Acababa de salir de casa de Cristina e iba de camino a mi casa cuando empecé a recordar los viejos tiempos en los que Cristina, Sara y yo nos llevábamos súper bien. Éramos mejores amigas, nos solíamos llamar entre nosotras las 3 mosqueteras. Siempre unidas, parecía que nadie nos podría separar, hasta que ocurrió lo de David. David era el novio de Sara, llevaban saliendo solo dos meses, aunque Sara estaba muy enamorada de él, que pena que no fuese mutuo..

Hace dos años, en el día de San Juán, nos invitaron a una fiesta ibizenca a las tres y a David también. El problema fue que a Sara le habían quedado dos asignaturas para Septiembre y los padres de Sara se enfadaron muchísimo. Son las personas más estrictas que conozco, sobre todo con el tema de las notas, la pobre de Sara se ha perdido un montón de fiestas y otros acontecimientos por ese motivo.

El caso era que la castigaron sin ir a la fiesta de San Juan y en cambio se tenía que quedar en casa cuidando de sus primos pequeños. A mi me daba mucha pena que Sara no viniese a la fiesta, además no me lo iba a pasar tan bien si ella no estaba y menos sabiendo que ella estaría triste en su casa, así que decidí no ir y quedarme con ella cuidando a sus primos. Nosotras no fuimos a la fiesta, pero Cristina y David sí. Al parecer en la fiesta estuvieron tonteando, y con eso de que bebieron más de la cuenta hasta se acabaron liando y a saber que más..

Sara y yo nos enteramos de esto tres días después por mi amiga Lucía que había estado también en la fiesta y lo vio todo. Ninguno de los dos fueron capaces de contárnoslo antes. Cuando Sara me lo dijo, yo no me lo podía creer. Sara estaba fatal, destrozada, no paraba de llorar, no entendía como podía haberle hecho esto su novio y su mejor amiga. La verdad es que yo tampoco lo entendía. Desde entonces ya nada ha vuelto a ser igual, Sara no volvió a hablar con Cristina nunca, no la quería ni ver. Sara evidentemente cortó con David, aunque este le estuvo pidiendo perdón mucho tiempo, pero ella nunca lo aceptó. De un día para el otro las 3 mosqueteras ya no eran una y se desvanecieron.

Yo seguí siendo amiga de las dos, aunque era complicado ya que un día las dos querían quedar conmigo y yo no podía quedar con ellas porque estaban peleadas y tenía que quedar un día con una y otro con otra. Los padres de Sara por sus notas decidieron cambiarla de instituto y al final, entre una cosa y la otra nos fuimos distanciando, pero a pesar de que ya no nos veamos tanto como antes ella para mí sigue siendo una gran amiga y yo la quiero muchísimo.

Llegué a la puerta de mi casa y busqué mis llaves pero no las encontraba por ningún lado, mis padres trabajan todos los días y pocas veces están en casa.

Mi única opción era mi hermano, así que llamé al timbre 4 veces pero nadie abría. Saqué el teléfono y decidí llamarlo, lo busqué en la lista de contactos donde aparecía con el nombre de "El más guapo", ni se notaba que lo había puesto él... Lo llamé pero tampoco me cogía el teléfono. Como lo escuchaba dentro de la casa seguí llamándolo hasta que me lo cogió enfadado:

-¿Laura se puede saber que quieres?- Me gritó con la respiración agitada.

- Iván estoy abajo sin llaves ¿me puedes abrir?- Dije con voz apenada.

-Ya bajo.-Dijo mas calmado.

Bajo rápido y abrió la puerta, solo llevaba unos pantalones grises y el pelo alborotado.

Si, efectivamente le había interrumpido con una de las muchas chicas que pasaban por la habitación de mi hermano. A él no le gustaba nada quedarse a medias y ya le habían pillado mis padres en más de una ocasión.

Mi hermano subió las escaleras corriendo y cuando llegó a su habitación se le escuchó decir - Perdón -y cerró la puerta de golpe.

Me fui a la cocina y cogí mis cereales favoritos, no tenía mucha hambre. Luego subí a mi habitación y terminé de arreglar la nueva decoración del cuarto. Faltaba por colocar la última foto en la pared, así que me subí en la cama y la puse.

A continuación me tumbé en la cama cuando de repente sonó el teléfono, era Sara:

-Hola Laura, este es mi nuevo número de teléfono-Dijo Sara.

-Hola Sara, ¿qué tal estas?, ¿qué haces ahora?-Dije impaciente, necesitaba salir de mi casa.

-Yo bien, quería saber si te gustaría quedarte hoy a dormir en mi casa, necesito hablar contigo, te echo de menos.-Dijo Sara un poco triste.

-Claro que quiero pero, ¿están tus padres?-le dije yo.

-No, están de vacaciones, solo está mi hermano pero se irá luego.

-Ah vale cogeré las cosas y iré para tu casa.

-Adiós, te quiero y date prisa- dijo Sara.

Antes de poder despedirme se me cayó el teléfono al suelo y se colgó. Mierda creerá que fue queriendo.

A los padres de Sara no le caía muy bien desde que empecé a distanciarme de ella, siempre me decían que Cristina no era de fiar. Como veían que me seguía juntando con Cristina a pesar de lo que le había echo ella a su hija pues les sentó muy mal y no querían ni que Sara quedase conmigo. Pero aun así las dos eran mis amigas y yo no iba a dejar de juntarme con ninguna, ni iba a dejar de ver a Sara aunque me lo prohibiesen.

Le había dicho a Sara que iba a su casa pero se me había olvidado un detalle importante, avisar a mi madre.

Así que la llamé:

-¿Qué quieres hija?-Dijo con la voz dulce.

-Mamá he pensado que como hoy no estáis ni tú ni papá en casa y Iván se va de fiesta me podría ir a dormir a casa de Sara ya que no están sus padres y así no nos quedamos solas ninguna de las dos, además su hermano nos cuida.-Dije con esperanzas de que me dejase.

-Esta bien, pero solo porque tu hermano se va y no me gusta que te quedes sola en casa. Por cierto, ¿cómo esta tu hermano?-Dijo interesada.

-Mi hermano está bien, ahora mismo está en su habitación, le diré que te llame después. Adiós te quiero, Sara me esta esperando.-Le dije empezando a recoger mis cosas.

-Adiós cariño, portate bien.

Cogí la mochila, y empecé a meter la ropa dentro. Cuando terminé fui a la habitación de mi hermano y pegué en la puerta:

-¿Qué quieres? -Me abrió la puerta de golpe.

-Me voy a casa de Sara a dormir, llama luego a mamá que quiere saber como estás.

-Vale, pásalo bien y no vuelvas mañana muy pronto que no tienes llaves y lo mas seguro es que esté durmiendo. En todo caso cuando vengas me llamas antes, ¿vale?-Dijo con tono de "como me despiertes te mato".

-Si, no te preocupes, te quiero.-Dije ya bajando las escaleras.

Salí de mi casa con los auriculares puestos y escuchando música para hacer que el camino a casa de Sara fuera más ameno. Después de media hora andando llegué a su casa, ella ya tenia la puerta abierta.

-Hola guapa, ven, subamos a mi habitación-Me dijo contenta.

La seguí y empecé a observar la casa, estaba algo cambiada desde que no venía.

-Laura, ¿Cristina ha cambiado desde lo que pasó?-Dijo con voz algo triste.

-Bueno... ella sigue igual con los niños pero nuestra relación mejoró después de aquello.

Ella me dijo que se sentía ahora mejor conmigo y que en realidad eso nos unió más a las dos. Yo a ella la quiero mucho y la apoyé en su momento aunque también debí pensar más en ti, pero ya sabes como son tus padres y desde que vieron lo mal que lo pasaste por lo que ocurrió ni a mi me perdonan que me siguiera hablando con Cristina.

Yo os quiero mucho a las dos y espero que no estés molesta por no haber estado contigo como debería.

-Laura no te tienes que disculpar, estas cosas pasan y no te tienes que preocupar por eso, sé que mis padres hicieron que nos separáramos. Que sepas que yo también te quiero tía.

Y nos abrazamos las dos casi llorando

-Bueno-dijo Sara- ¿Me ayudas?, tengo que hacer un trabajo en el ordenador-Me dijo cambiando de tema.

-Si, claro ¿qué hago?-Dije entusiasmada.

-Ve a la habitación de mi hermano, él se fue hace un rato, y coge el pendrive que tiene en su mesita de noche.-Me dijo segura de que el hermano se había ido.

-Vale-Dije dirigiéndome a su habitación.

Abrí la puerta de la habitación de Eric y me quedé inmóvil, me lo encontré mirándome fijamente. Él está increíblemente bueno y encima no llevaba puesta la camiseta y me estaba muriendo de vergüenza.

-Emm... perdón pensé que no estabas-Dije avergonzada.

-No pasa nada Laura ¿qué querías?-Me dijo dedicándome una sonrisa encantadora.

-Venía a por el pendrive que tienes en tu mesita de noche- le dije señalándole el pendrive.

Lo cogió y me lo dio en la mano. En ese momento nuestras manos se rozaron. Yo no podría describir esa sensación, era algo tan especial, él me encanta.

-Muchas gracias Eric-Le dije sonriéndole.

-Denada guapa, ya sabes donde estoy.-Me guiño un ojo.

Me dirigí a la habitación de Sara. Yo estaba aún avergonzada pero a la vez contenta, no sabía bien porque me sentía así.

-¿Que pasó?, ¿por qué tardaste?-Dijo impaciente.

-Tu hermano estaba en la habitación.-Dije con vergüenza.

-Ah, ¿si?, creía que se había ido ya. Dijo quitándole importancia.

Nunca pensé que mandarme a coger un pendrive era lo mejor que me podía haber pasado en todo el día, no podía estar más feliz. ¿Cómo se sabía mi nombre?, ¿habría preguntado alguna vez por mí?. Lo dudo, si él es tan perfecto, como se iba a fijar en alguien como yo.

Nota:
En la multimedia he dejado la habitación de Laura
Esas dedicatorias de mis niñass que las adoroo y quiero a todas gracias AdiiSwag, LindaConrado, LisseteGonzales, Maria_Sojo y JaSegu.
Gracias a todas las demás las quiero muchooo paarrabal,marinarrabal,incomprendida96,angelapjr11,SaryCGM2,Inmortal2,Mafeparra200,clauespa,patyskiiss,sofuchis,AprilFarfan,campanita555,AriiLarrion.
Lauramcdc y Khriss22 me ayudaron con este capítulo os quiero chicass.
Y a chicas que siguen mi novela idbrga,shaggy29,natynat_2 me alegro de que os haya gustado.

Les recomiendo que lean "Mi Ginecólogo" de JaSegu

"Eres mi adicción" de LisseteGonzales

"Guide to the dark" de AdiiSwag

"Giro infernal" de LindaConrado

"Querido intruso" de Maria_Sojo

"Operación infiltración" de idbrga

"The secret daddy of my baby" de lauramcdc

Son unas buenas novelas seguidlas a mi me encantan.

Gracias a todas os quiero.