Capitulo 11
Nota: me veo con la obligación de avisarles que este capitulo contiene lemon.
Narra Ryoga
Este es el último mes que tengo para estar con Ranma. Los últimos dos meses la pasamos bastante bien, Ranma fue muy atento conmigo en todo este tiempo. Aun así, pasando casi todos los días y, de vez en cuando, las noches con él no evitó que llorara por lo pronto que lo perderé. Hoy no era la excepción, ni bien he despertado, me he puesto a pensar en las cuatro cortas semanas que quedan. Me encontraba sentado con mis manos cubriendo mi rostro, ocultando, debajo de estas, las lágrimas. Luego de pasar un rato llorando, sequé mis lágrimas y suspiré; pronto vendría Ranma y no quería que me viera llorando como una niña. Tal como había pensado, luego de unos minutos, Ranma apareció en mi campamento.
-Tus ojos están rojos-dijo sentándose frente a mí-pareciera que hubieras llorado, ¿acaso lo hiciste?-por lo general es distraído y no se da cuenta de eso, pero esta vez se dio cuenta de que estuve llorando.
-No lo hice, ¿por qué lo haría?-pregunté dedicándole una pequeña sonrisa, me tomó del mentón, se acercó a mi rostro y me examinó con la mirada.
-No intentes engañarme, no soy tan idiota como parezco-desvié la mirada-¿qué sucede, Ryoga?-preguntó moviendo su mano de mi mentón a mi mejilla, inhalé y contuve por unos segundos el aire para luego soltarlo en un suspiro.
-Es porque nos queda poco tiempo juntos, en cuatro semanas vas a casarte-mis ojos se llenaron de lágrimas-voy a perderte-susurré sintiendo como resbalaban unas lágrimas por mis mejillas, Ranma rápidamente secó mis lágrimas con su pulgar.
-No me perderás, aunque esté casado voy a estar contigo como ahora-se sentó frente a mí, me tomó de la muñeca y jaló un poco hacia él, una vez que estuve lo suficientemente cerca de él, me tomó de la cintura e hizo que me sentara en su regazo-no vuelvas a llorar por esto, ¿sí? No me importa si Akane y yo estamos casados, tú eres la única persona a la que amo y no pienso perderte por un compromiso de mierda al que me obligan a cumplir-me acomodé en su regazo para luego acomodar mi cabeza en su pecho-no importa que o quien estén en el medio, no dejaré que nos separe-nunca había escuchado a Ranma hablar así, ni siquiera con una chica. Sé que lo que dice es verdad, pero aun así no quiero que se case, no quiero que engañe a Akane por mí.
Pasamos un tiempo así sentados, yo acurrucado en su pecho mientras él acariciaba mi cabello, ambos en silencio, disfrutando el momento que teníamos para estar tranquilos; juntos. Estando así, se había hecho tarde, Ranma había decidido pasar la noche conmigo, ya que mañana los Tendo, su padre y el maestro Happosai no estarían en la casa.
-Tal vez podríamos ir y quedarnos en mi cuarto-dijo acostándose-estaríamos más resguardados ahí-titubeé por unos instantes, pero finalmente asentí-tenemos que aprovechar que vamos a poder tener algo de intimidad-se formó una sonrisa en su rostro luego de decir esto, arqueé una ceja sin entender; en mi carpa teníamos intimidad, nadie nos podía ver aquí.
-Aquí tenemos suficiente intimidad-su sonrisa cambió.
-Aquí te escucharán-me quedé unos segundos pensando hasta que por fin me di cuenta de lo que hablaba, sentí como la sangre se juntaba en mis mejillas provocando, seguramente, que me sonrojara-no creí que te costaría tanto entender a qué me refería-sonrió de manera burlona, desvié la mirada; no suelo prestarle mucha atención a "aquello" de lo que se refería Ranma.
-No voy a quedarme en lo de los Tendo todo el día-dije cruzándome de brazos.
-Vas a tener que hacerlo, digo, lo más seguro es que estés cansado... y adolorido-esto último lo dijo en voz algo más baja; ¿dolor? ¿Dolor dónde?
-¿Dolor?-lo miré arqueando una ceja, él me dedicó una sonrisa-¿de qué hablas?-cerró los ojos poniendo sus manos detrás de su nuca para usarlas a modo de almohada.
-Te darás cuenta luego, por ahora solo acuéstate-solté un suspiro; sé que sueno como si no supiera del tema, peor... realmente no sé mucho del tema y, viendo que Ranma no me quiere decir nada, voy a aprender de la peor manera. Me acosté a su lado dándole la espalda, ni bien lo hice sentí como Ranma me rodeaba por la cintura con sus brazos.
Las horas pasaban y aún me encontraba despierto, estaba nervioso por lo que pasaría en casa de los Tendo. Ranma no me había dicho mucho sobre lo que haríamos. Solté un suspiro pesado para luego mirar a Ranma, él se encontraba dormido plácidamente; realmente lo envidio por poder dormir tan tranquilo, yo, aunque quiera, no puedo hacerlo, estoy tensionado por lo que pasará.
Sentí como me sacudían levemente haciéndome despertar, abrí pesadamente los ojos, tenía la vista algo borrosa, pero cuando esta se aclaró pude ver a Ranma, volví a cerrar los ojos; estaba cansado, no había dormido mucho anoche. Tengo la sensación de haber dormido no más de diez minutos.
-Despierta, Ryoga, los Tendo no van a estar fuera de su casa toda la vida, ¿sabes?-volvió a sacudirme levemente, aparté sus manos y me acomodé tratando de que me dejara dormir un poco más-¿a qué hora te has dormido anoche?-buena pregunta, supongo que eran eso de las cuatro de la mañana.
-Tarde-volví a abrir los ojos y lo miré-no creo poder hacer lo que tu querías, estoy demasiado cansado-era una excusa perfecta.
-Cuando comencemos se te pasará el sueño-me dedicó una sonrisa-anda, levántate, si quieres te cargo hasta la casa-solté un suspiro; es demasiado terco cuando quiere algo.
-Está bien, está bien, déjame unos minutos para despabilarme-dije sentándome mientras restregaba mis ojos.
-¿Quieres que lleve tu mochila?-no me dejó contestar simplemente tomó mi mochila y salió de la carpa. Despabilarme e higienizarme me tomó unos minutos, en cuanto estuve listo salí.
En cuanto llegamos, Ranma me llevó rápidamente a su cuarto, yo me senté en su cama mientras el dejaba mi mochila en un rincón y ordenaba algunas cosas, luego de hacer esto, se sentó a mi lado rodeándome por los hombros con su brazo. Nos quedamos así por un rato, hablando de cosas banales.
-¿Nos quedaremos así todo el día?-pregunté volviéndome para verlo; si esto era todo lo que haríamos hubiera sido lo mismo estar en el campamento que acá.
-No-me dedicó una sonrisa-si quieres podemos empezar con lo que habíamos venido a hacer-asentí, rápidamente Ranma me tomó del mentón y me besó, correspondí al instante. Me tomó de la cintura, posteriormente comenzó a pasar sus manos por debajo de mi camiseta haciendo que me estremeciera. No pasaron ni dos segundos que ya me encontraba acostado, sin mi camiseta y con Ranma sumamente concentrado en mi cuello dejándome marcas cada vez que podía haciéndome soltar leves gemidos. Nuevamente volvió a besarme, pero está vez metió su lengua en mi boca. Sentí que poco a poco el calor iba subiendo y que mi pantalón apretaba cada vez más. Bajé mi mano con la intención de atender mi erección, pero Ranma me detuvo-lo haré yo-dijo de forma lasciva para luego comenzar a masturbarme por encima del pantalón, nuevamente comencé a soltar gemidos junto con leves jadeos. Estuvo masturbándome por unos minutos-es suficiente-susurró deteniéndose-no voy a aguantarme más-dicho esto, se levantó, buscó algo en una de sus cómodas y luego volvió a acercarse a mí.
-¿Q-que harás?-pregunté tratando de ver lo que traía en la mano, él hizo caso omiso a mi pregunta, se dedicó a desvestirse.
-Ya lo verás-me dedicó una sonrisa mientras me sacaba las últimas dos prendas que aún tenía. En cuanto lo hizo sentí mi cara arder, por lo que, imagino, era un fuerte sonrojo-no tienes por qué sonrojarte tanto-volvió a sonreírme; ¿cómo es capaz de estar tan tranquilo ahora? Realmente lo envidio, yo estoy muriéndome de vergüenza por estar así con él-oye... trata de estar relajado ahora, ¿sí?-comentó mientras abría un pequeño paquete que traía en su mano, tardé un poco hasta darme cuenta que lo que traía en su mano era un preservativo, el cual se puso rápidamente-seré lo más cuidadoso que pueda-dijo colocándose entre mis piernas, tomándolas por la parte posterior de estas. No esperó mucho más, simplemente entró en mí con sumo cuidado, lo cual fue en vano, ya que, ni bien entró en mí, sentí un dolor punzante en mi cadera y columna.
-D-duele...-musité sintiendo como corrían algunas lágrimas bajaban por mis mejillas, Ranma secó mis lágrimas.
-Relájate, ¿sí? Pronto te acostumbrarás a esto-asentí y respiré profundamente tratando de no concentrarme tanto en el dolor-comenzaré a moverme, ¿bien?-asentí, comenzó a moverse lentamente, haciendo que deje escapar un par de gemidos. Pronto tanto los gemidos como las embestidas fueron intensificándose, estas últimas eran cada vez más fuertes y rápidas. Los gemidos, suspiros y jadeos eran constantes por partes de los dos. Luego de unos minutos, Ranma soltó un gemido ahogado, me dio un par de embestidas fuerte para luego quedarse quieto, pude sentir el líquido a través del preservativo. Salió de mi interior y se sacó el preservativo, por mi parte, solo cerré los ojos, intentado que mi respiración se normalizara, lo cual no logré, ya que Ranma había tomado mi miembro y había comenzado a masturbarme nuevamente. Se mantuvo así por unos minutos, haciéndome soltar gemidos hasta que eyaculé.
Al fin podría tratar de que mi cuerpo se relajara, luego de un par de minutos, me levante, ni bien lo hice, un dolor agudo en mis caderas hizo que callera al suelo, Ranma se precipitó hacia mí y me ayudó a levantarme, me senté con sumo cuidado en la cama, él me alcanzó mi ropa y me ayudó a vestirme. Me acosté nuevamente soltando un suspiro.
-Sería mejor que duermas un poco, supongo que no durará mucho el dolor-dijo tomando su ropa-iré a bañarme, si necesitas algo llámame, ¿sí?-asentí para luego cerrar los ojos.
--------------------------------------------------------------------
Volví a la habitación de Ranma, con una toalla en la cabeza, con la cual secaba mi cabello. El dolor no había desaparecido, pero si había disminuido; ahora al menos podía levantarme y caminar sin sentir incomodidad o, lo que es peor, dolor, aprovechando esto, había ido a bañarme. Ranma me dedicó una mirada cuando entré al cuarto.
-¿Cómo te sientes?-preguntó rápidamente-¿aún te duele?-negué con la cabeza, sentándome frente a él.
-Solo me duele un poco, pero no es nada importante-dije para luego disponerme a terminar de secar mi cabello, pero antes de que lo hiciera, Ranma tomó la toalla y comenzó secármelo. Cuando terminó, tiró un poco de la toalla, haciendo que me acercara a su rostro.
-¡Ranma!-una voz femenina detrás de la puerta hizo que nos separáramos rápidamente.
-¿Qué quieres?-dijo Ranma alzando un poco la voz-estoy algo ocupado-volvió a habla, la puerta se abrió dejando ver a Akane tras esta.
-No me vengas con eso-dijo para luego desviar la mirada hacia mí-oh, hola, Ryoga, no sabía que vendrías-me dedicó una sonrisa, a la cual correspondí con una sonrisa forzada que demostraba la incomodidad que sentía por estar frente a ella.
-Te he dicho que vendría ayer en la mañana-dijo Ranma-y también te he dicho que se quedará a dormir-lo miré rápidamente; ¿está loco? No quiero estar en esta casa cuando está ella, digo, no odio a Akane, ni mucho menos, pero me siento incómodo estando bajo el mismo techo que ella cuando estoy con su prometido.
-Lo siento, lo había olvidado-murmuró Akane-bien, los dejo solos entonces-acto seguido se retiró, dejándonos solos nuevamente.
-No quiero quedarme aquí-dije levantándome.
-¿Por qué? Creí que te gustaba estar conmigo-solté un suspiro.
-Me gusta estar contigo, pero no en la casa de tu futura esposa-me acerqué a él y posé una mano en su mejilla-mañana irás a comprar un traje, ¿verdad?-él asintió-bien, iré contigo-le dediqué una pequeña sonrisa para luego darle un corto beso, tomé mi mochila y bajé para, finalmente, retirarme.
Estoy seguro que Ranma no está feliz con que me haya ido, pero no quiero besarlo cuando su prometida se encuentra en la misma casa que nosotros. No podría verle a la cara, su prometido estaría engañándola con su mejor amigo y, sinceramente, no quiero lastimarla así.
**
Muy buenas vuelvo con nuevo capitulo :D, me tardé unos días más para traerlo, pero finalmente vuelvo a actualizar. Espero que les guste tanto como a mi me gustó escribirlo, sobre todo la parte del lemon ¬w¬. Se les agradecen muchísimo los votos y comentarios :3.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro