intro
00. introduction
Las calles de Seúl brillaban con un resplandor húmedo bajo la constante lluvia que se deslizaba sobre el pavimento. El bullicio incesante de la ciudad acompañaba los pasos pesados de una joven, que, al notar las miradas curiosas clavadas en ella, apretó el paso con evidente inquietud. No era de extrañar la atención; después de todo, no era común ver a una chica con las mejillas manchadas de lágrimas y el rostro enrojecido por el llanto vagar sola en medio de la noche.
Finalmente, al llegar a un pequeño parque desierto, Eun-ha se dejó caer en una de las bancas de madera. Suspiró profundamente mientras sus manos temblorosas intentaban inútilmente limpiar los rastros de lágrimas que aún surcaban su piel. Luego, sacó su teléfono del bolsillo con movimientos lentos. Revisó las notificaciones acumuladas: mensajes y llamadas perdidas, casi todas de su madre o de las personas a quienes les debía dinero.
Tras unos minutos en silencio, en los que la lluvia parecía haber amainado, Eun-ha tomó aire y se decidió a devolver la llamada de su madre. Después de un par de timbres, la voz ansiosa de la mujer irrumpió al otro lado de la línea.
-¿Eun-ha? ¿Dónde estás? -La urgencia en su tono era inconfundible-. ¿Lograste contactarlo? ¿Te ayudará?
Eun-ha cerró los ojos, exhalando despacio como si quisiera reunir fuerzas para contestar. Sin embargo, su silencio prolongado bastó como respuesta.
-Ese maldito... -La rabia contenida en la voz de su madre era palpable-. ¿Acaso no le importa cómo estás? ¿Cómo está su familia? Te juro que si lo tuviera enfrente...
Las palabras quedaron inconclusas, suspendidas en el aire, impregnadas de frustración. Eun-ha tragó saliva, apretando el teléfono con fuerza.
-No sé si siquiera está en Corea, mamá. Lo busqué en nuestro... su apartamento -se corrigió rápidamente-, pero no hay señales de él.
-¿No le preguntaste a Min-jae? -inquirió su madre con un tono que mezclaba esperanza y reproche-. ¿No era cercano a ese bastardo?
Eun-ha suspiró de nuevo, pasando una mano por su cabello húmedo mientras contenía las ganas de llorar otra vez.
- Min-jae tampoco lo ha visto. Además, no sé de dónde sacaste que eran amigos -murmuró Eun-ha, acomodándose el bolso al hombro mientras se ponía de pie tras un rato de estar sentada.
Sin rumbo fijo, comenzó a caminar bajo el brillo tenue de las farolas, escuchando a su madre quejarse al otro lado de la línea. Ya era algo rutinario. Desde el momento en que Eun-ha reunió el valor suficiente para confesarle que había perdido todo su dinero en una estafa, la dinámica entre ambas había cambiado. Aquella confesión, acompañada de súplicas para poder quedarse temporalmente en casa de su madre mientras trataba de saldar sus deudas, había marcado un antes y un después.
Ahora, seis meses después, la situación seguía siendo precaria. Su madre cuidaba al pequeño Eun-Jae mientras Eun-ha salía cada día a buscar algún trabajo que le permitiera ahorrar lo suficiente para encontrar un lugar donde vivir con su hijo. Pero apesar de ya no aguantar las constantes palabras de reproche de su madre y tener suma esperanza de encontrar algún trabajo estable que la ayudará, Eun-ha no lograba nada más que pedir más prestaciones al banco, pues su madre le podría haber dado un techo donde vivir después de que la desalojaron de su apartamento, pero Eun-ha jamás vería ni un centavo prestado por aquella mujer para mantenerla a ella ni a su hijo.
Después de varios minutos de caminar y de convencer a su madre de que ella se encargaría de todo, Eun-ha colgó la llamada, ingresando a la estación del metro que solía tomar para regresar a casa.
Se sentó en una de las bancas vacías y guardó su teléfono en el bolso, dejando escapar un suspiro mientras observaba el lugar. Con un destello de esperanza, recorrió con la mirada a las cientos de personas que pasaban, deseando que, por mera casualidad, la figura de su ex pareja apareciera entre la multitud. Imaginaba cómo se acercaría, pidiéndole perdón por haber desaparecido, ignorarla, cargarla de deudas inimaginables y, peor aún, haber abandonado a su familia.
Sin embargo, lo único que captó su atención fue la figura de un hombre bien vestido que se dirigía hacia ella. Lo observó acercarse hasta tomar asiento a su lado, acomodando su saco y su maletín con calma, como si aquel encuentro no fuera más que una simple coincidencia.
Eun-ha lo miró de reojo, notando que los ojos del hombre ya estaban puestos en ella.
—Buenas noches —saludó él con una leve sonrisa, rompiendo el silencio que flotaba entre ambos.
La desconfianza se reflejó de inmediato en el rostro de Eun-ha. Su mente empezó a trabajar a toda velocidad: ¿Será otro cobrador de deudas? ¿O tal vez uno de los resentidos seguidores de mi ex buscando venganza?
—¿Puedo ayudarlo en algo? —preguntó, su tono cortante dejando entrever su incomodidad.
El hombre no se inmutó ante su frialdad y, en cambio, mantuvo aquella sonrisa serena.
—En realidad, creo que yo puedo ayudarla a usted.
Sin apartar la mirada de ella, abrió su maletín con calma. Dentro, Eun-ha pudo ver dos sobres, uno azul y otro rojo, junto a un fajo considerable de billetes.
—¿Qué es esto? —inquirió, entrecerrando los ojos, como si con ello pudiera descifrar sus intenciones.
—Es un juego. Ha jugado Ddakji, ¿no? Es simple. Por cada victoria, le daré 100,000 wones —explicó el hombre mientras sacaba los sobres y los sostenía frente a ella, su sonrisa atractiva iluminando su rostro.
Eun-ha bajó la mirada hacia el dinero. La necesidad ardía en su pecho, pero la desconfianza era difícil de ignorar. Había aprendido a las malas lo peligroso que podía ser confiar en alguien que ofrecía una solución rápida.
—¿Y si digo que no? —replicó, su voz firme, aunque por dentro vacilaba.
El hombre ladeó la cabeza, ampliando su sonrisa.
—Eso depende de usted, pero estoy seguro de que necesita esto más de lo que imagina.
La seguridad en sus palabras hizo que un escalofrío recorriera a Eun-ha. Su mirada osciló entre los sobres y el hombre, dudando. Finalmente, con un suspiro, extendió la mano y tomó el sobre azul.
— ¿Cómo es que se juega?
corto pero es solo la introducción 🫵🏻
el primer cap si va a estar más largo se los juro 🗣
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