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Min Yoongi o señor Min como era llamado por los niños de la escuela era un alfa soltero, de 28 años. Nunca había hecho demasiados esfuerzos por conseguir pareja, no es que no haya estado conectado con sus instintos, simplemente había puesto toda su energía y su libido en su carrera, adoraba enormemente entrar al salón de clases y rodearse de pequeños cachorros de lobos rebosantes de vida. Caras sucias, manos traviesas, ojos llenos de esperanza y sobretodo, mentes dispuestas a la curiosidad y al aprendizaje. Él era un investigador nato de nuevas formas de pedagogía constructiva y ponía todos sus esfuerzos en refutar viejas teorías sobre la enseñanza. A su edad, ya poseía un magister en pedagogía del siglo XXI y una licenciatura en estimulación a cachorros con prioridades educativas. Era muy conocido y respetado dentro del ámbito. Había recibido propuestas para ocupar un cargo dentro del ministerio de políticas escolares pero lo había rechazado cortésmente, lo suyo no era estar detrás de un escritorio, lo que el añoraba era estar rodeado donde toda la acción sucedía.
Demás está decir que al ser un alfa que se movía con tanta confianza entre eminencias dentro de esa rama era un codiciado soltero entre betas y omegas que prácticamente se lanzaban a sus pies, pero Yoongi no se sentía listo para atarse a nadie, aún aspiraba a mucho mas, siempre por el bien y progreso de la educación.
Pero ni el mismo siendo tan fuerte e independiente habia podido controlar a su lobo cuando este era presa de sus instintos.
La mañana que visitó a su hermana Jaemin en la cafetería The Sun sintió el fuerte aroma impregnado en cada sector del lugar, tan fuerte que casi lo tira al piso si no se hubiera sujetado de una de las mesas, el lugar todavía permanecia cerrado en ese momento por lo que no conocía el origen de la potente fragancia a Cacao, lavanda y tarta de limón, le dio un leve tirón en el vientre provocando que su lobo gruñera, cosa que nunca antes le habia pasado. Cuando se estabilizó aludió lo sucedido al hecho de que no había desayunado y esos aromas de seguro era de los productos que se vendían allí.
Pero, otra vez, el dia que recibió dos nuevos alumnos en su salón (un par de cachorros gemelos) todo transcurría con tranquilidad hasta que al acercarse a despedirlos sintió en ellos un deje de ese mismo perfume que días antes lo habia casi tumbado. ¿Casualidad? No lo sabía, pero estaba a punto de averiguarlo.
En ese pasillo de supermercado, un dia cualquiera, en una hora cualquiera, la magia habia sucedido, el tiempo se detuvo y los astros danzaban alrededor del hermoso hombre de pie frente a él, decir que la misma madre tierra habia engendrado aquel perfecto espécimen de omega era poco. Era un hijo de los dioses. Todo en ese lobo que lucía desesperado era simplemente magnifico. Min Yoongi y su lobo se regocijaron en el ser inmaculado en el mismo momento en el que sus ojos se posaron en esa figura, no... mucho antes de eso. Esa esencia, esa bendita esencia. Era él. No sabia exactamente que, pero era él.
Park Jimin, padre de Park Taehyung y Park JungKook y ahora sabía que tambien de la pequeña Park Yoona.
Y el electrizante contacto que habían tenido fue suficiente para que el espíritu lobuno del maestro comenzara a lanzar fuegos artificales dentro de sí mismo. Su lobo, ese lobo sensato y reservado ahora aullaba sin parar en su interior cuál cachorro en su primer celo. ¿Qué rayos le pasaba a su espíritu animal?
El par de cachorros desde el primer momento habían sido su adoracion, admiró con sorpresa la gran capacidad intelectual de ellos cuando los observo desenvolverse en las clases, completamente diferentes entre sí pero con la misma desbordante inteligencia, se encariñó con ellos rápidamente, lo hacía con cada uno de sus alumnos pero entre esos dos pequeños había algo realmente diferente y ahora sabia qué.
Pero Yoongi era prudente y sabia que un omega de ese linaje tan perfecto y hermoso y sobretodo con una esencia tan cautivante no podía estar solo, claro que no. Además ya tenia familia y al conocer a Hoseok durante el termino de clases cuando pasaba a buscar a los cachorros y con intercambiar un par de palabras con el sonriente alfa supo que esa familia, era realmente perfecta. ¿Quién era él para poner sus ojos en el omega de otro alfa?
Pero no se podía negar a si mismo el pequeño gusto de poder verlo y quizás construir una amistad, aunque su lobo pedía más, mucho más, él se mantendría en sus cabales o por lo menos lo intentaría.
¿Amistad? ¿A quien quería engañar? Si con solo verlo aquel sábado en la cafetería su corazón se disparó en una frenética carrera por su pecho y su estúpida sonrisa no abandonaban su cara. Y de repente, al tenerlo de frente, compartir la mesa con él y su familia y comer de la comida que sus propias manos habían preparado y verlo sonreir tan entrañablemente era una nueva especie de paz que se generaba y expandia por todo su ser. No podía dejar de mirarlo más de cinco segundos que sus ojos independientemente de sus pensamientos se volvían a él, para encontrarse con su mirada.
Yoongi ya se había resignado al hecho de que ese lindo chico tenía una espléndida familia y de alguna manera eso lo atormentaba en demasía. Había soñado con alguna vez encontrar a su pareja destinada y tener un par de cachorros con ésta pero por su apretada agenda todo quedo relegado a segundo plano.
Pero cuando vio a Jimin ¡Santo cielo! Él lo supo desde el primer instante, él era su omega, suyo. Aunque perteneciera a otro alfa, aunque ya tuviera una familia, era suyo. No iba a forzar las cosas y no estaba seguro de que Jimin también lo hubiera sentido.
Yoongi suspiraba constantemente ante el pensamiento de haber encontrado a su pareja destinada y no poder tenerlo. Pero cuando la pequeña boca del cachorro menor pronuncio dos simples palabras, ¡solo dos! su vida volvió a tener sentido por completo.
"Tío Hobie"
Al principio no logró entender, por lo que afinó sus sentidos y notó que ese omega no tenia marca alguna en su cuello, nada, su cuello estaba liso y palido.
Delicioso- pensó
Y el trato de Jimin con el alfa Hoseok era cercano, pero no como el de una pareja, sino algo mas... como amigos y hasta quizas hermanos.
-Oye Yoongi ¿Qué tal es trabajar con este par de cachorros de hienas?-Dijo Hoseok entre risas mientras engullia una cucharada de helado de frutilla sacándolo de su reflexion
-¡Hobie!- chillo Jimin- No hables asi de mis bebes
-Oh, vamos Jiminie. ¡Sabes que estos pequeños pueden ser unas verdaderos petardos!- se carcajeo
-En realidad- interrumpió Yoongi- Tae y Jungkook me sorprenden cada dia-
Las palabras del docente llamó la atención del omega fijando su vista en este.
-Ambos, están más adelantados que los otros cachorros de mi clase y estuve pensando- agregó- que podrían tomar clases para adelantar algunas materias y quizás en algunos años puedan conseguir una beca en algún colegio reconocido eso les aseguraría el ingreso a una buena universidad en el futuro
-Wow ¿Es en serio?- los presentes estaban totalmente sorprendidos por la propuesta, incluso los pequeños
-Eso... seria lindo pero suena a algo complicado- dijo Jimin bajando la voz- es decir, nuestros horarios son complicados y ni hablar de la economía
-¡Eso no es problema!- argumentó el alfa- si ustedes lo aprueban, yo me ofrezco para incluirlos, de hecho estoy armando una clase avanzada para niños de su capacidad...- lucía muy emocionado lo que no pudo pasar inadvertido por su hermana
-Que conveniente- musitó Jaemin sonriendo con sarcasmo- levantaré la mesa mientras ustedes llegan a un acuerdo ¿Me acompañas, Jinie?- este último asintió mientras la beta se puso de pie y miró al omega dirigiéndole unas palabras- deberías aceptar Minnie, no todos los días recibes oportunidades como estas... por los niños, digo
Las palabras de la Jae lograron avergonzar al par de adultos que se ruborizo por igual mientras ella se alejaba riendo victoriosa.
-Esta es una gran oportunidad Jiminnie, deberías considerarlo- agregó Hoseok
-¡Si papi, seria genial poder tomar esas clases con el Señor Min!- sonrió Kookie.
El pequeño cachorro se veía tan feliz y parlanchín, Jimin no lo había visto tan feliz desde su separación con Chanyeol. Jungkook habia sido el más afectado por su separación ya que siempre fue mas apegado a su padre y le dolia saber que su ahora-ex pareja- no habia tenido encuenta ese lazo afectivo con su hijo, le dolia. Pero, ahora, verle esa pequeña chispa de vida en los ojos le llenaban el corazón de una terrible felicidad.
-Esta bien Kookie, si prometen ser buenos cachorros y escuchar a su maestro, puden tomar esas clases con el señor Min- acarició los cabellos de su hijo que asomaba sus grandes ojos cafés sobre la mesa
Los cachorros festejaron saltando y abrazándose entre los dos
-Oh, Jimin... puedes decirme Yoongi-
Los ojos del omega volaron a la figura del alfa y un revoloteo interior lo sorprendio de repente liberando una pequeña humedad en su ropa interior. Alarmado se puso de pie, rogando porque los alfas no sintieran el olor a excitación en él y despidiéndose de ellos, volvió a la parte de atrás.
-Jim...- Murmuró Hoseok mirándolo fijamente
-Muchas gracias por la oportunidad- Jimin le hizo una venia- espero volver a verlo pronto para arreglar los detalles, me retiro a ayudar en la cocina. Hasta luego- exclamo antes de desaparecer en la cocina dejando a los dos hombres sentados en la mesa
🐺
-¿Puedo saber que fue eso?- interrogó Hoseok acercándose a un Jimin que limpiaba afanosamente la vajilla esquivando su mirada
-¿De que hablas?
-¡Vamos! A mi no, Jimin. Podía olor tu excitación a kilómetros de distancia y ahora ¡Traes otros pantalones!- gritó mientras se reia, dio un olfato alrededor del omega
-Oye- Se quejó de la intromisión
-Y veo que vaciaste una botella entera de supresores en ti
-Creo que es mejor que vaya a casa- suspiró dejando el último plato guardado- este día se esta haciendo eterno y creo que tengo fiebre
Hoseok colocó el reverso de su mano en la frente del menor y se sobresaltó ante la alta temperatura que tenia, notó sus mejillas y nariz muy rojas y se preocupó
-Ve a casa, deja a los niños aquí, yo me encargo. Descansa ¿Quieres que te lleve?
Jimin negó sonriendo casi sin fuerzas y le dio un leve abrazo pasando sus brazos por el torso del contrario casi sin fuerzas entre jadeos porque respirar con normalidad se le estaba dificultando-El olor a alfa lo tranquilizaba- Hoseok le correspondió con ternura tomándolo de la cintura unos segundo hasta que- Oh
Jimin se separó nervioso al notar una dureza contra su bajo vientre- una jodida erección del mayor que aspiraba su aroma con ojos cerrados.
-Soy un alfa Jimin, no puedo evitar ponerme duro luego de que me tocas así estando en celo- rió
-Me iré a casa, adiós- avergonzado tomó su abrigo y se despidió de sus bebes para salir apurado a la seguridad de su hogar. Tomaría un taxi, no era seguro andar solo por ahí en su condición.
🐺
Una vez afuera, el aire fresco golpeó su rostro obligándolo a tapar su cuello con su abrigo, caminó hasta la esquina de la cafetería esperando algún taxi desocupado que lo llevara a la comodidad de su departamento, los calambres habían empezado a atacarlo luego del prolongado tiempo que se había encontrado en contacto con Min Yoongi. Aún seguía confundido sin saber qué era eso que le hacía sentir el alfa y quizás también era la respuesta al adelanto de su celo.
El constante ir y venir de los autos lo estaban mareando, los pies habían empezado a entumecerse y los calambres lo obligaban a doblarse, necesitaba llegar a casa ¡ya! Un golpe de aire y Jimin sintió desfallecer... las rodillas se le doblaron y... no cayó. Se aferró a los brazos que lo sostuvieron antes de tocar el pavimento.
-Hey, ¿Jimin? ¿Estás bien? Oh rayos... estas volando en fiebre, te llevaré a la cafetería- El alfa tomó al omega por la cintura intentando no verse afectado por su cercanía, estaba en celo, lo había notado durante el almuerzo.
-N-No- Murmuró en un hilo de voz- Ca-casa
-¿Casa? ¿Quieres que te lleve a casa?- Jimin asintió una vez mientras intentaba sostenerse de pie sin lograrlo realmente- Bien... vamos a... casa- susurró dirigiéndose a su auto estacionado a unos metros
🐺
Lo que Min Yoongi no entendió es que Jimin quería ir a SU propia casa, no a la del maestro, pero estaba muy extasiado para darse cuenta de que la cama en la que estaba siendo arropado no era la suya.
-Estamos en casa, mi dulce omega- susurró mientras ponía una almohada mullida bajo su cabeza- cuidaré de ti ¿quieres?
Jimin jadeaba por los calores que lo asaltaban mientras Yoongi ponía compresas frías en su frente y abdomen para bajar la temperatura. Su lobo estaba feliz de tener a Jimin allí y poder cuidar de él, aunque no estaba conforme con poner solo compresas en él, quería tomarlo y ayudarlo a pasar su celo pero el maestro era prudente y guardaba las distancias, aunque con mucha dificultad lograba controlarse, tenia una dolorosa erección bajo sus jeans, pero la vista del delicado lobo en su propia cama lo hacían sentir extrañamente bien.
-Alfa- murmuró el menor desde las sabanas mientras se revolvía lentamente por la cama- alfa... ven
Yoongi tenia miedo de hacer algo que lo hiciera arrepentirse y usaba todas sus fuerzas para contenerse y no saltar encima de Jimin y tomarlo una y otra vez hasta impregnarlo de su aroma.
-aquí estoy, pequeño- se acercó y coloco una mano en su mejilla. Jimin inmediatamente ante el contacto restregó su cara en la mano grande del otro- ¿quieres bañarte cariño?- Jimin asintió enérgicamente ante la sugerencia
-Bañate conmigo, alfa- rogó
-Te ayudaré- Yoongi estaba al borde del colapso, dudó por unos segundos en llamar a Hoseok, pero lo que menos quería en esos momentos era que otro alfa cuidara de SU omega, porque ya lo habia asimiliado, ese pequeño pelinegro de mejillas regordetas era suyo.
Lentamente el alfa tomó a Jimin por la cintura y lo llevó al baño, abrió la ducha no tan fría pero lo suficiente para que ayudara a bajar su temperatura corporal y quitó una a una las prendas de Jimin. Se tomó unos minutos para contemplar el exquisito cuerpo del omega, firme, tonificado, carnoso en los lugares justos y su traviesa lengua saboreó sus propios labios. Jimin aún se encontraba preso de su fiebre y solo podía asentir y jadear, además de lubricar para llamar a ser tomado por su alfa. Con cuidado fue puesto dentro de la bañera, su cabeza descansaba en el borde de esta donde Yoongi, consideradamente, le habia puesto una almohadilla para que reposara.
-Alfa...- susurraba mientras Yoongi lo miraba y se resistia a sus impulsos- Ven- Jimin lo llamaba estirando los brazos y se veía tan condenadamente necesitado.
El joven maestro no pudo controlarse más y se desvistió para quedar solo en bóxers deslizándose detrás del omega para brindarle de su cuerpo.
Jimin sonrió gustoso de aquel contacto y se acurrucó en su pecho, el agua les llagaba a medio torso. Yoongi no quería hacer algo para ganarse el odio del omega y sabia que lo que estaba haciendo no iba a ser bien tomado cuando éste recuperara la conciencia pero lo iba a disfrutar hasta donde pudiera. Colocó un poco de su shampoo de coco y masajeo la suave cabellera del menor, la dureza en su ropa interior dolia, pero lo ignoraba pues estaba disfrutando el simple contacto de su pequeño cuerpo.
Todavía no podía creer estar viviendo aquella situación tan pronto, pero era feliz.
-Vamos alfa, tomame- Yoongi tragó duro, no sabia cuanto mas podría resistirse. Terminó de enjugar al menor y lo sacó de allí
Le ayudo a colocar su ropa y por mas que el baño habia sido largo, el calor de este no disminuia, nunca habia cuidado de un omega en calor, iba a necesitar ayuda, además ya estaba anocheciendo y debía avisar a su familia antes de que se empezaran a preocupar.
Dejó a Jimin entre almohadas con ropa olgada y tomó su teléfono para llamar a la única persona que podía ayudarlo en esta situación.
-¿Jaemin? Si, soy yo Yoongi.... Emm, como decirlo.... encontré a Jimin en muy mal estado esta tarde y lo traje a casa. Si, lo sé, me di cuenta que está en celo. Por supuesto que no hice nada, cállate, ¿podrias... solo venir a verme? ¿Si? Ok, te espero. Gracias.- Yoongi cortó el teléfono, solo debía aguantar unos veinte minutos hasta que su hermana llegara, no debía ser tan difícil.
Volvió a su cuarto para asegurarse del estado del omega y...
-Mierda- palideció Jimin, por favor, vístete- tomó la ropa esparcida por el piso y la levantó.
Jimin yacia desnudo nuevamente frente a él y se restregaba contra su almohada, era lo mas jodidamente sensual y excitante que habia visto, quería ser él, envidiaba a su propia almohada en ese momento.
-Oh~ mmmm... Yoongi- Jimin se estaba masturbando en su nombre
Yoongi cubrió su rostro, no podía contener el calor subiendo por su miembro y las cosquillas que le producían los gemidos del omega
-Ji-Jimin- lo llamó suavemente- necesitas vestirte, Jaemin viene por ti, ella podrá ayudarte- se acercó lentamente con la camisa blanca en sus manos pero fue sorprendido por Jimin cuando tiró de su brazo obligándolo a caer en la cama, se sentó encima de él mirándolo lascivamente.
-Vamos alfa ¿Cuánto más tengo que rogar por...- Jimin hizo un ligero movimiento de caderas hasta encontrar el miembro de Yoongi completamente erguido en su pantalón y tiró la cabeza hacia atrás creando una despiadada friccion entre sus nalgas humedecida y el pene del alfa.
-Ah~ Jiminnie, debes parar- Jadeo Yoongi en su ultimo ápice de cordura colocando sus manos en las caderas de este para detenerlo pero sus movimientos eran tan sensuales que sólo podía gemir aclopandose al menor- Park Jimin, no puedes...
-¿Te gusto?- la pregunta lo tomó por sorpresa
-Me encantas
-Entonces tomame, a mi también me encantas- el bamboleo sobre el duro miembro del alfa seguía- hazlo, alivia mi dolor... te necesito- susurró acercándose a su oído
"Jaemin ¿Dónde estás?"
Pensó presionando su agarre sobre las caderas del otro y cerró los ojos con fuerzas levantando un poco sus caderas entregándose un poco más.
No, no iba a arruinar las cosas con Jimin ¡no! si quería ser su alfa y que éste lo aceptara, debía controlar sus impulsos y a su lobo que arañaba las paredes de su conciencia peleando para satisfacer a su omega que agonizaba en calor. Con sus ultimas fuerzas tiró a Jimin a su lado en la cama y se puso de pie rápidamente saliendo de la habitación escuchando las quejas detrás de él, debía ir al baño, su erección dolia como la misma mierda y antes de cerrar la puerta alcanzó a ver a su hermana entrar.
-Encargate de él, está en mi cuarto- logró decir antes de azotar la puerta del baño tras él.
Unos minutos más tarde, después de atenderse a si mismo y mojar tres veces su rostro con agua helada salió para hablar con su hermana.
-¿Qué rayos hiciste con él?- reprendió la joven beta mientras vestía al jadeante omega
-No me mires así, cuide de él lo mejor que pude en SU y MI condición- hizo énfasis en esas palabras- Lo traje porque lo encontré casi inconsciente en la calle
-Que conveniente para ti ¿verdad?
-No me regañes, sabes que no seria capaz de propasarme con él
-¡Pero estaba desnudo! ¡En tu cama!- su voz había subido de tono
-Él se quitó la ropa por su cuenta, yo solo... lo observé
-Ah ¿si? ¿Y no pusiste unos cuantos billetes en sus boxers también?
-¿Puedes callarte? Arréglalo, los llevaré a su casa.
El trascurso del viaje fue silencioso, Jimin aun se encontraba bajo los efectos de los supresores que le habia dado la chica, casi adormecido, ambos viajaban en el asiento trasero mientras Yoongi conducia.
-¿Es él?- de pronto Jaemin rompió el silencio, Jimin se habia dormido- ¿Es tu omega?
-Yo... creo que si, es decir, nunca antes habia sentido esta conexión con nadie. El, es perfecto, mi lobo me lo dice.
Jaemin acariciaba las hebras del cabello de Jimin- El tuvo una vida difícil ¿sabes? Si quieres ganarte su corazón, debes ser paciente y constante
-¿A qué te refieres?- la miró por su espejo retrovisor
-Eso es algo que debes descubrir por ti mismo... podrias empezar analizando lo que ya conoces- la beta le dio una sonrisa relajada- Jimin se merece el cielo, después de lo que hace
Lo sabia, Yoongi sabia que ese muchacho era único y especial y sería el encargado de hacerselo saber.
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