Haberse conocido desde antes de verse por primera vez les daba una nueva complicidad, una nueva especie de fortaleza a sus corazones, tan irreal y utópico como su amor. Lo demostraban en sus miradas, en esos roces necesitados de saber que el otro estaría allí, que era real y no solo un sueño. Los caminos que elegía el destino para llevar a cabo sus designios eran misteriosos pero certeros, de eso no había duda.

Ahora con el problema de la custodia en proceso este vínculo fortalecido los alentaba a seguir, si es que aún había duda en sus corazones estas se habían despejado por completo.

Jungkook y Taehyung tenían los orbes brillosos de felicidad, la pequeña Yoona había creado un tibio vínculo con su nueva abuela, se había ganado el título de "Princesa de los abuelos" dándole un aire más importante que sus hermanos, que se encargaron de hacerse conocer como los revoltosos de la manada. Sí, todo era mágico en su familia.

🐾💕🐾

-Amor, llamé al abogado que recomendó mi padre. El problema es que sólo puede recibirnos por la mañana. Podría pedir el dia libre en el trabajo para...

-No te preocupes, puedo ir yo. Te mantendré informado- Jimin lo interrumpió para sonreirle después

Dejar a su omega a merced de un alfa que no conocía no le agradaba del todo, pero nada podía hacer, Jimin estuvo sólo mucho tiempo y su actitud no era para nada sumisa, su pareja era capaz de patearle las bolas a cualquier alfa que intentara propasarse con él y eso le inflaba el pecho de un extraño orgullo.

Por las dudas, Yoongi le hizo el amor a Jimin esa noche con todas sus fuerzas reafirmando el vínculo en el erótico proceso, enterrando sus colmillos en su marca y bebiendo los dulces hilos de sangre que escaparon de la herida, lamiéndola para ayudar a cicatrizar y dejando a Jimin tan satisfecho que durmió con una tranquila sonrisa toda la noche. Lo amaba y aún así eso se sentía poco para describir el sentimiento de adoración que sentía por Park Jimin, si hubiera una palabra más grande que "amor" de seguro la usaría sin dudarlo.

🐾❤🐾

Una elegante marquesina con letras plateadas anunciaban el lugar: "Justice" acompañada de la imagen de las balanzas de la justicia lo recibieron en la entrada del lugar. Todo era sobrio y refinado. Tragó en seco cuando imaginó la fuerte suma de dinero que cobraría un abogado así por llevar su caso y aunque sus suegros le habían dicho que el Sr. Kim se ofreció a llevarlo gratis, no sabia lo que eso significaba, nada en esta vida era completamente gratis.

Después de anunciarse con la recepcionista, apenas pudo apoyarse en una de las paredes de los costados cuando la voz femenina lo llamó.

"Sr. Park... el abogado lo recibirá, pasé"

Caminó por el pasillo que llevaba a una puerta negra de doble hoja y antes de tocar, ésta se abrió de repente, obligándolo a dar un pequeño salto hacia atrás.

-¿Park Jimin?

-S-Si, soy Park Jimin- ¿ese era su abogado? Sabía que era joven, pero este daba una apariencia de recién haber salido de la escuela secundaria, fresco, pulcro y ¿sexy? Jimin se dio una cachetada interna ante ese pensamiento

-Un gusto Jimin, soy Kim Namjoon- le estiró una mano en forma de saludo, era bastante más alto que él lo que lo hacía sentirse ridículo- dime Namjoon o bebé, como tu prefieras

Los hoyuelos que se marcaron en sus mejillas al sonreír elevaron la temperatura del lugar

-Bien Jimin ¿Qué te parece si vamos por un café?- susurró- odio hablar de trabajo en el trabajo

Ambos rieron con gracia, eso apenas tenía sentido, pero esa actitud ganadora le dio la confianza suficiente para creer en él. No llevaban ni cinco minutos de conocerse y ya lo había comprado

-Podemos ir al café donde trabajo, no te arrepentirás, tenemos el mejor pastelero de la zona

-¿Y es soltero?

-¿Qué?

-Olvídalo, vamos que muero de hambre y necesito los detalles sobre el orejón- el mayor le dio una palmada en el brazo y se encaminó a la puerta de salida, colocándose unos lentes negros y enmarcando su sonrisa ganadora

-¿Orejón?- susurro extrañado de oír aquel adjetivo

-¡Vamos lindura, que muero de hambre!- Respondió a lo lejos mientras Jimin seguía de pie intentando entender la actitud del hombre- no querrás que te coma a ti ¿no? No creo que a tu alfa le guste la idea...- y una carcajada resonó en todo el estudio

Jimin puso en marcha sus cortas piernas comparadas con la de aquel sujeto y llegaron a un automóvil de alta gama color bordó. Namjoon le abrió la puerta esperando a que el omega se sentara y luego corrió hasta el otro lado para emprender el viaje.

-Leí tu legajo Jimin- su voz y rostro se tornaron serios mientras manejaba, su afilado perfil se mantenía rígido, el color canela de su piel era llamativo por mucho ¿Cómo podía el abogado cambiar de actitud en cuestión de segundos?- No voy a mentirte, cariño, esto esta feo como la mierda, tienes todas las posibilidades de perder, no solo el caso, sino también a tus hijos. Chanyeol gusta de jugar sucio y "sucio" y "dinero" son dos cosas que, si se mezclan, no fallan... pero, para tu suerte, soy Kim Namjoon y algo que ese orejón nunca pudo hacer, es ganarme

-¿Co-conoces a Chanyeol?

-¿Qué si lo conozco? ¡Ja! Él y yo somos rivales desde que decidió ubicar su estudio en esta ciudad. Su padre y el mío eran socios del mismo bufet, pero a diferencia del mío, su padre era un maldito corrupto- de repente su risa estalló por todos los rincones del auto- ¿Te imaginas la cara que pondrá cuando sepa que estoy defendiéndote? Ya quiero verlo. No te preocupes, lindura. Ganaremos.

Sonaba tan convencido que por un momento Jimin lo creyó.

-¡Oh! Es un lindo, muy lindo...- exclamó cuando estuvieron estacionados fuera de "The Sun", colocó la alarma del auto y entraron haciendo sonar la campanilla.

Namjoon inhaló profundamente alrededor logrando captar el aroma a arándanos, almendras y miel provocándole un repentino gruñido en su estómago- creo que tengo un nuevo lugar favorito- susurró posando su mirada en la figura de Jaemin que atendía a una pareja de jóvenes detrás de la caja registradora sin percatarse de su presencia.

Jimin lo guió hasta una de las mesas del fondo, lo suficientemente apartada como para poder hablar con tranquilidad, esperó a que el abogado ordenara y fue hasta la cocina por el par de cafés y una porción de tarta frutal

-¡Minie!- saludó Jin- creí que tenías la mañana libre- se encontraba decorando minuciosamente una de las tartas, siempre era tan dedicado en su trabajo

-Sí, la tengo, estoy aquí con el abogado que llevará el caso contra Chanyeol

-Entiendo, llévale algunos muffins de chocolate amargo, están recién horneados, cortesía de la casa- Jimin asintió agregando un par de pastelillos a su bandeja pero antes de que pudiera decir algo más un fuerte estruendo se escuchó en el salón y ambos salieron a toda prisa olvidando la bandeja y las tartas

-¿Qué sucedió aquí?- preguntó Jimin al ver a Namjoon chorreando líquido verde de su cabeza y una muy, muy molesta Jaemin despotricando barbaridades a los cuatro vientos, algunos clientes reían y otros aplaudían la actitud de la beta

-Este idiota lo pensará dos veces antes de opinar sobre "que tan ajustados" son los pantalones de alguien- gruñó entre dientes- Jin rió, aunque el rostro de Jimin estuviera totalmente preocupado de que su abogado se molestara y abandonara todo antes de empezar siquiera. De pronto Namjoon rió con fuerzas, sorprendiendo a todos los presentes

-Una chica ruda- se carcajeó- me gusta, me gusta...

-Namjoon, cuánto lo siento, por favor, pasa a cambiarte, tenemos un cuarto detrás

-¡Jimin! ¿Por qué te disculpas con este imbécil?- Jaemin no podía creer lo que escuchaba de su amigo

-Es su abogado- susurró Jin acercándose por detrás

-Oh-Oh

-Minie, déjame que lo acompañe al baño, tu arregla este desastre antes de que Hoseok llegue y se infarte- se ofreció Jin que aún no había hablado y se mantenía conteniendo la risa. Ningún hombre, por más alfa que fuese se metía con su amiga.

Namjoon sacudió un poco sus manos que aún escurrían té y levantó sus ojos para posarlos en el hombre que se había ofrecido a llevarlo al baño. Un repentino choque de miradas y el mundo del moreno estalló como el big-bang, era su génesis, su atlantis. El tiempo se detuvo en el pestañeo de sus enormes ojos cafés que, como dos grandes ráfagas de viento, arrasaron con todo lo que había sido su vida hasta eso momentos, todo era silencio a su alrededor deteniéndose en esos labios mullidos y rosados y de pronto no existía nada más en su mente que ese castaño.

-Ve con Jin, por favor- suspiró Jimin sin haberse percatado del caos dentro de los ojos de su abogado

-Jin- murmuró y caminó torpemente detrás del joven hombre mientras se adentraban en lo que parecía ser la cocina.

Jaemin se disculpó decenas de veces con Jimin y ambos rogaban porqué Namjoon no dejara el caso por ese incidente, aunque ignoraban el hecho de que incluso de dejar el caso, el moreno ya no se iría de ese lugar.

🐺

-Pasa por aquí, éste es el cuarto de los niños cuando vienen los sábados. Buscaré una muda de ropa, el baño está detrás por si quieres asearte- Jin lo miró de arriba a abajo como midiéndolo con los ojos- creo que la ropa de Hoseok te quedará bien, ya vuelvo

Y sin esperar respuesta, salió dejando a Namjoon sólo con sus pensamientos y las inmensas dudas sobre lo que le estaba pasando. Siempre había sido un hombre seguro de sí mismo, que disfrutaba su sexualidad, lo bastante inteligente para elegir buenas parejas que no exigieran demasiado compromiso.

Estaba en el proceso de quitarse los pantalones cuando la puerta fue abierta de repente.

-Oye, creo que estos te que... ¡Ay, por favor! ¡Siempre me pasa lo mismo!- bufó antes de dejar los pantalones y salir del lugar mientras Namjoon intentaba cubrir sus bóxer con lo que sea que tuviera a mano totalmente sonrojado, aunque al mayor parecía no haberle molestado ni un poco el hecho de encontrarlo en ropa interior ¿Será un omega? No había distinguido ningún aroma en particular más que el de las masas finas que vendían en el lugar y el del café. Era ridículamente lindo, casi como una escultura griega, sus facciones eran perfectas.- Estas perdido Kim Namjoon...

🐺

Una vez cambiado y mientras todo volvía a su estado normal, era hora de ponerse a trabajar. Si había algo que sabía diferenciar claramente eran las emociones, del trabajo y eso siempre jugaba a su favor. Conocía el método de trabajo de Chanyeol, sabia de sus tácticas corruptas para ganar los casos, sabía que tergiversaría todo lo que sucedió con Jimin para hacerlo parecer culpable, el omega había sido descuidado pero porque realmente no esperaba ese tipo de contraataque

-Dime Jimin ¿Tienes la intención de aceptar la herencia de la familia Park? Sé que tu ex -suegro puso la empresa a nombre de tus cachorros, aunque no conocemos las intenciones con las que lo hizo, pero quizás quieras conservarla para ellos... en todo caso eso llevaría otro tipo de procesos

-No- sentenció firmemente- No quiero que mis hijos posean nada de esa familia, tampoco sé los motivos por los que ese hombre hizo lo que hizo, pero sé que no hay nada limpio detrás de esto y no quiero que todo eso caiga sobre mis hijos en un futuro

El alfa se sorprendió de la determinación del menor, esperaba que se viera cegado por la fortuna que ahora pesaba sobre sus niños, pero no. Park Jimin acababa de sorprenderlo, todo eso lo hacía más fácil.

-Tampoco...- prosiguió- no quiero lucir egoísta, pero no quiero que Chanyeol tenga algún derecho sobre ellos, si él...- su voz se quebró pero no dejó que las lágrimas fluyeran- Si él al menos los amara y no hiciera esto por su estúpido negocio yo no tendría problemas en compartir la custodia, pero Chanyeol no los quiere y para mí, la felicidad de mis hijos es lo más importante

Namjoon sonrió, iba a disfrutar de destruir a Chanyeol.

Mientras ambos repasaban los hechos detalladamente Yoongi entró trayendo consigo a los gemelos. Divisó a Jimin en una de las mesas del fondo y mientras los niños corrían a la cocina por dulces, él se acercaba sonriente a saludar a su omega, hasta que diviso la masculina figura del hombre con él

¿Por qué Jimin estaba sonriendo mientras tomaba el café tan sensualmente?

Ignoró el llamado que su hermana le hacía para advertirle que sólo se trataba del abogado (ya que cometería el mismo error que ella al pensar que era un hombre cualquiera) y se paró frente a la mesa que ocupaban.

-¿Interrumpo algo?- Jimin reconoció la voz y levantó la cabeza, pero los ojos ardientes de Yoongi sólo se dirigían hacia el otro alfa, los gruñidos resonaban por todo el lugar- ¿Y tú eres...?

Es perfecto😍

❤😘