88. Me Encanta Que Me Digas Mi Marido
He perdido la cuenta de cuantos abrazos y besos he dado hoy. Me siento tan afortunado de estar rodeado de gente que nos quiere, de que hayan podido venir para compartir con nosotros este día. Y hemos tenido la suerte de que no ha hecho un día excesivamente caluroso y asi hemos podido disfrutar del jardín. Estoy apoyado en un árbol mirando a Maya como se ríe con Rubén. Y estoy inmensamente feliz. Está jodidamente hermosa con ese vestido. Aunque ella piensa que aún tiene que perder peso por el embarazo y yo le he dicho que así está perfecta. Porque ella lo es, en todo lo que hace, o por lo menos a mi me lo parece. Me mira con esa sonrisa que me derrite, le da un beso en la mejilla a su amigo y viene hacia mí. Sus andares lo dicen todo, me tiene loco.
- Hola marido -me dice besándome en los labios
- Hummm, me gusta cómo suena... -Maya se ríe, su risa es contagiosa, es música para mis oídos
- ¿Qué tal todo?
- Bien, la verdad. Estaba mirándote -le digo cogiéndola de la cintura y acercándola a mi por detrás. Le susurro en el oído- estás tremendamente buena con ese vestido
- Pues tú estás demasiado bueno con ese traje...estoy deseando quitártelo -mi mujer se da la vuelta, pone sus manos en mi cuello y me besa. Sus labios me saborean, su lengua busca la mía y yo la abrazo atrayéndola más a mi
- ¡Mira Tamara! Tus papis van a encargar otro hermanito...-nos damos la vuelta y Mario Casas viene con mi niña en sus brazos. La muy bruja lleva un rato con él y no llora ni nada.
- ¡Qué vergüenza Maya! -dice Óscar viniendo por detrás con una copa en la mano- Y yo pensando que lo nuestro era para siempre...me has roto el corazón...nunca podré recuperarme de esto
- Ya, ya -le dice ella irónica- ¿y el chupetón que tienes en el cuello? Porque que yo sepa no lo tenías cuando terminamos de cenar
- ¡Joder! De alguna manera tenía que olvidarte...que lo estoy pasando muy mal -Maya lo mira y se ríe. Se acerca a él y se abrazan. Este chico es un caso, pero es una buenísima persona
- ¿Y me vas a decir quién es? -le pregunta Maya cruzando los brazos
- No sé quien era...estaba oscuro...sólo sé que se apellida Llorente...o algo así
- ¿Te has enrollado con alguna de mis primas? -le pregunto asombrado a Óscar- tío, que no respetas ni a mi familia
- ¡Venga Marcos! Que estás deseando que nos toquemos algo e invitarme a tus cenas de navidad...-le dice él disculpándose
- Óscar, tú ya eres parte de mi familia desde hace tiempo, si tú te invitas solo -le digo ante su cara de asombro. Se acerca a mí y me abraza.
- Si te cansas de la niña, me la das -le dice Maya a Mario
- ¡Qué va! Si es un cielo, la única mujer en toda la noche que no se me ha acercado a pedirme un selfie.
- Si es que las tienes locas, eso te pasa por estar soltero
Maya y Mario se enfrascan en una conversación sobre el matrimonio, la soltería y el amor. Se acercan varios compañeros del cuerpo médico del Madrid a saludar. En mi boda he invitado a todos los del equipo con los que más contacto tengo, compañeros, fisios, médicos, cuerpo técnico.
- ¡Felicidades Marcos! Una boda preciosa- me dice una de las fisios del equipo, la que ayudó a Maya cuando el accidente, dándome un abrazo. Esta chica es un encanto, una de las mejores personas que conozco y una gran profesional
- Muchas gracias por venir Leni, chicos -les digo a los hermanos Casas- quiero presentaros a Leni, una de las fisios del equipo...bueno, la mejor fisio del equipo
- ¡Anda, ya Marcos! -dice ella dándole 2 besos a los 2 hermanos. La miro y veo que cuando besa a Mario se pone como un tomate- encantada de conoceros.
- Igualmente -contestan ambos
- Maya, enhorabuena -dice Leni abrazándola también. Cuando tuvo el accidente, lleve a Maya a Valdebebas para que Leni la ayudara en la rehabilitación y la verdad es que gracias a ella, no ha tenido secuelas graves. Leni se acerca a Tamara y empieza a hacerle cosquillas ante la atenta mirada de Mario- la niña está preciosa, se parece mucho a ti Maya
- ¡Por fin alguien que me dice que se parece a mí! -dice ella mirándome triunfal. Yo ruedo mis ojos y le saco la lengua.
Seguimos hablando entre nosotros y se unen también a la conversación algunos de mis compañeros como Carvajal y su novia, Valverde y Marcelo. Yo no pierdo de vista a Mario mirando a Leni y sonrío. Maya me coge del brazo y tira de mí hacia la barra.
- Anda, vamos a ver a María, que está allí aburrida -Maya me señala a mi enana que está sentada en el suelo con los brazos cruzados. Maya se acerca y se sienta en el suelo a su lado- ¿Qué te pasa cariño?
- Nada -contesta ella sin mirarla. Me siento al otro lado y le acaricio el pelo
- ¿Entonces porque estás aquí enfadada? -le pregunto
- ¿Vosotros ya no me queréis? -nos pregunta dejándome un poco parado por su respuesta
- María -le dice Maya abrazándola- nosotros te vamos a querer siempre
- Pero menos, porque ahora tenéis a Tamara... -oh,oh, celos
- Pero es diferente cariño, mira Tamara es nuestra hija y la queremos muchísimo, y tú eres nuestra sobrina y te queremos de aquí a la luna...es lo mismo que les pasa a tus papas contigo, a ti te aman con locura y a la prima Tamara.
- ¿La quieren de aquí al sol?- pregunta ella mientras su cara se ilumina
- Exacto enana -le respondo. Me levanto y la cojo en brazos mientras sus manecitas me rodean la cara- tú vas a ser siempre mi persona favorita del mundo...y ahora vamos a la barra libre que nos vamos a beber una coca-cola
- Ya, pero es que mi madre no me deja
- ¿Y tú ves a tu madre por aquí?
María me abraza y los dos nos reímos. Nos vamos los tres a la barra y allí nos encontramos a Mario y a Dani, los chicos del Castilla medio adoptados por Maya.
- Hola Zipi, hola Zape -les dice Maya. Ellos la miran y ruedan sus ojos
- Hola Señora Llorente -le contesta Mario- enhorabuena, y muchas gracias por invitarnos
- Gracias a vosotros por venir -les dice ella dándoles un beso- me hacía mucha ilusión que estuvierais aquí
- Y a nosotros también... -contesta Mario mirando a María- ¿y esta niña tan preciosa? ¿Tú quien eres?
- María Asensio Sandoval -contesta ella muy digna
- ¡Ostias! Si es la hija de Marco Asensio -dice Dani
- ¡Dani! No digas palabrotas delante de ella -le regaña Maya
- Perdón, perdón...eres muy bonita María, ¿tú quieres casarte conmigo cuando seas mayor? -le dice Dani haciéndole una carantoña en la cara
- No. Me voy a casar contigo -responde María señalando a Mario. Todos nos reímos por las ocurrencias de la niña.
Pasamos un rato saludando y hablando con unos y otros, hasta que llega la hora de ir a la pista de baile. Cojo a Maya de las manos y la llevo hasta ella. La miro total y absolutamente enamorado, de sus ojos, su sonrisa, su forma de ser, lo bonita que es, lo loco que me tiene. Empieza a sonar la música y la miro. Maya reconoce la canción y sonríe.
- ¡Marcos! Es la canción que sonaba la primera vez que bailamos juntos -me dice ella emocionada
- ¿Creías que lo iba a olvidar? -le digo atrayéndola hacia mi mientras le susurro en el oído- ¿olvidar el momento más mágico que he vivido en mi vida y que quería tenerte en mis brazos para siempre?
- Oh, Marcos, como te quiero -Maya me mira y me besa, mientras escuchamos por detrás a la gente aplaudir y reír.
Estrecho a mi mujer en mis brazos y pienso en lo afortunado que soy por tenerla, por tener a nuestra hija y por poder decir alto y claro que ella es el amor de mi vida.
Y si, al final he acabado andando descalzo por el infierno por una chica.
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