Capitulo 4
Narra Ranma
Después de haber fingido que Ryoga era mi novio para deshacerme de Kuno y aceptar su reto, me dirigí a casa. Mañana al mediodía será el encuentro, no tengo que preocuparme mucho, lo más seguro es que le gane sin mucho esfuerzo.
Ya había oscurecido en lo que regresaba a casa. En cuanto entré Nabiki se acercó a mí para decirme que me esperaban en la mesa para cenar, ambos fuimos al comedor y nos sentamos en nuestros respectivos lugares. Luego de la cena, Akane y yo subimos, cada uno fue a sus respectivas habitaciones. Me acosté en el suelo y me dediqué a ver el techo. De repente recordé cuando el idiota de Kuno se nos acercó para molestarnos.
-Le debo una-susurré; sí que le debo una, me salvó de Kuno-dijo que era su novia-lo sería si aún fuera la pelirroja; ¡¿pero qué digo?! Sea hombre o sea mujer no puedo ser la pareja de Ryoga, aunque esté como mujer aún me interesan las mujeres, aún me interesa Akane.
-¿A quién le debes una?-miré a mi lado, Akane se encontraba sentada a mi lado.
-A Ryoga-dije volviendo mí vista al techo-hoy me ayudó a librarme de Kuno-le expliqué.
-Ya veo, por cierto, ¿mañana tendrás algo que hacer?-la miré nuevamente, ella evitaba mirarme y tenía un pequeño sonrojo en sus mejillas.
-Ryoga volvió a retarme a una pelea-escuché un pequeño suspiro por su parte-luego no tengo nada que hacer-me senté para tenerla cara a cara-¿qué se te ocurre que podemos hacer?-ella me miró.
-No se me ocurrió mucho, creí que podríamos ir a caminar un rato por ahí-me mostró una pequeña sonrisa.
-Suena bien-le devolví la sonrisa; ¿desde cuándo nos llevamos tan bien? siempre estamos peleando por estupideces, pero ahora creo que hasta podríamos tener un matrimonio tranquilo, sin muchas discusiones, si continuamos así, claro.
-Bien, te dejaré descansar-se iba a levantar pero la detuve tomándola de la muñeca y jalándola hacia mí, un sonrojo se formó en sus mejillas al darse cuenta de lo cerca que estábamos, me acerqué un poco más a su rostro para luego besarla. Definitivamente no se siente como hubiera pensado, digo, no es que no la quiera ni nada de eso, es mi prometida, tarde o temprano la voy a tener que querer me guste o no.
-Tal vez ya no siento la atracción que sentía antes por ella-pensé cuando por fin nos separamos.
-B-buenas noches-musitó para luego salir del cuarto.
-¿Y si de verdad dejé de verla como la veía antes?-¿ahora que me he llenado de coraje para demostrarle que la quiero mis sentimientos por ella desaparecen? Estoy algo confundido, pero creo que no debo pensar mucho estos temas, tarde o temprano voy a tener una respuesta.
---------------------------------------------------------------
Luego del reto, Ryoga se comportó bastante raro; creo que no debo preocuparme por él, pero aun así lo sigo haciendo. Me preocupo por cómo se está comportando, siento que algo le sucede. Solté un suspiro.
-¿Qué me sucede?-volví a suspirar. Aceleré un poco el paso; le había prometido a Akane que saldríamos juntos y eso haría. Al menos me serviría para no pensar tanto en Ryoga.
No tardé mucho en llegar a casa, Akane ya estaba lista para salir y me esperaba para irnos. Subí hacia al baño, me di un baño rápido, me alisté para luego volver con Akane.
-¿Listo?-asentí, ambos salimos-¿cómo te fue con Ryoga?-me encogí de hombros.
-Volví a ganarle-dije restándole importancia.
-Sabía que lo harías de nuevo-un silencio siguió luego de aquellas palabras; no teníamos mucho de qué hablar realmente. Además de que, aunque quisiera, seguía sin poder dejar de pensar en Ryoga. Podía escuchar cómo Akane hablaba de temas variados, dándole vueltas a unas y otras cosas, pero no podía concentrarme en ella.
-¿Ese no es Ryoga?-al fin dijo algo que me interesaba-¿acaso él y Ukyo están juntos?-¿Ukyo y Ryoga? Eso es imposible, se supone que a él le gusta Akane, aunque puede que intente algo con alguien más, digo, luego del rechazo de Akane.
-Eso parece-dije casi en un susurro desviando la mirada, me molestaba verlos juntos, ver cómo Ukyo abrazaba a Ryoga. Sentía una sensación extraña-¿podrían ser celos?-¡no! eso no podría pasar nunca, no podría estar celoso de Ukyo. Sentí como apretaban mi mano.
-¿Te sucede algo, Ranma? Estás muy serio-dirigí la mirada hacia Akane.
-¿Eh? N-no, no me sucede nada-le dediqué una pequeña sonrisa fingida-¿vamos? -ella asintió para luego sonreírme. Inevitablemente tuvimos que pasar junto a ellos; evité verlos, ya que aún sentía esa sensación extraña.
Había aceptado salir con Akane para distraerme un poco y dejar de pensar en Ryoga. Eso no pasó, cada dos por tres la imagen de Ukyo abrazando a Ryoga aparecía en mi mente y hacía que sintiera una opresión en el pecho.
En cuanto volvimos a casa, me dirigí directamente a mi cuarto y me encerré. No tenía ganas de ver ni a los Tendo, incluyendo a Akane, ni a mí padre. Tampoco cené, por más que Kasumi y Akane me insistieron no bajé, simplemente me quedé acostado por horas, mirando el techo, aun pensando en lo que me estaba pasando.
-Oye, Ranma, ¿qué es lo que te sucede ahora?-preguntó mi padre cerrando la puerta de la habitación tras su espalda-no has venido a cenar, no es que me queje, terminé comiéndome tu ración-suspiré; que yo sepa, los padres no se comen la comida de sus hijos cuando estos no quieren cenar por alguna razón, en cualquier caso, se lo guardaría para cuando tuviera hambre. En fin, al menos se preocupa por mí.
-Me siento algo raro...-creo que esto que siento se lo puedo confiar a mi padre, sé que no durará mucho como secreto pero no tengo con quien más hablar de esto.
-Apuesto a que es ansiedad por el compromiso. Ahora que Akane y tú se están llevando bien, quieres que sea pronto la boda, ¿verdad?-nada más lejos de la realidad Genma, no podrías estar más equivocado ahora.
-No, papá, no es eso-suspiré para luego recapacitar; ¿realmente estoy dispuesto a decirle esto a mi padre? No debería darle importancia, después de todo lo más seguro es que se me olvide de esto; de la extraña sensación que tengo ahora.
-¿De qué se trata entonces?-lo pensé un par de segundos más y, finalmente, decidí no decirle nada.
-Es por un reto que me hizo Ryoga-dije cerrando los ojos-creo que ahora de verdad se volvió fuerte-mentí descaradamente, soy consciente de ello, pero no quiero decir la verdad; no quiero decirle que me siento raro después de ver a Ryoga con Ukyo.
-Ya veo-dijo para luego apagar la luz, lo escuché ir hasta su cama y luego acostarse. Volví a abrir los ojos, observé el blanco techo por un tiempo. Di vueltas una y otra vez lo que había pasado hoy, aún sin entender aquella opresión en el pecho que sentí en ese momento y que, ¿por qué negarlo?, también lo sentía ahora al recordarlo.
Desperté con el rayo de luz que entraba por la ventana, era débil, así que probablemente hace poco que habría amanecido. No sé en qué momento me quedé dormido, solo recuerdo estar dándole vueltas a mil cosas distintas y, en un momento, haber cerrado los ojos.
-Tal vez fue entonces en el que me quedé dormido-pensé levantándome. Me puse mi ropa de entrenamiento y bajé al jardín para luego comenzar a entrenar.
Un par de horas después de que había bajado, Kasumi bajó y me saludó con una sonrisa. Al poco tiempo bajaron sus hermanas, mi padre y Soun, los cuatro se sentaron en la mesa y esperaron a Kasumi, quien preparaba el desayuno.
-Buenos días, Ranma-miré de reojo a Akane-¿no vas a desayunar?-preguntó, me detuve para luego mirarla.
-No tengo hambre-tanto ella como los demás presente me miraron con una expresión de sorpresa en el rostro-¿por qué me miran así?-pregunté arqueando una ceja.
-Es que... anoche no cenaste y hoy no desayunas, ¿realmente te encuentras bien? no es normal en ti saltarte las comidas-dijo Akane en nombre de todos, o al menos eso creo. Simplemente me encogí de hombros para luego seguir entrenando.
-¿No tendrá que ver con aquello que te preocupa?-resbalé y caí al escuchar aquello; menos mal que no le dije lo que realmente me aqueja, si lo hubiera hecho, seguramente todos lo sabrían.
-¿Te encuentras bien, Ranma?-Akane se acercó rápidamente para ayudarme a levantarme.
-Sí, no te preocupes-le dediqué una pequeña sonrisa mientras me ponía nuevamente de pie-y, para tu información, papá, no me preocupa nada-dije para luego volver a entrenar.
Estuve entrenando un rato más hasta el mediodía, cuando decidí salir. Caminé por todos los sitios que conocía hasta que sentí mi estómago rugir. No quería, pero terminé decidiendo ir a comer donde Ukyo.
-Hola, Ranma-me saludó Ukyo en cuanto entré, tenía una amplia sonrisa en el rostro.
-Hola-le dediqué una pequeña sonrisa fingida; no puedo sonreírle sinceramente, por lo menos por ahora-prepárame lo de siempre-le pedí mientras me sentaba, ella simplemente asintió, luego apartó la mirada de mí y la apuntó hacia algo o alguien que está detrás mio. No le di mucha importancia, ya que no soy su único cliente.
-Ah, hola, Ryoga-¿Ryoga? Mierda, no tengo muchas ganas de verlo.
-Hola-se sentó a mi lado-hola, Ranma-simplemente le dediqué una mirada, a la que él correspondió con una sonrisa, no correspondí a su sonrisa, solo desvié la mirada.
Podía escuchar la conversación de Ukyo y Ryoga. Parecían llevarse realmente bien de un día para el otro. Nuevamente comencé a sentir aquella opresión en mi pecho; ¿qué es lo que sucede conmigo? Nunca antes me había sentido así.
**
Muy buenas~ llego tarde con el nuevo capitulo. Lamento la demora, tuve algunos problemas con el documento, lo que me retrasó un poco. Espero que les guste tanto como a mi me gustó escribirlo. Se les agradecen los votos y los comentarios.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro