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El viento nocturno soplaba con fuerza casi inexistente, moviendo las ramas de los imponentes árboles nacidos sobre los territorios de Cloud Recesses, mientras el sol se escondía tras las montañas. Entre las paredes pintadas a mano de aquella habitación, la luz de las velas en el Jinshi se volvía más intensa, siendo la única compañía de quien se encontraba dentro, esa persona sólo esperaba a que la oscuridad de la noche cubriera por completo Recesos de las Nubes.
Su cuerpo dolía. El ceño de aquel joven estaba ligeramente fruncido al intentar meditar sin conseguirlo, incapaz de concentrarse en otra cosa que no fuera la noticia que recién había llegado a sus oídos y el tormento que esta había causado en su pecho. Su hermano mayor intentó de todas las formas suavizar lo que estaba a punto de decir, en aquel momento; a pesar de que cierta parte del corazón de Lan XiChen estaba tranquilo, sabía que el menor de los Jades se destrozaría en el instante que comenzara a hablar.
Y así fue.
Una vez que su hermano mayor salió del Jinshi, planeó inmediatamente la forma de escapar al menos por una noche para observar él mismo. Lan WangJi era consciente de que debía evitar salir, aún no sanaba del todo pero, a su criterio, eso no tenía relevancia.
Se levantó del suelo y dirigió su cuerpo a la ventana, los ojos dorados del joven Lan se mantuvieron perdidos en el horizonte, aguardaba pacientemente la hora del toque de queda. Cuando el momento llegó, abrió decidido las puertas del Jinshi y abandonó la habitación. Lan Zhan sabía que sólo tendría hasta las cinco de la mañana para buscar pruebas y corroborar...
La muerte de Wei WuXian.
Caminó silenciosamente entre los pasillos de las construcciones hasta llegar a la puerta de Cloud Recesses, se detuvo dudoso, pensó en la reacción que tendría su tío... Qué importaba en realidad, estaba dispuesto a soportar más golpes sobre sus cicatrices. Suspiró, para luego continuar su camino sin duda alguna. El rostro del Segundo Jade no mostraba el dolor que aún le producía el roce de la tela en su piel herida mientras se dirigía al monte Luanzang.
Cuando posó los pies en la entrada, su respiración se detuvo por un momento al encontrar todo prácticamente reducido a cenizas. Dio inicio a su búsqueda en los alrededores, dejando como última esperanza la cueva en la que vivía el Patriarca Yiling. Incluso, por primera vez, el joven Lan buscó de la manera más lenta posible, a pesar de la hora determinada para su regreso.
El corazón de Lan WangJi se aceleraba con cada rincón que recorría sin encontrar nada. Finalmente, llegó al último lugar en el que podría estar el cuerpo de Wei Ying: La cueva de la matanza de demonios.
Tragó en seco.
Inconscientemente quedó petrificado en la entrada, su cuerpo se negaba a moverse, no quería caer en la realidad, se mantuvo reacio a creer lo que habían dicho, no hasta que él mismo lo comprobara.
Entró entonces a la cueva. Sus ojos buscaban desesperadamente ropajes negros, recorrió todo el lugar detalladamente y, en una de las grandes grietas formadas en las piedras, con su cabeza en el fondo de la misma, se encontraba el cuerpo sin vida de Wei WuXian. El semblante del joven Lan palideció inmediatamente. Con la poca fuerza que tenía en ese momento, arrastró aquel cadáver fuera de la grieta y cayó de rodillas a su lado.
−Wei Ying... −susurró, mientras sostenía la cabeza del mecionado entre sus manos.
Levantó la parte superior de WuXian y lo pegó a su pecho. No sintió ningún latido, algún residuo de energía espiritual, ni siquiera un fugaz fragmento del alma. Nada.
−Wei Ying... −repitió.
Hundió su rostro en la curvatura del cuello contrario. Cuando su mejilla tocó la piel fría del patriarca, sintió que algo dentro de él se quebró finalmente. Sin poder evitarlo, una pequeña lágrima escapó de los ojos de Lan Zhan, una segunda le siguió y luego otra; pronto el eco comenzó a imitar los sollozos del joven con ropajes blancos, creando la ilusión de que otra persona lloraba junto a él.
Así que era verdad.
Con los ojos ligeramente hinchados y coloreados de un débil tono carmín, se separó por fin. Suspiró intentando calmar el llanto, acarició con su mano derecha el rostro de Wei WuXian y se levantó para luego cargar en sus brazos el cadáver.
Salió de la cueva con un sentimiento amargo, caminando justo por donde había llegado. Pero, cuando volvió a pasar al lado de un gran tronco seco, escuchó pequeños gimoteos provenientes del interior de este último. Rodeó el madero, encontrándose con un niño llorando dentro de un agujero en el tronco. Apoyando el cadáver en su regazo, se puso a la altura del niño, que levantó su carita al instante. Entonces lo reconoció, era Wen Yuan.
Incorporándose nuevamente, miró al niño con nostalgia.
−Vamos −indicó.
Sin pensarlo dos veces, el pequeño se levantó limpiando sus lágrimas y aferró sus manitas a las túnicas de Lan WangJi, quién continuó su recorrido llevando al niño con él.
En ese momento, no importaba por qué el cuerpo de Wei WuXian seguía en la cueva cuando se había dicho que no quedaba ya nada de él. Ahora, al menos tendría algo para despedir al amor de su vida.
Antes de llegar a Cloud Recesses desvió su camino hacia las afueras de Gusu, dirigiéndose a las montañas. Estaba seguro de que si su tío se enteraba de que había encontrado el cuerpo del Patriarca Yiling no le perdonaría la vida, quizás lo obligaría a arrodillarse frente al muro de las reglas recitándolas cien mil veces.
Detuvo su caminar frente a una vieja cabaña abandonada que había visto anteriormente. Con un poco de trabajo abrió la puerta e ingresó en la vivienda, para después recostar el cuerpo de Wei Ying en la desgastada cama de madera, acariciando de nueva cuenta su rostro. Colocó talismanes alrededor del cadáver y suspiró nuevamente. Ya estaba hecho. Cargó al niño en sus brazos, luego salió. Se aseguró de colocar más talismanes en la puerta para no permitirle la entrada a nadie y dio la vuelta para regresar a Recesos de las Nubes.
El pequeño miraba a Lan Zhan extrañado, estiró sus manitas para alcanzar la mejilla del mayor.
−Hermano rico... ¿Estás triste?, ¿Por qué?
Un nudo se formó en la garganta del de ojos dorados. Había cuestionado con inocencia, era pequeño, no entendía lo que estaba ocurriendo. A-Yuan se preocupó al ver los ojos del Segundo Jade llenarse de lágrimas, así que quiso volver a preguntar, pero se vio interrumpido.
−No pasa nada, estoy bien.
El niño quiso creerle con sólo esas palabras, aunque sentía que en realidad WanJi lo dijo simplemente para calmarlo.
Logró llegar a Recesos de las Nubes una hora antes de que todos se levantaran, pero alguien ya se encontraba esperándolo en la puerta.
−Hermano −Bajó al niño para poder saludar correctamente a XiChen.
−Estás consciente de que aún no debías salir, ¿verdad? −dijo con seriedad.
−Mmn.
El pequeño Wen se escondió tras el Segundo Jade cuando escuchó hablar al mayor, pues a pesar de que Lan Huan mantenía una sonrisa todo el tiempo, en ese instante su rostro reflejaba todo lo contrario a la amabilidad.
−WangJi, te advertí que no fueras al monte Luanzang, por tus heridas y... −dudó− por lo que estoy seguro no encontraste...
Lan Zhan bajó la mirada y acarició la cabeza del niño. Apretó el puño de su mano libre. Él nunca le había mentido a su hermano, pero debía mantener el cadáver de Wei Ying en secreto, aunque tuviera que ocultárselo al Primer Jade.
−No −respondió con tristeza−. No encontré nada...
Lan XiChen abrazó a su hermano intentando consolarlo.
−Debes ser fuerte, WangJi. Yo estaré a tu lado en todo momento, ¿De acuerdo?
El menor de los Jades asintió, quizás sólo necesitaba a su hermano para poder sostenerse. Se separaron del abrazo.
−¿Y el niño...?
A-Yuan asomó su cabecita cuando escuchó que hablaban de él. Lan Zhan, por su parte, iba a responder que había encontrado al pequeño mientras regresaba de los Túmulos Funerarios, pero recordó de pronto el momento en el que conoció a Wen Yuan.
−Es mío −contestó.
XiChen miró a su hermano con extrañeza. El menor de los Jades no era de las personas que les agradara hacer bromas de pronto, pero aún así reprimió la idea de preguntar el por qué había dicho eso y simplemente sonrió. WangJi notó lo que había respondido, corrigió su frase:
−Vino conmigo, lo encontré cuando volvía del Monte Luanzang.
−Ya veo... −Bajó su rostro a la altura del niño− ¿Tiene un nombre?
−Yuan.
−Hola, A-Yuan −Sonrió nuevamente.
Lan Huan sabía que su hermano le explicaría después la razones de su actuar, por lo que no pidió más aclaraciones y se enfocó en el bebé. El pequeño Wen miró a Lan WanJi para asegurarse de que responder a aquel hombre vestido igual al hermano rico era una buena idea, el Segundo Jade respondió asintiendo con la cabeza.
−H-Hola... −XiChen le acarició el cabello y se incorporó satisfecho.
−Entremos, tío se molestará si se entera que escapaste de tu reclusión.
−Recibiré mi debido castigo.
−Esta vez no −contradijo el mayor−. Ya has sufrido bastante.
...[Dos semanas después]...
Jiang Cheng saludó al mayor de los Jades tan cortante como siempre, no era de las personas que regalaran sonrisas a cualquiera sin importar su posición. El sol se encontraba en su punto, hacía un calor insoportable y el joven vestido de violeta no estaba dispuesto a soportarlo, XiChen pareció haberlo notado así que le ofreció un refrescante baño en la Primavera Fría. A pesar del mal carácter del líder Jiang, aceptó.
Mientras era guiado por Lan Huan, vio por casualidad al Segundo Jade caminar hacia la salida, algo extraño ya que debería estar en reclusión. De no ser por eso no le habría interesado en lo absoluto.
Decidió que él investigaría primero antes de informarle a XiChen lo perdió fácilmente y fue tras Lan Zhan. Su intuición siempre lo había guiado hacia posibles peligros, aunque dudaba en ese momento, estaba consciente de que la persona que seguía era el joven más ejemplar de todas las sectas... ¿Y si sólo era una faceta? Seguramente la paranoia le estaba haciendo imaginar cosas.
Iba a rendirse cuando vio al menor de los Jades desviarse del camino, supuso que iría tras una bestia, quizás él podría ayudarle. Su mente solía nublarse en ocasiones, sobretodo cuando estaba muy enojado; y a pesar de que este no era el caso, olvidó por completo que Lan Zhan podía acabar solo con cualquier cosa que se enfrentara. El instinto le obligó a continuar persiguiéndolo, hasta que Lan WanJi entró en una vieja cabaña.
Mil ideas inundaron la mente del líder Jiang, no pudo resistir la tentación aunque su conciencia le gritaba que tal vez estaba siendo demasiado entrometido, algo que ni siquiera era propio de él, una persona que ignoraba a todos los demás. Sabía que no debía continuar, haciendo caso omiso a ese "algo" que le pedía no seguir con esto, terminó por acercarse a una de las ventanas de la casa.
Imposible.
No.
Tenía que ser mentira lo que sus ojos estaban viendo.
Era una alucinación.
Si, debía ser una alucinación.
Se... suponía que ya no quedaba absolutamente nada del Patriarca Yiling. Y ahí estaba su cuerpo sin vida. Al lado de este, Lan Zhan tocaba el guqin ignorando la presencia ajena.
Sus piernas se movieron velozmente hasta la vieja puerta de madera y con un sólo golpe la destrozó, entró dirigiéndose directamente a la habitación en la que estaba el cuerpo, Wanji guardó su instrumento sorprendido e inmediatamente desenvainó su espada.
−Creí que había acabado contigo...
−Vete.
Jiang Cheng rio sarcásticamente.
−¿Por qué? ¿Quieres revivir a ese imbécil...? Te haces llamar la persona más honorable de tu secta, y mira lo que estás haciendo, ¡Proteges a un cultivador demoníaco incluso después de su muerte!
−Vete −reafirmó el Jade.
−¡No hasta que acabe con eso! −Jiang Cheng lanzó a Zidian directo al cadáver, pero fue desviado por Bichen.
−No dejaré que lo hagas −Habló el Segundo Jade, frunciendo el ceño.
−Moriré en el intento de ser necesario...
Utilizó a Sandu para despojar al contrario de su espada, Bichen terminó en una esquina del cuarto. Con un hábil movimiento WangJi logró que Jiang Cheng clavara su espada en el suelo haciendo que la pelea se volviera cuerpo a cuerpo, proporcionando a ambos adversarios golpes letales. Nuevamente Zidian fue dirigido hacia Wei Ying, pero esta vez Lan Zhan le detuvo con la mano desnuda.
−¿En verdad lo protegerás hasta el final...? −El menor de los Jades no respondió- Bien, no me dejas opción...
El joven Lan tiró del látigo arrastrando a Jiang Cheng, saltó por encima de su cabeza y dio una fuerte patada en la espalda del menor, haciendo que se estrellara contra la pared. Lan WanJi tomó rápidamente su espada y al cadáver para luego salir de la cabaña, montó a Bichen dirigiéndola a Cloud Recesses.
El líder Jiang se recuperó rápido, alcanzó al Segundo Jade poco antes de que este consiguiera entrar a su secta y utilizó a Zidian para hacer que cayera de la espada, tanto el cuerpo de Wei WuXian como Lan Zhan rodaron en la tierra. El joven de ojos dorados arrastró sus piernas para arrodillarse y abrazó a su amado en un intento de protegerlo de la ira de WanYin, parecía que estaba a punto de perder la razón.
−Quítate −ordenó.
La tristeza y el dolor podían verse a través de los ojos del Segundo Jade, pero aún así se negó a abandonar el cuerpo.
−Como desees.
Sandu brilló por encima de la cabeza de Lan WanJi, quien envolvía fuertemente el cuerpo entre sus brazos, Jiang Cheng dirigió el filo de su espada hacia el cuello del Lan.
Antes de que Sandu siquiera rozara la blanca piel, es escuchó el choque de otra espada contra la de WanYin.
Era Shuoyue.
−¿Qué está ocurriendo...?
XiChen no tenía idea de porqué el líder Jiang estaba apunto de asesinar a su hermano, no debía ser nada bueno pues los ojos de WanYin estaban llenos de odio, contrario al Jade Menor, que parecía estar asustado.
−El Segundo joven maestro Lan nos ocultó el cuerpo de Wei WuXian todo este tiempo, ¿No debería merecer eso la pena de muerte?
Lan Huan contuvo un suspiro de incredulidad.
−Eso es imposible, nosotros...
−Mira por ti mismo −Señaló con la punta de su espada el cadáver que Lan WanJi abrazaba con tanto anhelo.
El rostro del cadáver se encontraba oculto en el pecho de Lan Zhan. Cuando intentó observarlo, su hermano se levantó inmediatamente y montó su espada, huyendo hacia el bosque.
−¡Maldición...! −Jiang Cheng estaba por seguirlo pero XiChen lo detuvo.
−Yo me encargaré de esto −Subió en Shuoyue para seguir al Segundo Jade.
El joven Lan voló hasta que encontró una cueva en la cual descender, entró en ella y bajó de su espada.
−WangJi −Escuchó detrás de sí−, entrégame el cuerpo.
−No −dijo con firmeza, sin volver la mirada.
−Por favor, dámelo...
El menor se negaba a ceder, dio la vuelta y observó directamente los ojos de su hermano.
−No... −repitió.
−Por favor...
Lan Huan intentaba acercarse lentamente al menor, pero este retrocedía cada paso que él daba. Terminó por tropezar con una piedra y dejó caer el cadáver. XiChen se movió rápido, antes de que WangJi recuperara a Wei Ying le detuvo por los hombros.
−Por favor, hermano... No me lo arrebates...
El Primer Jade pudo escuchar cómo se quebró la voz de Lan Zhan y sus ojos se llenaron de lágrimas.
−No puedo quitarte lo que la vida decidió llevarse.
−Aún necesito hacer algo...
−Lo sé... pero ya no puedes, es tarde....
−Quiero despedirme correctamente de él... −susurró.
−Es imposible que lo hagas....
−Todavía puedo hacerlo... el cuerpo...
−Es demasiado tarde para eso, entiende por favor −Apretó el agarre en los hombros del menor.
−¡Quiero hacerlo, quiero que me escuche...! −Forcejeó para soltarse.
−¡Comprende WangJi, ese cuerpo no es de él...!, ¿¡Es que a caso no puedes verlo!?
Se alejó del campo de visión de su hermano colocándose detrás de él, mientras sostenía sus hombros.
−Por favor, mira detenidamente el cadáver que tuviste contigo todo este tiempo... ¡Observa bien, eso no es Wei WuXian!
Todo se detuvo. Lan Zhan dejó de escuchar a su hermano, su respiración se detuvo, solo podía escuchar a su corazón latir lentamente. Las lágrimas que le nublaban la vista cayeron.
Se acercó al cuerpo, finalmente pudo verlo: el cadáver frente a él vestía de color negro, la piel era blanca como la nieve, el cabello era largo, tal y como solía usarlo su amado. A pesar de todo eso...
No era Wei Ying.
Ni siquiera había un cuerpo.
Solo era... la ropa de Wei WuXian.
El llanto no se hizo esperar, volteó buscando el consuelo de XiChen, que sin dudar abrazó al menor. No podía escuchar los lamentos de Lan WangJi, simplemente sentía el calor de las lágrimas caer sobre sus hombros.
El sonido de una espada chocando contra el suelo hizo eco por toda la cueva. Detrás de los hermanos Lan se encontraba Jiang Cheng, atónito, sin creer lo que pasaba ¿Era tan sólo una ilusión...? Dio pasos lentos y cayó de rodillas frente a los ropajes, percatándose de que en verdad no se trataba de Wei WuXian.
−¡Maldición! −Gritó mientras bajaba su frente al suelo, golpeando la tierra− ¿Por qué no me dejas tranquilo...?, ¿Por qué no puedes... simplemente... irte...? -susurró, entrecortado.
Lloró. No pudo evitarlo. Ocultó el rostro entre sus manos y dejó que los sentimientos se apoderaran de su cuerpo, a fin de cuentas, esto lo había llevado al límite.
Lan XiChen sonrió cuando vio a WanYin regañando a su cuñado, que se ocultaba detrás de Lan Zhan para que lo protegiera mientras Sizhui intentaba calmar al líder Jiang.
Una escena verdaderamente encantadora, que le permitía sentirse tranquilo. Al fin su hermano había alcanzado la felicidad y los problemas con Jiang WanYin acabaron.
Se dirigía a la biblioteca. El recuerdo de su hermano abrazando a un cúmulo de ropajes negros destrozó la paz de su mente. Aquel día vio sufrir a los dos hombres más admirables e importantes en su vida.
Uno lloraba por odio...
El otro lloraba por amor...
Pero ambos se negaban a decir adiós...
N/a.
Okay, el primer prototipo de este fic no salió muy bien así que modifiqué algunas cosas. Creo que esto merece explicación, por si no expresé correctamente la idea planteada en mi cabeza.
Lo que quería representar aquí, era el trastorno psicótico breve. Ando medio obsesionada con padecimientos mentales y escribir me lleva a investigar así que... dejando eso de lado, permítanme explicar qué es este trastorno:
"El trastorno psicótico breve consiste en la aparición de ideas delirantes, alucinaciones u otros síntomas psicóticos que duran al menos 1 día pero menos de 1 mes, con retorno final a la funcionalidad normal previa a la enfermedad"
Fuente: https://www.msdmanuals.com/es-mx/professional/trastornos-psiqui%C3%A1tricos/esquizofrenia-y-trastornos-relacionados/trastorno-psic%C3%B3tico-breve#:~:text=El%20trastorno%20psic%C3%B3tico%20breve%20consiste,normal%20previa%20a%20la%20enfermedad.
Bien, este trastorno puede darse tras la pérdida de un familiar muy cercano o algo similar. Tiene como característica las alucinaciones. Es por eso que quise representarlo con Lan Zhan y Jiang Cheng, que si bien no se llevaba muy bien con Wei Ying al término de su muerte, quise pensar e incluir un sentimiento de amor-odio de pikacheng hacia el wifi para que hubiera un sentimiento de por medio que le permitiera alucinar con su cuerpo.
Y fin de la explicación técnica.
Lo demás es mera fantasía.
Bueno, espero que les haya gustado este fic. Ya saben, cambios y preguntas en los comentarios :D Los leeré, seguro. :)
¡Nos estamos leyendo!
||• Cam
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