🐾26🐾
Estaban en la puerta del local, la gente iba y venía y Jin destilaba el dulce aroma a almendras que volvía loco al alfa, Namjoon gruñía sin parar, manos aferradas a la cintura del omega y rostro completamente oculto en la curvatura de su cuello, sus inhalaciones eran exageradas y Jin sentía sus piernas temblar, no de miedo (ya que aquello si podía controlar) peor aún, era puro y genuino deseo.
-Namjoon, por favor... estamos en la calle
-No me importa
-Pe- pero a mí sí. Suéltame
-No
-¡Que me sueltes te digo!
-¡Que no!
En realidad Jin no hacía mucho esfuerzo por zafarse del agarre y el alfa no lo estaba forzando pero no tenía la voluntad suficiente para alejarse, el pecho del hombre estaba tibio y vibraba con un suave ritmo en particular que se acoplaba al suyo.
-No deberías estar aquí, tu aroma es...-inhaló- es exquisito, cualquier alfa se sentiría atraído por ti
-Ajá, si... mi aroma, mi maldito aroma a omega... bien, debo irme y agradecería que me soltaras en este momento- Sentenció molesto. Si había algo que le molestaba era que solo lo vieran por su posición en la jerarquía, siempre atraía alfas que solo pensaban en su aroma y en acoplarse, nunca encontró a alguien que quisiera conocerlo, saber de él o incluso quererlo, odiaba su naturaleza omega y todas esas cosas del destino. No, él no quería que el destino lo forzara a unirse a alguien, el quería que llegara la persona que se enamoré de él, de su personalidad y de su alma sin importar si era alfa, omega, beta o una berenjena. El quería amor de verdad pero eso, nadie lo entendía.
Namjoon no entendió, cuando estaba por decir algo escuchó pequeñas vocecitas detrás suyo y con pesar se fue separando del cuerpo de Jin que no perdió oportunidad para entrar a la cafetería y escabullirse en el sector de la cocina.
-¡Hey, pequeños revoltosos! ¿Cómo están?- saludó enérgicamente luego de sentirse decepcionado por el reciente abandono del omega. Se puso de cuclillas para recibir al par de cachorros que llegaba corriendo a saludarlo, un poco más atrás venia Jimin con un enorme bolso y Yoongi jugando con la niña
-Buenas tardes, Namjoon ¿Ese era Jin? ¿Acaso sucedió algo?- inquirió algo preocupado
-Hola Jimin, Yoongi... No es nada, no te preocupes- restó importancia, pero ni el mismo podía convencerse de eso, Jin estaba entrando en su celo y su lobo, que sintió por primera vez la cautivante esencia del omega, aullaba por acompañar a su pareja, pero Namjoon en si estaba preocupado por él, se veía realmente cabreado y temía haber hecho algo para alejarlo aún más, Jin era un hombre hermoso como ninguno al que hubiera visto antes, su belleza superaba incluso al género femenino por mucho y su actitud de "te puedes ir al carajo" era sencillamente maravillosa. Lo quería, y su lobo también.- ¿Están listos?
-Emm, Namjoon-Yoongi habló seriamente- Estoy poniendo en tus manos la seguridad de toda mi familia, ellos son lo que más amo sobre la faz de la tierra....
-Lo sé, hombre- rió golpeando con un puño el hombro del otro
-Sí, bueno, solo que no está de más advertirte que si algo les pasa voy a cortar tus pelotas y entregárselas a Jin para que haga un pastel con ellas ¿comprendes?
El alfa se carcajeó, pero estaba fascinado por la crudeza de las palabras que usaba, prácticamente no parecían provenir de un prestigioso docente aclamado dentro del ámbito infantil, pero entendía que cuando se trataba de defender a su familia no había títulos que valieran
-Los cuidare con mi vida, Yoongi. Lo prometo- golpeó amistosamente el hombro del alfa y dio una última mirada hacia dentro del local "Volveré por ti luego, mi dulce príncipe" pensó mientras guardaba en su mente la vista del hombre que lo estaba enloqueciendo.
Abrió las puertas de su auto ayudando a Jimin a colocar sus cosas en el baúl y dejando que acomoden a los cachorros en sus lugares.
Jimin y Yoongi se dieron un ardiente beso antes de que el menor entrara al auto, había ansiedad en ambos y solo podían calmarse con inocente contacto. El alfa acarició una de las mejillas de su omega y la besó.
"Te estaré esperando aquí, cachorro" fue lo último que dijo antes de que Jimin asintiera y ocupara su lugar en el asiento del copiloto. Un largo viaje estaba a punto de comenzar.
Cinco horas separaban Seúl de Busan, era un largo viaje para los pequeños cachorros pero, por fortuna, el auto del alfa era espacioso y una vez que salieron a la ruta los niños empezaron a jugar con algunos juguetes que llevaban mientras Jimin les proveía galletas y jugo natural. Ellos no entendían por qué es que su papi los estaba llevando a unas repentinas vacaciones en días de escuela, aunque nunca se les decía que no a las vacaciones ¿Pero por qué no venía Yoongi con ellos? En cambio ese alfa raro con sonrisa bonita estaba allí.
Los gritos y las peleas de figuras de acción que llevaban a cabo los gemelos se calmaron luego de que Namjoon encendiera el estéreo, al ritmo de Coldplay, Taehyung y Jungkook fueron calmando sus energías y ahora solo se dedicaban a mirar por la ventana, veian los árboles pasar, no tardó mucho hasta que por fin se durmieron el resto del viaje.
Jimin mordía sus uñas inconscientemente, estaba nervioso, Busan estaba cada vez más cerca y él no podía contener los nervios en su interior, prácticamente temblaba imaginándose mil escenarios posibles donde eran secuestrados o torturados, o quizás podrían abuchearlo por el pasado o peor aún, podría ver a sus padres a los de Chanyeol. El mareo aumentaba en su cabeza y no podía hacer más que respirar profundamente y exhalar lento.
-Jimin
-¿Eh?- se sobresaltó ante la repentina llamada
-Tranquilízate ¿Bien? No les des el gusto de saber que provocan todas esas emociones en ti
-Bien, si, lo haré, me tranquilizaré- se propuso firmemente pero la verdad es que no podía controlar el revoltijo agrio de su estomago
Namjoon debía hacer algo, los nervios y el miedo del menor destilaban por sus poros y estaba logrando que perdiera la concentración en el camino.
-Escucha Jiminie, no suelo ser muy sensible para estas cosas, pero hay algo de lo que me di cuenta...- el alfa tenía toda la atención del menor por lo tanto, prosiguió- Desde el primer momento que mi lobo capturó tu esencia me di cuenta de que eras un omega conciliador
-¿Conciliador?
-Sí, eres esa rara clase de lobo que es capaz de transmitir sus sentimientos y emociones a los demás de una manera implícita ¿No te has dado cuenta que cuando estas feliz la gente a tu alrededor está en calma y en armonía, pero cuando estas alterado ya sea molesto o triste, los demás absorben esa energía y la adoptan?
-¿Es- es en serio?- parecía realmente sorprendido, intentó recordar momentos como los que el abogado le mencionaba pero todo parecía normal. De repente Yoongi se le vino a la cabeza ¿Él también podría sentir ello, podía transmitirle lo que siente a su pareja de otra manera que no fuera a través del vínculo? Sonrió al recordarlo
-¿Lo ves? Puedo sentir que ahora estas relajado porque me transmites paz, mira a los niños, duermen con una sonrisa- los miró por medio del espejo retrovisor- Debes ser consciente de eso y usarlo a tu favor
-¿Y tú como lo sabes?
-Mi madre tenía ese don y siempre lo aprovechaba para ayudarme a equilibrar mi mente en momentos de malestar
-Eso es increíble, gracias por hacérmelo saber
-Ahora que lo sabes, úsalo bien
Ambos sonrieron y por un momento Jimin dejo de pensar en lo que se avecinaba y recordó los últimos días junto a su familia. Poco a poco el sueño empezó a dominarlo y se rindió cuando noto que aún quedaban dos horas de viaje.
🐾😪🐾
Seulgi ordenaba los archivos de la oficina de su alfa y jefe, en algún momento de su vida ella había sido superior a Chanyeol en la empresa, al ser su padre un acaudalado abogado y ella su única hija había heredado la aparte del estudio que le correspondía a su progenitor como socio fundador. En su juventud había estado tan enamorada de su alfa que no dudo ni un segundo en darle una buena posición en el negocio familiar a pesar de que él también era hijo de otro socio fundador, pero Chanyeol sabía que su padre no le daría el puesto como si nada, lo obligaría a ganárselo y eso le costaría algunos años, pero con Seulgi había ahorrado ese tiempo y pudo posicionarse en un buen lugar en poco tiempo, ahora, él era poseedor de las tres cuartas partes de la empresa, aunque el cincuenta por ciento estuviera a nombre de sus hijos, porque sorprendentemente su padre había colocado sus acciones a nombre de sus nietos y no de su hijo, ese había sido un golpe bajo para el alfa, pero igualmente lo consideraba suyo.
Seulgi dejó todo para seguir a Chanyeol y él había hecho lo mismo, pero aunque no quería admitirlo, muy en el fondo sabía que los motivos por los cuales se movilizaban no eran los mismos, ella amaba a Chanyeol con todo su ser, pero él amaba al dinero y solo al dinero, o eso pensaba ella.
Cuando sacó el ultimo legajo del caso Park sin querer dejó caer una fotografía, lentamente la alzó, dedos temblorosos y un nudo en la garganta.
-¿Hasta cuándo seguirás interponiéndote en mi camino, Park Jimin?- murmuró herida
La imagen era reciente, sacada quizás con el móvil e impresa en alguna máquina del estudio, lo suficientemente nítida como para reconocer que fue sacada a hurtadillas del omega. Ahí estaba Jimin, con un mandil de cocina, de perfil y sonriente preparando quien sabe qué, con una sonrisa y ese alborotado pelo oscuro, ella sabía quién había tomado la foto y también conocía las intenciones con las que fue sacada.
-¿Que tiene él que no tenga yo?
Chanyeol nunca había dejado de pensar en él, aunque hubiera sacrificado su relación y hasta a su propia familia por su codicia, Jimin siempre había sido un fantasma entre ellos, un fantasma contra el cuál ella no podía competir. Ni siquiera en dos años de no saber de ellos, Chanyeol había podido apartar su mente del cachorro. Y ella lo odiaba, odiaba a Park Jimin por ser dueño del corazón podrido de su hombre, del hombre por el que sacrificó todo y lo seguiría haciendo sin dudar, porque ella lo amaba profundamente, aunque su mente y alma pertenecieran a ese mocoso.
Quiso romper la fotografía pero eso sería muy arriesgado, con pesar volvió a dejarla donde estaba, segura de que el alfa estaba constantemente embobado mirándola.
-¿Qué haces en mi oficina?
La omega se sobresaltó pero no tardo e recuperar la compostura. Chanyeol estaba de pie en la entrada, mirada neutra y varonil, tan potente que le hacía temblar las piernas
-Hola, cariño...- Caminó hasta él y beso sus fríos labios sin recibir la respuesta que esperaba- solo ponía en orden tus archivos ¿Hay noticias nuevas sobre el caso?
-No- se dirigió hasta detrás de su escritorio para sentarse en la elegante silla- pronto tendremos la fecha del juicio y quiero que te asegures de que el juez entienda la importancia de esto. No quiero custodia compartida, quiero la patria potestad de mis hijos ¿Entiendes?
-Entendido- la omega sabía exactamente lo que eso significaba- ¿sabes? Hoy te ves muy apuesto con esa camisa y tu esencia me está volviendo loca desde que entraste- lentamente se fue acercando a él, pasando sus brazos por detrás de su espalda para pegarlo a su pecho, se inclinó para susúrrale al oído- Estoy endemoniadamente caliente al verte así...
Chanyeol sonrió con sorna, dejó que Seulgi introdujera sus manos en su camisa y comenzara a masajear su pecho mientras mordía su oreja, cerró los ojos y se echó para atrás. Las suaves caricias sobre su piel estaban logrando excitarlo, Seulgi trabajaba dejando besos en su cuello y mordía suavemente su oreja.
El alfa llevó su mano para acariciar su erección mientras se dejaba complacer por la mujer, de repente imágenes de Jimin llegaron a su mente y sintió su aroma indirectamente sobre su piel, recordó el beso en el cuello y haberse frotado contra su fibroso culo, de repente solo era Jimin, las caricias de Jimin, la sonrisas de Jimin y los gemidos de Jimin y...
-Mmh... Jimin...
-¿Qué?- la omega se detuvo- Dime que no me llamaste Jimin
-Seulgi- la llamo, pero su voz era tosca y fría- sal de mi oficina
-¡¿Qué haga que...?!
-¿Eres tontas? ¡Que te vayas!
La mujer bufó realmente molesta, totalmente dolida y profundamente herida. Salió con los puños apretados y conteniendo la rabia, azotó la puerta tras ella.
Chanyeol buscó la fotografía que había tomado la última vez que estuvo en la casa del omega y una sudadera de Jimin impregnada de su aroma que robó del baño y mantenía oculta en un cajón con llave. Liberó su miembro de entre sus pantalones y empezó a masajearlo pensando en los suaves labios del omega y aspiraba su perfume a lavanda.
-Oh~ Jiminie- Mmh
Evitaba todo lo posible jadear alto, pero mientras más imágenes llegaban a su mente más rápido eran sus movimientos, recordaba a Jimin gemir, podía escucharlo en su cabeza llorisquear cuando lo penetraba, recordó su primera vez, ambos inexpertos jugando al amor, el trasero de Jimin tan jugoso y exquisito lubricando de a montones y su boca roja siempre aventurera a explorar más, su lengua chupando y envolviéndolo, Jimin había sido la ternura personificada y la más puta de las zorras en la cama. Miró la foto en su mano e inhaló de la tela, todo en el omega seguía igual de hermoso y él solo quería volver a poseerlo, tener a cachorro saltando sobre su pene erecto, penetrándose una y otra vez mientras gemía su nombre y su nudo se enterraba hasta lo más profundo de su ser.
-¡Jimin!~- Gimió alto antes de estallar sobre su mano y escritorio
No era la primera vez que se masturbaba pensando en el omega, desde que lo volvió a ver, solo esperaba el momento para tomarlo nuevamente. Limpió el desastre ocasionado y volvió a guardar las pruebas de su morbo donde nadie pudiera verlo.
Seulgi aún se encontraba detrás de la puerta siendo testigo del reciente suceso, presionando sus dientes y clavando sus garras en las palmas de sus manos por el enojo, había sido humillada, su alfa prefería masturbarse pensando en otro antes que poseerla y eso era denigrante, su lobo se sentía denigrado.
-¡Te odio Park Jimin, te odio con mi vida!- murmuró entre dientes antes de marcharse de allí y volver a su oficina.
🐾💔🐾
Namjoon consultó el GPS, todo indicaba que debía tomar un precario camino junto a una enorme arboleda, al final de él por fin encontraría la manada de donde provenía Jimin. Miró al menor junto a él, completamente dormido y sonrió por la dulce imagen. Solo diez minutos más y un enorme pueblo se abrió frente a sus ojos.
-Jimin- removió su hombro para despertarlo- Oye, Jimin... llegamos. Estamos en el territorio de tu manada...
Fue una pregunta tonta 😅 Lo sé
2/5
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