Capítulo 6.
Idiota: ¡Buenos días! Espero que hayas pasado una buena noche. 🎈☺️
Frunzo el ceño y dejo mi teléfono sobre la mesita de noche para colocarme de pie y estirar mis brazos sobre la cabeza. No creo estar lista para empezar un nuevo día porque estoy con mucho sueño. Bostezando, arrastro mis pies sobre la alfombra y tomó una toalla de la silla. Salgo de mi habitación y agudizo mis oídos, escuchando algún ruido. Me asomo a la habitación de mis hermanos y veo que ellos aún están durmiendo así que, con un poquito de mejor humor, voy hasta el baño para tomar una ducha.
Cepillo mis dientes y me despojo de mi pijama, lanzando la braga en el cesto de ropa sucia. Regularizo la ducha y me meto luego de unos segundos, lavando mi cuerpo y humedeciendo mí cabello.
Eventualmente, después de un rato salgo de la ducha y envuelvo mi cuerpo con la toalla, las gotas de agua se deslizan por mi rostro hasta perderse en la tela de la toalla.
Salgo del baño y troto hasta mi habitación, sintiendo el cambio de temperatura haciendo que los vellos de mi cuerpo se ericen. Cierro la puerta con mi pie y abro las cortinas.
Cuando estoy abrochando mi sujetador, mi teléfono suena sobre la mesa. Voy hasta allá y desbloqueo el teléfono, leyendo el mensaje de mi mejor amiga.
Char: ¿Chaqueta de mezclilla o de cuero? 👀
Ruedo los ojos. Ella siempre me pide esta clase de opiniones pero siempre termina usando lo que cree que lucirá mejor.
Natalie: La chaqueta de cuero, indudablemente. 👌
Char: Era lo mismo que yo estaba pensando. 🌚
Dejo el teléfono sobre la mesa una vez más y tomo mi uniforme. Comienzo colocándome la blusa y mientras abrocho los botones, logro escuchar las voces de mis hermanos. Me estoy colocando las calcetas cuando mi teléfono vuelve a sonar sobre la mesa. Termino de amarrar las agujetas de mis zapatos escolares y tomo el teléfono. Por Dios, ¿él no se cansa de enviar mensajes?
Idiota: He visto que estabas conectada; ¿por qué me ignoras? 💔
Natalie: Estaba dándome una ducha.
Idiota: ¿Y por qué no me invitaste? 😏
Todo mi rostro ardió en ese momento. Yo me desconecté y dejé el teléfono sobre la mesa para cepillar mi cabello. Cuando estaba trenzando mi pelo húmedo, el teléfono volvió a sonar pero yo no le tomé importancia. Ha de ser el imbécil con un nuevo comentario fuera de lugar.
Ordeno mis cosas para la escuela y extiendo el edredón en mi cama; mamá me ha llamado muchísimo la atención porque no ordeno mi habitación antes de irme a la escuela. Yo tomo los anteojos y me los coloco antes de lanzar el cargador dentro de la mochila y salir de mi habitación. En el trayecto a las escaleras me encuentro con Scott. Lo saludo de forma amable y él me responde con un gruñido. Creo que él tiene un serio problema. ¿Será que mamá y papá lo sacaron del zoo?
Troto por la escalera y dejo caer mis cosas en el sofá de siempre e ingreso a la cocina toda energía pero me doy cuenta que sólo Noah está desayunando. Frunzo el ceño y miro la hora en el reloj; son las seis con treinta de la mañana, ¿dónde están mamá y papá?
—Ellos salieron muy temprano en la mañana. —me informa mi hermano con la boca llena— Creo que mamá tenía que ir al hospital o algo así entendí.
Asiento y me dispongo a preparar mi tazón con cereal y leche. Aprovechando que no está mamá, me sirvo un poco más de cereal y lleno mi taza con café. Me siento frente a mi hermano con su mirada fija en mí.
Intento ignorarla los primeros minutos pero sus ojos me incomodan. Con la cuchara en el aire, yo lo miro a través de mis anteojos y alzo una ceja.
—¿Qué te pasa?
—¿A mí?
—¿Ves a alguien más aquí en la cocina, Noah?
Él rueda los ojos —No me pasa nada.
—¿En serio? Genial. —me burlo y sigo desayunando. No pasan diez segundos hasta que dejo caer mi cuchara al tazón con brusquedad— ¿Vas a decirme lo que te pasa o tendré que rogarte para que me cuentes?
Él lanza una mirada hasta la puerta de la cocina. Es extraño hablar con Noah sin que Scott esté presente. Usualmente, ellos hacen todo juntos, como los mellizos y buenos amigos que son. A veces desearía tener una gemela pero luego veo a mis cuatro hermanos horribles y se me pasa.
—Enserio me gusta ella... —confiesa por lo bajo luego de inclinarse en la mesa sólo para que yo lo escuche—. ¿Podrías ayudarme?
—¿De quién estamos hablando exactamente? —cuestiono y reanudo mi tarea de comer mi desayuno.
—Tú sabes de quién estoy hablando.
—Sí. —tomo un trago de mi café y dejo la taza nuevamente sobre la mesa— Pero tú también sabes que Charisma tiene novio.
—Rick es un idiota.
—Disculpa, si no te has dado cuenta, él también es mi amigo.
—Pero yo soy tu hermano. —recuerda, simulando estar ofendido.
Mis hombros caen hacia adelante. Odio esto. ¿Por qué tiene que sentir algo justo por mi mejor amiga? ¡Es extraño! Noah es mi hermano y yo amo a Charisma como si fuera mi hermana. Es extraño que mi hermano biológico sienta cosas por mi hermana de diferente madre.
—Noah, eres mi hermana y te quiero mucho... —comienzo y él rueda los ojos. Ya sabe a dónde quiero llegar porque siempre comienzo las malas noticias de esta manera— pero no puedo hacerlo. Hay muchas chicas y créeme, más de alguna quisiera salir contigo. Sólo, olvídate de Char. Ella no es la indicada.
Después de eso, él no vuelve a decir ninguna palabra y se concentra únicamente en terminar su desayuno. Yo copio su acción sintiéndome como una auténtica perra por haberle dicho eso a mi hermano pero, no quiero que haya algo entre ellos dos porque es horrible. ¿Y si ellos comienzan a salir y luego terminan y se odian? No podría hablarle a uno sin que el otro se enfade.
El silencio que no envuelve después de esa pequeña conversación es bastante incómodo. Yo dejo en paz a mi hermano porque lo conozco lo suficiente como para saber que si le sigo hablando él me mandará al diablo.
Eventualmente, Scott entra en la cocina y la plática entre los mellizos comienza. Yo termino de tomar mi desayuno y lavo los trastes que he utilizado antes de salir de la cocina e ir al baño para cepillarme los dientes. Cuando estoy a punto de salir de casa, Charisma me llama por teléfono para decirme que está esperándome afuera. Me despido de mis hermanos y tomo mis cosas para salir de casa. El coche de Charisma está aparcado justo frente de mí y la ventana del copiloto está abierta así que puedo ver cómo mi mejor amiga se retoca el maquillaje mientras se observa en el espejo retrovisor.
Me subo de un movimiento y lanzo el bolso hacia atrás, sujetando mi teléfono con mi mano derecha mientras que la izquierda abrocha el cinturón de seguridad.
—¿Cómo estás? —me pregunta y pone en marcha el auto.
—Bien. ¿Qué hay de ti?
—Emocionada.
Alzo las cejas —¿Y eso por qué?
—¿No leíste mi mensaje? —me lanza una mirada y yo niego. Charisma rueda los ojos— Te envié un mensaje hace un rato.
—Ah —recuerdo—. Yo pensaba que era un mensaje del idiota de Dave por eso no quise leerlo.
Mi mejor amiga pone los ojos en blanco. En vez de doblar hacia la derecha como siempre lo hace para ir a la escuela, ella sigue conduciendo en dirección recta.
—¿Qué diablos estás haciendo? Este no es el camino a la escuela.
—Relájate —me pide y enciende la radio—. Hoy nos tomaremos el día libre.
—¿Con permiso de quién?
—Por permiso de nadie —se mofa—. Hoy no tenemos nada importante en la escuela, Nat. Relájate un poco. Iremos al centro, comeremos porquería y estaremos de regreso en casa a la misma hora de siempre.
—Ni siquiera me avisaste.
—Lo hice —me recuerda—. Que tú no hayas leído el mensaje es otra cosa.
—Podrías haberme llamado.
—A veces me pregunto por qué eres mi mejor amiga.
—¿Qué quieres decir con eso?
Aprovechando de que ha detenido el auto en un disco pare, ella me lanza una mirada.
—A veces eres tan aburrida.
—Yo no soy aburrida. —reclamo con indignación.
—Sí que lo eres. —canturrea.
Tomo una larga respiración pensando en qué le voy a decir a mis padres en caso de que ellos se enteren de que he faltado al colegio sin permiso. Tengo muy pocas faltas, por eso los maestros se extrañan cuando yo no voy a la escuela.
—De todas maneras, ¿qué haremos allá a las ocho de la mañana? Nos vamos a aburrir como el infierno.
Ella me mira y su ceja derecha se alza.
—No vamos a estar solas. Ellos nos están esperando en la plaza central.
—¿A quién te refieres con ellos? —le pregunto. Yo tengo una pequeña sospecha de quién esta hablando pero necesito que me lo confirme.
—Rick y Dave.
—¡Charisma!
Ella ríe a carcajadas —¡Lo pasaremos bien! ¡Ay, me encanta esa canción!
Ella no me da tiempo para quejarme. En cambio, le sube el volumen al máximo dejando que la voz de Sia retumbe en el interior del coche. Charisma intenta que yo me una al coro de Elastic Heart pero no quiero porque estoy molesta.
Para ignorarla un poco, desbloqueó mi teléfono y reviso los mensajes. Veo el mensaje que ella me ha dicho.
Char: No traigas mochila. ¡Hoy nos tomaremos el día libre! 🎊
«Estúpida» mascullo en mi interior y leo el mensaje del Idiota.
Idiota: ¡Estoy muy emocionado por nuestra salida de hoy! ¡CITA DOBLE! 😱
Decido no responderle porque sé que no escribiré nada bueno.
***
Mi mandíbula duele cuando trato de sonreír al ver a Rick y al Idiota frente a nosotras. Yo intenté quedarme en el auto y no me hubiera importado dormir toda la mañana ahí mientras esperaba a que Charisma regresara pero ella me arrastró fuera y me amenazó con algo que me convenció de inmediato: ella dijo que si yo no bajaba del coche le iba a decir a mis padres que había faltado a la escuela. Ella es una pequeña tramposa.
Dave saluda a Charisma primero y luego posa su mirada en mí. Él sonríe y yo ruedo los ojos. Quizás, para los demás puedo ser malditamente pesada pero él no me agrada. Prefiero quedar como una estúpida antes de fingir que él me cae bien; el hecho de que le haya respondido un par de mensajes en WhatsApp no cambia las cosas.
—Hola, Nat. —me saluda Rick después de comerle la boca a su novia. Cuántos gérmenes habrán compartido esos dos gracias a su saliva. Ew.
—Hey, Rick. Hola, idi--Dave. —freno mi lengua y él sólo suelta una risita.
—Hola, Natalie.
—Entonces, ¿qué vamos a hacer? —pregunta mi mejor amiga, cambiando drásticamente de tema.
Rick piensa un momento —Bueno, el centro comercial no lo abrirán hasta dentro de dos horas... ¿por qué no vamos a tomar desayuno?
—¡Ay, sí! —exclama la rubia— Yo muero de hambre.
—Conozco un buen lugar. —acota Dave, metiendo las manos en los bolsillos de su pantalón— Las comidas allí son buenas y el precio es bastante asequible.
Ruedo los ojos ante su lenguaje extendido. Él sólo está presumiendo. Detesto cuando las personas utilizan lenguaje poco conocido sólo para presumir sus conocimientos. No es que no sepa el significado de "asequible" pero casi nadie en el mundo utiliza esa palabra.
—Claro. ¿Vamos, Nat? —me pregunta Charisma.
—No. Yo paso.
—Oh, vamos —se mete Dave en la conversación—. ¿Podrías dejar de ser amargada por un momento?
Lo miro boquiabierto —¿Disculpa?
—He intentado de ser amable contigo todo este tiempo...
—Nadie te pidió que fueras amable conmigo. —lo interrumpo.
—Sólo quiero hacer que ésta salida sea un poco más amena, ¿sabes?
Rick y Charisma están en completo silencio mientras que Dave y yo discutimos. Intento frenar mi lengua para no insultarlo pero me es inevitable. Él está serio, sus cejas gruesas se han unido y sus ojos que antes brillaban con simpatía ahora están más opacos, más oscuros.
—¿Y quién te dijo a ti que yo quería venir a esta estúpida salida?
—Qué chica más amargada, Dios... —él exclama pero yo alcanzo a oírlo.
—Lo que tú pienses de mí no me importa.
—Bueno, entonces deberías empezar a preocuparte un poco más por no arruinar la salida de tus amigos.
Le lanzo una mirada a Charisma y luego miro a Rick. Odio admitir esto pero muy en el fondo yo sé que él tiene razón. Me cuesta muchísimo dar mi brazo a torcer pero, finalmente, lo hago.
—Está bien —digo entre dientes—. Lo haremos pero ni sueñes que lo hago por ti. Esto es por ellos.
Él alza sus brazos en derrota —Prometo no molestar a su majestad.
—No respires cerca de mí, eso es lo único que te pido.
Todo el mundo se queda en silencio y sus ojos puestos en mí me incomodan. Intento relajarme, recordando que yo misma fue la que le prometió (en contra de mi voluntad) a Charisma intentar hablar con Dave pero es imposible. Quiero decir, escribirle por WhatsApp es diferente y no tengo que estar escuchando su odiosa voz todo el tiempo.
Rick es quien rompe el silencio con un carraspeo.
—Entonces... ¿podemos ir a desayunar ahora?
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