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Latidos en el bosque | Nicolle Sallow




Vengo a presentaros la pesadilla de Trump. Un siglo XXV en el que la mayor parte de la superficie del mundo está cubierta por bosque; lo que paradójicamente confirmaría sus sospechas de que el cambio climático es una invención de los chinos para desviar atenciones, ¿no? Seguro que habéis sido muy listos y habéis adivinado que la reseña que toca hoy es Ciencia ficción.

¿Qué os digo de la Ciencia ficción? Pues que es un género muy complicado —siendo realistas, todos los géneros son complicados— y que olé del que se atreva a adentrarse en relatos y novelas detalladas sobre esto, porque no me pongo yo a destripar leyes de la física para ver si soy capaz de desarrollar otras en la historia ni así me maten —bueno, creo que si me pagaran escribiría hasta erótica, fijaos lo que os digo.

No os voy a mentir, voy a ser exigente en esta reseña porque ha sido por encargo, entonces, quiero que a su autora al menos le sirva porque he visto otras reseñas que le han hecho —con intención de inspirarme— y como si en la reseña le escriben la letra de la canción de Mamma Mia, el resultado es el mismo.

Pamnic97 escribe Latidos en el bosque, una historia que como bien su nombre indica y ya os he adelantado, se desarrolla en un contexto en el que los seres humanos —algunos— han tenido que aprender a sobrevivir en el bosque, escondidos del Gobierno que controla todo con el fin de conseguir una sociedad utópica que logre terminar con los problemas que habían surgido siglos atrás como la superpoblación o el agotamiento de las energías.

En vez de escribiros la premisa, os voy a decir que lo primero que hay que tener en cuenta es que esta historia consta de dos tramas que asumo que serán convergentes en algún punto —porque tiene continuación— y por tanto, es ambicioso y complejo de escribir y reseñar. Digamos que a la hora de formarme una opinión, he tenido que pensar en la trama general como un todo y después, en las dos tramas paralelas. A mí me gusta mucho el recurso de las tramas paralelas convergentes, todo sea dicho. Cuando se lleva bien, claro.

Punto positivo aquí para la señora por la forma en la que ha dividido la historia. Está organizada en cinco partes y cada parte se desarrolla una trama. Se intercala. Primera parte, la trama de Mallory; segunda parte, la de Ellery, tercera la de Mallory... Estéticamente queda muy bien. A mí me gusta mucho más que cambiar cada capítulo —sobre todo si son cortos— o en el mismo, incluso. Es más fácil sumergirse en la historia y que no me aburra. Recuerdo haber leído en algún momento de mi vida un libro que intercalaba dos tramas paralelas, una ambientada en el mundo real y otra en el medieval y eran tan pesados haciendo cambios por capítulos que me terminé leyendo la trama que me interesaba y a la otra le dieron por saco. Porque es que encima, te enterabas de lo que pasaba en el otro lado porque funcionaba casi como un espejo —pero era un buen libro juvenil, lo admito.

En este caso, a mí no me ha pasado y si a mí no me ha pasado, no creo que a nadie le pase, porque más exigente que soy yo con la continuidad de la narración no creo que la haya. Cova aprueba esto. Sin embargo, conlleva un claro punto débil, que es nada más y nada menos que asumir que el libro sería el doble de largo que uno normal porque cuentas dos historias en una. Tiene solo 25 capítulos. No sé, Rick, no me cuadra.

Efectivamente, os diré como adelanto que me parece que le faltan muchas cosas y que ese libro, si hacemos las cuentas, tendría que tener por lo menos cincuenta episodios, le falta la mitad y lo que le falta ya lo comentaré a su debido momento, pero como os digo, estructurar una historia es casi matemático. Os juro por Dios que salen las cuentas aunque no las hagas. Pero de esto ya os he hablado —y si no lo he hecho ya, recordádmelo, por favor— en otra publicación, porque no quiero eternizarme.

A ver, que no me salgan aquí los listillos. Es obvio que no se aplica al 100% de las historias y que la novela experimental va por libre, al igual que la poesía. Pero esta es una obra de toda la vida de San Dios, así que antes de joderme con NO GENERALICES, coged la puerta y largaos porque este mundo es para las generalidades, me guste o no me guste, os guste o no os guste. Fin. Cierren después de salir, que soy friolera.

Cuando leí un par de reseñas que le hicieron a la chica, me di cuenta de que ninguna me proporcionaba ningún tipo de información. Es que literalmente no aportaban nada, cero absoluto. Claro que dije: "leete tú el libro de alguien para que la otra persona te presente esto" pero luego me di cuenta de que no era culpa tampoco de quienes reseñaban, es que en realidad, si solo se leían los primeros diez capítulos de la historia era imposible saber qué mierdas pasa en Latidos en el bosque.

Bueno, a ver, que yo digo que lo sé porque le echo mucha imaginación y porque aquí todos conocemos de qué van las distopías, tampoco porque me haya quedado del todo claro después de leerme el libro. Hay un conflicto así pero muy diluido —primer motivo por el que falta media historia por escribir— y la sinopsis tampoco te deja nada claro. De hecho, me costó escribir en la lista de reseñas la presentación de la obra.

En esta tesitura yo pongo un punto de atención aquí. No es lo mismo escribir Ciencia ficción para una persona adulta que para un adolescente que para un niño. Si escribes para los primeros sin intención de que sea ligero, voy a exigir que me hagan casi una tesis social sobre el mundo distópico; si es para adolescentes, voy a levantar la mano porque entiendo que a un adolescente que lee literatura juvenil le vale verga la política con tal de que haya acción y salseo que mueve el mundo. En este caso nos encontramos con que la autora pensó Latidos en el bosque para gente entre los quince y los dieciocho o diecinueve más o menos. Tengan esto en cuenta.

No solo valoro que sea Ciencia ficción, sino también juvenil pero eso no quiere decir que me valga tanta superficialidad, porque uno de los principales problemas de la historia es esa, que es muy superficial —por eso le faltan capítulos—, demasiado incluso para los adolescentes. Tanto que ni te enteras y cuando se mezcla con otros problemas, hacen que no sepas de qué va el asunto, como los que reseñaron.

Os digo: cuando se lee algo y a golpe de vista no entendéis quién dijo algo o no entendéis cómo apareció en escena o cómo sucedió algo, no digáis "puede que sea yo que no estuviera concentrado". No. El problema es del escritor, no del lector. El escritor tiene que hacer la historia para que sea entendible y legible incluso en un autobús lleno de ruidos mañaneros. Más si es juvenil. No estamos leyendo un libro de Punset. Lo que tampoco tiene que ser sinónimo de mediocridad.

En cuanto a la estructura, he de decir que no está mal, se nota que la autora tiene claro a dónde quiere llegar; sin embargo, sí, muchachos sí; los temidos deus ex machina nos acechan. Además, algunos muy importantes. Si a esta historia le quitara los deus ex machina, no habría libro o al menos, no habría la mitad del libro que ya es la mitad de lo que debería en sí.

Pero antes de explicar dónde están los deus ex machina más gordos, voy a decir que me encanta la presentación de los personajes en las dos tramas, pero ahora me refiero a la de Mallory. Me encanta que la mayor parte de los lectores crea que el protagonista es Nathan solo porque rescata a Mallory —aunque en esto ya me extenderé con los personajes— y que al final, a medida que la chica cobra fuerza, Nathan quede relegado en un segundo plano. La transición de intercambio de roles para jugar con el lector tiene mis dieces ahí. Es muy original y además, a pesar de que al ser el principio del libro se podría hacer sin problema, evita que sea todo "un cúmulo de casualidades".

Es decir, que si Mallory hubiera aparecido en el refugio de Citabella así sin más, me lo creería porque es el punto de partida pero que lo haya hecho de la forma en lo que lo ha hecho: Nathan y Elliot internándose en la "base enemiga" y encontrándosela inconsciente en medio de su huida, es todavía mejor porque lo deja todo muy atado. No da pie a que nadie diga que no se creen que Mallory lo hubiera logrado sola. Por cosas como estas os voy a decir que está en el filo de ser Mary Sue pero no lo es del todo —spoiler.

Pero como ya sabéis que yo os doy una de cal y otra de arena, hay tres o cuatro momentos —si mi memoria no me falla hay más, pero importantes que afecten a la estructura de la trama esos— que hacen que la historia pierda la lógica por todos los lados y todos los he identificado en la parte de Mallory. De hecho, la de Ellery está mucho mejor por dos cosas, una consecuencia de la otra: es más sencilla y eso hace que no tenga lagunas ni acciones forzadas. Aunque hay algunas cosas que cojo con pinzas, también he decir.

Principalmente, el asesinato de uno de los personajes secundarios es la menos grave, porque uno se puede suponer qué pasó pero ahí está. Es demasiado conveniente que solo aparezca tres veces: presentación, acercamiento con Mallory y muerte. Es un personaje muy poco autónomo, que no tiene que estar mal, eh. Es solo que yo diría que necesita más explicaciones para que no quede tan "oportuno" que se muera en esas condiciones y que la encuentren Mallory y Félix.

De hecho, es que más que el asesinato en sí, si seguimos el rastro del deus ex machina, no es que aparezca muerta, es más bien que dos mujeres que critican a Mallory hablen con ella por ciencia infusa y le pidan que vaya a buscar al personaje muerto cuando dicen claramente que no confían en ella. Bola de nieve. Hay que saber identificar el momento y ya os digo que eso pasa por una explicación que tiene que ver con las agniciones, pero vamos por partes, dijo Jack el destripador.

Después, están las apariciones estelares. De menos grave a más grave, mirá vos que Mallory y Félix están en el momento justo, en el lugar exacto, para descubrir que dos de los líderes conspiran para derrocar al jefe del refugio. Baiabaia Mallory, eres una médium sobresaliente. Putin quiere conocer tu ubicación para los archivos del KGB. Sería hasta creíble de no ser porque esa mecánica se presenta cuando aparece uno de ellos justo cuando se encuentran el cadáver del personaje muerto, porque se ve que las radiaciones o algo les hace ser médiums y por supuesto el momento en el que les pillan con las manos en la masa copiando los datos de Inteligencia en la SD. O sea, eso es la descripción gráfica del deus ex machina. Y eso es una peripecia estructural, tiene delito que pase así.

En general, las apariciones estelares son frecuentes y no lo entiendo, porque a veces sí las justifica bien y otras no. Yo diría que hay que revisar eso, pero sobre todo, lo que haría de Mallory la Mary Sue de Latidos en el bosque —no, hay más cosas— de no ser porque tiene ciertos puntos positivos que equilibran la balanza es el tema de los fusibles. Es que tuve que reírme porque a ver, que Mallory no me cae mal —del todo— pero es que solo por esto se merece que nos caiga mal.

El refugio de rebeldes es refugio porque están protegidos por una burbuja que funciona con electricidad que les hace invisibles a los drones del Gobierno. Total, que en cierto momento se cargan los fusibles del centro comercial en el que viven y el generador tiene energía para resguardarlos como dos días, así que empiezan a pensar en cambiar de ubicación o de arreglar el problema. Salen todos en busca de piezas que se puedan usar y en vez de ponerse a ello, hacen de todo menos eso. Mallory la primera, por motivos personales.

Mirá vos que no se sabe nada de los fusibles, ni siquiera hay una escena en la que Mallory los encuentra, solo aparece y le dije al jefe: "uy, mirad lo que he encontrado, unos fusibles en una barca, así, de casualidad, me tropecé con ellos" y en ese momento, que creen que es una espía del Gobierno y una asesina, cuando da los fusibles, se olvidan y todos adoran a Mallory porque les ha salvado la vida. BAIABAIA.

Esto no es que afecte a la trama principal, sino a la subtrama por lo que adelanté: hay falta de agniciones, no total pero sí en algunos puntos como este. Siempre se tira de cosas externas para ganarse o perder la simpatía. A veces está bien, no digo que no, como por ejemplo que crean que ella es la que asesinó al personaje que ya os comenté pero otras no, es para que la tía quede bien o mal en función de lo que se necesita para la historia.

Además, hay momentos mal aprovechados. De libro que Disney te mete una cuenta atrás en todas sus cansinas películas. Da igual que veas La Bella y la Bestia o Los increíbles. SIEMPRE hay una cuenta atrás porque es un pico de tensión altísimo. A veces es más evidente como una cuenta atrás literal con números y otra más metafórica como una rosa marchitándose, pero vamos, que siempre la vida de los personajes pende de un hilo que cada vez se reduce más. Cien por cien asegurado que esto es como la pistola: mantienes la expectación hasta sin querer.

Pues aquí estaba la cuenta atrás de los fusibles, sabiendo que a los dos días los drones gubernamentales podrían detectarlos y lo tratan como si fuera un tema así aparte. No sé, tampoco pasa nada por ignorarlo, porque es una peripecia opcional, pero le daría más interés a la historia. Y además, en un libro juvenil buscamos acción. Cuán interesante sería que después de librar por los pelos, cuando lleguen y arreglen los fusibles se den cuenta de que Alanna —una niña muy mala— ya está infiltrada ahí y que no sirvió de nada. Sería como relleno con el que abrirle la boca al lector para introducirle corriendo al clímax ya en caliente pero sin ser relleno porque es como una bisagra que complementa al segundo punto de giro de la trama de Mallory.

Es irónico que os dijera que no estaba del todo mal la estructura y que me pase tanto tiempo escribiendo sobre ella pero es que el tema es que yo he intuido y lo es, vamos, esto lo afirmo yo, que Latidos en el bosque no es mundo abierto, es una historia lineal —si la autora ha querido hacerlo mundo abierto, no le ha salido, pero no sé, intuyo que no. Los mundos abiertos en literatura juvenil no son frecuentes— y eso implica que la estructura de la trama sea el pilar que sujete todo lo demás y que a los personajes solo se les exija ser profundos, sin falta de que sea autónomos. Lo que implica, a su vez, que haya que disimular esa falta de autonomía y poner especial cuidado en sorprender con la trama.

Lo hace cuando presenta a los personajes de la forma que os he contado, patina con los deus ex machina y desaprovecha oportunidades de incluir mucha más tensión dramática. Hacia el final, la cosa mejora, hay más estructura de piraña, que es lo que yo creo que necesita esta historia pero podría haber mucha más en ambas tramas y es otro de los motivos por el que digo que falta medio libro.

A la trama de Mallory —y no solo de Mallory— le falta el clímax. Literalmente. Si te pones a mirar la estructura y buscar peripecias estructurales, la historia se termina en el segundo punto de giro. No existe el tercer acto. El libro se acaba cuando Alanna, que de ella ya hablaremos, avisa por megafonía que está en el refugio y les dice a todos los rebeldes que intenten correr porque va a por ellos.

Esa escena sería la rehostia por varias cosas: la primera verla en acción de verdad; la segunda, ver por fin una escena seria de enfrentamiento entre rebeldes y guardias de asalto liderados por Alanna pero siempre pasa lo mismo: elipsis temporal. En la trama de Ellery igual aunque he de decir que no me molesta tanto porque lo comprendo hasta cierto punto.

Latidos en el bosque se acaba a las puertas del tercer acto y creo que eso pasa porque al final, ha terminado liándose con las tramas paralelas y como la de Ellery la terminó antes, quería finalizar la de Mallory a la par y se precipitó pero eso no puede ser así. En primer lugar, porque la de Ellery también acabó antes de tiempo pero lo paso porque es un recurso narrativo que puede funcionar para que la gente vaya a leer la secuela y en segundo lugar, porque la trama de Ellery es mucho más sencilla y tiene menos personajes, lo que implica menos subtramas.

Esto, como os suponéis, hace que al libro en sí le falten mínimo cinco o seis capítulos. La pista estaba clara: las partes de la chica siempre eran más extensos que los de él. No voy a decir "yo le añadaría" porque no es mi historia, pero por lógica y sentido común, el libro necesita una sexta parte que no es que sea de Mallory, sino de la trama principal porque sí. Las tramas sí que convergen, solo que no con el personaje que nos esperábamos y eso podría ser otro plot twist interesante: los que pasan a la trama de Mallory son los gemelos, no Ellery —y tiene mucho sentido porque spoiler de relaciones entre personajes—; cuando todo el mundo se esperaría que fuera al revés.

¿Por qué digo esto? Porque ahí vi fina a Nicolle: donde más se desarrollan los villanos y el antagonista es en la trama de Ellery. En primer lugar porque solo hay un personaje y eso hace que tenga hueco para meterlo ahí por pura física; al contrario, las partes de Mallory serían extensísimas y las de Ellery brevísimas, provocando el problema de que no sabría yo si en ese caso considerar trama principal la de Ellery —y os diría en ese supuesto que quedaría descolgada.

En segundo lugar, porque se muestra el lado rebelde con Mallory y el lado del Gobierno con Ellery cuando se lo llevan al Palacio y los villanos viven en ese lado. Es una historia bicéfala muy interesante. Ha hecho bien ahí. Le falta la sexta parte en la que convergen ambos mundos en una disputa. Ya ha habido mucha tensión, ahora falta la explosión final: Alanna hace una aparición estelar que en este caso sí procede y atacan a los rebeldes. Falta toda la escena en la que el conflicto se hace plausible y se llega a un epílogo de verdad, porque de hecho, el epílogo que hay ahora es otro capítulo más algo corto, no sería ni epílogo.

Y he aquí a otra de las cosas imprescindibles: el símbolo de conflicto. ¿lo hay, no lo hay? Sí. Sí lo hay. Pulula por ahí. Lo de siempre en una distopía. Señores que quieren solucionar los problemas del siglo XXI, rebeldes que no ceden su libertad a cambio de un lugar sin problemas ambientales o sociales. La cara de este símbolo de conflicto es Montgomery, creo que es ¿presidente? Vamos, el que manda por encima de todos los Gobernadores y sus esbirros son los gemelos Ethan y Allana.

Poco a poco, se va uno enterando de que hubo otros dos fundadores del sistema pero que se traicionaron entre ellos —3% is that you?— y eso hace al antagonista más gris. Porque a fin de cuentas, las distopías pueden ser grises; de hecho, hasta El cuento de la criada es gris —al menos en la serie—, menos en Los juegos del hambre. Eso es basura con moraleja que intenta ser un poco moderno cuando incluyen a los comunistas. Nunca tengáis de ejemplo esa mierda de historia. Haced hogueras con esos libros. Menuda forma de frivolizar la política —si no sabes, pa'qué lo intenta, chica. Pa'ser jarcore, ya lo sé.

Pero a pesar de que el origen es gris, los esbirros son villanos totalmente. Muy sádicos o al menos eso parece. Digo parece porque nunca entraron en acción cuando de toda la vida la función del esbirro es preparar y marear a los personajes antes de enfrentarse al malo maloso para que aprendan y entrenen. Que esto es el punto de partida, se puede modificar y adaptar a cualquier historia, pero el poso está ahí: son la adelantadilla. Más cuando la historia ocupa varios libros. No podemos poner a los protas enfrentándose a Montgomery en el primer libro ya. De hecho, los gemelos tienen mucha miga pero todavía no les toca.

A donde quiero yo llegar es que en Latidos en el bosque lo que es la idea resumida y simple de lo que se enfrenta está definida pero no desarrollada. Si no estuviera definida no tendría ese título. El tema es que no hay un conflicto claro verbalizado durante la historia, los rebeldes están ahí por estar. Hasta que no se introduce a los que rescatan a Ellery ya hacia el final no se ve qué objetivo hay. Lo sabemos, todos lo sabemos porque no venimos de Marte y sabemos de qué van las distopías pero en el libro, ni se dice, ni se manifiesta, ni hay mid point que lo ponga sobre la mesa. Otra peripecia missing —si se van añadiendo todas las cosas que faltan, ya se llega a los cincuenta y pico capítulos que debería tener.

¿Pero qué más falta? Pues como os he dicho, agniciones y de la mano van las subtramas. Aunque esto tiene menos importancia, uno porque es juvenil, dos porque es historia lineal; lo que no quiere decir que sean inexistentes.

Los dos protagonistas son Mallory y Ellery. Voy a empezar por la trama del segundo porque acabo antes. Me gusta bastante, no he notado ninguna falta. De hecho, el drama familiar está muy bien justificado con el contexto, tanto su padre como su hermano están bien caracterizados; sobre todo su hermano pequeño Collin. Pocas veces se logran críos tan bien hechos. Lo único que diría aquí es que es demasiado evidente que el niño tenga sueños premonitorios y que luego encima venga un titiritero a contar la historia que va a sufrir. ¿He dicho ya que aquí son todos médiums?

Ahora, una opinión personal que se debería tener en cuenta en función de mi perfil lector, es que me habría gustado ver a Ethan en acción masacrando al pueblo, aunque entiendo que seguimos a Ellery y estaba inconsciente, claro. Por eso puntualizo que es personal, porque no está mal, esto es una observación como lectora de insertar edad, sesgo cultural, género y gustos.

El personaje de Moon —lo siento, no me acuerdo de cómo se llama— me gusta en especial porque hace un cambio de chaqueta verosímil y evita muchos deus ex machina. Ahí chapó por lo que es el tratamiento de su trama pero tengo que decir que hasta que no había leído como cuatro capítulos, no me enteré de que era la misma mujer que vieron Nathan y Elliot por la pantalla cuando estaban escondidos y eso es por un problema de narración que ahora no compete, pero como adelanto, podría tener más garra.

De los rebeldes para los que ella trabaja no voy a hablar mucho como personajes porque en este libro son contexto, apenas se les ha mencionado y los antagonistas van a parte, por lo que vamos a por los personajes de la trama de Mallory.

No son personajes autónomos. Ninguno. Eso no es malo para nada, es una decisión que toma cada escritor. Cada uno tiene una función para que el engranaje que es el libro avance y no hay vuelta de hoja. Sin embargo, creo que tener esto tan presente ha llevado a suprimir todas sus agniciones y promover los deus ex machina de los que ya he hablado.

Sí, sabemos que la función de Elliot es poner en tela de juicio la estadía de Mallory para que la niña tenga obstáculos y esté mal a gusto y se acerque a Félix. Lo que es la red de personajes y acciones y reacciones entre ellos es genial, todo está pensado, pero le falta explicarse diegéticamente. No hay motivos de peso para que Elliot tenga la actitud que tiene, no me lo creo. Y al igual que Elliot, lo mismo digo del jefe. No me creo que sea tan bueno así porque sí, porque le invadió el espíritu de la Navidad.

Esto va un poco de la mano de la narración. Se dice mucho pero se muestra poco, aunque ya hablaré de ello más adelante. Siempre se dice que si Elliot es un inútil, que si no van a cenar porque no ha cazado nada, siempre está metiéndose con la gente pero oye, es el que aspira a ser líder de grupo. Pues no sé, que alguien me explique por favor. Porque o quienes los eligen son unos inútiles e implicaría que no lograran sobrevivir tantos años o la gente está exagerando con Elliot.

De hecho, es mi favorito. Para empezar porque a mí me da lo mismo lo que me diga el narrador. Hay una enorme contradicción entre el narrador y las acciones. Elliot es el único que piensa en el grupo, no acierte al ciervo o sí acierte. Que le contradigan porque no es humano dejar a alguien tirado, vale, tiene el punto. Pero el que está actuando como un líder es Elliot, no Nathan.

Ahí está. Son un doble trickster de Mallory y entre ambos, uno lo es del otro. Después, todo el tema de las envidias entre ellos para competir por el liderazgo está bien, es un arquetipo resultón pero no hay escenas que lo expliquen bien y que de verdad me demuestren que oye, Elliot en realidad es un inútil arrogante. Por lo que he visto, es el único cuerdo.

Nathan no me ha parecido tan flojo como Elliot por el simple hecho de que hay un intercambio de roles entre él y Félix, que eso me ha gustado. Pasa desapercibido porque al final, termina agotándose y desapareciendo hasta el final. Hay un tira y afloja, un triángulo, no amoroso, entre Mallory, Félix y Nathan. Como digo, la red de conexiones lineales de Latidos en el bosque me gusta mucho, está muy bien pensada.

Por desgracia, no puedo decir lo mismo de los secundarios que aportan contexto. Ni Paris, ni el jefe, ni Tyson, ni Frankie, ni Nessa ni nadie tiene chicha. Paris sobre todo. A ver, que entiendo que es la más sentimental y toda la pesca, pero es que solo llora. Tuvo un brevísimo momento de lucidez antes de que la pillen los mercenarios pero vamos, yo vivo en Citabella y le doy una patada en el culo a esa mujer lejos de mi vista.

Y es una lástima, porque Paris me parece que está desaprovechada para usarla de contexto. Es una buen personaje para meter mano en el tema de que niños de ocho años estén cargando con fusiles en vez de jugando. Quizás, si es un tema demasiado concreto para juvenil, Paris sobre como personaje, al igual que Tyson o Frankie. Si no tienen finalidad, en una historia lineal, no tienen cabida.

Ahora, ¿sabéis que adiviné cuáles son los personajes favoritos de la autora sin querer queriendo? No son pelirrojos pero se nota a la legua que sus favoritos son los gemelos y Félix. Por el simple hecho de que Félix es el que mejor hecho está y los gemelos porque son demasiado fucker and destroyers por su cara bonita.

Se nota en quién ha puesto más esmero. De Félix no tengo nada que decir en cuanto a personaje individual. Está falto de agniciones pero no tanto como el resto. En cuanto a Mallory... La tengo en el filo de si la salvo o la tiro a la cequia por Mary Sue.

A ver, en general esa mujer es una sosa de pelotas. Pero porque ella es así, no por nada. Hay personajes sosos y ya está. Ella es un gran ejemplo. Como digo, todo gira en torno a ella y bueno, ahí está la evidencia máxima de que es una historia lineal. No está mal porque la historia se ha ido construyendo en base a su persona y su pasado y no al revés pero a veces, se pasa de darle semejante atención.

He de decir que aparte del tema de los fusibles, cuando más Mary Sue parece es cuando se encuentra con Félix y Nathan en escena. Los dos discuten porque disputan su amistad y se creen que solo puede tener un amigo en esta vida y los presenta como dos patanes —solo ahí— y ella pone orden o les echa la bronca por hacer el tonto. Es muy de Mary Sue eso, ya lo sabéis. Quitad que vengo yo a solucionarlo todo.

En otros momentos lo disimula más, pero en la escena en la que Hallie se obsesiona con ella y la dibuja cogido con pinzas está —porque podemos apelar a su pasado, sí— cuando Frankie va a hacer su pinky promise de amistad sin apenas conocerla porque sí, porque le cayó en gracia y se vuelven best furendos, cuando todos los demás la rechazan o cuando la madre le quita al niño de las manos para que no le contagie la lepra o eso. Es que todo el teatro gire en torno a ella demasiado.

¿Qué equilibra esta balanza? Pues siendo sinceros, que hay poco amor, porque el tema de Mary Sue versa en torno al romance, ya lo sabéis. No hay triángulo amoroso y la tía se sabe valer sola. Además, cuando cree que Félix la acosa no flaquea en ningún momento y le dice las cosas más claras que el agua. Ahí sí es una tía que no necesita la ayuda de la autora para hacerse valer como personaje. Mallory es una de cal y otra de arena. Eso sí me gustó de ella, así como la escena en la que destruye el escarabajo del Gobierno, porque salva la situación pero no de súper jefa, la medio salva. Es como que tiene bipolaridad o algo la muchacha, no sé.

Como todo es historia lineal, las subtramas son menos importante, al menos si no están relacionadas con Ellery y Mallory respectivamente. Las de Ellery me encantaron. Se acaban muy pronto, eso sí, porque es el caso de que duren solo el primer acto, aunque después aparezca otra pero las de Mallory tienen más de qué hablar por lo que ya os he dicho. No es que estén mal, es que les falta agniciones, como ya digo.

Faltan reflexiones internas de ese tipo que coloquen la pelota en el tejado correspondiente y en realidad no es por falta de subtrama como tal, sino de comunicación entre la escritora y el lector, por eso, lo voy a desarrollar más cuando hable de narración. Por el momento quedaos con el resumen de que yo necesito que me demuestren que es verdad que el jefe es bueno o que Elliot es insufrible y antipático. Ahora vamos a los gemelos, que son los principales villanos, y Montgomery.

Montgomery no está mal. Es el antagonista y la representación del símbolo de conflicto pero como él es boss final, sale cuando tiene que salir y hace las cosas bien. De él no tengo ninguna queja y eso ya es algo que no todo el mundo logra, porque tendemos a olvidarnos de los antagonistas. Y además, sus escenas no son un parche ahí pegado que dice: "necesitaba meterlo en algún punto y no he mirado dónde porque me da igual" —otra cosa en la que me centraré en la narración.

Pero a los gemelos les falta un buen paso. Una de dos: o me dices que no son para tanto, o me demuestras de verdad que son tan malos. La subtrama que hay entre ellos es interesante y no creo que se necesite más, porque hay que estirarla para más allá del primer libro pero es que solo salen para quedar de putos amos. Dicen que son muy malos pero la primera escena de la chica, Alanna, es disparando a un guardia para robarle el uniforme con un arma que no mata. Es mala a medias.

Si me dices que todo el mundo celebró su muerte cuando desaparecieron y que los titiriteros cuentan cosas sobre ellos, que los llaman las Pesadillas, el personaje tendrá que estar a la altura. Pero en ningún momento. De nuevo, sobredramatización de la narración. Los gemelos no me gustan una pizca. Son caricaturas. Personajes de anime. Necesitan más trabajo. Quieren ser jarcores, su papá sí les deja pero luego solo amagan porque les da miedo, para que me entendáis. Y creo que eso es una causa directa de que falte el clímax.

Parte de la culpa me parece que la tiene el narrador. Ahí vamos: Latidos en el bosque cuenta mucho pero muestra muy poco. Me gusta que se expliquen las cosas con narrativa pero creo que se excede. Por ejemplo, cuando empezamos a conocer a Félix. Todo es contado, como si estuviéramos leyendo una historia corta y no una novela. No diría nada si Félix solo fuera un personaje casual pero según avanza la historia cobra tanta importancia como Mallory.

Lo mismo sucede con los gemelos. Es todo habladurías. Ni siquiera sé qué hacen para que sean tan malos. Sí, tienen los ojos amarillos, ¿y qué? Entiendo que no se va a desvelar todo en el primer libro, por supuestísimo, pero me dicen que son malos malosos y no hacen nada de malos malosos. Que cabe la posibilidad de que sean como el arma final del Gobierno, sí, pero eso no significa que no maten un gatito por el medio para que les veamos como los villanos que son o se diviertan cazando humanos, por ejemplo —para mí, en este aspecto, Ramsay Bolton es un modelo a seguir.

Más allá de eso, el narrador es omnisciente —tercera persona— subjetivo. O sea, no es que lo sepa, es que lo intuyo pero no está claro. En cualquier caso, sea objetivo o subjetivo hay contradicciones por todos lados. No es un narrador homogéneo y eso provoca otro problema principal en la historia: la confusión. Las tres Marías de Latidos en el bosque. A veces me daba la impresión de que era subjetivo —la mayoría— y otras de que era objetivo, muy pocas. No me ha quedado claro del todo pero guiándome por la mayoría y las generalizaciones que tanto os gustan, vamos a aceptar subjetivo como narrador de compañía.

Cuando se junta más de un personaje en la escena no hay manera de averiguar en quién se centra el narrador. Una línea parece que habla de uno y sus impresiones y a la línea siguiente de otro. Digo que además creo que es subjetivo porque en todo momento, el narrador omnisciente dice que los personajes parecen enfadados o sorprendidos. Si es omnisciente objetivo, el narrador ni cree ni piensa, sabe.

Lo que nos lleva a que si es subjetivo, se ajusta al personaje que sigue y un ser humano normal no tiene manera de conocer los pensamientos de otro, ni de creer que parece sorprendido en una situación que no sea demasiado obvia. Seguimos con el tema de los médiums.

Eso por un lado en cuanto a la contradicción de la subjetividad y la objetividad. Le falta definir una voz única para el narrador. Puede centrarse en varios personajes, pero le falta la transición clara entre uno u otro porque aquí no se aclara ni Dios. Y por eso, otras personas decían que no se enteraban de quién decía las coas, así a grosso modo.

Más allá de eso, además, no hay transiciones de acciones. No se sabe de dónde salen los personajes, por qué aparecen, cómo llegaron. No siempre, pero en las escenas de acción sobre todo, como la de las bombas de humo cuando los capturan mercenarios o la aparición de Moon para salvar a Ellery, parece que en vez de personas son apariciones y eso dificulta mucho la lectura porque no te enteras de la misa la mitad. Cuesta seguir el hilo y recordad lo que os he hablado del símbolo de conflicto, porque es complementario. Faltan muchos procesos —parece que vamos viendo dónde están las páginas desaparecidas del libro.

En cuanto a los diálogos, como os digo, tienen mucho que ver con los personajes, así que en los personajes trabajados están bien y en los más flojos no tanto. Sin embargo, los de los gemelos no están del todo mal. De nuevo, aquí sí que digo que para mi gusto personal, son demasiado de anime, pero tampoco diría que están mal.

Lo que sí he notado es una sobredramatización de las discusiones que cualquier personaje tiene con Mallory. Tanto Nathan, como Elliot, como Félix. Son diálogos muy superficiales. Por supuesto que no digo que tengan que sacar enseñanzas filosóficas de todos porque es un libro juvenil y ellos son jóvenes pero es más bien que parece que fingen porque toca enfadarse para que la historia avance. A lo que vamos de lo que sea lineal. Que se abandonó demasiado a los personajes.

Ahora bien, como es cierto que estamos ante un libro para que disfruten los adolescentes, ya he dicho que no voy a pedir una tesis doctoral sociológica del contexto. No está mal planteado. De hecho, creo que desluce solo porque hay fallas en otras cosas pero el contexto y ambientación en sí, es correcta y suficiente. Sin embargo, a mi parecer, creo que le falta un poquito más —sin excedernos— por el simple hecho de que las ideas son buenas.

El tema de las castas, de las marionetas, de cómo funcionan los trabajadores de la Metrópolis. Yo entiendo que es solo el primer libro y que no se puede ni se debe desvelar todo de golpe pero hay ideas que se nombran muy por encima a vuela pluma —como lo de la tierra artificial que forma la pangea y la distribución de ciudades— que ya que se dicen, pues cuéntamelo, porque oye, si hay que ir se va, pero ir pa'na, ¿verdad?

Ahí ya sería cosa de la autora y sus decisiones: elimina personajes y hace el contexto sencillo o usa esos personajes que flaquean para ir añadiendo más datos. Por ejemplo, la conversación en la que Moon ayuda a Ellery a escapar pero está totalmente a favor de las castas es muy buena. Gracias a esa conversación tuve una visión completa del entramado social —que ya me lo imaginaba, pero porque todos conocemos las distopías, no porque me lo explicaran intradiegéticamente.

De hecho, el libro se llama latidos en el bosque porque hace alusión a que los seres humanos que todavía tienen corazón y no funcionan como autómatas o son marionetas literal, están escondidos en el bosque y lo que suenan dentro son sus latidos. Es muy importante, quiero decir: es la idea que da nombre al título, ¿no? Uno se espera que los bosques sean una localización importante. Pues podría haber sido una historia ambientada en el desierto que no habría pasado nada.

Por otro lado, aunque se dan datos útiles que añaden decorado como el hecho de que solo las castas de la élite podían tocar instrumentos, faltan cosas básicas para comprender el funcionamiento y definir el símbolo de conflicto —¿verdad que vais viendo que los fallos menores son consecuencia de los tres fallos graves? como todo lo relacionado con los Ataques. De hecho, no relacioné el prólogo hasta no llegar casi al final— y lo que pasó. Se dicen cosas pero creo que no es suficiente para que nos podamos hacer a una idea de lo que nos enfrentamos y definir el conflicto. Hay un primer punto de giro en cada historia individual pero falta el común de la estructura "madre" —más ausencias— que nos lleve a todos los conflictos.

En general, los conflictos son a niveles individuales, pero son tan individuales que no representan lo universal, entonces, los rebeldes y demás quedan como de cartón piedra y de nuevo yo pensaba: ¿a dónde queremos llegar? De nuevo, lo sé porque lo supongo, no porque me lo digan.

Esto también pasa así porque se quiere jugar mucho con el misterio y la mayor parte de las veces está bien. Yo misma os digo que el final abrupto de la trama de Ellery me parece genial pero se ha abusado del recurso del misterio hasta agotarlo y hacer que tanta falta de información fuera un problema y no un aliciente a seguir leyendo por el simple hecho de que faltan todos los recursos que he ido numerando hasta aquí. Si existieran, seguro que el misterio estaba en su punto justo para atrapar al lector, estoy segura. Porque se nota a kilómetros que Nicolle sabe usar el misterio. Al menos lo necesario para sacar adelante este libro.

¿Y por qué digo esto? Porque os lo puedo ilustrar con el tema de la pérdida de memoria de Mallory. Hay ratos en los que no sabes ni cuánta memoria ha recuperado, ni qué sabe o deja de saber, así que no sabes si miente o no miente. Que esa es otra. Ningún personaje miente ni supone ni nada, en una trama como esta, creo que es indispensable —solo miente Mallory y nosotros lo sabemos—. Con esto quiero decir que sea algo más discreto para el lector.

Lo que sí está muy bien pensado y me lleva a decir que las bases de la historia están asentadas es la cronología. Es una distopía yo creo que es crucial saber la cronología de los hechos y en este caso, se lleva perfecto. Es difícil y he leído muchas distopías que ni se molestaban en pensarlo, así que no infravaloréis este aspecto. Las cronologías son importantísimo para todo, no solo para saber cuándo mostrar Hogwarts nevado.

Para terminar ya —sí, por fin. No sufráis— tengo que decir que yo nunca me meto en si un libro tiene faltas ortográficas o no tiene, porque para empezar ya se da por hecho que yo acepto cosas que estén bastante bien de por sí y si no es así es porque lo compensan con otra cosa. Cada uno tiene un estilo y es difícil dar una opinión objetiva sobre la forma de escribir de cada uno, así que no visito este jardín o no suelo, al menos.

En este caso, diré que no es que Nicolle tenga faltas ni mucho menos, que aunque las tuviera, era tan fácil como pasar una corrección, ya veis que la gente se ahoga en un vaso de agua, pero hay cosas que quedan raras y entorpecen muchísimo la lectura. En primer lugar, lo de siempre: un abuso tremendo de los adverbios terminados en mente.

Los adverbios terminados en mente son Satanás. El otro día stalkeando perfiles me encontré con una chica que decía en su descripción —lo primero que leías era eso— que lo que más le gustaban eran las palabras terminadas en mente. Si la memoria no me falla no tengo ni idea de quién era pero sí que escribía o bien juvenil o bien romántica y tenía un libro con millones de lecturas. UNAN.

No, ahora en serio. Esta no es una entrada para hablar de los adverbios, poner uno de vez en cuando no pasa nada. Como dice Stephen King, un diente de león es bonito. Tener tu patio trasero plagado es una pesadilla. El tema que es que además de que eso limita y no contribuye a que nos luzcamos con el vocabulario, a veces había oraciones en las que directamente —chistaco— ni se necesitaba, como por ejemplo: "estaba realmente inmovilizado". ¿Pa'qué? Oye, si hay que escribirlo pues se escribe pero escribir pa'na.

Al igual que los adverbios, también hay demasiados gerundios. En serio. Este libro necesita quitarse de encima tres cuartas partes de los gerundios que tiene. Son una plaga. Y sobre todo referirse a los personajes por el color de su pelo. No. Caca. No me acuerdo del color de pelo de los personajes. Tienen nombre, ¿no?

Se puede huir de el pelinegro, el chico leñador, la rubia, la de ojos café. Nos importa una mierda el color de ojos de los personajes, en serio. A menos que sea importante, como con los gemelos. Decid su nombre o no sabremos quién es quién y luego pasa que pensamos que se murió uno que no es y nos perdemos en el hilo. Es muy incómodo.

Pero sobre todo: "la castaña estaba sentada en el suelo" y Covadonga se imaginó una castaña de fruto seco. Tiene nombre. Y si no quieres decir su nombre por misterio, basta decir con "estaba sentada en el suelo", ya por contexto sabemos que es narrador en tercera persona, porque lleva toda la novela narrando en tercera persona. No hace falta remarcar esas obviedades, que no cunda el pánico. Que un personaje se puede teñir en medio de una historia y no contárnoslo, eh. Dónde está la intimidad de nuestros personajes, que lo queremos saber todo y no les dejamos vivir. Nah, en serio. Es solo un consejo para que luego no tengas que cambiarlo cuando corrijas todo. Nadie escribe así de forma tan continuada.

Al igual que diría que si se mantiene el narrador subjetivo, hay ciertos momentos de la narración que están comme si comme ça. Si un personaje cree que otro intentó matarlo y lo único para describirlo es decir "esta tonta chica", hay una falta de madurez en los personajes. Habría que revisar su edad, aunque si con nueve años ya disparan, lo mismo debería revisarse pero en sentido contrario. El vocabulario en juvenil es directo y claro pero no pobre. Piensa que los adolescentes amplían el suyo propio con, precisamente, estos libros.

Lo que me hace recordar a una alumna de mi madre que estaba leyendo Crepúsculo y le preguntó con diecisiete años que qué era purpúreo. Años después, con la carrera de Magisterio terminada no digo nada pero los que van a enseñar a vuestros hijosle preguntó que qué hablaban en Australia y mi madre le respondió que canguril y se lo creyó. Verídico que se lo creyó.

Vamos, esto es serio. Los chavales nos necesitan. Por libros juveniles de calidad.

¡Ah! Que se me olvida. En español los adjetivos van siempre detrás del sustantivo del que dependen —por el medio se pueden añadir complementos, sí— a menos que se quiera utilizar un recurso literario para embellecer el texto, que en ese caso podría ir delante para dar musicalidad, pero creo que me he encontrado demasiadas veces ese caso como para confundirlo con un recurso, creo que es sin más una manía. Cuando se hablan varios idiomas es súper normal que se te vaya el santo al cielo y hagas estas cosas. Si lo repasas, te diría que lo cambiaras en algunos al menos, sobre todo si no es un fragmento en el que se quiera ser reflexivo; es juvenil, claro y directo.

En conclusión, yo diría que Latidos en el bosque es una obra muy interesante que está en un 60%. No sé cuántas veces está reescrita, pero yo aconsejaría que ahora que está todo escrito y se puede analizar de forma global, se empiece a sacar todo el potencial que tiene, porque llama la atención, sobre todo por la estructura de las tramas convergentes, ahí es donde está la originalidad de esta distopía, en la forma de contarlo.

No diría si me gustó o no me gustó porque no me parece un libro acabado y listo para enseñar. Creo que ahora necesita betas que le digan cosas que apuntar para hacer una corrección muy intensa y después ya la de los detalles. Está en pleno proceso que si se hace como se debería, puede quedar muy muy bien. Como decimos, escribir el punto final del primer borrador es solo el 50% del trabajo hecho.

Lo bueno es que lo más difícil ya está, que es el tratamiento. Está desarrollado pero le falta un último empujón para empezar a trabajar en lo que sería la versión previa de lo definitivo. Si se centra en los tres principales problemas:

1-De estructura, con la falta de clímax y símbolo de conflicto

2-Tripas con la falta de agniciones y personajes más trabajados

3-Narración menos confusa

Creo que el resto iría rodado y ya solo quedarían detallitos que harían una obra mejorable pero igualmente de buena calidad, porque ya sabéis que se dice que publicamos para dejar de corregir. Y garantizo que si se hace eso, quedan entre 50 y 55 capítulos.

Lo mejor: la forma en la que está ideada la estructura de las tramas. 

Lo peor: la confusión del conflicto y planteamiento del mismo.

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