Estás oscuro, estamos por entrar a diciembre ¿Lloverá? En mi corazón ya lo esta, no necesito más llovías. Ni siquiera pude ir al entierro de la abuela Sanz, me enteré ayer por mi hermano. Xander le había contado a su amigo Lars. ¿Klaus debió o sigue de bastado?

Aunque ya pasaron tres semanas desde ese día, klaus es sensible por lo que no olvidará rápido esa perdida. Quiero darle un abrazo...pero no puedo volver ir a molestarlo por más que lo deseé. Aparte ya tiene quien le entrega la fortaleza que necesita.

«¿Que haré con Jobim?» Se pregunta mientras sostiene su cabeza con frustración. La familia North había perdido todo, las cuentas de banco fueron congeladas. Las propiedades confiscadas por el estado, prácticamente están en la calle.

A Yael no le quedará de otra que verse obligado a recoger a, Jobim. Necesita proteger a su hijo, ahorita mismo va a reunirse con el después de un tiempo sin verse.

por una semana entera le tocó andar buscando un nuevo trabajo, aunque nadie quiere contratarlo, pero tuvo la suerte de encontrar uno.

—¡Yael!—Corrió hacia el alfa, como una rana se pego al cuerpo de Yael. Besa todo el rostro de un inexpresivo alfa—Sabias que vendrías por mi, te extrañe. ¿Crees en mi verdad?

Yael solo apretó sus puños, ya había tomado una decisión, tenía que seguir con ella hasta el final. No puede seguir huyendo aunque esto le cause náuseas por la hipocresía.

—No estaría aquí si no fuera así—Expresa secamente—¿Ese es todo tú equipaje?—Se aleja de Jobim—La señora North ¿No vendrá?—Mira a su alrededor, todas las casas son de tercera clase.

La de Yael no es de lujo, pero si se podría decir que está entre la segunda y primer clase. El construyó para sus padres una bonita casa de dos plantas, cinco habitación, tres baños.

Su sueño siempre fue compartir ese lugar con klaus y sus hijos, pero en el tiempo que estuvieron casados, ni una vez fue a dormir con klaus a ese lugar. Sus padres veían con desden al beta. Para evitar hacer sentir mal a Klaus, prefirió no visitar a sus padres, solo en ocasiones que lo ameritaba.

—No, ella no quiere ir.

Ni se dónde está, deseguro buscado al malnacido de su otro hijo. Desde que se enteró sobre su existencia, no quiso pagar mi fianza, y al ver me recibió con más de una abofeteada.

—Como siempre prefiere ir detrás de Adei—Su rostro se pinto de tristeza—Yael...—Lo ve con lágrimas en sus ojos—No tuve nada que ver con eso, mi padre es el único culpable—Tirarle las culpas a otra persona es mejor que, aceptar tus propias culpa.

Tiene que creer en mi, y si no, tiene que estar conmigo aunque no lo quiera, es bueno que lleve este niño en mi vientre. Solo espera Adei, el que ríe de último ríe mejor.

—Te contaré todo sobre mis glándulas, yo amo a mi hermano—Solloza—Yo...también creí que estaba muerto. Fue un gran shock verlo ahí de pie, reclamado de algo que no sabía.

Si fuera el mismo estúpido de aquel tiempo, estoy seguro que le hubiese creído. ¿Cómo fue que no vi lo que tenía enfrente de mí? Desde aquí puedo ver sus mentiras. Ya no puedo seguir culpado a mí destino, yo mismo elegí está mentira.

—Habra mucho tiempo para hablar sobre eso—Toma las dos maletas—Vamos a casa—Decir eso fue comer comida echada a perder.

Sabía que Yael vendría por mi, se enamoró de mi y no de mis feromonas o por ser un Omega. Volví a ganar. Les gane a todos esos patéticos.

Jobim creía en su loca fantasía, no podía ver lo que tenía enfrente. Subió al auto con mucha felicidad de empezar su nueva vida con Yael, solo no sabe lo que le espera en ese lugar.

—¿Dónde viviremos?—Abrocha su cinturón—¿En un apartamento del centro de la ciudad o una casa a sus alrededores?—Sonrie.

—No—Enciende el auto—Viviremos en la casa de mis padres—Aún puedo escuchar los gritos de ambos, pero tuvieron que estar de acuerdo por el bienestar de su nieto.

No les he dicho sobré el embarazo de klaus, no puedo dejar que lo vayan a molestar o terminen tras las por acosarlo, se lo que, Xander no se quedaría quitó, podría hacer algo peor todo por proteger a los tres....

—¿No Podemos vivir en tu anterior casa?—No quiero vivir con esos viejos—No me importaría vivir un tiempo en ese lugar—Juega con su cabello de manera tímida.

Yael solo le tocó apretar sus dientes por el coraje y la consternación causado por las ridículas e incoherentes palabras del Omega. Podra ser un hijo de puta pero nunca podría profanar el lugar que construyó con klaus, ese lugar le pertenece solo al beta.

Klaus podía hacer lo que quisiera con ella, cuando Yael se enteró que la vendió. Fue un tanto triste y doloroso saberlo pero entiendo que, para avanzar tenías que dejar cosas en el proceso. Muy tarde comenzó a pensar de diferente manera.

—Esa propiedad no es mía, se vendió hace un tiempo.

—¿Que no era de ambos?—Pregunta con “inocencia”

—No, cuando me divorcie le dejé la casa a el.

—Entiendo—Su mirada decia otra cosa—¿Falta mucho?—Apoya su cabeza en el hombro de, Yael—Tengo ganas de comer algo delicioso—Hace pucheros.

—Falta poco para llegar, mis padres tendrá un rico desayuno preparado—Comento.

—Suena bien—Sonrio.

Yael observa por el retrovisor para poder cruzar y no chocar con nadie, la calle de por si, ya está resbaladiza por la lluvía de ayer.

                                                   {★★★★}

El viento sopla atraves de la gran ventana francesa, logrado que las dos personas en la cama, se quejan por la molestia al mismo tiempo que sus cuerpos desnudos se acercan más, para entrar en calor.

El más joven tiene todo el cuello marcado con muchas muestras de cariño, sus pálidos y delgados hombros tienen pequeñas huellas de mordidas, chupetones. Anoche debió ser una noche apasionada, ya que, el mayor esta mucho peor.

En el se pueden ver más huellas que van desde arañazos en la espalda, hasta mordidas en su pecho. ¿Se volvieron animales salvajes o que?

—Mmm~—Frota sus soñolientos ojos, enfoca su mirada hacia al frente. Solo para ver el sublime rostro de su alfa—Te vez muy guapo durmiendo—Acaricia las mejillas de ese rostro durmiente.—¿Cuánto tiempo vas a fingir?

—Buenos días mí oruga—Masajea la cintura del más joven.

Tenía tiempo de no escuchar ese apodo, oírlo de nuevo me hace recordar mi poco tiempo con Alke, cuando éramos tan solo dos niños lamentables. Yo, tenía la autoestima baja, más con los malos tratos por parte del viejo North y Jobim. Me volvía cada vez menos seguro de mi mismo.

Hasta ese día que conocí a Alke, en el poco tiempo que llevamos interactuado, el hacia de todo para siempre llevarme la contraria y hacerme saber cuan especial e hermoso soy.

«Eres como una fea pero extrañamente linda oruga, ahora mismo estás afrontado los problemas que conlleva la transformación que te llevará a convertirte en una radiante mariposa con colores hermosos» esas fueron sus palabras, desde ese momento no dejaba de llamarme oruga.

—¿Te duele algo?—Al ver las lágrimas del Omega, Alke se sobresalto con temor de verlo lastimado anoche—Lo lamento, fui demasiado rudo—Con nerviosismo limpia las lágrimas de esos bellos ojos grises verdosos pero eran más verdes que gris.

—Estoy bien—Sonrie—Solo estoy feliz...después de mucho tiempo..por fin puedo ser feliz contigo—Besa todo el rostro del alfa—Pero aún así, acepto la idea de ver a un psicólogo. No quiero un día explotar de la nada y arruinar todo esto que estamos a penas construyendo.

Estar encerrado no me volvió loco por mis ganas de vivir y vengarme de todo aquello que me lastimó, luego ir a buscar ha Alke. Pero el vino a mi nuevamente antes de que yo, fuera por el.

Todo lo que pase no se borra de la noche a la mañana, ni con todo el amor del mundo, algo así de horrible está grabado ahí y si no se trata con un profesional. Tú vida se pude venir en declive.

—No estarás solo, yo estaré contigo. Está vez estaré para toda la vida contigo—Yo, también tuve que ver un psicólogo por casi dos años.

Mi padre adoptivo estuvo conmigo en todo momento, el fue mi ancla. Perderlo fue doloroso pero no tengo ningún arrepiento con respecto a él. Hicimos todo lo que había que hacer juntos.

El se fue muy feliz, deseando la mayor felicidad para mí. Me dio su bendición para que me casará algún día con mi linda oruga.

—Lo sé—Con su pulgar frota los finos labios de Alke.—Cuando todo esto de la venganza termine, quiero vivir en un lugar muy lejos de aquí.

—Ya tengo eso arreglado—Se levanta de la cama, ese tallado cuerpo desnudo es asombroso—Nos Iremos al extranjero, te mostraré nuestro futuro hogar, donde vivi grades momentos con mi padre—Sostiene en sus brazos a, Adei.

—Me encantaría, ya ansío que llegue ese momento—Sonrie.

Después de cepillarse y lavarse la cara los dos se dieron una ducha que duró unos treinta minutos. Se vistieron con ropa de invierno. Alke, carga en sus brazos al omega. Al pobre le dolía mucho la cintura, no es para menos con semejante cargamento que, se carga el alfa.

—Buenos días maestros—Roz, servía el desayuno en la mesa.

—Buenos días, Roz—Saludo Adei.

—Puedes retirarte—Alke acomodó un cojín para la comodidad de su Omega.

—Con permiso—Roz salió de la suite del hotel, para entrar a la habitación de enfrente.

Los dos empezaron a disfrutar de su desayuno, en todo momento, Alke observa con una gran sonrisa a su linda oruga.