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N/A:¡Estoy muy emocionado por comenzar con esta daptación de esta increíble historia! Y aclarar que esto es adaptación de una historia "JackBeom" de Kakure Todos los créditos a su persona >•<
Disfruten de la adaptación :3
Namjoon sabía que había algo en aquel humano que no le gustaba. Es decir ¿Qué humano, en su sano juicio, estaría metido en aquel bar? ¿A aquella hora? Claramente uno muy sensato no podía ser.
A Namjoon le era un poco difícil ubicar por qué ese humano le daba mala espina. Porque sí, notaba que era un humano, a pesar de que todos en aquel lugar tuvieran la misma apariencia. La peste a humano común corriente que desprendía su cuerpo era como un enorme cartel de neón colgado sobre su cabeza.
Cualquier híbrido con dos dedos de frente lo notaría.
Tal vez era esa actitud totalmente desenfadada, o su risa, esa risa que se oía tan falsa, tan irritante, mientras su rostro, en cambio, irradiaba la más pura felicidad. O serían sus ojos. Mientras no sonreía, sus ojos parecían ocultar galaxias dentro de ellos, eran unos ojos oscuros y profundos, innegablemente hermosos.
Había algo que si admitía. Sus ojos eran lindos. Dijeran lo que dijeran, los híbridos gustaban de los ojos de los humanos. Aunque estos no notaran diferencia alguna, los híbridos si lo hacían, y podían llegar a ser demasiado bellos.
Como esos.
Namjoon odiaba a los humanos. Los detestaba.
Y era un sentimiento que muchos híbridos compartían con él.
Aun así, eso no quitaba que se supiera aprovechar de ellos.
Si aquel humano estaba allí, solo podía tener un objetivo: Divertirse. Así que se acercó a él, directamente, sin ningún rodeo o disimulo, dejando salir sutilmente su olor para dejar las cosas claras.
Él quería a ese humano.
Lo que hiciera con él era asunto únicamente suyo. Sabía que nadie lo iba a contradecir, al menos nadie allí presente.
En el mundo de los híbridos había dos cosas que se respetaban por encima de las demás.
Una: los machos alfa.
Y la otra: los grandes felinos.
Y resulta que Namjoon era ambas cosas.
Su humano seguía sin notar nada, allí, junto a la barra. Conversando con un híbrido omega. A Namjoon no le resultaba precisamente atractivo ni nada, pero sabía que un humano indefenso, siempre es una buena oportunidad. Aquel humano lucía bien, ropa cara, peinado elegante, relajado, tranquilo, probablemente ni siquiera tuviera idea del lugar donde estaba metido. Era la primera vez que Namjoon iba a ese bar, pero sabía perfectamente la clase de lugar que era. No por gusto estaba en los barrios bajos, en la zona donde los híbridos deambulaban libremente, sin ningún control. De hecho, le extrañaba que nadie hubiera intentado nada con aquel humano.
Y esa era otra cosa que le daba mala espina.
El omega junto al humano notó enseguida su aroma. Se giró a mirarlo, disimuladamente, arrugando un poquito su naricita. Ese híbrido tampoco era de por la zona, tenía olor a varios humanos encima, una mezcla rara de oler por aquellos lares. Por su aroma se dio cuenta de que era un zorro omega. Nunca había visto un zorro de cerca. Mirándolo bien, era lindo, era un omega muy lindo, y, por debajo de esa mezcla rara de olores humanos, tenía un olor suave, como a almendras y flores. Ese era un omega que valía la pena. Aunque era más que obvio, por los aires que se daba, que no era un omega que fuera simplemente a irse con el primer alfa que le pasara por delante, a pesar de no estar marcado, solo por aquella mirada altanera, se notaba que era un partido difícil.
Pero no importaba. Lo que llamaba la atención de Namjoon no era el omega delgado y lindo. Era el humano. Y ya todos allí lo tenían claro. Cuando solo lo separaban unos pasos de los dos chicos, vio como el omega le susurró algo al humano, quien se giró justo a tiempo para no ser sorprendido por la presencia de Namjoon.
-Ya veo...- escuchó en la voz del humano. Namjoon se detuvo, dispuesto a esbozar su mejor sonrisa. Sabía que con los humanos importaba un carajo el olor que tuvieras o las feromonas que liberaras. A los humanos había que entrarles a lo humano. Puro appeal visual.
Namjoon también tenía de eso, así que debería estar bien.
-¿Les molesta si me les uno?- preguntó, enseñando sus dientes. Nada de colmillos o algo por el estilo, solo una sonrisa matadora. El omega lo miró con atención, un poco cohibido por el olor de Namjoon. Era obvio que aquel omega no había estado cerca de muchos alfas, y Namjoon sabía que su aroma era bastante fuerte. Inconscientemente suavizó su olor, no le gustaba ver como aquel omega arrugaba su pequeña nariz.
-Supongo que no.- le contestó el humano y le alcanzó un trago.- Toma.
Namjoon aceptó el trago, aunque le extrañó un poco esa actitud. Se relajó y respiró profundo. El olor de los humanos es algo complejo. Huelen a muchas cosas distintas, sus feromonas no son tan fuertes así que, hay que surfear entre todas las esencias de productos de belleza, limpieza, alimentos y medicamentos que puedan tener. Además, Namjoon no conoce bien cómo funcionan las emociones de los humanos, así que los diversos tintes hormonales que podía sentir le eran difíciles de interpretar. Pero, si se concentraba, podía sentirlo, el aroma muy, muy sutil de las feromonas de aquel humano. Y, si su nariz no lo engañaba, y nunca lo había hecho, aquel humano olía a... alfa.
Hizo una mueca con su nariz, muy rápida, pero que no pasó desapercibida para ninguno de sus nuevos acompañantes.
-¿Pasa algo?- el humano recostó sus codos sobre la barra.- ¿No vas a beber tu trago? ¿No te vas a presentar? Tienes muy poca etiqueta para andar ligando en un bar.
Namjoon volvió a la realidad. Sí, el humano era alfa ¿Y qué? Él no lo quería para marcarlo ni nada por el estilo. Además, que un humano fuera alfa carecía de importancia, solo te servía para entender mejor su personalidad. Los humanos no eran como los híbridos. De hecho, aquel humano, probablemente ni siquiera sabía que era un alfa.
-Dale un rato, Jungkook.- comentó el omega ocultándose detrás de su vaso de cóctel.- Probablemente se acaba de dar cuenta de que eres alfa y no sabe bien qué hacer. Eso cambia un poco sus planes.
-¿Ah, sí?- el humano, que, al parecer se llamaba Jungkook, lo miró divertido.- ¿Tan feo se ve algo entre dos alfas?
Aquella conversación ya había dejado de tener sentido para Namjoon.
¿El humano sabía que era un alfa? ¿Sabía que él era un híbrido? O sea, ¿Estaba plenamente consciente de donde estaba y lo que estaba sucediendo?
-No tienes que sorprenderte tanto.- el humano le extendió una mano.- Como vez, yo simplemente no soy como los demás humanos. Mi nombre es Jeon Jungkook, y supongo que tú eres Namjoon, ¿no? Te estaba buscando. Aunque fue un poco gracioso que vinieras por tu cuenta. Incluso pensé que ibas a decir algo como "Ustedes son los que me han estado buscando?" o algo así.
Namjoon estrechó su mano, pero aún seguía sin entender nada.
-¿De qué se trata todo esto?
-Nada malo, Namjoon, no te preocupes. Solo bebe tu trago, hablemos con calma.
En la vida de Namjoon habían existido momentos muy felices, pero estos eran los menos. Sus recuerdos estaban inundados por días grises y sensaciones dolorosas. Él era un híbrido. Y decir eso, hoy en día, es decir mucho. Aun cuando las opiniones públicas se jactan de decir que "estamos viviendo en un mundo perfectamente tolerable para con los híbridos" la verdad era que eso, distaba mucho de ser cierto.
Namjoon ha vivido toda su vida en el mismo barrio. Aunque llamarlo barrio es un eufemismo, aquello era un montón de callejones laberínticos, una favela escondida en lo más recóndito de la gran ciudad, un simple territorio de mala muerte. Pero ese es el único tipo de lugar donde puede vivir un híbrido huérfano.
Se supone que los híbridos eran considerados humanos. Que tenían derechos y estaban protegidos por la ley. Que podían exigir respeto y rebelarse ante cualquier trato discriminatorio o inhumano.
Se supone.
Suponer y poder no es la misma cosa.
Namjoon recordaba su vida bajo esas condiciones de hipocresía social y política. Recordaba ver en las televisiones de las tiendas como había humanos hablando sobre lo maravilloso que era todo el sistema, de los no sé cuántos híbridos que habían podido estudiar y trabajar entre los humanos. Recordaba ver eso con su pequeño estómago vacío y rugiente, con sus pequeñas manitas sucias dentro del abrigo desgastado que apenas lo cubría del frío invierno.
Si no fuera un híbrido hubiera muerto.
No. Más bien, si no fuera un híbrido, no hubiera estado nunca en esa situación.
Su mente de ocho años podía entender eso. Podía entenderlo perfectamente. Sabía que ningún humano se atrevería a decir en público: "Yo odio a los híbridos", "Los considero monstruos", porque eso estaba mal visto, pero por detrás de ese telón, ningún humano le extendía la mano y lo ayudaba, ningún humano sentía lástima de aquel pequeño híbrido que se moría de frío en una esquina, que mendigaba comida en las puertas traseras de los restaurantes. Ninguno.
Así que no es de extrañar que Namjoon haya crecido así. La única razón por la que Namjoon es un joven adulto, sano y maduro es por su condición de alfa. Porque en el mundo de los híbridos, ser un alfa es casi una garantía de supervivencia. Namjoon había esperado con ansias el momento de su primer celo, porque sabía que ser un alfa era lo única manera que tenía para salir adelante.
Además. Namjoon no estaba solo.
Namjoon nunca había estado solo.
-Dime entonces, Jeon Jungkook. ¿Para qué me buscabas?- Namjoon se bebió su trago.- No es común que un humano sabiondo como tú ande buscando híbridos por aquí.
Jungkook sonrió. La actitud de Namjoon había cambiado radicalmente. De un plan seductor a uno ligeramente hostil.
-Por lo que parece piensas que es algún asunto raro.- Jungkook le dio un sorbo a su bebida y dejó que el omega que lo acompañaba se acurrucara un poco contra él.- Pero te aseguro que no. Puedes relajarte, de todos modos, no soy ninguna amenaza para ti ¿O sí?
-Jungkook hyung... deja de actuar como si esto fuera una película noir o algo así. Solo dile. Va a pensar en serio que es algún asunto raro.- el omega frunció el ceño y miró al humano con un poco de hastío.
-Le quitas la diversión a todo, Bonhwa.- suspiró Jungkook, para luego enfocarse de nuevo en Namjoon.- Volviendo al asunto. He escuchado que quieres salir de aquí...
Namjoon lo miró, disimulando su sorpresa bastante bien.
-¿Dónde lo escuchaste?
-No eres precisamente un alfa cualquiera, Namjoon. Casi cualquier cosa que hagas es vista por alguien. Hay muchos betas y alfas más débiles pendientes de tus movimientos. De todos modos...- hizo una breve pausa para comerse la aceituna de su bebida.-... eso no es importante. Lo que nos atañe es si eso es verdad o no. ¿En serio quieres salir de aquí?
-Solo quiero otro lugar donde vivir. No veo porque eso deba de interesarte, a menos que seas agente de bienes raíces.
-Pues eso es esencialmente lo que soy. Verás, necesito inquilinos, siempre y cuando puedan pagar.
-¿Y porque venir hasta aquí, a buscar a un inquilino en específico?
-Porque no quiero precisamente a cualquier inquilino, Namjoon. Quiero híbridos.
-Sabes que lo que me estás diciendo apesta a tráfico, ¿verdad?
-¿Tan mala pinta tengo?- de nuevo esa sonrisa tan irreal, esas arruguitas debajo de sus ojos.
-Tienes una pinta sospechosa.- Namjoon le contestó con sinceridad.
-Creo que tendré que trabajar en base a eso.
-Aunque vinieses vestido de cura, lo que propones suena demasiado turbio.
-Creo que lo que pasa es que eres muy desconfiado. Solo te estoy ofreciendo un lugar para vivir, lejos de toda esta mierda barriobajera. Es en la zona céntrica de la ciudad, muy cerca de casi todo lo necesario, tiene buenas condiciones, y el precio es aceptable teniendo en cuenta la zona.
-Lo que dices suena demasiado bueno. ¿Por qué querrías meter híbridos en un lugar como ese?
-Lo dices como si fueran cerdos o algo así.
-No dista mucho de lo que ustedes realmente piensan.
-Mira, Namjoon. Te voy a explicar por qué quiero que sean híbridos.
-Allá vamos...- susurró el omega mientras deslizaba una mano por su rostro.
-Los híbridos...- continuó Jungkook ignorando al zorro.-... son la cosa más maravillosa que se ha inventado en este mundo. Son completamente increíbles, absolutamente geniales, tienen en sí mismos la combinación perfecta de lo humano y lo animal. Es una absoluta exquisitez. Aún sigo sin entender porque los demás no pueden aceptarlo. Si por mí fuera, los híbridos vivirían codo a codo con los humanos, relajados, aunque se noten sus atributos, así son incluso más maravillosos. Ya sean perros, gatos, lobos, tigres...
-A ver, a ver, a ver...- Namjoon detuvo su perorata con un gesto confuso.- ¿Me estás diciendo que eres uno de esos locos fanáticos que quiere crearse su propio zoológico privado de híbridos? Porque esa es la definición de tráfico de híbridos, así que discúlpame si no me apunto, no quiero ser la mascota de nadie.
-Ese no es mi objetivo. Yo no considero a los híbridos como mascotas.
-¿Ah no?
-¿Lo hago, Bonhwa?- le preguntó al omega junto a él.
-La verdad es que no, aunque te pones un poco intenso a veces.- contestó el zorro para luego alzar la vista y atreverse a mirar a Namjoon a los ojos.- Sé que luce como un tipo sospechoso, pero es solo eso, él genuinamente ama a los híbridos. Sus verdaderas intenciones son precisamente esas, quiere convivir con los híbridos. El alojamiento que te estamos ofreciendo es también donde vivimos nosotros, aún hay una habitación vacía y necesitamos que se ocupe para poder pagar las cuentas.
-¿Están tratando de hacer convivir a humanos y a híbridos?- Namjoon enarcó las cejas, la idea le resultaba absolutamente descabellada.
-Ya lo estamos haciendo. Y, por el momento, toda está saliendo bien. Pero de verdad necesitamos nuevos inquilinos.- Jungkook juntó sus palmas y pestañeó lentamente. Namjoon se preguntó si Jungkook sabría el efecto que causaban sus ojos en él.
-¿Saben que lo que están proponiendo es una locura? ¿Y porque yo? ¿Eh? ¿Por qué precisamente me vienen a preguntar a mí?
-En realidad solo andábamos buscando algún híbrido que no tuviera muy mala fama y que tuviera los medios para poder pagar el alquiler. Un par de averiguaciones nos llevaron a ti. Eres un alfa de los más fuertes de la zona, sin embargo nunca has abusado de ello, tienes los métodos para pagar, nadie quiso detallarme como, pero la cuestión es que tienes el dinero, y, además, tienes a ese omega contigo. Solo supuse que te gustaría un lugar mejor para vivir. Y créeme, donde vivimos es un muy buen lugar. Será bueno cambiar de ambiente.
Namjoon aún tenía su ceño fruncido. No le gustaba que circulara tanta información suya por ahí. Era inevitable, él lo sabía, pero seguía sin gustarle.
-Explíquenme mejor.- Jungkook casi brinca.- No he dicho que acepte aún. Solo quiero más detalles.
-Pues ven...- Jungkook tomó su muñeca y rodeó los hombros de Bonhwa con su brazo libre.-...vamos a sentarnos por allá, para hablar mejor. Te juro que no te vas a arrepentir.
Una hora después, Namjoon seguía pensando que la idea era estúpida y sospechosa. Pero si lo que decían era verdad, fuese lo pequeña que fuese la posibilidad, entonces sería mejor que nada. Namjoon sabía que, si intentaba buscar un apartamento lejos de allí, en la zona de los humanos, sería ridículamente caro, y constantemente corría el riesgo de que alguien descubriera su condición de híbrido. Aunque ser híbrido no era un crimen en sí, a ningún humano le iba a gustar saber que su vecino lo era.
Además, tendría que buscar un trabajo, cosa que sería difícil si alguien sabía que no era humano. Todo era inmensamente complicado. Pero la salida que esos chicos le ofrecían, sonaba ligeramente más cómoda, se trataba de un lugar donde no tendría que esconderse constantemente, vivir con miedo y pasando dificultades económicas.
Por lo que le dijeron, se trataba de una sola casa, donde se alquilaban las distintas habitaciones. Algo así como compañeros de piso. Según Jungkook, un amigo suyo había heredado aquella mansión y no quería venderla, pero tampoco tenía los medios necesarios como para mantener una casa así. Por lo tanto habían alquilado las habitaciones. Los cuartos eran grandes, en buenas condiciones y la casa estaba muy bien ubicada.
Un cuarto era mucho más barato que un apartamento.
Tampoco es como si el apartamento que Namjoon pudiera haber alquilado fuera mucho más grande que eso.
Después de pensarlo un poco, llegó a la conclusión de que podía intentarlo. Al principio lo que Jungkook decía le había dado mala espina, pero, aunque era obvio que el humano tenía un tornillo suelto, no parecía malo o peligroso.
Sabía que había riesgos. Pero ya estaba harto de vivir esa vida.
Finalmente aceptó.
-No te vas a arrepentir.- Jungkook sujetó sus dos manos con alegría.
-Solo dime los contras.
-¿Los contras?
-No todo es color de rosa. Dime los aspectos negativos de todo este asunto.
-Pues bien...- Jungkook se echó hacia atrás con una mano en su mentón, pensativo.- Supongo que un aspecto negativo es el dueño, tiene muy malas pulgas. Pero si no te pones de su lado malo, ni dejas que descubra que eres un híbrido, todo estará bien.
Mark asintió.
-¿Qué más?
-Hay otros híbridos. Bueno, solo dos más. Uno es este precioso que tienes aquí, Bonhwa, y el otro... pues, hay otro. No sería bueno que hubiera algún tipo de conflicto.
-Por mí no hay problemas. Pero... ¿Qué van a hacer cuando a este "precioso" omega le venga el celo?
-Él sabe muy bien cómo manejar ese asunto.- contestó Jungkook, haciendo que Bonhwa se sonrojara ligeramente.
-Entonces no habrá problemas por esa parte. Aunque espera, el otro híbrido, ¿Qué es? ¿Alfa, beta...?
Jinyoung se encogió de hombros.
-Nadie sabe, aún no ha tenido su primer celo.
-Ok. ¿Algo más?
-Por mi parte eso es todo. Lo demás te lo dirá el casero cuando estés allá. Ya sabes, toda esa charla de convivencia y demás.
-De acuerdo.
-En serio, Namjoon.- Jinyoung volvió a sonreír.- No te vas a arrepentir.
-Sí, sí, lo que tú digas.
-Entonces voy a avisar que ya conseguí dos inquilinos nuevos.
Namjoon asintió, mientras los veía levantarse e irse del bar.
Sí. Dos inquilinos nuevos.
Él también se puso de pie y se fue del bar. Ya no tenía nada que hacer allí. Sus planes para esa noche, habían terminado de una forma un tanto descabellada. Simplemente se dejó arrullar por la brisa fresca de la noche. No le prestó atención a ninguno de los olores que inundaban su nariz, solo se concentró en aquel aroma que sentía muy bien, pues lo tenía impregnado en su ropa. Aquel olor a sándalo y canela que tan bien conocía. Las calles sucias eran algo normal, lo mismo de todos los días, igual que los sonidos sospechosos y las casas medio derrumbadas. Todo era tan normal, pero a Namjoon le gustó saber que, probablemente, estaría un tiempo sin ver ese paisaje deprimente. Quiso sentir un atisbo de alegría por encima de esas emociones amargas que siempre lo acompañaban.
Mientras se acercaba al cuartucho estrecho, húmedo y sórdido en el que vivía, fue formulando la mejor manera de dar aquella noticia en su mente.
Cuando entró, sus fosas nasales se inundaron con aquel suave olor a sándalo. Le encantaba, era un olor dulce pero no empalagoso, era suave y ligero, pero también atrevido. Un olor delicioso para un omega.
-Jimin. Ya volví.
Puso ver como aquel bulto sobre el camastro se removía y salía de debajo de las sábanas. Unos grandes ojos dorados lo recibieron, pero, poco a poco, se fueron apagando, a medida que la alerta se desvanecía de sus sentidos.
Se acercó a él y se sentó en el borde de la cama. Acarició su cabeza, sintiendo la textura suave de sus orejas.
-¿Aún se te salen las orejas cuando duermes?
-No...- sintió la voz profunda y somnolienta del omega.- Es solo que me asustaste cuando entraste. No te esperaba hasta el amanecer.
-Pues ya regresé y te tengo buenas noticias.
-¿Qué sucede?- el omega se terminó de restregar los ojos y miró al alfa con atención, incluso giró sus orejas hacia él.
-Nos vamos a mudar, Jimin.
-¿Qué? ¿En serio?
-Sí, podremos salir de aquí. ¿No es genial?
-¡Sí!... Espera. ¿Es en serio?- Jimin haló las sábanas para poder acercarse a Namjoon, pero se detuvo a mitad de la acción, aun no lo creía.
-¿Por qué dudas de mí? Si te digo algo es porque es en serio.- el alfa sonrió, dejó que su olor se notara para calmar un poco a Jimin, y que, de paso, ningún curioso por ahí cerca se preguntara por qué había un omega contento a esa hora de la noche.
-Eso es genial, hyung.- Jimin sonrió, su cola también se sacudía de un lado a otro removiendo las sábanas.
-Me alegro que te guste la noticia.- se comenzó a desvestir hasta quedarse con su camiseta y sus boxers.- Ahora vamos a dormir. Quedé en que iríamos mañana temprano a ver el lugar.
-Está bien.- Jimin se acomodó de nuevo y le dejó espacio suficiente a Namjoon para que hiciera lo mismo. Ambos se acurrucaron y se taparon hasta el cuello con las sábanas. Namjoon aun podía oler la excitación en Jimin. Lo abrazó contra su cuerpo, para que se calmara con su olor. Se quedó dormido mientras arrullaba sus cabellos y acariciaba sus orejas. Hacía tiempo que no dormía tanto tiempo junto a Jimin. Sería bueno si las cosas salieran bien. Jimin merecía algo mejor que eso.
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