Cuando entraron a la casa, Namjoon supo que todo eso estaba más allá de sus expectativas. Aquello estaba muy bien, demasiado bien. El piso tenía alfombras y había muebles. Sí, muebles normales, sin ningún retazo o  parte rota, mullidos y cómodos, suaves, de un color crema que combinaba con el color champagne de las paredes y el resto del mobiliario. Había algunas plantas y otros adornos. ¡Adornos! Era la primera vez que iban a vivir en una casa con adornos.
                         
-Esta es la sala, como pueden ver.- Jungkook giró con los brazos abiertos, señalando todo a su alrededor.- Es zona común así que pueden hacer lo que quieran, solo recojan lo que rieguen y no ensucien ni los muebles, ni la alfombra. A menos que quieran que el dueño los mate.
                           
Al mirar a su alrededor notaron que, en una de las butacas, y semiescondido debajo de una manta gris, había alguien. Namjoon reconoció al omega que había visto la noche anterior junto a Jungkook. Así que, después de todo, sí vivían más híbridos allí. El omega notó la presencia de los tres y se puso de pie, les dedicó una breve inclinación de su cabeza y recogió su manta mientras se retiraba escaleras arriba.

                          
-Ese es Bonhwa. También vive aquí. Es un híbrido igual que ustedes.
                            
-Ya sabía, lo vi anoche.- refunfuño Namjoon.
                             
-Pero yo no.- Jimin lo cortó.- Es bueno saber que no soy el único omega.
                             
-Por el olor se nota que hay varios híbridos y humanos conviviendo aquí. ¿De verdad que no suscita problemas?- Namjoon miró a su alrededor por enésima vez.
                            
-Ya te dije que mientras el dueño de la casa no note que son híbridos no hay nada de qué preocuparse.
                          
-¿Y porque el dueño no sabe de… los híbridos?
                             
-Eso lo podemos hablar después. Por ahora, déjenme mostrarles el resto de la casa.- Jungkook evadió la pregunta y se dirigió rumbo a la cocina. Les fue mostrando todas las áreas comunes, como el comedor, los baños, el patio y el "cuarto de flojear" que era como había llamado Jungkook a una habitación donde había una televisión, un par de consolas y otras cosas para entretenerse o solo pasar el rato. Era verdad que la casa necesitaba algunas reparaciones, había algunas cosas que tenían en sí mismas la huella del tiempo que había transcurrido sobre ellas, pero, en general, todo estaba muy bien.
                             
Namjoon notaba la felicidad en el rostro de Jimin, cada cosa que Jungkook les mostraba solo lo emocionaba más y más. A Namjoon le gustaba el olor de Jimin cuando estaba feliz, se volvía más dulce y a él, como alfa al fin, eso lo hacía sentir calmado.
                            
-Esta sería vuestra habitación.- les dijo Jungkook finalmente y les indicó una puerta que permanecía cerrada. Estaban en el segundo piso, al parecer todas las habitaciones estaban allá arriba. Jimin había  contado otras cinco puertas en aquel pasillo, así que se preguntó si todas serían de cuartos donde estarían viviendo otras personas. Jungkook sacó unas llaves y abrió la puerta, dejándolos revisar el interior de la habitación.- Los dejo solos para que piensen. Si necesitan algo, estaré en la cocina.- y dicho esto se retiró, dejando a ambos híbridos.
                            
La habitación era bastante espaciosa, un poco más que el cuartucho donde ellos vivían. Había una enorme ventana con cortinas verdes que tenía vista hacia el patio trasero y, más allá, hacia las demás casas que estaban detrás. Había dos camas personales con colchones pero sin sábanas. Un armario con un enorme espejo en el cual se podían ver de cuerpo entero, un escritorio y otras  facilidades propias de cualquier habitación.
Jimin no dejaba de mirar todo con curiosidad y de exhalar pequeños suspiros de admiración. Nunca había tenido tantas cosas en su habitación. Y eso que aun todo estaba muy impersonal. Solo lo básico.
                         
-Hyung…- se acercó de nuevo a Namjoon después de darle un par de vueltas a la habitación.-… esto es increíble. ¿Lo has visto? Incluso hay dos camas. Ya no tendré que levantarme con tus pelos en la boca.

Namjoon asintió pero permaneció en silencio.

-¿Sucede algo? ¿No te gusta?- Jimin notó la seriedad de su semblante.

-Y a ti… ¿Te gusta?- Namjoon le devolvió la pregunta.- ¿Quieres vivir en un lugar así? ¿Aunque tengas que ocultar lo que eres?
Jimin asintió rápidamente.

-Sí, hyung. No me importa tener que ocultar que soy un híbrido. Quiero quedarme aquí. ¿En serio nos podemos quedar aquí? ¿Nos podemos permitir esto?

-Sí, Jimin. Déjame eso a mí.- Namjoon revolvió su cabello con una breve sonrisa.- Quédate aquí entonces. Yo iré a hablar con jun.

-De acuerdo.- Jimin estiró sus labios y se dejó caer sobre una de las camas.- ¡Mis huesos!- exclamó, al sentir, por primera vez, un colchón de más de diez centímetros de espesor.

Namjoon salió del cuarto con una sonrisa en el rostro. Cerró suavemente la puerta y se dispuso a bajar a la cocina a buscar a Jungkook.

-Se-señor alfa…- escuchó una voz detrás de él. Reconoció enseguida el olor del omega zorro que también vivía allí. Se giró para verlo y lo encontró a unos pasos, aun cubierto con su manta gris, parecía una especie de espíritu allí en medio del pasillo.

-¿Sí?- le contestó, deteniéndose. El omega se acercó unos pasos más.

-¿Se van a quedar aquí? ¿Usted y el otro omega?

-Primero, no me tienes que tratar con tanto respeto…

-Pero usted es un alfa…

-¿Y qué?

-Pensé que…

-Olvídate de eso, solo dime hyung o algo. Namjoon hyung estará bien.

-De acuerdo…- el omega agachó un poco la vista y tomó aire, como si estuviera nervioso.- Entonces…

-Ah, sí. Ahora iba a hablar con Jungkook. Nos gustaría quedarnos aquí. ¿Por qué preguntas? ¿Hay algo que deberíamos saber?

-No. Solo tenía curiosidad. Será divertido si hay más híbridos por aquí. Además, así no seré el único omega.

-Pues tienes razón. A Jimin también le gustaría convivir con otro omega. Ustedes se entienden y eso… Por cierto, cambiando bruscamente de tema y ya que estás aquí, ¿puedo hacerte una pregunta? Tu nombre era Bonhwa, ¿cierto?

-Sí.

-Pues, Bonhwa, me gustaría saber un poco más sobre el dueño de la casa. ¿Podrías hablarme de eso?

-¿Qué quieres que te diga?

-No sé… ¿Cómo es? ¿Su personalidad? Cosas así.

-Es solo un humano aburrido. Yo le tengo un poco de miedo pero eso es normal en mí. Es un humano alfa, igual que Jungkook.- el omega se acurrucó en su manta mientras miraba algún punto en el vacío.- Es bastante serio y callado. No sé… es normal. Aunque no le gusta que ensucien.

-¿Cuál es su opinión de los híbridos?- Namjoon fue directo al grano, Bonhwa ya estaba empezando a divagar.

El zorro pensó por unos segundos, antes de contestar.

-La verdad es que no lo sé. Nunca he hablado mucho con él, y el tema de los híbridos no es uno que se trate aquí con mucha frecuencia. Él no suele hablar de eso y, por supuesto que no vamos a ser nosotros los que lo traigamos a colación.

-Supongo que tienes razón en eso.- Namjoon se rascó el mentón.

-¿Hay algo más que quieras saber?
                   
-No. Creo que por ahora eso será suficiente. Gracias.- estiró la mano para revolverle el cabello y notó como el omega se estremeció un poco con su tacto. Le sonrió para hacer que se relajara y suavizó un poco su olor, hasta que solo quedó una suave fragancia a menta que hizo que el omega se relajara muchísimo.

Después de dejar a Bonhwa, bajó las escaleras rumbo a donde Jungkook le había mostrado que estaba la cocina. Lo encontró sentado sobre la meseta, a punto de encender otro cigarro.

-¿Podrías no hacer eso?- lo interrumpió.- Al menos no mientras hablamos.

-¿Qué pasa? No me digas que eres uno de esos que andan jodiendo con lo del cáncer de pulmón y los fumadores pasivos.

-No, eso me importa un carajo. Si ustedes los humanos quieren matarse lentamente o no, eso me trae sin cuidado. Lo que me molesta es que el humo me distorsiona los olores.

-¿Ah sí?- Jungkook miró el cigarrillo como si este le fuera a contestar.

-Claro. ¿Alguna vez has visto un híbrido fumando?

-Ahora que lo mencionas, no.

-Pues ahí tienes la razón.

-De acuerdo.- Jungkook volvió a meter el cigarrillo en la caja.- ¿Y bien? ¿Ya tomaste una decisión?

-Con respecto a eso.- Namjoon se recostó a su lado.- Creo que lo tomamos.

-O sea que tenemos dos nuevos inquilinos.

-Sí… a Jimin… le gustó mucho. Así que… eso.

-En cuanto vi lo contento que se puso tu omega supe que no ibas a decir que no.

-No confundas las cosas. Jimin no es "mi" omega.

-¿No?

-No. Es algo así como mi hermano menor. Crecimos juntos desde que tengo uso de memoria. Siempre he cuidado de él.

-Ya veo. No es como si no te entendiera. Luce un poco rudo, pero al final es un omega muy tierno.

-No me gusta mucho que hables así de él.- Namjoon fue directo.- Eres otro alfa… suena raro.

-Creo que alguien tiene complejo de hermano.

-Lo que sea.- Namjoon sacó un sobre de su bolsillo trasero.- Aquí tienes lo que acordamos ayer.

Jungkook recogió el sobre y miró brevemente su contenido.

-De acuerdo.- lo apartó y sacó su llavero.

-¿Eso es todo? ¿No lo vas a contar?

-Tranquilízate, Namjoon. Esto no es la mafia siciliana. Te vas tener que ir acostumbrando a que vives en un lugar pacifico. Si tú me dices que allí está todo, pues te creo, no tengo que andar contando billetes como si estuviéramos traficando drogas o algo así.

-Solo quiero que todo esté claro.

-Pues todo está claro. No hay ningún problema.- Jungkook finalmente separó una de las llaves y se la extendió.- Toma. Esta es la llave de vuestra habitación. Usualmente no cerramos las habitaciones ni nada de eso, pues todos vivimos en la misma casa. Yo de todos modos les doy llaves  pues sé que a veces hay situaciones propias de vuestra naturaleza que es mejor ocultar.

-¿Sabes una cosa?

-¿Qué?

-Creo que, después de todo, tu presencia aquí es bastante conveniente.

-Por supuesto. Soy el agente defensor de los híbridos de esta comarca.

-Aunque sigues diciendo cosas cada vez más y más estúpidas.

-Es un don.- Jungkook se estiró y se bajó de la meseta con un brinco.-Si quieres, puedo acompañarlos a que recojan sus cosas y las traigan para acá. De todos modos, el dueño aun no regresa, así que todavía no podemos hablar con él.

-¿Dónde está el dueño?

-Tuvo que ir a la escuela a buscar no sé qué cosa de un proyecto de no sé qué asignatura.

-Muy informativa tu respuesta…- de repente Namjoon cayó en cuenta de algo.-… Espera… ¿dijiste escuela?

-Sí.

-¿Qué edad tiene el dueño de esta casa?

-La misma que yo. Veintidós, bueno, él ya cumplió veintitrés.

-¿O sea que tanto tú, como él, son menores que yo?

-¿Qué edad tienes?

-Cumplo veinticuatro este año.

-Ah, pues sí. Somos menores que tú.

-Vaya.- Namjoon relajó sus hombros.- Entonces no tengo que lidiar con un humano viejo y cascarrabias.

-Lo de viejo sí puedes quitarlo, pero yo tú me apegaba a lo de cascarrabias.

-Eso me han dicho.

-¿Hablaste con alguien?

-Con Bonhwa.

-Ah… pero Bonhwa le tiene miedo. Es lógico que te dijera algo así.

-Si un omega le teme pues por algo será. No sé qué habrá hecho ese humano para que un omega tan lindo le tenga miedo.

-Bonhwa le teme a todos los alfas al principio. Forma parte de su personalidad. Incluso le costó algo de trabajo llegar a tener confianza conmigo. Al principio no sabía por qué, pero después él mismo me dijo que yo era alfa, pero como era humano, le resultaba más sencillo acercarse a mí. Sin embargo, dice que aún le teme al dueño porque, a pesar de ser humano, dice que su olor de alfa se siente mucho y tiene una mirada que intimida. A ti también te tiene miedo, por cierto.

-Estoy seguro de que ya no. Al contrario que ustedes, que no saben cómo lidiar con su peste, yo sé controlar mi olor y puedo hacer que los omegas se calmen. De lo contrario no hubiera podido conversar tranquilamente con él.

Ambos caminaban rumbo al cuarto que ahora le pertenecía a Namjoon y a Jimin, para avisarle a este que irían a empacar. Al entrar, se encontraron con que Bonhwa y Jimin estaban conversando tranquilamente, sentados sobre una de las camas.

-¿Ya estás haciendo amigos tan rápido?- comentó Namjoon al ver lo bien que Jimin estaba llevándose con Bonhwa. Ambos sonreían  dulcemente.

-Ah, hyung. ¿Necesitas algo?

-Solo venía a decirte que ya está todo arreglado e íbamos a buscar las cosas. Pero tú puedes quedarte aquí con Bonhwa. Ya me encargaré yo de eso.

-¿En serio? Puedo ir, no me moles…- Jimin se levantó de la cama con total disposición de irse con ellos.

-No.- Bonhwa agarró su mano.- Quédate conmigo. Quiero seguir hablando.- Jimin lo miró, un poco turbado. Aquel omega había entrado a su habitación y se había puesto a hablar con él como si se conocieran de toda la vida. El zorro hablaba a más no poder, y ya Jimin estaba un poco sobrecogido por todo lo que le había dicho en menos de diez minutos. No sabía de qué más podría querer hablar Bonhwa. No es que le molestara, pero nunca se había relacionado así de fácil con alguien, le resultaba raro. Además, no le gustaba estar lejos de Namjoon. Él no era precisamente débil, pero sin la presencia del alfa se sentía un poco más vulnerable.

-Por favor…- insistió Bonhwa tirando con un poco más de fuerza de su mano.

-Quédate, Jimin. Tampoco tenemos tantas cosas para recoger. Estaré de vuelta enseguida. Pídele a Bonhwa que te muestre alrededor.- le dijo Namjoon con un gesto despreocupado. Podía oler perfectamente las emociones de Jimin, pero le parecía una buena idea. Jimin nunca había podido tener lo que se dice "amigos" así que quedarse un rato a solas con ese omega seguro sería bueno para él. Lo único que Namjoon deseaba era una mejor vida para Jimin. Y hacer nuevos amigos era una buena manera de comenzar.

Dicho esto los dos alfas se retiraron y dejaron a Jimin y a Bonhwa de nuevo solos en la habitación.

-Gracias por quedarte.- le dijo Bonhwa con una amplísima sonrisa mientras se acurrucaba con un almohadón entre sus brazos.- Me gusta mucho hablar contigo. Sé que soy un poco molesto pero tú me prestas atención, el tonto de Taehyung solo finge que me escucha pero en realidad está pensando cualquier idiotez en vez de escucharme.

-¿Taehyung?

-Es el otro híbrido que vive aquí. Es un lobo, de los originales. Es re-cool porque no está mezclado, es un lobo puro, pero sigue siendo un idiota.

-Yo también soy lobo, pero yo sí estoy mezclado.- Confesó Jimin.- Tengo un cuarto lobo y un cuarto de perro.

-Ah, entonces por eso no lograba ubicar bien qué eras. Pensé que olías parecido a Taehyung, pero también tenías otro olor. Así que era una parte de perro. Ya veo…

-Tú eres un zorro ¿No?

-Sí, un zorro blanco, para ser más precisos. Pero al final de la historia funciono igual que cualquier perro.

-¿En serio? ¿Me dejas ver tus orejas?

Bonhwa titubeó por un par de segundos pero después pensó "¿Por qué no?" y accedió.

-Vale, pero se va a ver raro.

-¿Por qué?

-Mira, tengo el cabello teñido de rojo, pero mi pelaje es blanco, así que mis orejas son blancas y mi cabello rojo.- le dijo antes de sacudir levemente su cabeza y hacer que sus orejas salieran. El resultado fue justo como lo había previsto, unas enormes orejas blancas se asomaron en la parte superior de su cabeza, contrastando enormemente con el tono carmesí intenso de su cabello.

-¡Se ve lindo!- exclamó Jimin mientras estiraba su brazo para tocar las orejas de Bonhwa.-Tus orejas son muy grandes, se ve súper adorable.

-Gracias… supongo.- murmuró Bonhwa, un poco apenado.

-Yo solo parezco un chucho cuando tengo mis orejas.- Jimin también sacudió su cabeza dejando ver sus orejas, del mismo color que su cabello y algo más pequeñas que las de Bonhwa.

-No es cierto.- Bonhwa agarró las dos orejas de Jimin y las estiró para verlas bien.- Tus orejas son muy bonitas, pero también son cool, pareces uno de esos perros oscuros que viven en la nieve, como un husky o algo. Yo quisiera ser así de genial, haga lo que haga, solo parezco una cosita adorable. Pero tú eres increíble, si no fuera por tu olor podría pensar que eres un beta, incluso un alfa.

-Me han dicho eso en varias ocasiones.- ambos se sacudieron de nuevo para guardar sus orejas y acomodarse el pelo.- Pero no hay nada que pueda hacer al respecto. Soy omega.

-Eso es algo que me molesta un poco…

-¿El qué?

-Todos esos estereotipos. Se supone que los omegas seamos pequeños, dulces y suavecitos. Que seamos sumisos y dóciles, listos para criar a los hijos de cualquier alfa y quedarnos en el nido todo el día. Creo que eso es una estupidez. Somos híbridos igual que cualquier otro, y nuestra parte humana también lo es. A mí no me gustan los niños, ni las cosas hogareñas, prefiero salir y divertirme, como hacen los humanos de mi edad. Pero siempre hay alguien que te dice: "Eres un omega, no deberías estar afuera tan tarde" o "¿Qué crees que va a pensar tu alfa cuando te encuentre y descubra que su omega ha pasado por las manos de medio mundo?" Me importa bien poco. Yo hago lo que me dé la gana, pero siempre aparece alguien listo para juzgarme por mi comportamiento. ¿Entiendes a lo que me refiero?

-Honestamente, no es que no haya escuchado ese tipo de comentarios.- Jimin cruzó las piernas sobre la cama.- Pero digamos que, donde vivo, esa no es la mayor preocupación de un omega. Si luzco así es porque tuve que hacerlo. De donde yo vengo, un omega solitario es una presa, ni más ni menos. Siempre hay alfas al acecho dispuestos a violar a cualquier omega distraído. En más de una ocasión he tenido que quitármelos de encima a puñetazo limpio. A nadie le importa si te gustan las cosas hogareñas o no. Eres solo un objeto con olor dulce y un agujero.

-Eso suena horrible…- Bonhwa se sobrecogió, lo que Jimin le decía con tanta simpleza a él le sonaba imposible de creer.

-Pues así es. Si no tuviera a Namjoon conmigo no sé cómo habría sobrevivido.

-¿Y Namjoon es tu… tu alfa?

-¡No!- Jimin se rio de la ocurrencia.- ¡No! ¡Qué va! ¿Cómo va a ser mi alfa? Él es como mi hermano mayor, y mi papá y mi mamá, todo junto. Siempre me ha cuidado.

-¿Y nunca te ha hecho nada? ¿Cómo hacen cuando estás en celo?

-No sé por qué. Pero a Namjoon mis celos no le afectan tanto como a otros alfas. Me ha dicho que sí, que siente que soy más atractivo que de costumbre y que mi olor lo descontrola un poco, pero aún puede estar alrededor mío sin atacarme, su olor a alfa incluso me ayuda a sentirme mejor, ya que usualmente no tengo supresores.

-Ya veo… seguro se debe a que no es tu alfa y siempre ha estado contigo. Donde yo crecí, prácticamente me botaron en cuanto tuve mi primer celo. Era una casa de acogida de híbridos, pero en cuanto debutas, y más si resulta que eres un omega, se desentienden de ti.

-Pero eso es peor, como si simplemente te abandonaran.

-Eso no les importa. La casa de acogida es para acoger a "Híbridos que no se pueden valer por sí mismos" entiéndase, híbridos bebé o niños. Si ya tienes edad para reproducirte es porque eres un adulto. En otras palabras lo que me dijeron fue  "Ve a buscarte un alfa que te mantenga"

-¿Por qué los humanos harán cosas como esa?- Jimin pensó en voz alta.

-Porque los humanos son muy… humanos. Nosotros aún tenemos instintos muy fuertes, nuestra parte animal, esa que no nos deja ser tan… humanos. Pero ellos no, ellos han evolucionado así. Con todas esas cosas buenas y malas. Lo que los hace superiores es precisamente lo que los hace crueles. Y, por desgracia, hay muy pocos humanos que no son así.

De repente, y en medio de una conversación que se estaba tornando ligeramente profunda, el estómago de Jimin rugió con todas sus fuerzas.

-¿Tienes hambre?- Preguntó Bonhwa con una sonrisa. Jimin se sonrojó un poco, pero, ahora que lo recordaba, no comía nada desde la noche anterior antes que Namjoon saliera. Así que sí, tenía mucha hambre.- Podemos bajar a comer algo. Yo aún no he desayunado tampoco.

-Pero… ¿podemos comer? Digo, la comida…

-Ah, eso… sí, puedes comer lo que haya en la cocina. Jungkook hyung siempre mantiene la comida bien surtida. Aunque si hay algo que quieras comprar para ti, lo puedes guardar, solo asegúrate de ponerle tu nombre para que no venga nadie y se lo coma.

-¿En serio?

-Sí, vamos.- Bonhwa se levantó y arrastró a Jimin con él. Se dirigieron escaleras abajo, a la cocina.

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