Capítulo único
Algún día de estos iba a morir de toda la grasa que servían en el banquete de la mañana ¿Acaso nadie entendía el concepto de desayuno? ¿O acaso creían que todos comían tanto como la comadreja de Weasley? Oh, pero eso no se quedaría así, su padre se enteraría. Hogwarts recibiría una visita de inspección alimentaria.
- Este pollo está buenísimo- Zabini casi se atraganta, lo cual le parecía una escena asquerosa. El Moreno estaba todo lleno de salsa barbacoa, casi listo para ponerse a la parrilla, aunque estaba seguro que luego de sofreírse su amigo se vería exactamente igual.
Siguió buscando en la mesa, justo cuando creyó que definitivamente no iba a desayunar, la vio. Era una figura casi mística, que acaparaba la atención de cualquiera, brillante y redonda. Algo tan limpio parecía prohibido en medio del desastre que era el desayuno. Se preguntó cuánto ejercicio haría ella para verse tan saludable o que tan balanceada era su dieta para alcanzar un color verde tan brillante.
Draco sacó la parte más coqueta de sí y le dio una sonrisa a la manzana, mientras se acomodaba el cabello como radio rebel. La de verde no se hizo esperar para devolver el gesto. Viendo que eso parecía volverse un tipo de competencia, el chico le dio un guiño de ojo.
La manzana soltó una risa divertida, dejando ver sus blancos dientes.
- ¿Que estás haciendo? - Blaise se había acercado a la cara de Draco, lo miraba con el ceño fruncido y los ojos muy abiertos, alternando su mirada entre el rubio y la manzana. El Moreno se veía... ¿asustado?
- Nada - aseguró el rubio, ahora fingiendo mirarse las uñas como si fueran lo más interesante de este mundo.
Ese no habría sido el único encuentro, todas las mañanas sin falta Draco intercambiaba alguna sonrisa o disimulada caricia mientras se hacía el que iba alcanzar alguna tostada, la textura fría que ella poseía, lo estremecía ante el contacto.
Un sábado de mayo se levanto tan temprano que fue el primero en llegar al comedor, esa sería la primera vez que ambos tuvieron tiempo a solas. El y la manzana que, sin cruzar palabras, lo traía loco.
- y...- el rubio se sonrojó como pocas veces, antes de preguntar- ¿cómo te llamas?
La manzana soltó una risita.
- Ah, Harry - repitelo dijo la mente de Draco que se acostumbraba a volar a lugares extraños.
- Eres muy linda, Harry.
-¿Dijiste algo? - El rubio levantó la mirada, encontrándose con Harry Potter que lo observaba con una mezcla de perturbación y vergüenza.
- No hablaba contigo, Potter ¿Acaso eres el único Harry del mundo?
El Gryffindor recogió su orgullo y se fue moviendo sus caderas hacia su respectiva mesa.
- Quisiera que fueras una planta, para enterrarte día y noche.- Harry se sonrojo.
Soy un poeta.
Al principio fueron momentos maravillosos, pero con los días Draco empezó a comprender que la relación con su querida Harry se podría volver un problema.
Lo suyo era algo prohibido.
El, Draco Malfoy, el príncipe de Slytherin; ella, Harry, la manzana de la mesa.
Así las discusiones empezaron a hacer presencia en su clandestina relación.
- Ya no me miras, me ignoras cuando están con tus amigos.
- No, no es cierto - suplicaba Draco con lágrimas en sus ojo y su nariz llena de mocos.
- ¡Ya no me tocas como antes!
Entonces empezó a idear un plan, con su astuta cabeza, que en ese instante trabajaba mil por hora. lo haría temprano sin que nadie sospechara. Robaría su manzana y la llevaría a vivir con el en las mazmorras.
Sí, en definitiva soy demasiado inteligente y hermoso para existir.
Había pensado en llevarla a la oficina de Dumbledore y ponerle el sombrero seleccionador, pero no se perdonaría si su amada fuera seleccionada en alguna casa que no fuera Slytherin. Prefería verla en el balcón de la torre de pasteles por siempre antes que eso.
Pero las cosas no iban a ser tan fácil. Para disgusto de Draco, Harry era una nena demasiado terca y orgullosa, la cual no se permitiría dejarse llevar a escondidas, como si fuera la amante.
- Vamos, estarás bien.
Ella no le respondió.
- No me hace gracia que...
Un alumno de cuarto año había tomado la manzana, y sin previo aviso la partió en dos con un cuchillo. Draco quedó en shock :0
- Harry - sollozo al borde de las lágrimas.
- ¿Qué?
- Tu no.
El otro Slytherin seguía cortandola en cuadritos, como si no acabara de matar a su media manzana.
- ¡Eres tan cruel!- su voz temblaba de ira. Le arrebató el plato con los trozos de su querida Harry para irse rumbo al patio.
- ¡AY ME VOY A MORIR! ¡ME MUERO, ME MUERO! ¡OH OH OH!
- ¿Que te pasa, Draco? - Pansy lo había interceptado en la puerta del gran salón.
Malfoy la miro sin dejar de llorar, señalandole a plato de manzana con su cara.
- ¡Ella..- se sonó la nariz - ¡ella..e...e..UE UE UE UE EU!
- ¡pareces un camión de bomberos!
- ¡ELLA ESTABA EMBARAZADA!
Se metió un trozo de manzana a la boca.
- ¡AY ME MUERO, ME MUE... COF COF !
Empezó a ahogarse con la fracción de fruta que había ingerido... Junto a los trozos de la manzana, Draco murió.
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Bueno, no sé que hice. Es la cuarentena:'v esto me da una mezcla de risa y cringe. Estoy que no puedo de la risa.
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