Maya aún no ha despertado. No está en coma, pero como si lo estuviera. Tiene varias costillas fracturadas, un golpe en la cabeza y la han operado de urgencias de la pierna, porque se le había desplazado un hueso. El doctor dice que hay que esperar. Que es lo único que podemos hacer.

La persona que los atropelló, era la madre de uno de los niños de la guardería. Estaba peleándose con su marido por teléfono. Se distrajo con un semáforo y por no chocar contra una farola, las acabó atropellando a ellas. Me llevo las manos a la cabeza y suspiro frustrado. Es horrible estar así. Estamos Marco , Claudia y yo hablando los tres solos con el doctor.

- María está bien –les dice el doctor a Marco y a Claudia- sólo tiene algunas contusiones y una brecha en la cabeza, nada que revista gravedad.

- Gracias a dios, gracias –dice Claudia llorando mientras se abraza a Marco

- Chicos, Maya fue la que recibió todo el impacto, cogió a María y la abrazó para que no le pasara nada, y eso ha sido lo que ha salvado a vuestra hija. Al ser tan pequeña, un golpe así podría haber tenido peores consecuencias. Maya le ha salvado la vida... -prosigue el Doctor

- Oh, dios, mi pequeña Maya –Claudia viene hacia mí y me abraza muy fuerte. Yo me pongo a llorar también. La valiente de mi niña se ha sacrificado ella para que no le pasara nada a María.

- Por cierto, hay otra cosa que tengo que deciros –dice el Doctor - Maya está embarazada...

Un enorme escalofrío recorre todo mi cuerpo. Tomo aire con fuerza porque me está costando respirar y creo que me voy a desmayar. Joder. Joder. Claudia pone una de sus manos en mi brazo y ambos nos miramos incrédulos. Maya está embarazada. De mí. Gritaría y lloraría de felicidad si no fuera por las circunstancias en las que estamos. 

- ¿Y el bebe? –le pregunto preocupado

- El bebe está bien Marcos, tranquilo –me dice dándome una palmada en la espalda. Suspiro aliviado- y bueno, creo que todo esto es un milagro...porque de la misma manera que Maya ha protegido a vuestra hija, María ha protegido al bebe de Maya...

- ¿Qué quiere decir? –pregunto sorprendido

- Por la posición que tenían ambas. Según me han contado los que las atendieron en el lugar del accidente, Maya abrazó por detrás a María, y vuestra pequeña hija, con su cuerpo, protegió al bebé. Son dos valientes, no lo olvidéis. A María podréis verla en un rato. Vamos a tenerla en observación hasta mañana, y bueno, Maya...hay que esperar. Las próximas horas son cruciales. En 48 horas le iremos quitando la medicación para ver si reacciona y despierta

- ¿Y si no? –pregunto angustiado

- Habrá que esperar. Ahora sólo podéis hacer eso. Deberíais llamar a su familia. No sabemos qué puede pasar

El Doctor nos da la mano y se aleja. Claudia me lleva hasta los sillones y se sienta a mi lado. Ahora mismo estoy destrozado. Son tantas cosas que están pasando. Marco se retira un poco para hablar por teléfono. Sara acaba de llegar y su novio le está poniendo al día.

- Todo va a salir bien Marcos, ya lo verás, Maya es muy fuerte y va a salir de esta -me dice abrazándome. Dejo que mi cabeza repose en su hombro suspirando entrecortadamente. Porque tengo muchas ganas de llorar. Porque si a ella le pasa algo, yo me muero

- Eso espero Claudia. Porque estoy que no vivo. Íbamos a vernos en un rato. Ibamos a hablar. A decidir si volvíamos a estar juntos. Quería volver a estar con ella

- Y ella contigo. Me lo ha dicho esta mañana -me dice Claudia sonriéndome- ay, por dios, Marcos, que vais a ser padres

Y Claudia me abraza mientras yo sonrío feliz. Espero y deseo que llegue el día que pueda ver a mi hijo y que a su madre no le pase nada. Voy a ser padre, voy a tener un bebe con la mujer de mi vida. Pero no voy a estar del todo bien hasta que la vea abrir los ojos. Marco, Nacho, Isco, María y Sara se acercan a mí y me felicitan también. Decidimos mantener esto en secreto hasta que yo se lo cuente a Maya en persona, cuando abra los ojos y me mire. Poco a poco van llegando más compañeros, Sergio ramos con Pilar, Sergio Reguilón, Isa, Álvaro

- Creo que debería llamar a su prima Andrea –le digo a Claudia- vive en Madrid. Hace poco que han retomado la relación yahora mismo necesita del apoyo de su familia

- Me parece bien Marcos

El médico aparece y les dice a Marco y a Claudia que pueden ir a ver a María. Ellos se van corriendo. Aprovecho para llamar a Andrea y le cuento lo que ha pasado, me dice que viene corriendo para aquí.

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En la sala de espera van entrando y saliendo gente. Isco, Nacho y María son los únicos que siguen aquí. Les he prometido a todos que en cuanto supiéramos algo, se lo diría. Ya casi son las 5 de la tarde. María me ha subido un café. Es lo único que me entra en el estómago. Marco sale feliz de ver a su hija mientras Claudia se ha quedado allí con ella.

- ¡Está bien! María está bien Marcos –me dice abrazándome

- Me alegro mucho, de verdad

De pronto, una chica morena con el pelo largo entra en la sala de espera. Mira hacia todos lados confusa. Se acerca a Isco y después de intercambiar unas palabras, él me señala. Viene directa a mí.

- ¿Marcos? –me dice con ojos llorosos- soy Andrea

- Oh, Andrea –me acerco a ella y me abraza muy cariñosamente

- ¿Cómo esta mi prima? –me dice mientras nos separamos

- Está inconsciente. Luchando. Dicen que hay que esperar para retirarle la medicación y ver si...si responde

- ¿La has visto?

- No, aún no. Hay que esperar. El jefe de planta es el jefe del servicio médico del Real Madrid, así que por ese sentido podemos estar tranquilos. Está en muy buenas manos

- Joder Marcos, mira que vivir las dos en Madrid y no vernos. Antes de ayer hablamos y quedamos para este fin de semana para poder hablar por fin -me dice mientras la llevo a los sillones para sentarnos- es que...si le pasa algo

- Eh, tranquila –le digo cogiéndole las manos- va a estar bien, ya lo verás, y podrás decirle lo que quieras cuando despierte

- Eso espero ¿tú eres su novio, no?

- Si, si. Lo soy

- Tiene mucha suerte de tenerte. Con lo que ha pasado con el cabrón de mi tío. Me alegro muchísimo de que no esté sola aquí- me dice mirando a todos los que están en la sala de espera - ojalá yo pudiera decir lo mismo...bueno, da igual

La cara de Andrea es de de tristeza y de una enorme pena. Lo sé porque yo me he sentido así alguna que otra vez. Cojo una de sus manos y se la aprieto mirándola con todo el cariño que puedo. 

- Eh, tienes aquí familia, tienes a tu prima y seguro que cuando hables con ella te dirá lo mismo que yo

- Ojalá pueda hablar pronto con ella, Marcos

Andrea y yo seguimos hablando y me cuenta un poco de su vida. Que se vino aquí a vivir con su novio después de 1 año de relación a distancia. Que lo hizo más bien por alejarse de su madre y de su entorno familiar, y que le ha costado bastante adaptarse a Madrid y a vivir con su pareja. Andrea es nutricionista y trabaja en un gimnasio, del cual es dueño la familia de su novio. Que no es el trabajo de su vida, pero que ahora mismo no tiene otra cosa. Me recuerda a Maya en algunos gestos. Isco nos trae un café y se sienta al lado nuestro. Se la presento así como a Nacho y a María. Pasa casi una hora y yo cada vez me desespero más. Hasta que aparece el doctor del Corral.

- Podéis pasar a ver a Maya, pero de uno en uno, y sólo 2 personas, ¿vale? –nos dice. Yo miro a Andrea.

- Ve tú Marcos. Desde luego si sólo pueden ser 2 personas, mejor que seáis vosotros, yo acabo de llegar, como aquel que dice  -dice ella esbozando una pequeña sonrisa

- Podrás verla Andrea, te lo prometo. Entraré yo primero y Marco... ¿entras tú después? –le pregunto

- Por supuesto

Mi corazón late deprisa por los nervios. Camino por el pasillo hasta su habitación. Hay una enfermera en la puerta y me deja pasar sonriéndome también. Abro la puerta y entro. En cuanto lo hago, se me cae el mundo. Maya está tumbada en la cama con multitud de tubos y cables a su alrededor. Me acerco lentamente a la cama. Tiene las mejillas moradas y una venda en un lado de la cabeza. Se me parte el corazón de verla así, tan vulnerable. La veo tan pequeña ahora mismo. Cojo su mano y la acaricio. Está fría. Me acerco a su mejilla y la beso. Acerco una silla a la cama y le cojo su mano.

- Hola preciosa –le digo hablándole- mi amor, tienes que despertar, por favor. Tienes que hacerlo. Ahí mucha gente ahí fuera que está deseando que lo hagas, que te necesitan. Yo te necesito. Porque conocerte ha sido lo mejor que me ha pasado. Cuando tus ojos me miraron la primera vez, ahí me di cuenta de que quería pasar el resto de mi vida contigo, porque eres la persona que me ha sacado de este oscuro túnel que era mi vida, la que le ha dado sentido. Eres mi luz, abejita. Si sólo con sonreírme haces que mi día sea el mejor del mundo, que sólo quiera besarte, cuidarte, protegerte, que seas mía, así como yo soy tuyo. Amor. Te quiero y estoy deseando que despiertes para decírtelo todos los días. Porque no va a haber nada ni nadie que nos separe, te lo juro. Porque si tuviera que comenzar mi vida de nuevo, te buscaría mucho antes. Porque aún no lo sabes, pero acabas de darme el regalo más bonito del mundo, me vas a hacer padre, y eso es algo que tenemos que vivir juntos. Tengo que mimarte, cuidarte, hacerte feliz, haceros feliz. Porque vamos a ser una familia, porque te voy a dar la familia que nunca tuviste, mi amor. Te quiero y mil veces te quiero amor mío.

Y tengo que dejar de hablar porque las lágrimas no me dejan. Pongo mi cabeza a su lado y acaricio su mano. 

Por dios , que despierte, que la necesito, que nuestro bebe necesita a su madre más que a nada en el mundo. 

😭😭😭😭😭😭