Mañana es la final. Ya empiezan a notarse los nervios, y mucho. Entre ellos los mios. Cuando volví al Real Madrid, este era mi sueño, poder jugar y ganar una champions. Parte de mi familia ya está aquí. El club ha decidido que estén más cerca de nosotros porque nos va a hacer mucho bien. Este hotel es enorme. Nosotros estamos en el ala derecha y nuestras familias se alojan en el ala izquierda. Y aunque estemos tan cerca, no podemos verlos mucho. Pero con saber que están aquí, tengo suficiente.

Estoy en el baño mirándome al espejo. Estoy haciendo los ejercicios que me ha mandado la psicóloga. He tenido que volver a ir a terapia. Los ataques de ansiedad eran cada vez más frecuentes y ya no podía soportarlo. No me da verguenza pedir ayuda, porque sé que la necesito. Así no puedo seguir. No quiero volver a pasar por lo mismo que antes. Otra vez no.

Cuando creo que ya estoy calmado, salgo del baño. Busco la llave de la habitación que está encima de la mesita y me dispongo a salir. Antes de la cena, el mister ha autorizado a nuestras familias que estén un rato con nosotros para darnos apoyo. Lo necesitamos. Necesito ver a mi madre y que me diga que todo va a salir bien.

Salgo de la habitación cerrando tras de mi. En el pasillo me encuentro a Isco con Marco. Desde lo de Maya, apenas hemos hablado. Y no los culpo. Cuando Marco y Claudia cortaron, yo hice lo mismo con el mallorquín. Entre que seguro que me odian y que yo tiendo a aislarme cuando hay problemas... Pues eso, que llevamos muchos días sin hablarnos, sobre todo con Marco.

- Hola Marcos - me saluda Isco algo más alegre - ¿listo para ver a la familia?

- Claro - le respondo brevemente

- ¿Han venido tus padres?

- Si, y mi tío. Mañana vienen los demás  - miro a Marco y él camina en silencio- ¿puedo hablar contigo Marco?

Levanta la cabeza, me mira y se detiene.

- Bueno, yo os espero abajo - dice Isco metiéndose en el ascensor. Nos apartamos del pasillo hasta una especie de descansillo que hay en una esquina.
Marco me mira esperando. Yo no sé ni por dónde empezar. Me paso la mano por el cuello.

- Siento como que tengo que pedirte perdón -le digo sinceramente

- No creo que sea a mí a quien tengas que decírselo -me responde bastante serio

- Lo sé, pero creo que tengo la sensación de que tampoco he hecho las cosas bien contigo...

- ¿Por?

- Bueno, apenas me hablas, o sea que estás enfadado conmigo, y sé que es... por Maya

- A ver, no voy a negarte que toda esta situación no me gusta nada. Es lo que más temía, que si algún día pasaba algo entre vosotros, los demás también lo sufriríamos...mira Marcos, yo he estado en tu lugar, cuando dejé a Claudia, la única persona que me hablaba era Isco, acuérdate, que tú me odiabas

- Yo no te odiaba, simplemente no entendía porque lo habías hecho...pero tienes razón, este lado es una mierda

- Oye, yo no te voy a hacer lo mismo...eres mi amigo, eres el padrino de mi hija y mira, ojala las cosas se arreglen entre vosotros. -Marco me deja alucinado, para nada esperaba esto.

- No sé, mira ahora lo veo todo tan complicado

- Deberíais hablar Marcos, mira, ella dice que está bien, pero creo que no lo está, Claudia no lo estaba, así que, depende de ti

- Si te he de ser sincero, ahora mismo ni yo mismo me entiendo. Estoy...muy agobiado por todo...por la aparición de mi ex, por lo del niño, por Maya, por la final -de pronto empiezo a sentir como me falta el aire. No, ahora no, ahora que voy a ver a mis padres no puedo. Me llevo las manos a la cara intentando respirar tal y como me han enseñado. Pero me está costando.

- ¿Marcos, que te pasa? ¿Estas bien? -me pregunta Marco cogiéndome de los hombros

- Si, si, tranquilo, sólo ha sido

- Te está dando un ataque de ansiedad...-me dice mientras aparto las manos de mi cara y lo miro sorprendido

- Algo así, pero tranquilo, creo que lo estoy controlando

- Ven, siéntate -me dice mientras me lleva a uno de los sillones que hay en el descansillo- verás como pronto pasa. Respira ¿vale?

Marco se pasa un rato ayudándome a calmarme. Está vez no ha sido tan fuerte.

- ¿Estas mejor? - me pregunta intranquilo

- Si, tranquilo -le digo asintiendo

- Bien, ¿me cuentas entonces que te pasa?
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Más tarde

Llegamos al comedor donde están nuestras familias cuando la hora de visita acaba de comenzar. Nada más entrar en la sala veo a mis padres y a mi tío Julio. Lleguo hasta ellos y abrazo a mi madre muy fuerte. Estar con ella me reconforta, me da tranquilidad, aunque tengo que agradecerle a Marco lo de antes, me ha ayudado mucho.

- ¿Cómo estas mi vida? -me pregunta mi madre mientras me besa y nos sentamos en el sofá

- Bien, bien. Con ganas de que llegue mañana el partido...

- ¡Que orgullosos estamos de ti cariño! -me dice mi padre

- Gracias, me alegro mucho de que estéis aquí conmigo

Mi tío Julio me da una palmada en el hombro y mi madre me hace toda clase de preguntas y recomendaciones. Le sonrío y trato de convencerla de que estoy bien.

Alzo mi mirada por instinto, y mi corazón da un vuelco. Maya está aquí. Está aquí. Siento que mis latidos van muy deprisa, apenas escucho a mis padres. La miro, no existe nadie más en esta habitación aparte de ella. Está con Claudia, los niños, Igor y Gilberto, como parte de su familia que es lo que es ella. Lo que sea que le esté diciendo Igor le está haciendo mucha gracia. Amo su sonrisa, su risa me vuelve loco. De pronto me ve María y sale corriendo gritando mi nombre. Yo me levanto como un resorte y salgo al encuentro de mi enana.

- ¡Titooooo! -me dice María mientras se echa en mis brazos. Yo la cojo al vuelo y doy vueltas con ella, mientras no para de reír. La estrecho entre mis brazos y cierro los ojos. Ésta niña es la mejor terapia del mundo. Cuando los abro, me encuentro la mirada de Maya. No está enfadada, sólo está seria, me sonríe un poco y me mira con ternura.

- ¿Cómo está mi niña preferida? -le pregunto mientras sigo con ella en brazos. Claudia llega hasta donde estamos nosotros.

- Muy bien, ¿sabes? Me ha salido otro diente

- ¡Que bien! Si es que eres ya una niña mayor

- Hola tú-me dice Claudia mirándome

- Hola petarda -le contesto abrazandola

- ¿Estas bien? - me dice al separarse

- Si, tranquila.

- Bien. Nos hace falta echar un ratico de charla Marcos

- Cuando tú quieras -Claudia me da un beso en la mejilla. Agradezco este momento de cariño, lo necesito. Y más de ella.

Claudia se va a hablar con mis padres y yo me quedo con María dando un paseo por el salón. Me permito mirar a Maya un par de veces. Está muy guapa. Por aquí hay algunas mujeres de los compañeros que han venido a la visita creyendo que van a una fiesta, pero ella va tan sencilla, algo que la hace todavía más bonita. Como me gustaría decirle que lo siento y que aún la quiero. Pero no estoy preparado, aún no. Tengo que arreglarme a mi primero, y eso está resultando ser muy difícil.

Sabía que esto pasaría. Sabía que cuando lo viera se me removería todo por dentro, y así ha sido. Sigo queriéndolo. Uno no puede levantarse una mañana y no querer a una persona. Y eso me pasa a mí. Pero, tengo asumido que lo nuestro terminó, terminó cuando él me dejó hace 3 semanas. Pero eso no quita para que si surge la ocasión, lo salude cortésmente. Sigue siendo amigo de Claudia y Marco y eso tengo que respetarlo. A veces he pensado si me gustaría tenerlo como amigo. Hay gente que cuando rompe con alguien dice que preferiría tenerlo como amigo que no tenerlo. Eso es una tontería, es una horrible manera de sufrir. Por eso no creo que en este momento pudiéramos ser amigos.

Miro a Marcos mientras se pasea con María en brazos. Dios, está más delgado pero sigue estando tremendamente bueno. El sonido de mi móvil me espabila. Lo cojo de mi bolso y veo que es un número que no conozco.

- Diga -contesto

- Hola, ¿Maya Morales?

- Si soy yo... - contestó extrañada porque no tengo ni idea de quien puede ser

- Encantada, oye perdona, es que no se te escucha muy bien

- Perdona, es que donde estoy hay mucho ruido -y empiezo a andar fuera del comedor avanzando por un pasillo lejos de la gente- ¿mejor ahora?

- Si, gracias, es que apenas se te escuchaba. Mira, soy Miriam de "New Elite"

- Ahh... - sigo sin saber quien es

- ¿No sabes quién soy?

- Perdona, no tengo ni idea, lo siento

- No pasa nada. Mira nos dio tu teléfono Pablo el director de la campaña de verano de "Fielding"

- Si -recuerdo que mientras Marcos se cambiaba, Pablo me pidió el teléfono por si necesitaba algo de las fotos que me había hecho

- Verás, yo soy la directora creativa de "New elite", es una firma de ropa juvenil y estamos con la campaña de otoño y bueno, nos gustaría mucho que fueras la modelo de la campaña

- ¿Yo? - ¡no me jodas!

- Si tú, Pablo nos enseñó las fotos que os hizo para la campaña y nos has encantado

- Pues, no sé qué decir...yo es que no soy modelo...y tampoco tengo pensado dedicarme a esto

- Lo sabemos, y eso es lo que nos gusta de ti, que eres muy natural.

- Pues...

- A ver, te cuento un poco por si te animas. Vamos a hacer una sesión de fotos en Barcelona el fin de semana que viene. Teníamos una modelo ya contratada pero bueno...modelos, que te voy a contar... y Pablo nos dijo que tenía alguien perfecto para nuestra campaña. Serían 3 días de sesión en diferentes enclaves de Barcelona

- Suena bien, la verdad

- Te pagaríamos el alojamiento y el transporte hasta aquí, bueno, además del trabajo, claro

- Pufff, no sé qué decir...la oferta es muy atractiva

- Y eso que no hemos hablado de dinero

- Si te digo la verdad, es lo de menos

- Bueno, tampoco te he dicho a quien vas a acompañar en la campaña...

- Ah, ¿la voy a hacer con otra persona?

- Si...con Mario Casas