Nota: quería aclarar que cuando me refiera a Ranma transformado en mujer voy a llamarlo "Ranko".

Narra Ryoga

Han pasado algunos meses, he estado entrenando mucho para por fin poder vencer a Ranma. Creo estar bastante lejos de Furinkan, así que será mejor que emprenda camino, así podré instalar mi campamento y descansar un poco antes de retar nuevamente a Ranma. Eché a caminar en alguna dirección.

Han pasado horas y me da la impresión de no haber avanzado a ningún lado. Los pies me dolían al igual que la espalda; pareciera que la mochila era más pesada que cuando emprendí el viaje. Me senté en el piso cerca de un pequeño arrollo, dejé mi mochila a mi lado y me dediqué a ver el agua.

-¡Vuelve aquí, panda pulgoso!-se me hizo tan familiar aquello voz femenina, volteé a ver de quien era aquella voz. En cuanto lo hice, recibí una patada en la cara haciendo que caiga en el agua. Salí del agua con dificultad, ya que ahora era el pequeño cerdo negro-¿Ryoga?-miré a Ranko; el golpe me lo había dado ella, por culpa de ella he caído al agua y me he convertido en el cerdo al que Akane llama "P-chan"-lo siento, no te había visto-me tomó del lazo que llevaba atado en el cuello-¿te has perdido de nuevo? Será mejor que te ayude a montar tu campamento-¿desde cuándo me ayuda tanto? me tomó en brazos, luego tomó mi mochila y comenzó a caminar hacia el parque. En pocos minutos llegamos, me dejó en el suelo, tomó un par de leños e hizo una fogata, luego puso una tetera con agua sobre la fogata y esperó un poco. Cuando el agua estuvo caliente, vertió un poco sobre mí.

-Gracias-fue lo único que dije; realmente no me esperaba tanta amabilidad por su parte, digo, no siempre se comporta así.

-No agradezcas-me dedicó una pequeña sonrisa, desvié la mirada.

-¿Desde cuando eres tan bueno conmigo?-pregunté sin dirigirle la mirada.

-Es una forma de disculparme-¿disculparse? Está actuando muy raro hoy-no era mi intención hacerte enojar así cuando le di tu carta a Akane-se me había olvidado aquello, por eso mismo me había ido de la casa de los Tendo-no me digas que ya lo olvidaste. ¿Además de tener mala orientación también tienes mala memoria?-se burló.

-Cállate, no quería recordar eso-solté un suspiro.

-A todo esto, ¿cuándo volviste?-preguntó desviando la mirada de mi rostro.

-Hace un rato, eso de dos segundos antes de que me tiraras al agua-dije, Ranma hizo una mueca.

-Lo siento, estaba persiguiendo a mi padre, te vi cuando saliste del agua como P-chan-¿nuevamente disculpándose? Este no es el Ranma Saotome de siempre, el que conozco.

-De verdad, Ranma, ¿te sucede algo? Nunca te disculpas con nadie a menos de que te obliguen-me miró rápidamente frunciendo un poco el ceño y se dispuso a hablar.

-Mi querida chica del cabello de fuego-un chico lo abrazó por la espalda interrumpiendo a Ranma.

-¿Eh? ¿Kuno? ¡Déjame!-protestó apartándolo, aquel chico me miró para luego fruncir el ceño.

-¿Qué haces con ella? ¿Acaso la tienes secuestrada o algo así?-desenfundó su espada de kendo-será mejor que la dejes si no quieres enfrentarte al "Trueno Azul de la Preparatoria Furinkan"-arqueé una ceja; ¿quién es este tipo?

-Ayúdame, Ryoga, no quiero aguantar a este tipo-me susurró Ranma; ¿qué hago? Me da igual si Ranma tiene o no problemas con este tipo, pero después de que me ayudara cuando caí en el agua, diría que le debo una.

-¿Eres idiota? no la tengo secuestrada-rodeé a Ranma por los hombros y lo acerqué a mí-ella es mi novia-sí, lo sé, no es la mejor mentira que se me ocurrió en la vida, pero así tal vez deje de molestar.

-¿Es eso verdad?-bajó su espada-no creo que ella se tu novia, digo, no parece que estén juntos-Ranma me abrazó.

-¿No ves lo enamorados que estamos?-¿cómo terminé metido en esto? Terminé diciendo que Ranma es mi novia, cuando ni siquiera somos amigos.

-En ese caso-volvió a mirarme con el ceño fruncido y levantando nuevamente su espada-a partir de ahora eres mi enemigo-guardó nuevamente su espada y se retiró.

-Gracias, Ryoga, me salvaste-desvié mi mirada hacia él, estábamos bastante cerca, sentí mi cara arder.

-D-de nada-tartamudeé soltándolo-a propósito, hubieras evitado eso si te hubieras echado agua caliente-tomé la tetera y se la acerqué-aún queda para que puedas volver a ser hombre-no esperé a que dijera algo, simplemente le eché el agua caliente.

-Iba a esperar hasta llegar a casa, pero ya que gastaste el agua...-se encogió de hombros-bien, nos vemos-lo tomé del brazo antes de que se retirara, él se dio vuelta y me miró.

-Mañana, en el campo de siempre, a la una de la tarde, te reto-lo solté-no faltes, estaré esperándote-él simplemente asintió, me saludó con la mano y se retiró finalmente. Entré en mi tienda y me recosté.

"¿No ves lo enamorados que estamos?"

No creí que terminaría diciendo que era la pareja de Ranma, pero terminé diciéndolo. Tampoco creí que sentiría mi cara arder solo por él, nunca lo había sentido con alguien más que no sea Akane, ella es la única que logra que eso pase.

-O eso creía-solté un suspiro-cuando esta como chica es normal que me sienta así, supongo-pero no deja de ser Ranma, ese Ranma que conozco desde niños-que alguna vez me...-¡no! eso fue hace mucho, no tengo que caer en eso de nuevo, él no es más que un enemigo-solo así tengo que verlo-suspiré; mañana podré vencerlo finalmente.

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Me he levantado temprano, estaba realmente impaciente por pelear con Ranma. Comencé a entrenar un poco, ya que, hasta el mediodía, no lo veré.

-Será mejor aprovechar todo el tiempo que me queda-dije para luego seguir entrenando.

Luego de unas horas ya me encontraba algo cansado y tenía hambre, revisé mi mochila, contaba con algo de dinero, podría comprar algo de ramen. En cuanto me disponía a salir sentí un tirón en la manga de mi camiseta, cuando me giré, pude ver a Akane.

-Hola, Ryoga-me mostró una sonrisa-Ranma me dijo que ya estabas aquí, Kasumi me dio esto para ti-me entregó un pequeño paquete.

-Gracias-le sonreí recibiendo el paquete-agradécele a Kasumi también-asintió dedicándome nuevamente una sonrisa-por cierto, ¿recuerdas la carta que me quitó Ranma?-arqueó una ceja.

-¿La que me dio Ranma antes de que te fueras corriendo?-asentí.

-Quiero saber qué piensas-desvié la mirada.

-Lo siento, Ryoga, pero me gusta otra persona, no puedo corresponder a tus sentimientos-solté un suspiro bajando la mirada; me lo esperaba, esperaba el rechazo, pero aun así me duele-lo siento mucho, pero creo que podrás encontrar a alguien mejor que yo-no lo creo, eres la única a la que quiero.

-Supongo-dije con un hilo de voz, ella me besó en la mejilla y luego se retiró. Me senté en el suelo y abrí el paquete, este contenía un pequeño tupper con algo de comida. Comencé a comer; no tengo hambre, pero solo lo comeré porque lo ha traído ella. Pronto terminé lo que Akane había traído, dejé el tupper dentro de la tienda para luego levantarme. Me dirigí al lugar donde habíamos acordado; sorprendentemente esta vez no me he perdido.

-¿Has llegado tan rápido? Creí que estaría hasta mañana esperándote-escuché la voz de Ranma a mis espaldas-¿dormiste aquí para no perderte hoy?-escuché su risa burlona.

-Cállate, esta vez no me he perdido-me giré para verlo-hemos venido a pelear, no a hablar-dije poniéndome en posición de combate.

La pelea no duró mucho, Ranma volvió a vencerme. Me quedé sentado en el suelo, escuchando las burlas de Ranma; nuevamente todo el entrenamiento que tuve no ha servido de nada, él me ha vencido tan rápido como siempre.

-¿Te encuentras bien, Ryoga?-se acercó a mí-nunca estás tan cabizbajo cuando te gano-desvié la mirada-mírame, Ryoga-negué con la cabeza-Ryoga-me tomó del mentón haciendo que lo mire, mi cara comenzó a arder; ¿qué me sucede? ¿Por qué me siento así?

-D-déjame, idiota-tartamudeé apartando su mano, luego me levanté-me iré nuevamente, te venceré-dije disponiéndome a irme.

-Ryoga-me gire a verlo-estás raro. ¿Actúas así porque Akane te rechazó?-lo miré extrañado.

-¿Te lo ha dicho?-negó con la cabeza.

-La he acompañado pero me quedé algo lejos, la idea de llevarte algo de comida fue mía, le pedí a Kasumi que preparara algo para ti, pero que no dijera nada que yo se lo había pedido-se acercó un poco a mí-acompañé a Akane, pero no me acerqué a ti, pensé que no lo aceptarías si yo te lo daba-explicó; ¿por qué de repente mi corazón empieza a latir tan rápido? Sólo ha dicho que se preocupó un poco por mí.

-De haber sabido no lo hubiera aceptado-me crucé de brazos.

-Por eso se lo di a Akane-soltó un pequeño suspiro-sé que no cuentas con mucho dinero y sería mejor que no lo gastes-no creo que él esté diciendo eso, que se esté preocupando por mí.

-En ese caso-desvié la mirada. No quiero agradecerle, pero debo hacerlo, ha tenido un buen gesto conmigo-gracias-fue lo último que dije antes de irme; me siento extraño, muy extraño, mi corazón sigue latiendo tan rápido como antes, siento que mi cara arde un poco.

-Estúpido, Ranma, ¿cómo haces para que me sienta así?-no debería sentirme así, no con él, es mi enemigo, debo odiarlo, no sentirme raro.

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Muy buenas, vuelvo con nuevo capitulo :D, espero que le guste tanto como a mi me gustó escribirlo. Se les agradece muchísimo los voto