55. Sin Bragas
Una puta hora ha tardado el chino en venir. Una hora en la que he vuelto a estar en los brazos de Marcos. Ha sido increíble, maravilloso y totalmente perfecto. Marcos tiene un puntito de "yo mando" últimamente que me está volviendo loca. Muy loca joder.
Ahora estamos sentados en la mesa cenando. Marcos me mira y se ríe.
- No tiene gracia Marcos - le digo intentando ponerme seria- me has roto las bragas, las que iban a juego con el sujetador
- Lo siento, es por tu culpa - me dice mientras se mete un trozo de pollo al limón en la boca
- ¿Yo? ¿Qué he hecho yo para que me las rompas?
- Estar tan buena
- Tonto - le digo mientras ruedo mis ojos. Este jueguecito de seducción que nos traemos es bastante divertido. Marcos no se calla nada de lo que quiere. Y me gusta.
- Oye, ¿Te puedo hacer una pregunta? - me dice mientras coge pan de gambas
- Claro, dime
- ¿Vas a hacer más trabajos de modelo?
- Puff. No creo. Me han llamado para varias cosas pero es que no lo veo... yo no soy modelo y la verdad es que no me gusta
- Pues se te da muy bien
- A ver, es verdad que está muy bien pagado, pero me gusta mi vida así como la tengo, y además quiero centrarme en mi carrera
- Si estás segura, adelante. Lo mejor es poder cumplir tus sueños
Y lo miro ensimismada. No hace mucho soñaba con una vida con él, algo como lo que tienen Claudia y Marco. Y ahora, ya no quiero ni soñar porque la vida te cambia en un instante. Terminamos de cenar y recogemos en silencio la mesa. Ayudo a Marcos a llevar las cosas a la cocina y me acerco a la ventana para mirar la luna. Me he puesto triste de pronto al acordarme de todo esto. Es verdad que así como estamos, estamos, pero yo quiero más. Lo quiero todo de él. Y que sea mio, solo mio.
- ¿Estas bien Maya? - me pregunta mientras me abraza
- Si - le contesto dándome la vuelta. Pongo mis manos en su cuello y nos quedamos mirándonos
- No quiero verte triste. De vez en cuando me miras y te callas. Creo que no puedes evitar pensar en lo que ha pasado
- Me conoces muy bien Marcos - le digo mientras apoyo mi cabeza en su pecho. Puedo escuchar como su corazón late muy deprisa
- Lo siento, lo siento, y mil veces lo siento...
- Lo sé, no te preocupes, estoy bien
- ¿Puedo hacer algo para que te sientas mejor? - me dice separándose de mí y mirándome preocupado
- Tranquilo, estoy bien
- ¿Segura? -me mira con picardía. Sé a lo que se refiere. Y no puedo negarme. Le sonrío y muerdo mis labios intentando parecer seductora.
Marcos se acerca a mi y me besa. Sus besos son deliciosos. Cuando sus labios se juntan con los míos siento una explosiòn de sensaciones. Baja sus manos hasta mi culo y me levanta para sentarme en la encimera. Ay dios, que lo vamos a hacer en la cocina. Yo ya es que me muero. Como sigamos así, no sé qué va a ser de mi el lunes.
Bajo mis manos hasta el borde de su camiseta y tiro de ella para quitársela. Acaricio su pecho, bajo las manos hasta su abdomen y me deleito rozando su piel con la yema de los dedos. Se le pone la piel de gallina. Marcos me quita también la camiseta dejando a la vista mis pechos desnudos. Antes me dijo que no quiere ropa interior este fin de semana. Que me quiere libre para poder tomarme donde quiera. Lleva sus manos hasta mis pechos y los aprieta, baja sus labios y se mete un pezón en la boca haciendo que jadee del deseo. Juguetea con mi pezón lamiéndolo, mordiéndolo. Me tiene muy excitada. Hace lo mismo con el otro tomándose su tiempo. Se separa y me mira. Vuelve a besarme devorando su boca.
- Me vuelves loco pequeña Maya. No puedo dejar de pensar en ti, en follarte a todas horas... -joder, si es que me tiene mojada solo con hablar
-Pues no hables tanto y al lío -le digo, he decidido ser mandona yo también.
Marcos me mira divertido. Lleva sus manos hasta mi pantalón y me ayuda a bajarlo. Se baja el suyo también y me deja ver su erección. Se pasa la lengua por los labios mientras con su mano se acaricia. Estoy hipnotizada. Es caliente verlo tocarse. Se acerca a mí y pone sus manos en mi culo para llevarme más al borde de la encimera. Necesito tenerlo dentro ya, no puedo más.
Él se lleva una de sus manos a su pene, se acerca a mi mientras yo abro más las piernas y de una sola estocada me penetra. Yo grito, porque ha entrado hasta el fondo. Empuja de nuevo y vuelvo a jadear. Sus manos en mi culo otra vez empujándome a él. Sus embestidas son rápidas, duras, fuertes.
Pongo mis manos en su cintura porque necesito tocarlo. Marcos me besa el cuello. Pequeños besos que hacen que me estremezca. Con sus dientes araña mi piel.
- Mira Maya, mira como estamos, mira como te estoy follando preciosa -me dice haciendo que baje la mirada hasta ese punto donde estamos unidos. Es excitante verlo entrar y salir de mi.
Alzo la mirada y me acerco a él para besarlo, para que mi lengua se lo coma entero. Marcos gime en mi boca. Su lengua se mueve con la mía mientras no para de moverse dentro de mi, de llevarme a la locura con sus embestidas. El roce de nuestras pieles es caliente. Lo acerco más a mi porque necesito sentirlo más profundo.
Me he vuelto adicta a él, pierdo la cordura cuando estamos juntos cuando lo tengo dentro de mi. Me agarro a su cuello y voy dejándole pequeños besos mientras Marcos sigue con sus movimientos. Siento mi humedad como lo moja, como resbala. Yo ya no puedo más. Siento nacer el orgasmo desde mi interior. Lo abrazo más fuerte mientras lo rodeo con mis piernas. Se mueve más rápido sin darme tiempo a asimilar que él también se está corriendo derramándose entero dentro de mi.
Permanecemos abrazados mientras nuestras respiraciones se van calmando poco a poco. Puedo sentir como su corazón late deprisa. Marcos se separa y me acaricia el pelo. Miro sus hermosos ojos azules.
- ¿Estas mejor preciosa?
- Si, ahora si - le digo asintiendo. Marcos me roza con sus dedos la frente, las mejillas, los ojos, la barbilla. Cierro los ojos y me concentro sólo en sus dedos. Sus labios rozan los míos por un segundo. Abro mis ojos y lo miro.
- ¿Quieres ver una serie o una peli? - me pregunta mientras poco a poco se va separando de mi.
- No, quiero que me lleves a tu cama - le digo con firmeza. Todavía lo deseo. Esta noche es sólo para mi.
- Sus deseos son órdenes pequeña - me contesta travieso
No sé cuánto va a durar esto, no sé si mi corazón lo va a aguantar. Pero lo que tengo claro es que lo necesito, que quiero estar con él más que nada en el mundo. Voy a dejarme llevar. Voy a disfrutar de él, paso ya de todo. Lo que tenga que ser que sea. Porque hoy y ahora, él es mío.
Que rápido pasa el tiempo. Ya es domingo por la tarde. Estamos en el sofá. Yo sentado viendo fútbol y Maya dormida con su cabeza encima de mis piernas. Le estoy acariciando el pelo, la cara. Está tan guapa dormida. Relajada. Ha sido un buen fin de semana. Hemos hablado mucho y reído, y si, lo hemos hecho por todas partes. Desde luego que hemos recuperado un poco de los 2 meses que no hemos estado juntos. Maya empieza a moverse y abre sus ojos poco a poco.
- ¿Qué ha hecho el Barça? - me pregunta
- 4-1 al Levante
- ¡Bien! - se levanta y se despereza y me mira- oye, ¿puedo hacerte una pregunta?
- Claro que si
- ¿Con cuántas chicas has estado después de dejarme? - joder, no me esperaba esta pregunta - sobre todo recién levantada- sino quieres contestarme, no pasa nada
- Solo con una
- ¿La rubia oxigenada?
- Si... pero no me acosté con ella
- Ah, vale- su cara de alivio es bastante visible. Está celosa, bien
- ¿Y tú?
- Con nadie. Bueno... me di un par de morreos con un amigo de Rubén pero es gay y quería darle celos a su novio
- Vale - yo también estoy aliviado para que negarlo. Sólo de pensar que alguien más la ha tocado, se me revuelve el estómago.
- Tengo hambre, ¿merendamos? - me dice Maya cortando la conversación
- Vale, ¿que te apetece?
- A ti - me dice mientras me mira y se sube encima mía y sin esperarlo toma mi boca y me besa apasionadamente - ¿lo hacemos en el sofá, me das de merendar y luego me llevas a casa?
- Vaya, lo tienes todo planeado
- Pero te gusta... - y vuelve a besarme mientras se mueve sobre mí provocándome.
Claro que me gusta. Me gusta todo de ella. Me vuelve loco.
Porque ella y solo ella es mi locura.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro