1 de febrero, 2019.

Narra Yvonne

Como algo mientras sigo con el trabajo, pues me es entretenido, sobre todo cuando no tienes amigos aquí, y aun estando segura que si llamo a alguno de los pocos que me quedan en Londres me cogerían el teléfono, también sé a la serie de preguntas a las que me someterían.

Muevo mi cabeza al son de la música que suena de fondo, una canción en español se reproduce tras los altavoces dándome muy buena vibra, y aún sin saber muy bien que canción es, tatareo sus coros. Mi bebé se hace presente dando una pequeña patadita y sonrío.

Después de un par de horas frente al ordenador y mirando el reloj que sale arriba de la pantalla de la televisión, pues un programa de noticias se está reproduciendo, me parece ver una cara conocida reproduciéndose en está y subiendo el volumen de la televisión me siento en el sofá.

"Acaban de aterrizar en el país los hombres que en los últimos dos meses han sido los más deseados por todas, estos dos jóvenes han creado la cadena hotelera más grande y lujosa de todo Estados Unidos, sus hoteles son repartidos por todo el país"

La reportera sigue hablando y haciendo pequeñas bromas que en algunas ocasiones están fuera de lugar, pues por lo que esta dice, ambos jóvenes son guapos, aun extrañada sigo viendo la noticia esperando a que esos dos vuelvan a salir, pues cuando lo he visto al mirar la hora no le he prestado mucha atención y la cara de esos dos me parece conocida, al salir una imagen mi boca se abre y mis ojos no dan crédito de lo que ven.

"Ashton Owen y Jake Williams, ambos chicos de veinticuatro años aproximadamente, han aterrizado esta mañana dejando claro a nuestros compañeros que se quedaran por un largo tiempo en el país, y que hay una mínima posibilidad que pasen a vivir aquí, dejando atrás su antigua ciudad.

El verdadero motivo sorprendente es el nombre de la gran cadena hotelera "Hoteles Hood", pues su respuesta ante una pregunta realizada en la rueda de prensa ha sido: queríamos hacer honor a un compañero que nos dejó en camino, a un hermano, sabemos que le habría gustado el gran cambio de vida que hemos realizado." Dijo el señor Owen y nos dejó a todos con la boca abierta.

Bienvenidos al país chicos y esperamos que todo siga sobre ruedas."

Se despide la reportera y mis nervios aumentan, y aun sin saber que hacer las lágrimas abordan mis ojos, miles de preguntas atacan mi cabeza y no encuentro ni una sola respuesta, por inercia cojo el teléfono, ¿pero a quien voy a llamar? Seamos sinceros, Marc estará tan ocupado con la policía que ni responderá y mi segunda opción es Jake, pues se convirtió en un buen aliado.

Los nervios me impiden seguir trabajando y decido salir a dar un paseo hasta llegar al centro comercial más cercano, pues últimamente ver ropa para bebés es lo único que ha calmado mis nervios.

Tras unos largos veinte minutos llego al centro comercial, gracias a que es martes no hay mucha gente y te puedes mover con tranquilidad por todos sus pasillos. Mis ojos se dirigen a un escaparate donde una gran cuna capta mi atención de inmediato, sin resistirme entro al establecimiento a preguntar todo tipo de cosas acerca de ella, el dependiente me explica con mucha amabilidad todos los detalles acerca de esta, tras varios minutos hablando compro la cuna y el chico me asegura que mañana a primera hora la llevarán a mi casa, y feliz salgo de aquella tienda.

El barullo se hace presente en los pasillos del centro comercial, un gran túmulo de gente se arremolina en una de las puertas de este y entran guardias cubriendo a alguien, la curiosidad puede conmigo y disimuladamente miro por encima de todas las personas que allí se encuentran y palidezco al instante.

Cojo mi helado y cubriéndome para que la mirada de aquellas dos personas no llegue hasta mí, salgo de allí y emprendo camino a casa colocando los cascos, evadiéndome un poco de la realidad.

Una vez llego, me tumbo tranquilamente sobre el sofá de cuero que se encuentra en el salón de la casa, sin que la música se dejase de reproducir en mis cascos.

Despierto somnolienta sin saber muy bien donde me encontraba, hasta que me doy cuenta que mis cascos están puestos y nada se escucha a través de ellos, cojo mi móvil y compruebo que la batería se ha agotado, y perezosamente me levanto para ponerlo a cargar a la vez que vuelvo a coger el ordenador para trabajar un rato, pues es pronto para irme a dormir o a hacer cualquier otra cosa.

Las horas pasan rápido y el sol ya ha caído, y con este todos mis ánimos de hacer algo productivo, coloco todo en su sitio y tomo mi móvil, encendiéndolo así. Sorprendentemente este vibra comunicándome que ha llegado una notificación de una de las redes sociales que todavía conservo.

Frunzo el ceño al darme cuenta que es un mensaje de whatsapp de un número desconocido, el cual no tiene ni foto de perfil ni nada.

Perdona, ¿quién eres?

Decido responder y esperar a que este vuelva a vibrar, pues hacía escasamente diez minutos que el mensaje me había llegado.

Te aseguro que no te gustaría saberlo.

Nos vemos pronto querida Yvonne.

L.Mc