Acabo de llegar a Barcelona. Y aunque es de noche, lo poco que he visto por las ventanillas del coche me ha encantado. Es una ciudad muy bonita y moderna. Estoy deseando hacer algo de turismo y poder recorrer sus calles.. Al final me he venido el jueves por la tarde. Al parecer, mañana al amanecer, empezamos la sesión de fotos en la playa. Y cuando digo amanecer, es literal, tengo que estar lista a las 6 de la mañana. Con lo cual, tendré que levantarme mucho antes. 

El hotel es una pasada. Me han dado una habitación con vistas al mar y estoy deseando que sea de día para verlo. Dejo la maleta en el suelo y miro alrededor. Casi ni me lo creo. Saco mi móvil del bolso y marco el número de Claudia.

- Hola guapa, ¿ya has llegado? - me pregunta mientras miro por la ventana las luces del paseo

- Si, ya estoy en la habitación. Todo esto es una pasada. La habitación es enorme. Me han dejado hasta la cena aquí.

- ¿Y que tal? ¿Ya has visto a Mario Casas? -me siento en la cama mientras hablo con ella y al final, acabo tumbándome

- Pues no, aun no lo he visto. Mañana, supongo

- Oye, me alegro mucho. Tú pásatelo bien y disfruta, ¿vale? Y hazte muchas fotos con Mario...

- Lo haré, jajaja. ¿Y vosotros que tal?

- Ohhhh, genial. Te encantaría Santorini, que playas, que sitio. María está feliz, está todo el día en el agua. Y Marco no para de comer.

- ¡Que bien! Me alegro de que estéis disfrutando.

- Pues si, ya era hora. Bueno, voy a acostar a los niños. Están rendidos. Acuérdate de mi cumple, ¿vale?

- Siiii. ¿Cómo se me iba a olvidar? Mallorca, yate privado, bikini, tú cumple... Os echo de menos

- Y nosotros a ti también cariño. Pero bueno, disfruta y olvídate del mundo

Seguimos hablando un rato más. Después de cenar aquí en mi habitación, pongo un rato la tele y me entra tanto sueño que me acuesto pronto. Pongo el despertador y cierro los ojos. Mañana va a ser un día interesante.

___________________________

A la mañana siguiente

Me he repetido 500 veces a mi misma que no esté nerviosa, pero lo estoy. Estamos en la playa del Bogatell. Aquí se van a hacer las fotos. Aún es de noche, y tenemos que aprovechar el amanecer para hacerlas. Ya estoy cambiada, peinada y maquillada. Aún no he visto a Mario.
Una chica viene a buscarme mientras terminan de aplicarme la base. Me lleva hasta el borde de la playa, y ahí está. Uno de los mejores actores que tenemos en España. Y uno de los tíos más buenos que he visto en mi vida. Me acerco a él y se da la vuelta y me sonríe. Siento como me tiemblan un poco las rodillas. Él también ya está listo para la sesión. Está muy guapo. Pero no es Marcos. Joder, que poco he tardado en pensar en él.

- Hola, soy Mario - me dice acercándose a mi, para darme 2 besos en la mejilla

- Encantada, soy Maya

- Chicos - nos dice Miriam llegando a nosotros- Buenos días. Espero que hayáis descansado. Bien, os explico un poco. Vamos a hacer una sesión aquí en la playa aprovechando el amanecer y hasta que empiece a hacer calor. Haremos varios cambios de ropa. Queremos que os dejéis llevar. Queremos fotos naturales que no se vean forzadas. Así que quiero que os pongáis a andar por la playa y que habléis, que os comportéis como cualquier pareja que pasea por la orilla del mar

- A ver Miriam -le dice Mario - no conozco yo muchas parejas que den un paseo romántico a estas horas

- ¡Que gracioso eres Mario! - creo que ésta no ha entendido la ironía de su comentario - olvidaos de la cámara y hala a andar. Ya os iremos dando instrucciones.

Mario y yo nos miramos. Pero bueno, es lo que quiere. Y para eso nos ha contratado.

- Bueno, ¿vamos? - me dice Mario mientras me ofrece su mano. La cojo. Es suave y firme. Entrelazamos nuestros dedos y empezamos a andar en silencio. Se supone que tenemos que hacer cosas de pareja. Así que empezamos a hacerlas.

- Siento si estoy un poco nerviosa - le digo a Mario mientras escucho al fotógrafo decirnos que nos juntemos más. Mario me abraza por la cintura y nos reímos.

- No te preocupes, estoy acostumbrado a poner nervioso a la gente

- Oh, no, si no es por ti. Es que es la primera vez que hago una sesión de fotos siendo consciente de lo que hago

- ¿No te pongo nerviosa? - Mario se para, pone sus brazos en mi cintura y me mira curioso

- Lo siento, pero no - lo miro haciendo una mueca. Es la verdad. No siento ni escalofríos ni mi corazón se altera ni nada. Si, está tremendamente bueno, pero nada más.

- ¿No te he impresionado?

- Bueno... eres Mario Casas, pero no te lo tomes a mal, solo eso

- Oh, gracias, gracias, ¡aleluya! - y me abraza haciéndome girar dando vueltas. Cuando paramos nos sentamos en la arena por indicación del fotógrafo- no sabes lo estresante que es hacer fotos con algunas mujeres. La mayoría de ellas están más preocupadas de mi que de las fotos. Y de insinuarse, y mucho.

- Bueno, tranquilo. Yo no soy de esas. A ver, tengo que admitir que desde que vi "Los hombres de Paco" eres uno de mis actores favoritos, pero créeme, estoy acostumbrada a estar con famosos. Y no voy a tirarte los tejos, te lo juro.

- Espera. Ya sabía yo que te había visto en algún sitio -me dice él en tono enigmático. Pues no sé yo donde me habrá podido ver. Como no sea en el Bernabeú

- No creo, no soy modelo

- Anda ven.

Mario me ayuda a levantarme de la arena. Y cogidos de la mano andamos un par de metros. Se para y me gira señalándome hacia un punto en concreto. Y abro mis ojos alucinada. Allí, en el paseo, hay una enorme valla publicitaria donde aparecemos Marcos y yo sentados en el sofá de la sesión a la que le acompañé, los dos riéndonos. Sabía que usarían las fotos para la campaña, pero no de esta manera. Porque joder, es una pasada.

- No tenía ni idea - le digo a Mario bastante sorprendida, y si, con ganas de llorar. Porque esas fotos se hicieron en un momento precioso de mi vida

- Pues el anuncio es muy bonito.

- Lo es - me doy la vuelta y camino de nuevo hacia la playa. Nos hacen indicaciones para que nos abracemos. Pongo mi cabeza en su pecho. Creo que estoy a punto de llorar por los recuerdos.

- ¿Estas bien? Estas muy callada -me dice él acariciando suavemente mi espalda

- Uffff. Es que me trae recuerdos esas fotos

- ¿Malos?

- Así, así -le digo moviendo mi mano y mordiendo mis labios, porque si, no quiero llorar

- El chico de la foto es Marcos Llorente

- Si, mi ex - novio -le confirmo

- Oh, lo siento. Por eso estas así

- Si, es que hace sólo un mes que lo hemos dejado. Bueno, que me ha dejado él. Y mira como estoy

- Bueno, a mi hace 6 meses que me dejo mi ex y tampoco lo he superado

- ¿En serio? - le pregunto incrédula. Nos separamos y andamos de regreso al set- espera, ¿la actriz de la película en la que hacías de bombero?

- Si, esa misma - me contesta triste

- Joder, lo siento - lo miro con tristeza porque sé lo que se siente- tío, ¡vaya par de amargados! Jajaja

- Pues si... oye, ¿tú has desayunado?

- Nada de nada. Y estoy pensando seriamente en comer arena

- Pues venga, que de algo tiene que servir ser quien soy. Voy a decirles a estos que tenemos hambre. Llevamos ya un rato aquí en el sol y yo creo que ya está bien. Vamos, sígueme, que tenemos mucho de que hablar.

- Ya, pero sin llorar, ¿vale?

- No te prometo nada