Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

75. Febrero Es El Mes Del Amor

Mediados de febrero

Hoy hace un día horrible. Hace frío y hasta hace un raro estaba lloviendo. El entrenamiento de hoy ha sido más suave que otros días. Estiramientos, carreras, y sin nada de balón. El domingo jugamos contra el Atlético de Madrid en casa, y aunque seguimos líderes, no podemos permitirnos desconcentrarnos. Estoy corriendo con Marco e Isco. Este sigue casi peor de lo que estaba. Más serio. Apático, y sin ganas de nada. 

- ¿Qué tal en la ginecóloga esta mañana? –me pregunta Marco sin perder el ritmo

- Bien, muy bien. La niña está perfecta. Ya tiene casi 22 semanas y ya se le han visto la columna vertebral, las manos y pies perfectamente. Y Maya ha cogido el peso que necesitaba –les digo orgulloso- si vierais como se movía la niña y como le latía el corazón, es emocionante

- Qué alegría que todo vaya bien –dice Isco participando también en la conversación- oye, todavía no nos has dicho que vais a hacer para el cumpleaños de Maya.

- Pues no sé, quería prepararle algo especial, pero entre los partidos, entrenamientos y sus exámenes, pues como que no nos ha dado tiempo de nada. No sé, me gustaría hacer algo para que no se olvidara nunca de este día, algo bonito, romántico...puff, no sé -les digo llevándome las manos al cuello pensativo

- Ay Marcos –me dice Marco pasándome la mano por debajo de la barbilla- que se te cae la baba cuando hablas de mi hermana

- Es que no puedo evitarlo. ¡Que te voy a decir a ti! Si es que es el amor de mi vida. Al final tenías razón. He encontrado a esa persona por la que lo daría todo y que me hace feliz todos los días. Y encima voy a ser padre

- Os lo merecéis, los dos. Ya no tienes esa cara de amargao Marquitos -Isco y Marco se ríen los dos de mí y yo no puedo evitar darles la razón

- Ojalá encontrara yo alguien así -dice Isco con algo de melancolía

- ¿Y Sara? –le pregunto extrañado

- Pasa palabra... -contesta serio- mira Marcos, si yo tuviera alguien en mi vida como tienes tú a tu mujer, no la iba a dejar escapar nunca. Lo que tenéis es algo maravilloso. Vais a formar la familia que siempre habéis soñado y con eso...no puede nadie

Le doy una palmada en el hombro a Isco y entre Marco y yo intentamos animarle el resto del entrenamiento. 2 horas después terminamos y yo estoy peinándome para irme. Maya tenía su último examen esta mañana y también las últimas clases. A partir de ahora ha decidido descansar y disfrutar de su embarazo. He quedado que la recogería para ir a comer. Salgo de los vestuarios despidiéndome de los compañeros y pongo rumbo al aparcamiento. Cuando paso junto a las oficinas sonrío. Veo a Marco y a Claudia abrazados y mirándose con tanto amor en sus ojos que me doy cuenta que eso es lo que quiero yo para toda la vida. Un escalofrío recorre mi cuerpo y me deja una bonita sensación. Sonrío, pensando en mi amor. Ando hacia mis amigos y ellos se separan cuando me ven.

- Hola petardo - me dice Claudia dándome 2 besos

- Hola tú. Oye, ¿vienes conmigo mañana a comprarle a Maya su regalo de cumpleaños?

- Claro, pero me invitas a merendar.

- Eso está hecho - le digo sonriendo

- ¿Y a mi no me invitas cariño? - me dice Marco

- No, otro día amor.  Es una tarde de chicas

Nos damos un par de palmadas en la espalda y me despido de ellos. Voy hasta el parking y cojo mi coche camino de la Facultad para recoger a Maya. Estoy deseando que termine ya de todo y que descanse. No quiero que se preocupe por nada, quiero que se relaje y que disfrutemos juntos del embarazo. Quiero mimarla más todavía y empezar a amueblar el dormitorio del bebé. Llego pronto a la Facultad y aparco cerca. Saco mi móvil y respondo a varios mensajes. Al cabo de un rato veo salir a Maya muy contenta de clase. Salgo del coche y la miro atontado. Ya se le nota el embarazo y la verdad es que está radiante. Se acerca a mi y se tira a mis brazos. Yo la rodeo y la abrazo muy fuerte. 

- ¡Lo he aprobado todo! - me dice Maya con una gran sonrisa

- ¡Enhorabuena amor! - vuelvo a abrazarla y la levanto un poco para volver a besarla de nuevo - sabía que lo conseguirías. Eres la  mejor

- Muchas gracias cariño, por confiar tanto en mi, sin tu apoyo no lo hubiera conseguido

- Y sin mis masajes con final feliz - le digo mirándola con una sonrisa traviesa.

- También... eso es lo que más me ha motivado

- Anda venga, que te invito a comer lo que tú quieras - le abro la puerta del coche y le pongo mi mano suavemente en su cintura para que entre dentro. Doy la vuelta y me meto en el coche. Después de ponerme el cinturón, arranco y nos vamos

- Me apetece... comida India

- Me lo imaginaba, pues comida India entonces. Desde que estuvimos en Londres te apetece cada vez más

- Es que me encanta, son tantos sabores diferentes

- La verdad es que no estas teniendo antojos definidos. Te apetecen muchas cosas... - pongo mi mano derecha encima de su muslo y la acaricio. Hoy lleva una falda blanca muy corta a juego con su jersey rosa palo. Está realmente preciosa, es más, estoy deseando llegar a casa y subirle la falda.

- Si es verdad, es que me gusta mucho comer, ¿en qué piensas Marcos?

- En nada ¿porque? - creo que me ha pillado

- Porque te he visto mirarme varias veces las piernas - me dice frunciendo los labios

- Pues eso. Pensaba en tus piernas, y en que cuando lleguemos a casa te voy a subir la falda y te voy a follar en la misma puerta

Maya jadea por la sorpresa y nos miramos. Se ha puesto colorada. Me encanta que aún produzca esta sensación en ella.

- Joder Marcos, tú siempre tan directo

- Pues si, es lo que quiero y deseo y no me da vergüenza decírtelo

- Y a mi me gusta que me lo digas... - Maya se acerca a mi oído para susurrarme- me pones muy cachonda Marquitos

- Mira que porque te he dicho que te invitaba a comer, que si no

Como siempre nos pasa, acabamos cantando todas las canciones de la playlist que Maya se encargo de descargar. Llegamos al restaurante entre melodías y risas. Ahí poca gente hoy, será porque es jueves. Nos sentamos y pedimos Pollo Muglai, Cordero Tikka Massala con arroz pulau y Nan de coco. Le acaricio su mano por encima de la mesa y sonrío. Miro a esta mujer, la mujer de mi vida, la que me va a hacer padre, la que me ha dado la felicidad que jamás creí que tendría y mi corazón late deprisa. Suspiro y me estremezco. Ojala que esta sensación dure para siempre, la sensación de que soy suyo porque la quiero y de que ella es mía porque ella quiere. 

Terminamos de comer y la llevo de compras. Vamos de tienda en tienda mirando ropa para ella, porque aún es pronto para el bebe. No sé porqué pero ella dice que trae mala suerte hacerlo ahora. No voy a discutir por eso, supongo que son supersticiones de embarazada. Entramos en una tienda y la hago elegir ropa. Ya mismo su vientre irá creciendo y todo le quedara pequeño.

- ¡Marcos! -protesta Maya. No le gusta nada esto, el que yo pague

- ¡Otra vez cariño! –le digo dándole pantalones para que se pruebe- ¿te lo repito otra vez?

- Marcos...es que sabes que no me gusta

- Amor –le digo poniendo mis manos en sus mejillas- ya te he dicho que todo lo que tengo es tuyo. ¡Maldita sea! Soy futbolista, gano mucho dinero, mucho, créeme y ese dinero es de los dos

- ...pero...

- Y punto Maya -Maya me mira y se calla. Coge lo que le doy y va mirando más ropa

- Vale, tú lo has querido Llorente, tu tarjeta va a echar humo, te lo juro -y se da la vuelta indignada mientras mueve provocativamente sus caderas.

Un rato después volvemos a casa cargados de bolsas. Se ha comprado media tienda entre pantalones, camisetas, jerséis, ropa interior, pijamas...Dejamos el coche en el sótano y subimos las escaleras con las compras. Nada más subir, las dejo en el suelo y la agarro para arrinconarla contra la pared. Maya se muerde los labios y me mira con deseo. La beso como si no hubiera un mañana. Sus dulces labios me provocan descargas de placer por todo el cuerpo, su tentadora lengua me acaricia los labios llevándome al límite de la cordura. Bajo mis manos por su cuerpo llegando hasta el borde de su falda. Se la subo y le bajo los leotardos hasta las rodillas. Agarro las bragas y de un fuerte tirón y se las rompo.

- ¡Marcos! –protesta ella

- Anda, cállate, que te has comprado 2 docenas de repuesto

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro