado por mi o por Mabel.
Soy egoísta.
Mason es un chicho alto, con unas muy notables ojeras, piel pálida, su cabello mal acomodado y opaco, raspones en su cara, un semblante demacrado...¿Ayer era así?
— Mason — su tiempo de reacción era muy lento, antes en cuanto abría la boca ya había cerrado la puerta, ahora estoy frente a él y aun no hace ningún movimiento —Tenemos que hablar
— Yo no...— su voz se oía cansada, no recordaba que las pocas veces que lo vi saliendo de su habitación después de varios días, se escuchara o viera de esa manera
— Olvidado, no pienso aceptar una negativa — lo empuje dentro de su habitación y cerré su puerta, pero...
Ese lugar era obscuro...
Hacía frio
Busque el interruptor, de la manera más calmada que pude...hasta que lo encontré y al fin logre prender la luz...lo que encontré fue bastante...doloroso.
Ese lugar no era como las demás habitaciones...ni siquiera era una habitación, era una prisión, uno de los inventos de Ford, para contener a los de mi "especie", no permite que ningún ruido salga y ningún ataque la daña.
Pero...no había nada, solo escombros, si en algún momento hubo algún mueble, estos estaba destrozados.
— Largate...no tengo nada que decirle a la persona que más odio en el mundo... —estaba recargado en una de las paredes de metal, se deslizaba lentamente hasta que llego al suelo
— ¿Por...por qué...? Tu...por qué...
— Ya te dije que... — empezo a toser pero lo que hizo que me preocupara más era ese hilo de sangre que salía de su boca, me acerque a él para intentar ayudarlo.
— Mason tú no estas bien, debes ir a un hospital o algo, ire por los demás... — me empece a levantar para ir por alguno de los demás, pero en el trayecto sentí que tomaba mi mano — Mason por favor — sus ojos...eran de suplica, algunas de las cosas que estaban ahí empezaron a flotar
— No...por favor...lo último que quiero es que se enteren de esto...ya es suficientemente malo contigo...como para que los demás... —solo seguía tociendo...
— No digas estupideces, si te dejo así morirás en cuestion de horas
— No moriré...
— ¿Cómo estas tan seguro? Solo mírate
— Porque he vivido así durante diez años y aun no muero...solo necesito descansar...
Soltó mi mano y después solo escuche las cosas caer al suelo...cerro lentamente los ojos, su respiracíon parecía nula.
— Mason...Mason, por favor, ni se te ocurra morirte — empece a moverlo de los hombros, repitiendo lo mismo hasta que volvio a abrirlos
— No estoy muerto idiota, ya te dije que no moriré...solo estoy...cansado...y tu estúpida presencía me molesta...no me dejas dormir...
— Y si estas tan cansado, ¿Por qué saliste de tu habitación hace unos cuantos minutos?
— Tengo hambre...tengo cuatro días sin comer...no podía moverme hasta ahora y como no escuchaba los pensamientos de los demás, supuse que habían salido y podría ir por algo...pero olvide que no puedo escuchar tus estúpido pensamientos...fue un descuido...
— Puedo ir por algo para ti y para mi — alzo una ceja e hizo una mueca de disgusto, las cosas volvieron a empezar a flotar — pero solo ire si prometes que no cerraras la puerta en cuanto salga, o sino tendre que sacarte cargando y te llevaré hasta la cocina
— No cerrare la puerta...
A diferencia de otras veces, su mente estaba totalmente abierta, lo que decía era verdad, no la cerraría...pero todos sus pensamientos eran de fatiga y dolor...sali y me dirigí a la cocina lo más rápido posible, lo mas rápido de hacer que se me ocurría en ese momento era cereal con leche, pero eso no sería lo adecuado.
Termine preparando huevos estrellados y panqueques...tal vez tarde mas de lo esperado por pensar en lo que le gusta tanto de comer como de beber...después de todo, en realidad nadie lo conoce, llevaba los dos platos en las manos y cinco tasas flotando detrás de mi, una de jugo, una de leche, dos de té y una de café, alguna debe de ser lo que le gusta.
Abrí la puerta, pero lo primero que me recibe es un objeto que casí se me entierra en la cara, se que me odia pero al menos podría respetar a la persona que trae el desayuno, entre lentamente, pero había varias cosas flotando en diferentes direcciones, voltee para buscarlo y estaba en el mismo lugar donde lo había dejado, solo que con mas cortadas en la cara.
Me acerque a él, estaba dormido, tuve que colocar una barrera para que esos objetos no se estrellaran contra mi en el trayecto que realizaba hacía él. Una vez que estuve en cunclillas y de frente a él, deje los platos en el suelo, tal vez debí de haber traído una mesita y unos bancos, y lo moví un poco para que despertara.
Despertó...pero se asusto por el hecho de que normalmente nadie esta en su "habitación", cuando sucedió eso, todas las cosas que se encontraban flotando se dirigieron hacía mi, pero por la barrera, solo chocaron con ella.
Le entregue un plato y le dije que eligiera cualquiera de la tazas...parecía que iba a tomar la taza de té, pero al ver que había una extra, optó por tomar la taza de leche. El "desayuno" fue silencioso, sus pensamientos de nuevo estaban cerrados y de nuevo tenía ese semblante serio y sin emociones que le caracteriza.
— Mason...
— Vete...no creas que por esto ahora tu y yo seremos buenos amigos o que tengo la confianza de hablar contigo
— En tonces no me ire, Mason estas siendo egoísta al decir que todo esto que te pasa es mi culpa y ni siquiera me dices el ¿cómo? o el ¿por qué? lo es, tu sabes mejor que todos que hasta hace unos meses yo estube en el "espacio" perdido, dime como va a ser mi culpa todo esto — solo trono la lengua
— Vete...
— No
— Vete, cuando duermo las cosas suelen flotar y dirigirse en cualquier dirección...terminaras con algún corte o con algo enterrado...
— Pues con mayor razón me quedare, yo puedo poner una barrera a nuestro alrededor y así las cosas no terminaran cortandote o dañandote — le costaba mantener los ojos abiertos, no quería dormirse — a demás, si me lastimo, que te importa a ti, después de todo me odias, no es así
— S...Si...te...te odio...
— En tonces duérmete
— No...
— Eres muy testarudo
— Igu... —no termino su oración, aunque era facíl saber que pensaba decir "igual que tú", pero solo desvío la mirada y así continuamos hasta que no pudo más y termino durmiendose...y como dijo, las cosas empezarón a flotar y a moverse por todo el lugar...como le dije coloque una barrera, en la cual de vez en cuando se estrellaban algunas de las astillas u objetos metálicos que flotaban por ahí.
Intente acomodarme junto a él, ya que quería dormir un poco ya que por estar en velando la habitación de Mason, no pude dormir en estos tres días, pero no encontraba el modo de hacerlo...y pensar que él ha dormido de esta forma durante diez años...
¿Qué tanto ha sido tu sufrimiento?
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