🐾6🐾
Dedicado a AlisPortes
🐾❤🐾
Vaya sorpresa, Jimin tenía la boca entreabierta, lentamente el rubor subió a sus pómulos, sabía que si hablaba en ese instante tartamudearía ¿en realidad estaba pasando aquello? Ese prodigioso alfa lo estaba invitando a cenar ¿a él?
-¿A ce-cenar?
Yoongi supo distinguir el aura de inseguridad en el omega por lo que rápidamente aclaró- seria una buena oportunidad para discutir sobre las clases avanzadas que impartiré para los cachorros, además podríamos buscar maneras de ayudar a Kookie, porque aunque no lo creas, me parte el corazón verlo asi.
El alfa sabía que Jimin no aceptaría una cita con intenciones románticas, él no era ese tipo de personas, en cambio si se trataba de un tema profesional seria más fácil ganar su confianza.
El lobo de Jimin estaba herido,
por lo que le costaría mucho a Yoongi poder entrar en su corazón o incluso que éste se abriera un poco, sabía que los únicos que estaban allí eran sus niños y de alguna manera (aunque no le simpatizara la idea) también Hoseok estaba ahí y pensar en que otro alfa habia ganado el cariño de ese precioso omega que era suyo le revolvía los intestinos pero por otro lado, su parte humana había comprobado que solo era algo fraternal. Pero ahora Jimin lo tenía a él aunque no lo aceptara aún, él lo protegería contra todo incluso a costa de su propia vida de ser necesario.
-Uhm, sí, eso estaría bien- respondió el menor ante la propuesta aunque un poco inseguro sobre lo que esto significaba, porque bien podrían hablar de ello en la escuela y no necesariamente en una cena pero era por sus niños y el realmente necesitaba que alguien más experimentado en temas de infancia pudiera guiarlo y lo que más le preocupaba en estos momentos era Jungkook
Yoongi no ocultó su felicidad, sonrió abiertamente y prometió buscarlo esa misma noche por su casa, no esperaría hasta que fuera sábado siquiera, no quería perder más tiempo.
🐺
-Así que una cita ¿Eh? ¿Debería esperar a ese alfa y hacerle saber que no estás solo?- molesto Hobi a Jimin mientras este se vestia.
-Basta Hobi- sonrió el omega- no es una cita romántica, es más bien algo así como una... uhm ¿consulta? Si, eso
-¿Consulta? ¿Sexual?- se carcajeo- quizás para ti no sea una cita romántica ¿pero para él?
-¡Yah! Deja de decir cosas como esas. Todo es sobre los niños- respondió pero eso no evitó que se sonrojara
-Oh- se rascó la barbilla- los maestros de mi época no invitaban a salir a nuestras madres, eso debe ser algo nuevo
Ambos rieron, Hoseok cuidaría a sus bebes mientras el salía con Yoongi. A pesar de saber que la idea no era romántica no evitaba sentir el cosquilleo en su vientre al saber que compartiría una cena a solas con el maestro de sus hijos.
-Si él paga, oficialmente es una cita- agregó Hoseok, tirando una bomba antes de dejarlo a solas. Por las dudas agregó algo de neutralizante extra sobre su cuello, sólo por las dudas.
Se dio una última mirada al espejo, se veía bien, informal pero bien. Un pantalón jean negro ajustado en las piernas (lo cual era inevitable por el volumen de estas) una camisa color azul francia y un montgomery para protegerse del clima. Se colocó un poco de perfume.
Cuando deslizó su cuello a un lado vio los rastros de su antigua marca, levemente una aureola blanquecina se hacía notar, no era fuerte pues había desaparecido una vez que Chanyeol había marcado a su actual pareja pero no por completo, aún seguía allí, una marca casi invisible de dientes alrededor de su piel le recordaría por siempre que había sido un omega marcado, un hombre de familia pero que había sido cruelmente engañado y abandonado por su pareja, que era un padre soltero con tres hijos por proteger pero sobretodo, le recordaba a Jimin que todos sus sueños y esperanzas de encontrar el amor verdadero se habían esfumado, ya no existían, su única oportunidad para formar una familia armoniosa donde se sintiera seguro, amado y protegido desaparecieron como la nieve en un día de sol. Ahora solo se tenía a sí mismo y por ello había jurado entregarle la vida a sus cachorros, después de todo no sería una vida desperdiciada, vivía por sus pequeños y eso era más que reconfortante.
Jimin ya no se consideraba un hombre, él podía ser todo lo que quisiera, podía ser amado como padre, como amigo o incluso como hermano. Pero el jamás volvería a ser amado como hombre. Pues nadie merecía tener la responsabilidad de criar hijos ajenos y quien lo quisiera debía aceptarlo con sus tres pequeños y él sabía que eso era mucho para cualquier persona, ningún alfa querría asumir ese compromiso habiendo tantos omegas increíblemente preciosos y sin compromisos allí afuera.
El sonido del timbre lo sacó de sus pensamientos, pensamientos que lograron bajarlo de la nube en la que se encontraba, si tenía alguna duda sobre su salida de esa noche, ahora estaba todo aclarado. El alfa con el que saldría era un hombre imponente, exitoso y codiciado y él era un omega abandonado por su pareja, padre amoroso y amigo fiel. El no saldría por esa puerta como un adolescente enamoradizo sino como un padre preocupado que busca ayuda para sus hijos. Era muy necesario para él dejarse en claro a si mismo estos términos para evitar hacerse ilusiones con un hombre inalcanzable, sobre todo porque él no merecía ni siquiera fantasear con alguien como lo era Min Yoongi.
Cuando salió, el olor a café fresco recién molido inundó su sistema. Cielos, ese alfa necesitaba usar algo de neutralizador, el perfume era tan adictivo que provocaba que sus glándulas comenzaran a salivar automáticamente y ¡Oh por todos los dioses! El hombre se veía endemoniadamente encantador en pantalones de cuero y camisa blanca y esa media sonrisa tan sexual como inocente.
-Jimin, te ves realmente bien- lo saludo mientras se disponía a abrir la puerta del auto para que el menor entrara
-Muchas gracias Yoongi, tú también... también te ves bien
El alfa no ocultaba en lo más mínimo su emoción de tener a Jimin tan cerca, su aroma lo delataba, estaba muy feliz y sentía sus intestinos revolverse en su interior, no, no eran mariposas como lo decían los cuentos de hadas, era una mezcla de emociones verdaderamente enloquecedora, sentía la adrenalina fluir por su sangre. Mientras conducía, de vez en cuando, observaba el perfil tranquilo y silencioso de su acompañante y pensó que nada podría ir mejor, esto era mucho más rápido de lo que esperaba.
-Emm, Jimin ¿tienes algún lugar en particular al que te gustaría ir?- preguntó tratando de moderar su ansiedad y terminar con el silencio en el vehículo
-Realmente no, cualquier lugar está bien por mi- Jimin trataba de mantener las ideas en su cabeza, esas ideas con las que se martirizaba una y otra vez "esto no es una cita romántica" se decía en su mente con el fin de autoconvencerse de que ese alfa que creaba un caos devastador en su mente, no tenía otras intenciones con él.
Yoongi no se dejó desanimar por la falta de entusiasmo del omega, no sabía que pasaba por su mente, pero conocía las barreras que había establecido alrededor de su corazón y él estaba dispuesto a derrumbarlas una a una, aunque tardara toda la vida, ganaría el corazón de Jimin.
-Conozco el lugar perfecto
🐺
Yoongi detuvo el auto en un pequeño local sobre una avenida, nada extravagante por fuera y por dentro mucho menos, esto le terminó por confirmar a Jimin todas sus teorías sobre el asunto, el lugar era modesto y simple, tan simple como un lugar al que llevas a tu madre un domingo cualquiera.
-Buenas noches ¿desean una mesa?- el mozo se asomó a ellos cordialmente
-Sí, deseamos subir
¿Subir?
-Oh, muy bien señores, síganme
Jimin miró extrañado al alfa pero este no le correspondió, sentía sus ojos clavados en su nuca mientras subían unas estrechas escaleras al costado de las demás mesas. Unos pequeños plantines colgaban de redecillas, los colores alrededor eran cálidos y el camino estaba tenuemente iluminado con pequeñas luces blancas.
Al llegar al extremo superior un puerta rustica de madera se abrió dejando a la vista una espectacular terraza para nada sencilla, completamente cubierta por una pérgola de helechos y faroles con velas aromáticas en su interior, algunas mesas de madera pintada adornada de flores blancas y candelabros con más velas, todo se veía fantástico, Jimin dejó caer su mandíbula sorpresivamente y Yoongi no dejó pasar el acto.
-Por aquí- los guió el mozo a una de las mesas mientras Yoongi corría la silla para que Jimin se sentara.
El mesero esperó sus órdenes y se retiró una vez que hicieron el pedido. Jimin se juró a si mismo nunca más dejarse llevar por las primeras impresiones porque había juzgado mal el lugar, detrás de toda esa sencillez que aparentaba su interior era un paraíso.
Sintió su corazón tan cálido de repente, al estar frente al alfa, iluminado por el fuego suave todo era perfecto.
-Yoongi, esto es precioso- dijo aún analizando cada detalle de esa preciosa terraza
-Sí, realmente lo es. Mi madre, Jaemin y yo veníamos aquí muy a menudo antes
-No sabía que había un lugar así en esta ciudad
-Es un pequeño secreto, de hecho, el dueño de este lugar es un amigo muy cercano de mi familia
-Vaya, suena a que es una persona muy interesante
-¿Uhm?
- Por el lugar, se ve que se dedicó mucho en cada detalle. Debe ser una persona muy meticulosa
-De hecho lo es, mucho más de lo que te imaginas- sonrió negando con la cabeza como si hubiera recordado algo repentinamente- ¿suelen salir a lugares como este con los niños?
-No, no lo hacemos. Disfrutamos mucho del tiempo en casa, a excepción de los sábados, esos son días familiares en la cafetería
-Lo recuerdo, esos niños son espectaculares, los he visto relacionarse con las personas como completos adultos
-Sí, es algo que están aprendiendo rápidamente, Hoseok es un buen tío
-Le dicen tío a Hoseok, pero no es tu hermano ¿o sí?
-¿Oh?- no, no- Jimin negó rápidamente- Hobi es un muy buen amigo, totalmente desinteresado
-¿A que te refieres con desinteresado?
-Bueno, creo que puedo tener la suficiente confianza en ti como para decirlo, Hoseok se...- lo pensó antes de decirlo, necesitaba expresarse bien para no generar más confusiones con respecto a su relación con su amigo- "hizo cargo"- acentuó las comillas con sus propios dedos- de nosotros cuando yo llegué aquí con los niños
-¿Llegaron aquí? Oh si, puedo notar por tu acento que no eres de aquí, aunque el acento de los niños es perfecto ¿De dónde son?
Jimin lo pensó, eran muchas preguntas y aunque sabía que Yoongi no tenía malas intenciones, contar su historia, abrirse tan de repente con algo que mantuvo muy en el fondo de su corazón era difícil. Era remover tierra del cementerio de su alma, donde él ya se había encargado de sepultar a todos sus muertos.
-¿Sabes que si me cuentas esto tenemos más posibilidades de ayudar a los gemelos verdad?- agregó Yoongi como si hubiera leído sus inseguridades, Jimin asintió con la cabeza baja
-Busan, éramos parte de una manada en las afueras de Busan
-¿Y se puede saber porque están aquí?
-Emm, si bueno- miedo, mucho miedo lo invadía, nadie más que Hoseok conocía sobre su trágica vida tenia miedo a ser juzgado y condenado en alguna especie de juicio de valor como lo hicieron en su antigua manada, pero si esto era necesario para ayudar a los niños, tendría que hacerlo.
-¿Jimin? ¿Quieres hablar sobre esto? Si no es asi pod...
-Si, lo siento, lo haré, sé que esto es por los gemelos
-Lo es- Yoongi estiró su mano por sobre la mesa y acarició la del omega intentando darle fuerzas, Jimin observó la mano que lo calmaba y sonrió cálidamente al sentir esa paz- pero tu también eres importante y si tu no estás bien, ellos tampoco podrán estarlo.
Esa nueva sensación lo recorrio, alguien que podría hacerle sentir que él también importaba, eso era algo nuevo
-Solo me gustaría decir algo antes de que escuches esto- presionó la mano que seguía sobre la suya- Yo no elegí esto ni para mí ni para mis niños, porque yo no fui criado para elegir. Pero haría lo que fuera por mis bebes. Lo que fuera, incluso si eso significa romper algunas reglas
Yoongi movió la cabeza de manera positiva, estaba expectante, cada palabra que salía de los labios de Jimin (de sus hermosos labios) le parecían fascinantes y sólo lograba acrecentar su interés en éste.
-Bien, soy un omega criado en una manada en las afueras de Busan, como te habia dicho, no era una manada relativamente grande pero habia la cantidad suficiente de personas como para formar un pueblito. Mis padres me criaron siempre para ser un omega de buena línea, sumiso, correcto, refinado, esas eran las bases de mi educación, ellos solo querían asegurarse de que en un futuro fuera reclamado por un buen alfa y sea un hombre de familia. Hasta mis 18 años sólo me dediqué a eso, a formarme a mí mismo como un omega digno- Jimin observó a Yoongi para asegurarse de que este lo seguía en su relato y pudo notar que estaba compenetrado en sus palabras- Bien, no sabía mucho del mundo allí afuera, todo era nuevo para mi, mi educación la recibía en casa por lo que no tenía más amigos que mis primos que me visitaban de vez en cuando. Un dia mientras hacia las compras con mi madre, conocí a... a Chanyeol.
"Chanyeol" Yoongi sabía que debía recordar ese nombre
-Chanyeol era un alfa de una buena familia, bien posicionada y se corrieron rumores de que estaba interesado en el hijo omega de los Park. Los rumores llegaron a oídos de mis padres que consideraron una buena oportunidad para mi.
Yoongi escuchaba atentamente, no quería perderse detalle alguno, todo lo que Jimin decía le causaba escalofríos pero quería saber todo lo que le habia sucedido.
-Luego pasó lo que tenia que pasar- Jimin resumió sutilmente
-¿Lo que tenia que pasar?- Yoongi lo sabía pero quería escucharlo de él
-Ya sabes, el cortejo. Fueron tres meses y luego... nuestros padres decidieron que sería una buena idea casarnos, Yo... yo estaba enamorado de ese alfa, de sus palabras, su manera de tratarme y cuidarme, yo amaba ciegamente a Chanyeol- un suspiro lleno de pena abandonó sus labios
De alguna manera, eso le dolió escuchar, saber que el corazón de Jimin habia amado a otro alfa fue un golpe duro, aunque fuera parte de su pasado, sintió su pecho estrujarse ante la confesión.
-Todo lo que aprendí sobre ser un omega lo puse en práctica, fiel, callado, sumiso, siempre a la espera de las necesidades de mi alfa. Teniamos una familia. Con el tiempo llegaron los gemelos. Él presumía de ser un padre ejemplar y así lo fue durante un tiempo. Él era genial, Kookie lo adoraba, cada noche después del trabajo ellos preparaban palomitas y veian películas de Disney. Tae tambien participaba pero Jungkook consideraba a su padre como un dios por sobre todas las cosas. Su relación era muy estrecha.
-¿Y qué paso con él?
Jimin levantó la cabeza para observar el rostro del alfa, lucía sereno para nada incómodo, sino mas bien conciliador. Eso era bueno, lo animaba a continuar.
-Una tarde, decidimos darle una sorpresa, los gemelos tenían un poco más de dos años. Horneamos galletas y fuimos a buscarlo a su trabajo. Al llegar el guardia de la empresa nos retuvo en la puerta, todos los trabajadores salían, aunque apenas eran las cinco de la tarde y su jornada de trabajo siempre era hasta las 7.30 o eso creía yo. De repente deje de ver a Jungkook y me asusté, el cachorro había irrumpido en el edificio y corrió hacia adentro divirtiéndose por la travesura, levanté a Tae en mis brazos y corrí tras él mientras el guardia no veía. Lo alcancé en el ascensor y lo cargué en mi otro brazo. Me sentí aliviado de haberlo atrapado antes de que causara problemas, pero esa tranquilidad duró muy poco. Cuando las puertas de ese ascensor se abrieron lo primero que atiné a hacer fue a cubrir los ojos de los cachorros con mis hombros.
-El... El estaba...
-Chanyeol se estaba besando con una mujer
Hijo de puta
-Ese fue el principio del fin para mi armoniosa vida. El quiso explicarme que esa mujer era una persona importante e influyente en la empresa y juraba que me amaba a mí y solo a mí. Yo, lo perdone- cerró los ojos con fuerzas como si le doliera admitirlo- fui tan tonto, porque el hedor de esa mujer lo acompañaba cada noche de regreso a casa y aún sabiendo que su verdadero horario de trabajo era hasta las cinco, el seguía llegando a las ocho. Los niños nunca notaron nada porque siempre los mantuve alejados de los problemas con su padre, incluso cuando no llegó a casa a dormir o cuando volvia con marcas en la piel, todo lo callé. Hasta que llegó Yoona. Yoona fue una nueva luz para mí y sentí que para él también. Fuimos felices por un breve instante de nuevo, pero todo fue una mentira. Una mentira que yo quise creer.
Con el tiempo me enteré que todos en la manada sabían lo que yo quería ignorar, incluso mis padres.
Me deprimí.
Una noche, la mujer lo llevó a casa, él la hizo pasar para invitarle a beber café, café que yo mismo tuve que prepararles. Aún sabiendo que ella era la mujer con la que se revolcaba cada día. Aguanté, yo solo aguanté.
-Jimin...- susurró notando el dolor que le provocaba al omega hablar sobre esto, quizás era hora de callarse
-Esta bien Yoongi, esta bien- sus manos seguían unidas, sus platos estaban frente a ellos, aún no habían probado ni un bocado, el momento era tan íntimo que no permitía nada más, Jimin continuó- él la llevó a casa y la ensuciaron, incluso conmigo y los niños en ella.
Exploté.
Cuando los vi besándose en mi cocina, la corrí- una lágrima bordeo su rostro- y a él también. Pero Chanyeol no tenia intenciones de irse, por lo que me corrió, a mí y a los niños. Nosotros salimos de esa casa una noche por la madrugada, el mismo nos abrió las puertas y se encargó de azotarlas detrás de nosotros. Yoona tenía solo año y medio. Todo era tan confuso. Fui a casa de mis padre pero ellos... ellos se enojaron por haberlo abandonado. Pero aún explicándoles sobre sus infidelidades, ellos dijeron
"esa es tu familia, ese es tu lugar, tu lugar siempre será junto a tu alfa"
Cuando me negué a volver, ellos simplemente me corrieron, los ancianos también me corrieron de la manada. Así fue como llegué aquí con mis cachorros y solo un par de billetes en los bolsillos. 5 años desperdicié junto a ese hombre.- se lamentó- lo único bueno que tengo ahora son mis hijos.
El alfa tenia un nudo en su garganta ¿de verdad alguien sería tan inhumano como para correr a una padre con sus hijos? Y sobretodo ¿existe la maldita persona capaz de engañar a un hombre como lo es Jimin? En ese momento el aire se aprisionó en sus pulmones, quería correr a su lado y abrazarlo, quería envolver a Jimin entre sus brazos y susurrarle al oído que él no tenia la culpa de nada, que él estaba bien, que era un hombre excepcional. Pero solo se limitó a acariciar el dorso de la mano que sostenía con su pulgar. Tenía mucho trabajo por hacer si quería ganarse a Jimin, ahora comprendía lo mucho que necesitaba su omega, necesitaba sanar sus heridas para volver a amar, necesitaba sentirse amado.
-Ya no estas solo Jimin- afirmó
-No, no lo estoy. Creo que Hoseok fue un regalo de los dioses. Él es un gran amigo
-Lo sé, y ahora también me tienes a mi.
¿A Yoongi? ¿eso era cierto? De hecho, si lo pensaba un poco, ya no se sentía pesado, y los ojos del mayor le trasmitían comprensión y empatía, para nada se sentía criticado ni juzgado. Se sentía bien.
-Gracias- moduló con una sonrisa tibia- creo que arruiné la cena con esta historia
-Para nada, de hecho tengo un hambre voraz- sonrió haciendo al contrario reir- pienso comer hasta el último trozo de este salmon ¿Tu no? Porque podría comerlo por ti
Ambos sonrieron. Jimin se permitió confiar, abrir un poco su corazón al maestro de sus hijos, solo un poco. No le haría daño. Lo presentia, todo en Min Yoongi le daba tranquilidad.
-De verdad, muchas gracias Min Yoongi
🐾❤🐾
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro